miércoles, 27 de junio de 2012

El que avisó no es traidor, sino Premio Nobel = antes de "La Gran Recesión"… (Paul Krugman)

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El profesor está por aquí ahora de visita, para debatir sin miedos, tras haber causado polémica reiterada con sus comentarios respecto a la ruina del Reino de España y consiguientes riesgos. Pero para poner en justa dimensión las capacidades de su augurio prospectivo, conviene remontarse un poco más atrás recuperando un breve suelto que publicábamos hace ya 4 años al respecto de la tan manida Crisis (por entonces negada desde alto vocerío mediático de aquellos mejorpensantes gurús que, sin casi ninguna excepción, aun tildaban como 'derrotistas' e incluso 'antipatriotas' a cuantos desmintieran cualquier 'cuento de la leche'... con tantísima sedicente 'vaca gorda' en paradisíacos bienestares) tras el Euro...  

 

< <  Del recién galardonado como Nobel en Economía, Paul Krugman, son bien conocidas hoy sus dos últimas tomas de postura principales, tanto contra los planes –Bush&Paulson, ‘Del dinero a cambio de basuras‘- para rescatar al sistema financiero norteamericano… como aplaudiendo una receta europea de emergencia –‘Gordon lo ha hecho bien’- con la (posteriormente copiada también por Estados Unidos y, en contra de lo que sostenía nuestro Gobierno inmediatamente antes, de igual modo ya para este Reino de España…) nacionalización parcial bancaria.

No obstante, resultaría de la mayor actualidad rescatar además algunas otras citas literales de cuanto nos había dejado tan bien escrito –¡10 años atrás!- con muy premonitoria obra, en su día inspiradora cuando en 2000 anduvimos preparando los Manifiestos fundacionales ante la naciente plataforma de ATTAC-Madrid [*].‘The return of Depression economics’, New York /London, 1999 [**]:

…El tema de este libro es tan nuevo –la fase más ‘caliente’ de crisis tan sólo empezó con una devaluación del ‘baht’ de Thailandia en julio de 1997- que incluso tal fenómeno todavía no ha adquirido ningún nombre generalmente aceptado. En las primeras fases fue sugerida toda una variedad de metáforas tomadas del mundo de las enfermedades: la ‘gripe asiática’, el ‘contagio asiático’, el ‘bahtulismo’ (mi propia contribución)… pero se ha visto cada vez con más claridad que aunque su daño se haya concentrado en Asia (hasta ahora), no era simplemente ninguna historia de allá: si algo como ello pudo suceder en los países que el Banco Mundial describía en 1993 aún como dechados de ‘ortodoxias pragmáticas’, los cuales habían tenido ‘un éxito notable en la creación y mantenimiento de su estabilidad macroeconómica’, ¿quién sabe cuál pueda ser el próximo país...?

A veces se ha hecho referencia a esto como una ‘crisis del mercado emergente’; pero Japón, cuyo tamaño representa el doble del conjunto de la economía en los demás países afectados, hace mucho que ya ‘emergió’. Un libro publicado por George Soros el pasado otoño (y editado en el Reino Unido como ‘The Crisis of Global Capitalism’) se titula ‘The World Financial Crisis’; pero sus acontecimientos han ido mucho más allá del ‘mercado financiero’ e incluso, cuando éste recupere la calma, los efectos reales de la crisis –el daño al crecimiento, a los empleos y a su nivel de vida- persistirán. Es por ello por lo que propongo otro nombre: la Gran Recesión […]

En los últimos años las economías de 7 países que concentran una cuarta parte de la producción mundial han experimentado recesiones económicas que tienen una misteriosa semejanza con la Gran Depresión de los años treinta. Igual que entonces, la crisis ha surgido de súbito en medio de un cielo despejado, mientras la mayoría de los entendidos seguían prediciéndonos un auge continuado, incluso cuando la recesión tomó fuerza. Como entonces, los remedios económicos convencionales han demostrado ser ineficaces, y perjudiciales tal vez. El hecho mismo de que algo semejante pueda ocurrir en nuestros días debería causarle hoy escalofríos a cualquiera que tenga sentido de la historia […]

La pregunta es, por lo tanto, si Europa y Estados Unidos pueden encontrarse en semejantes apuros; los países del Primer Mundo, ¿somos vulnerables? Y la respuesta es que, si le pudo pasar a Japón, nos puede pasar a nosotros (la economía estadounidense, de hecho, se acercó peligrosamente a una catástrofe ya en el otoño de 1998)… Es fácil contar historias sobre cómo todos nosotros podremos convertirnos en japoneses. El crecimiento de Europa se ralentiza y está muy cerca de una deflación real: ¿qué sucederá si el BCE espera... hasta que esa deflación se haya integrado en la inflación, antes de reducir sus tipos de interés? La Bolsa en Estados Unidos ha subido a unos niveles que parecen ya muy difíciles de justificar; ¿podría otro ‘crash’ deprimir tanto la demanda de los consumidores como para que ni el FED pueda compensar sus efectos? […]

Aunque la depresión en sentido propio no haya vuelto, una economía de la depresión –los tipos de problemas que caracterizaron buena parte de la economía mundial en los años 30, pero que no se habían vuelto a ver desde aquel entonces- se ha reinstalado de una forma pasmosa. Hace solo 5 años era muy difícil que alguien pensara que los países modernos se verían obligados a soportar recesiones apabullantes por temor a especuladores monetarios; que un gran país avanzado podría verse con persistencia incapaz de generar gasto suficiente para mantener los empleos de sus trabajadores y fábricas; o que incluso la misma Reserva Federal de los estados Unidos en américa se preocuparía por su capacidad para contener un pánico del mercado financiero. La economía mundial se ha convertido en un lugar mucho más peligroso de lo que imaginábamos […]

¿Qué quiere decir que la Economía de la depresión ha vuelto? Esencialmente significa que, por primera vez en 2 generaciones, los fallos de la economía por el lado de su demanda –gastos privados con insuficiencia para utilizar toda la capacidad productiva disponible- se han convertido en una limitación, clara y actual, de la prosperidad para grandes partes del mundo… Nosotros –y me refiero a los economistas mas también a responsables de la política o al público en general- no estábamos preparados para esto […]
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¿QUE ES LO QUE HOY ESTÁ EN JUEGO?
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El riesgo más inmediato sobre vuelta de una economía de la depresión es hoy, por supuesto, la posibilidad de que aun siga el malestar propagándose: que Argentina, o Sudáfrica, o Turquía, o (¡Dios nos ayude!) China se añadan a la lista de bajas; que la deflación en Europa u otro ‘Crash’ bursátil en Estados Unidos generen condiciones al estilo japonés para todo el mundo desarrollado […]

Incluso ahora, hay todavía muchas lumbreras que no aceptan esta idea de que la reciente serie de crisis económicas pone de manifiesto un verdadero 'problema del sistema'. En lugar de ello, señalan la debilidad de cada uno de esos países y errores en las políticas de sus líderes. Los bancos de Japón eran demasiado imprudentes, los gobernantes de Indonesia demasiado corruptos, los déficits presupuestarios de Brasil demasiado grandes. Sigan las políticas correctas, que harán la cosa bien... Y sin ninguna duda, todo país que ha padecido los problemas de la economía de la depresión, aunque fuese ampliamente elogiado por las políticas que aplicaba antes de que las cosas fueran mal (y muchos de estos países lo fueron), ha resultado tener, después de un análisis más riguroso, graves defectos. Pero uno tiene que tener siempre cuidado con el tipo de intervenciones que lleve a cabo.

Imaginemos algún tramo de autopista que recientemente ha sido escenario de cierto número anormal de accidentes. En casi todos los casos se encontrará un factor casual: el conductor había bebido en demasía, sus neumáticos estaban ya desgastados, reaccionó mal ante un deslizamiento, etc. Sin embargo, aunque excepcionalmente haya malos conductores, ello no absuelve a la carretera: es menos probable que los mejores tengan accidentes en cualquiera, pero las buenas carreteras no exigen ninguna perfección a sus usarios. Y, de modo semejante, un buen sistema económico no tiene por qué exigir políticas 'perfectas' de su gente tampoco […]

Digámoslo así: si Estados Unidos (que con mucho ha sido despreocupadamente próspero casi tanto como Asia y Latinoamérica son castigadas) tuviera que ir también a menos, podemos estar completamente seguros de que después de producirse tal hecho las lumbreras explicarán con todo lujo de detalles la causa de que hayamos merecido nuestro destino. Por supuesto, todos aquellos ‘hedge funds’ sin regular, entradas de pequeños inversionistas mal informados en una especulación de alto riesgo, el exceso de disponibilidad del crédito al consumo y la tasa de ahorro nula resultante nos estaban anunciando los desastres que cabía esperar.

Lo que es particularmente penoso en las crisis económicas de los 2 últimos años es que en general los países atrapados en ellas estaban siguiendo, según toda la información, mejores políticas de las que habían seguido en el pasado. Como dijo un abatido brasileño: ‘No hemos tenido nunca un Gobierno tan responsable, el entorno no fue nunca mejor para los negocios; ¿por qué nos pasa esto?’. Y eso era antes de la catástrofe de enero […]

Pero la teoría está completamente equivocada. Hubo excesos; muchas inversiones tendrán que perderse, aunque las economías se recuperen. Sin embargo, no existirá ninguna buena razón por la que dichas inversiones equivocadas del pasado tengan que dejar a trabajadores perfectamente buenos en el paro, y a fábricas perfectamente útiles en la ociosidad. Si la Bolsa de los Estados Unidos se derrumba mañana, nadie esperaría que Alan Greenspan protegiese a los accionistas frente a sus pérdidas; pero podríamos y deberíamos acusarle de negligencia si no hace todo lo posible para evitar que aquellas pérdidas de valores ocasionen un desempleo masivo […] Hasta que Brasil explotó, por entonces, los funcionarios de Washington y en otras partes comenzaban a manifestar una peculiar satisfacción. Corea parecía haber superado lo peor; Japón mostraba signos de cierto crecimiento; veamos, sus políticas estaban funcionando. Eso era como decir que el programa de seguridad en las autopistas funciona porque la mayoría de las víctimas en accidentes sobreviven e incluso logran caminar de nuevo. Nos queda largo trecho por delante para que podamos afirmar que hemos terminado con un resurgimiento de la economía de la depresión..
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¿QUÉ SERÁ LO QUE DEBEMOS HACER DE MODO DIFERENTE?
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Estados Unidos y Europa no se encuentran aún atrapados, por lo general, en ninguna falta de liquidez, de manera que su preocupación debe ser cómo evitar caer en una. La medida de precaución más evidente consiste en asegurarse de que la inflación no sea demasiado baja cuando los tiempos vengan buenos […] Según ese criterio, quiero esperar que cuando salga este libro el Banco Central Europeo hubiere actuado enérgicamente para reducir los tipos y estimular un crecimiento; si no lo hace, la ‘trampa de la liquidez’ podría estar reclamándose otras víctimas.

A largo plazo sería una buena idea intentar reducir alguna de las vulnerabilidades ya puestas de manifiesto por los recientes acontecimientos del mercado. El susto de los ‘hedge funds’ nos reveló que los mercados financieros modernos, creando muchas instituciones que desarrollan funciones semejantes a las de los bancos pero sin sacar en cambio ningún provecho por redes de seguridad del tipo bancario, han redescubierto en efecto una posibilidad actual de pánicos financieros tradicionales. Intentemos descifrar ‘quién debe a quién’, y construir algunos ‘nuevos cortafuegos’ antes de que la crisis ataque de nuevo […]

No me gusta la idea de que los países tengan que interferir en sus mercados, que tengan que limitar un libre mercado para salvarlo. Pero es difícil ver que cualquiera que haya estado atento pueda insistir todavía con que no es preciso hacer nada por el estilo; o sobre que los mercados financieros siempre recompensarán la virtud y sólo castigarán el vicio… Pocos días antes de escribir esto, un desesperado presidente Cardoso rechazaba la idea de ‘controles al capital’, insistiendo en que imponerlos sería renunciar a las esperanzas del Brasil para convertirse en un país de ‘primera clase’. Esta afirmación llegó cuando ya los periódicos financieros estaban especulando con que se podría no pagar su deuda, incluso declarándose un día festivo en la Banca, y cuando los pronosticadores se estaban planteando aumentar sus estimaciones para la caída esperada del PIB nacional […]

Sin embargo, aún más importante que el orgullo como obstáculo para una acción prudente es el prejuicio: me refiero a la adhesión por demasiadas personas influyentes a ciertas opiniones ortodoxas sobre política económica que ya no son relevantes en nuestro cambiante mundo […] Y eso nos lleva al sentido más profundo que subyace en la vuelta a economías de la depresión: se supone que la expresión económica genuina es ‘no hay nada, de comida, gratis’; ella nos dice que los recursos son limitados, que para tener más de una cosa usted tiene que aceptar menos de otra y que no hay ganancia sin dolor.

No obstante, una economía de la depresión es el estudio de situaciones en las que ‘sí hay, alguna, comida gratis’, sólo si podemos resolver cómo echarle mano, porque hay recursos ociosos que podrían ponerse a trabajar. En 1930, John Maynard Keynes escribió: ‘nos hemos metido en un desorden colosal, cometiendo errores garrafales al control de una máquina delicada, cuyo funcionamiento no entendemos’. La verdadera escasez en su mundo –¡y la nuestra!- no era, por tanto, de recursos; ni siquiera de virtud, sino ... de inteligencia.

En definitiva, no llegaremos a la comprensión de lo que necesitamos a menos que estemos dispuestos a pensar con claridad sobre nuestros problemas y seguir esos pensamientos hasta dondequiera que nos lleven… Algunas personas dicen que los problemas de Japón, del Asia emergente, de Brasil, son estructurales, y que no existe ningún remedio rápido; pero creo que los únicos obstáculos estructurales importantes para la prosperidad del mundo son aquellas doctrinas obsoletas de las que están atiborradas las mentes de los hombres.”  

* [ ver más en www.attacmadrid.org/d/1/dossiert.pdf y www.attacmadrid.org/informacion.php ]

** [ trad: ‘El retorno a la Economía de la Depresión’, Ed. Crítica, Barcelona, 2000 ]
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¡Salud!  > >
[ sobre ‘Krugman, último Nobel: de La Gran Depresión…’ ( transcrito en el Obse.RB.A/M ), PGP-16.10.2008 ]

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domingo, 17 de junio de 2012

EL REINO ... DE LA VOLUNTAD ... ¡¡No, nunca, te rindas!!

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  Este mismo mes, en Las Médulas, como hace dos mil años...


O REINO

No tempo aquil
cando os animales falaban,
decir libertá non era triste,
decir verdá era coma un río:
decir amor,
decir amigos,
era igual que nomear a primavera.

Ninguén sabía dos aldraxes, 
cando os animales falaban
os homes cantaban nos solpores
pombas de luz e xílgaros de soños.

Decir teu e meu non se entendía,
decir espada estaba prohibido;
decir prisión somente era unha verba
sin senso, un aire que mancaba
o corazón da xente.

¿Cando,
cando se perdeu,
iste gran Reino?


Subiendo al puerto de Cotos, hoy desde Rascafría por el Lozoya


"Importancia de la VOLUNTAD: es la clave para conseguir lo que uno se ha propuesto. Es la joya de la corona de la conducta. El que tiene educada la voluntad verá que sus sueños se irán convirtiendo en realidad. La voluntad y la inteligencia forman un dúo decisivo en la geografía de la persona. A ellas se une otra pieza decisiva de nuestra psicología, la afectividad. O sea, que afectividad, inteligencia y voluntad constituyen el tríptico esencial para dirigirnos hacia lo mejor.

¿Qué es la voluntad, en qué consiste, cuáles son los principales ingredientes que se hospedan en su interior? La voluntad es la capacidad para ponerse uno objetivos concretos y luchar hasta irlos alcanzando. Está claro que no es algo genético, sino adquirido. La psicología conductista la define así: 'capacidad para el aplazar la recompensa'. Es decir, para ir trabajando y fortaleciendo la voluntad es muy importante no buscar resultados inmediatos sino mediatos, sacrificar lo cercano por lo lejano. En esa travesía se encierra un principio que me parece muy importante: saber esperar y saber continuar.

Etimológicamente la palabra voluntad procede del latín 'voluntas, -tatis', que significa querer. Hay una distinción muy interesante si nos vamos a los matices: desear es pretender algo de forma pasajera, momentánea, esporádica, sin continuidad, es algo que asoma en el escenario de los intereses y luego se difumina. Por el contrario, querer es determinación, propósito firme, decisión sólida, es haber tomado la resolución de conseguir algo y entregarse a esa tarea. El inmaduro va detrás de los deseos según van apareciendo y luego los va desechando. El que tiene madurez quiere algo con fundamento y precisión, lo califica, lo precisa, delimita su campo y se lanza con todas sus fuerzas en esa dirección evitando la dispersión, poniendo a la voluntad por delante, para que tire en ese sentido. El deseo es más emocional, el querer pertenece al patrimonio de la voluntad. Dicho de forma más rotunda: voluntad es determinación.

Toda educación empieza y termina por la voluntad. Es firmeza en los propósitos, solidez en los planes a llevar hacia delante, ánimo ante las dificultades. Todo lo grande es hijo del esfuerzo y la renuncia. Quien tiene educada la voluntad es más libre y puede llevar su vida hacia donde quiera. Cuando la voluntad se ha ido formando a base de ejercicios continuos, está siempre dispuesta a vencerse, a ceder, a dominarse, a buscar lo mejor. No eres más libre cuando haces lo que te apetece, sino cuando eliges aquello que te hace más persona. Aspirar a lo mejor y tener visión de futuro.

Quiero diseñar un decálogo sobre cómo fomentar la voluntad, o una manera de atornillar tema tan rico, complejo e importante como éste:

 1. La voluntad necesita un aprendizaje gradual, que se consigue con la repetición de actos en donde uno se vence y lucha y cae y se levanta y vuelve a empezar. Esto tiene un nombre: hábito. Es necesario ir adquiriendo hábitos positivos de voluntad, la frecuencia y regularidad de un comportamiento positivo.

 2. Para tener voluntad hay que empezar a negarse y/o vencerse en estímulos e inclinaciones inmediatas. Esto es realmente difícil en los comienzos. Toda educación de la voluntad tiene trasfondos ascéticos, esforzados, costosos.

 3. Cualquier avance en la volunta se hace más fácil si hay motivación. Estar motivado es tener el arco tenso para apuntar al mejor blanco. El ejercicio de tiro con arco en nuestros objetivos se estira más gracias a los contenidos que lo motivan. ¡Lo que estudia una persona que prepara oposiciones para llegar a sacarlas! ¡A lo que es capaz de renunciar en cuanto al placer de comer una persona que está motivada para adelgazar! El que sabe lo que quiere tiene la voluntad preparada para la lucha.

 4. Es fundamental tener objetivos claros: medibles, precisos o bien delimitados, y estables además. Cuando esto es así y se pone el esfuerzo por ir hacia delante, los resultados positivos estarán a la vuelta de la esquina. La cabeza no tolera la dispersión de aquello que pretendemos conseguir. Ni tampoco querer abarcar más de lo que uno realmente puede. Aprender a renunciar es sabiduría y paz interior.

 5. Toda educación de la voluntad tiene un fondo austero, sobrio y costoso especialmente cuando se está comenzando. Los ríos desbordados y caudalosos de la juventud deben ser conducidos por un cauce que disciplina impulsos y agavilla su volumen. Ahí tienen su puesto los padres por un lado y los educadores, por otro. Las grandes ambiciones, las mejores aventuras brotan de un pequeño riachuelo que crece poco a poco descendiendo la montaña y que se hace ancho y crecido en el valle.

 6. A medida que uno tiene más voluntad se gobierna mejor y no se deja llevar por el estímulo inmediato: tener voluntad es patrocinar la alegría, el dominio de uno mismo es uno de los retos más nobles y que nos elevan por encima de las circunstancias. Se consigue así una segunda naturaleza. Uno no hace lo que le apetece, ni lo más fácil, ni escoge el camino más blando, sino que se dirige hacia lo excelente. Es la aristocracia de la conducta.

 7. Una persona con voluntad se da cuenta de lo importante que es el orden. El orden empieza en la cabeza: el que no sabe lo que quiere no puede ser feliz. Orden en nuestra habitación, despacho o lugar donde funcionamos; orden en los horarios; orden del no querer ser salsa en muchos guisos, ni desparramados estar por demasiados asuntos. No olvidar esto: ordenar es tirar lo que sobra y no sirve; en la duda, tirar.

 8. Una persona con voluntad alcanzará lo que se ha propuesto si logra ser constante: tenaz, insistente, perseverante, no dándose por vencidos cuando las cosas empiezan a costar, empeño, tesón férreo. Es la política de los pequeños vencimientos. De ese modo podremos decir que somos 'enanos a hombros de los gigantes'...

 9. Una buena y adecuada educación de la voluntad es un indicador de madurez de la personalidad. No hay que olvidar que cualquier avance de la voluntad se acrecienta con sus usos y se hace más eficaz a medida que incorpora firmeza en ingenierías de la conducta. Una persona con voluntad llega en la vida más lejos que una persona inteligente. Y al revés, una persona sin voluntad está siempre a merced de sus caprichos, traído y llevado y tiranizado por la filosofía del 'me apetece'...

10. Esta nuestra educación de la voluntad no se termina nunca. Lo que quiere decir que el ser humano es siempre una sinfonía inacabada... Cuando el tiempo se pose amarillo sobre nuestras fotografías, que podamos decir: 'confieso cómo he intentado sacar lo mejor, de mí mismo, a pesar de los pesares'. Intentar hacer de la vida personal una pequeña obra de arte, cada uno según sus capacidades y exigencias. Trabajo de artesanía psicológica.

Termino. 'Nihil difficile volenti', leí en una casa italiana del frontispicio de su entrada: nada es difícil si hay voluntad. Buena parte del éxito o del fracaso en la vida personal dependen de la educación de la voluntad."

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domingo, 10 de junio de 2012

Intervenidos hace años ya, para más Rescatar a Bancos, ahora por hucha de nuestras Pensiones



No se trata de ninguna opinión. Son los hechos cuantificados en las fuentes más oficiales:

'A día de hoy según los cálculos desde últimos informes del FMI, el apoyo por la crisis del Estado al sector financiero en este Reino de Epaña llegó hasta 140.000 millones de euros ya, un 13'1% de nuestro PIB.

Y ahora, por más que otros adicionales 100.000 millones... del nuevo préstamo de 'rescate' acordado ayer por la Unión Europea solo sean para un FROB (o Fondo de Regulación para las Ordenaciones Bancarias), será ese mismo Reino de España el único responsable para su devolución ante la UE.

Lo cual supone que continuaríamos con el camino que nos viene llevando a que las ingentes Deudas Privadas en España acaben por recaerse sobre nuestros Sectores Públicos.

Como indica el comunicado del Eurogrupo, éste «confía en que España cumplirá sus compromisos dentro del procedimiento por déficit excesivo y respecto a las reformas estructurales, a fin de corregirse los desajustes; [...] su progreso será estudiado con regularidad y frecuencia».

Es decir, España deberá cumplir más Recomendaciones que recientes informes de la Comisión requieren (Impuesto del Valor Añadido, JUBILACIONES, Mercados laborales, etcétera)...

En fin, es indudable que otro paso más damos en una Pérdida continuada de soberanía que comenzó desde mayo del año 2010 y seguía cuando el BCE mandaba otro nuevo escrito a nuestro entonces presidente del Gobierno por agosto de 2011 urgiéndole incluso un cambio 'constitucional', finalmente producido luego en tan solo unos días...'

(lo resumía, claro, el conspicuo Luis Garicano hace horas)


Como avisado hace 2 años fue, con documentado precedente de otros 'rescates', hoy por fin el Gobierno nos anunció que ya se 'abre la hucha' de nuestras Pensiones futuras para pagar sus 'extras' en Julio.

En cambio, ¡nada se parece querer tomar en cuenta -todavia- de la propuesta razonada entre técnicos fiscales del ministerio de Hacienda para ingresar 63.000 millones más por el Estado anualmente pero de otro modo: sin 'recorte' sobre ninguna otra cosa sino en tantas evasiones de Impuestos...


Pero la cuestión quizá más acuciante será tratar de anticipar sin ambages lo ya previsible, con independencia de cualquier posible continuación alternativa no predeterminada hoy aún: ¿hasta cuándo seguirá en todo caso, tan cruel como inevitado, este despeñarnos cada día otro poco más? Y alguna pista puede obtenerse del gráfico siguiente...
 

Lo que más causó una razonable desconfianza en esos 'mercados' a cuyas usuras todo aquí se ha hipotecado NO es ninguna Deuda pública del Tesoro español, que aun (puede observarse cómo, con estabilidad bastante...) sigue todavía renovándose bien, sino el Endeudamiento Bancario sin frenos (y arrastrado por su negocio con 'burbujas' -¡que llevó a triplicar una valoración, sobre nuestro PIB total, infladísima!- para el sector) de la Edificación.

Y, desde 2006, dicha exposición de los prestamistas internacionales por tal riesgo (privado) ya se ha logrado reducir paulatinamente hasta en casi sus dos tercios: ¡gracias a los, tan siempre juzgados indiscutibles, 'rescates'; claro está!
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lunes, 4 de junio de 2012

Ecos de la(s) experiencia(s) arruinada(s)

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(...) Todo ha sufrido ese mortífero ahuecamiento en su condición más íntima, indispensable para el libre trasiego de mercados que es protagonista del escenario con las economías escindidas (...) A un espacio adocenado corresponde una experiencia anestesiada: el aire de la ciudad entonces ya no nos hace libres. La sociedad tecnológica que conecta desde su aislamiento ha originado el desarraigo y la disgregación sociales o nos incita, más exactamente, a una cohesión perversa que se sirve de la mercancía como lazo común; pues no son otras las relaciones que crean color social, sino aquellas cosas a cuyo calor nos reunimos. Así toda tensión, palpitar o sensualidades, de la vida social pierde fuerzas; y con ello cada riesgo desde los encuentros con desafío entre mirada directa, roce del jugar por las calles, carnalidad en el abrazo... La entrega, o descarga de afectividad que modelaba nuestras vidas antaño, es arcaísmo que sólo conservan unos pocos (los viejos nos lo traen de ayeres y las poblaciones inmigrantes desde otros lugares). Restos, ruinas del pasado son; y por tales generan los desasosiegos o se viven como amenazas. A veces estas ruinas de nuevo cuño irrumpen en la cotidianidad asaltando nuestro presente y, como aparición, logran sobresaltarnos con su presencia...
 
[ En un rincón de Ourense, hace pocas jornadas, antes de ir por el café Latino...]

(...) ilustran formas de vida desmoronadas como símbolo de una existencia pervertida, por dinámicas de la sociedad del consumo que han conseguido corromper las más ancestrales relaciones entre personas tornándolas en otras muy simples, entre cosas. De ahí el que aquellos contactos exuberantes entre los hombres y mujeres ahora sean un estorbo para las formas de vida del capital, que se inspiran en aislar y desarraigar. Se trata del desculturizar en las antiguas formas para el existir y reculturizarnos con sus nuevos preceptos, a fin de que lo mercantil no encuentre impedimentos al colársenos por todos los rincones (...)

Frente al mundo que nos exalta la pureza de las mercancías -o constante regeneración en cuerpos y objetos, por el mercadear entre fugacidades del presente, más amnesia perpetuas- estas ruinas exhiben con valentía una mayor riqueza del pasado vivido, el pecado de su caída en desuso, un despojamiento indigente y las abigarradas comunidades que concurren alrededor. Desde sus profundidades resuena el eco de una historia que se quiere acallar. Preservan del olvido e incitan ensoñaciones; por ello son proscritas entre una civilización que silencia memorias, expresadas a través de aquéllas, y se afana en aquietarnos todas las convulsiones posibles ante cualquier imaginación no diseñada desde sí misma.

[ Oteando sobre una maragata Casa del Filandón tras pasar el más alto Teleno ]

Se diría que son mojones de un pasado siempre por construir, tales ruinas, una especie de proyectos inacabados que claman por su realización... mas en otros tiempos (Bertold Brecht); pero cuya reconstrucción no deberá realizarse de modo arqueológico (Walter Benjamin), sino en función del cambiar presentes, forjando así unas arqueologías de porvenires [como, tan bien, María Ángeles Maeso formuló: "...con Marcuse creo que conserva, el arte, memoria para las cosas no alcanzadas mediante una promesa de felicidad..."]. No hay, pues, melancolías... Y quizá se pueda (...) construir un imaginario insurgente: son reductos de una vida real, o experiencias apegadas a lo inmediato u opuestas a más fantasmagorías en la sociedad -capitalista- e inspiradoras del (...) materialismo poético (...), impregnándonos por -ingobernables, asombradas y apasionantes- afectividades nuestros acontecimientos vitales...