miércoles, 27 de diciembre de 2023

Poesía frente al despido libre: 'Basura mundi'...

     
   
"En todo caso hace tiempo que me digo que yo no escribo para cambiar el mundo, sino para que no me cambie a mí el mundo"recordamos haberle oído a María Ángeles Maeso...
 
 

[Tuvimos la fortuna de llegar a saberlo, cuando jóvenes con aquellos 'Cantos iberos' de Gabriel Celaya; y luego después, hasta hoy todavía, ya nunca lo llegamos a olvidar: que cuando se miran de frente los vertiginosos ojos claros de la muerte, se dicen las verdades: las bárbaras, terribles o amorosas crueldades...]
 
 
Hoy aquí se trata de un libro, publicado hace tres lustros, "que corta doblemente la respiración: con lo que nos dice a sangre fría y por cómo sisea de pavor la forma en que lo dice... Basura mundi [2008]. Diálogo del ‘yo’ consigo mismo, diálogo con el ‘tú’ y con el ‘ellos’, (re)construcción de un ‘nosotros’ que abarca el mundo entero después de abarcar las almas que se miran de cerca: este hilo de voz, entrecortado de asechanzas, nos eleva hasta la raíz; allí donde yace la dignidad que aún pelea por la hermosura de la vida buena [...]

Resuena en esta obra una voz que crece sin descanso al servicio de su propia expresión existencial y social, al servicio de los desheredados sobre quienes (casi) nadie habla; una en cuyo fondo se oyen las mejores voces de la tradición cívica y moral entre toda nuestra poesía, empezando por el Vallejo más angustiado y complejo [...]  

Mª Ángeles [Maeso] escribe para descubrir la cifra de lo que le pasa, de lo que nos pasa: la sociedad ha emprendido una pavorosa marcha hacia atrás, hacia el fondo legamoso del que procedemos; nos deshacemos mientras trepamos hacia el aullido de antes de la razón humana, mientras caemos hacia el primer estrato de arcillas acumulado por los simios.
 


‘Desaparecemos’, dice: la negación de lo que no se puede llegar a ser, o de lo que se es y padece persecución por la injusticia: todo aquí obligado a deshacerse, al callar su voz de vida que aun esperanza tiene, o amordazar su latido aún vertiginoso. Los despojos del capitalismo urbano se (con)funden con los pequeños pálpitos de las naturalezas abrasadas por la huella estéril de seres humanos; y, en ese mantillo, increíblemente, se dejan ver (si se mira) unas multitudes de palpitantes criaturas que tratan de vivir una vida. Esto, sí, es el retrato de nuestra especie en este lugar y esta hora que oblígannos a la extenuación existencial y al hambre de coraje: ‘basura mundi’..."

  
UN LILO SALE POR EL TEJADO
  
Fue el árbol antes que la chabola.
Por eso cabe tanto pregón de flor:
¡Bienaventuranza en la meseta
de la basura!
 
Son lilos.
Nacen de no se sabe dónde
y suben desde siempre por su mes de abril,
que es suyo a rajatabla.
 
Ni siquiera se han preguntado si podrán.
Nadie lo hace, si hacia atrás hay ratas
o gatos que cortan el aliento.
  
Suben y tienen mucho que decir.
Se han roto unos pocos dedos y no importa:
un árbol roza la catenaria del tendido eléctrico
y no es una plegaria.
 
Es un lilo dispuesto a todo.
Hace en los charcos
un gran eco su morada sombra.
  
¡Cómo la oigo!


     
NADA QUE PERDER

Sólo cuando nadie ya espera, 
sólo cuando nada importa, 
todos los senderos te salen al encuentro. 

No todos. No el del amor. No el de la alegría. 
Tampoco el de la calma. 
No son tantos: quitas de aquí y de allá 
y el saldo disponible de tu ira siempre 
es inferior a la paz solicitada. 

Aún así, éste es el gran instante 
en que ningún atajo 
se atreve a preguntarte si tienes miedo. 

Es la hora de la tajante estrella y tuya es. 
La que vive en la columna del árbol. 
Bébela. Aún no eres traficante o pordiosera. 
Guerrillera de la bolsa o de Ruanda. 

Aún es el instante en el que sabes 
que puedes serlo todo. Apúralo. 
Dura poco. Sabrás lo que es vivir 
por donde nada importe 
y aunque nadie espere. 
 
 
EN MEDIO DE UN MILLÓN Y MEDIO ( 15 - II - 03


 
He soñado que me abandonabas. 
Parsimoniosamente, como el chino del Malraux 
que leímos juntos, sacabas del cinturón 
un frasquito de cianuro. 
 
Yo estoy riñendo con un militar, 
veo lo que vas a hacer y corro hacia ti. 
Cuando llego, ya te lo has tomado. 
 
Nos veo 
a los dos 
mirarnos. 
Mudos. 
 
Atados por esa mirada que ya no es de aquí. 
Ni de muertos ni de vivos. No de aquí. 
En medio de esa mirada me despierto. 
Tú eres un ovillo, con las rodillas en los codos. 
Un cordero con las manos y las patas anudadas. 
¡Tan vivo aún! 

II 
 
Son sueños de guerra. Recogen sus esquirlas 
con solo vislumbrarla. 
 
Son limaduras del día en que la nombramos. 
Púas del miedo que nos atravesó a solas
cuando nos perdimos. 
 
Cuando, en medio de un millón y medio 
de cabezas, pedíamos la paz 
y nos soltamos de la mano 
y vi a los que así fueron conducidos 
y en medio de un millón y medio de corazones, 
oí a quienes se buscaron, definitivamente en vano. 

III 
 
Cuando nos vimos, desaparecieron las reses 
de la faz marcada. 
Pero en algún rincón de la retina, 
en medio de un millón y medio de células 
de finísimas membranas, 
dejaron clavado un bala que te bala. 
Y sigo oyendo esto tan terrible que, 
en tiempos de paz, les sucede a los corderos. 
 
 
POEMA URGENTE PARA UN SOLDADO YANQUI

Si fueras hijo mío, te lo diría igual: 
100.000 bolsas de plástico están vacías 
en una base naval, que está en Sicilia, 
pero que es de Norteamérica como tú. 

Si fueras hijo mío, te lo diría igual
tu país ha mandado 100.000 body bags. 
100.000 bolsas, de esas para cadáveres 
(son negras, puede que como tú), 
y 6.000 ataúdes, de los que no sé su color. 

Si fueras hijo mío, te lo diría igual: 
no son soldados iraquíes, sino chicos 
escupidos del imperio como tú, 
los que tenéis la cama lista en esa isla. 

Si fueras hijo mío, ¿quién podría convencerme 
del que este viaje tuyo me preserva de algún mal? 
  
  
 GRACIAS, NEGRO ( 21 - II - 2001 ) 

"Los que avanzan de frente hacia la mar 
y en ella entierran como un agudo acero 
la negra proa de sus barcos 
viven de luz de luna y poco pan" 
SOPHIA DE MELLO 

Vosotros, los peor aún, esas lenguas de hierba lastradas 
con una ración extra de noche. 
 
Vosotros, los peor aún, 
los sin nada que perder, 
los que con rictus jadeante 
al tocar tierra habréis gritado 
¡Todavía estamos vivos!, 
sabed que vuestro grito 
socorre a quien lo oye: 
 
¡Todavía estamos vivos! 
Y no ha quedado ningún lázaro 
sin dar un paso. 
 
¡Vuestro debe ser el reino 
porque vuestra es la palabra 
que salva a quien la oye!
 
  
 ATOCHA, 11 DE MARZO DE 2004  

Otra vez es imposible llegar a Atocha. 
Otra vez cae la puerta de doscientos kilos 
y se abre un foso para los de siempre. 
 
Otra vez han gritado las sirenas 
a doscientos pasos de las fuentes 
y doscientos corazones no se han levantado. 
 
Otra vez un mar de hierro al rojo 
nos coge por los pies. 
 
¿Por qué tantos al sur del agua dulce? 
Siempre tantos de este lado, ¿por qué? 
¿Por qué tan colosales postigos? 
¿Por qué sus ejes tan desquiciados? 
 
Siempre tantos fuera del cordón sanitario. 
Tantos, siempre de los de siempre
Tantos tan dormidos, tantos ya para siempre. 
Nunca amén.
 
 
 PIEDRA MÍTICA 

Aumenta en medio quintal 
la ira en el mundo, en un grano. 
H. MAGNUS ENZENSBERGER 

La piedra le dijo a Sísifo: 
Como un ángel furioso te dejas en vano 
tu par de alas sobre mí y soy yo 
quien enrojece con tu esfuerzo 
 
Dijo: Mis caídas meten en la noche 
un ruido de siglos, voy a plantarme 
en medio del camino. Déjame. 
 
La piedra le dijo a Sísifo: para ser agnóstico, 
confías demasiado en el sudor del Génesis. 
Para animal de carga, ya deberías 
haber roto tu palabra con el siglo diecinueve 
 
Dijo: Párate, has visto como yo 
que los contratos con las nubes se acabaron. 
Hazte pastor, mira hacia David, 
el que hace bailar la honda y canta. 
 
La piedra le dijo a Sísifo: Párteme, 
toma de mí lo que puedas subir 
en la palma de tu mano. Nada 
que haga enmudecer tu flauta vertical. 
 
Y no me dejes rodar sola, tan cerca del lago. 
 
 
MOJITOS EN LAVAPIÉS 

La noche miró de frente al mes mayo 
y la ciudad puso su cielo de primera . 
 
Los vasos como sus dos dueños, 
completamente traslúcidos, 
repletos de inocencia y libertad. 
O de ilusión lunar.
 
Todo quedó nivelado 
en lo nunca visto, y el verbo, 
que se hizo entre el nosotros 
fue del todo original. 
 
Al fondo, la hierba buena 
se adensaba y parecía de carne y hueso, 
como las palabras de él y las de ella. 
 
Y más al fondo se hizo lunes 
rotundo como el hambre o la alegría 
de los que más quieres.
 
 
DESAPARECEMOS 

"El mañana de la Era de la Información no es 
mucho mejor que el barracón obrero del pasado" 
                                                                      ZERZAN 
 
¿Hay alguien ahí? 
Es un toque de canteros. Lo fuimos. 
 
Absorbidos por pantallas 
de cristal líquido, punteamos 
mudos sobre el cuarzo. 
 
¿Hay alguien ahí? 
Y es un pica que te pica 
que no rompe el silencio. 
 
¿Hay alguien de una pieza por ahí? 
 
Aislados, fuera de horas, sin mover 
la lengua ni los pies, con los ojos clavados 
en la piedra, 
suavemente desaparecemos. 
 
Nadie vigila si es de yegua 
nuestro hastío estático. 
Lo es. 
 
Nadie cuenta si es de rueda 
la velocidad de nuestros dedos. 
Lo es . 
 
¿Y el resto? Aquello que para grabar 
no sirve, aquello que no son yemas 
y poco a poco no se ve. 
 
Aquello que no está en los diez brotes 
de mis manos, ¿adónde fue?
Postdata.-

  En un próximo mes (de Junio) y para celebrarle su siguiente cumpleaños, acá también, se dedicará otro post a lo que podría considerarse como "el artefacto literario más -destacable mente- singular"... de tan GRANDE POETA [Mª ÁNGELES MAESO].

1 comentario:

  1. Veinte años atrás, entre abedules
    y robles, leímos y enterramos
    poemas de Darwich por Somosierra.
    Pero esta mañana, el llanto de Gaza
    en llamarada ha hecho temblar al Duero.

    Desde su puente echamos la vista al agua
    como se extiende una colcha nueva
    o se pregunta a un abrigo, sin nadie
    dentro, por los hielos que aún nos faltan.

    O si es solo el peso de una pluma
    lo que hoy nos desmiga el eje.

    (del poemario '¿Quién es se?', de M.A.M)

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