viernes, 30 de agosto de 2019

¿Peor enemigo de 'la España vaciada'?: cierta 'negra' (y propia...) leyenda, del Mundo Rural


Lo que aquí se ha intentado razonar sale al paso ante fuerte realidad ejemplificada por video adjunto, a partir del caso destacable para una sorianica pedanía hoy [tan solo y sin embargo -¡ay!- otrora Villa] de Valdanzo, bien conocido...
La opinión pública más extendida sobre el espacio rural se fundamenta en un mundo que ya no existe. Nadie sabe qué quieren decir en concreto los que dicen que hay que repoblar los pueblos: hay que fijar población, se propone, pero no se concreta con quiénes ni para... qué hacer.
¿Qué dicen los expertos? 'La España vacía. Viaje por un país que nunca fue'de Sergio del Molino, es un libro en el que se esculpe una imagen del mundo rural que sintetiza lo que dice hoy la sabiduría convencional sobre los pueblos. En síntesis: cementerios (de hecho, miles de pueblos que siguen aún empeñados en seguir en pie ya deberían estar cerrados..., o abandonados”, según la opinión dominante).
Para Del Molino, el origen de lo que él llama el “Gran Trauma” estaría en un éxodo masivo forzado por Franco. El éxodo rural habría sido provocado por la dictadura, y no se trataría de un paso inevitable hacia una sociedad industrial moderna, como se estudia en las enseñanzas básicas. Este es el libro que, publicado en 2016, ha servido de inspiración a multitud de artículos y editoriales de periódico, y representa la imagen tópica mayoritariamente aceptada del espacio rural.
¿Qué dicen los datos, y los geógrafos, casi siempre mudos? Que los pueblos no desaparecen, que -como señala un grupo de la universidad de Valladolid- “se ha mantenido el número de entidades y hasta creció el número de viviendas”. Es decir, que los que fueron dados por muertos aún respiran.
¿Dónde se localiza el equívoco? Simple: los pueblos de los que se habla no existen; son fantasmas del pasado, muy rentables como material literario, pero terreno movedizo para construir una política rural. 
Lo que dicen los pocos geógrafos que se han dedicado a estudiar el tema es que hoy en el espacio rural profundo hay más viviendas y mejor acondicionadas para vivir; que la mayor parte de los ingresos por IBI y otros impuestos municipales proceden de habitantes no permanentes; que, si cuentas a todos, incluidos los que el censo de 2001 clasifica como “población vinculada”, hay más habitantes. 
Todo eso existe y está documentado: "apenas casi residentes durante pocos días al año", se suele advertir. ¡Cierto, pero sin ellos muchos núcleos rurales habrían cerrado ya! ¿O no?
Todo el proceso de concentración de la población española que comenzó con el éxodo rural, en España como en todo el mundo, ha provocado una realidad geográfica nueva. Sobre hasta más de 18.000 núcleos residenciales que cuenta nuestro país, al menos, una mitad entre toda la población está en sólo 120 puntos concentrada. Con esta nueva realidad geográfica, ciudades y pueblos son hoy espacios conectados e interdependientes. Quedan lejos aquellos muros de separación que reflejó anécdota en la que Unamuno exclamaba “¡Cuidado Baroja, el campo!” cuando, entretenidos por la conversación, andarían llegando a los límites de Madrid. Hoy, el futuro de los pueblos está en las ciudades.   
Lo que dicen los datos es cómo en Castilla y León, por ejemplo, los pequeños núcleos con menos de 1.000 habitantes multiplican su población por 2 ó 3 en verano, siendo estos nuevos pobladores los que irían salvando los pueblos de la muerte tantas veces anunciada. Que las pescaderías, carnicerías o panaderías, los servicios municipales, actividades asociadas a la construcción y tantas otras, sobreviven gracias a esa población que va y viene. Cuando esta población flotante de “hijos del pueblo” muera, ¿la España vacía dejará de respirar? Se verá, pero de momento este verano las piscinas municipales de mi pueblo estaban más llenas de niños que nunca. Mejor si vinieran más fines de semana, sí, pero eso depende de políticas rurales.
El problema está en otra parte. Desde responsables de las políticas rurales en España se sigue confundiendo lo rural con 'agrario'... La PAC, los fondos denominados de “desarrollo rural”, los informes del Consejo Económico y Social, y hasta los “Coloquios de Geografía Rural” siguen erre que erre, sin remedio, identificando las actividades agrarias con el sostén demográfico de los núcleos rurales. Pero no será la PAC, mucha o poca, lo que salve a los pueblos; ni un ministro especializado en usar la calculadora frente a Bruselas y punto.
Además, el problema de la agricultura y la ganadería no es por subvenciones, sino de precios. Simplificando: cada euro de la PAC destinado a producciones agrarias termina en la cuenta de beneficios que se apuntan los Carrefour y Mercadona gracias a un reparto por el que la distribución se lo lleva todo en la cadena del valor agrario: los pueblos son solo la coartada, y esos románticos de un mundo rural que no existe o los ministros sin enterarse; o sí, les hacen el juego...
Quienes están salvando los pueblos de dichas muertes anunciadas no están en nómina para los ministerios de agricultura, pesca y alimentación. Una pequeña panadería bien gestionada en un pueblo genera más empleo que la labranza para 6.000 hectáreas de secano. Salvo que alguien tenga hoy otras alternativas contrastables, la opción de millones de residentes urbanos mas vinculados a los pueblos es lo que permite un futuro medible por empleo, inversiones, recursos municipales y apertura de negocios.
Además de médicos, carreteras, maestros, incentivos fiscales y otras urgencias imprescindibles para las políticas del desarrollo rural viable, no hay nada que hacer obviando alguna estrategia territorial, sin tópicos, sobre futuros de los pueblos. Las reivindicaciones de AVE y autovías, modelo “Teruel existe”, están bien; pero no irán muy lejos sin una política rural que incentive la función del espacio para ocio respecto a millones de habitantes hacinados por grandes ciudades como masa crítica previa frente al mantener los pueblos en pie. Las políticas rurales deberían reorientarse hasta incentivar lo que ha ya demostrado que da resultados.
Un ejemplo: hace más por la supervivencia de un pequeño núcleo rural construir una piscina pública que todas esas medidas calificadas como 'rurales' (aunque sólo -en realidad- agrarias); atrae a niños y jóvenes que, con padres y abuelos, crean comunidad. Si son racionales, las medidas agrarias no aumentan el empleo agrario, ¡lo reducen...! Ahí está el futuro agrario que anuncia el 'Food Valley' en que se han convertido las economías agroalimentarias más avanzadas del mundo, de Países Bajos. A más desarrollo agrario, mayor producción con menos empleo: la política agraria es agraria, y una política rural... alguna rural.
(En fechas previas a la victoria electoral socialista y la formación del gobierno de Zapatero, coordiné como responsable de desarrollo rural del PSOE un encuentro destinado a fijar posición sobre la materia, concretada en la “Declaración de Oviedo”... Se acordó reorientar nuestra política rural en esta dirección, entre otras. Y cuando llegó la hora de poner en práctica esa nueva política, "si te he visto, no me acuerdo". 
Quienes se han encargade de la política rural socialista estaban más interesados en ver quién se hacía con la presidencia de MERCASA. Y compruebo que  ahora también domina en el gobierno de Sánchez tal bipartidismo rural, 'Comisionado para el reto demográfico' incluido... Para esta materia, como sobre otras, ese PSOE dice desde la oposición y hace ya en el gobierno -más o menos- lo mismo que su alternante PP. Solo que “nosotros” hacemos, ahora, lo que antes hacían “ellos” cambia...
Por lo que a política de desarrollo rural para el 80% del territorio se refiere, en España se sigue regando “a manta”... A la espera de que alguien descubra el “riego por goteo”, tengamos fe.

     


Postdata (08.02.2019):


jueves, 22 de agosto de 2019

Hipócritas partidismos carroñeros, por hunos y otr@s...


Hoy entre nosotros -igual a como hace 16 meses (cuando los papeles, de algún Poder 'alfa' y sus Censuras 'omega' iban intercambiados)- las complejidades, de lo más real, nos dan qué pensar... porque sólo emocionarse no aclararía, en cambio, nunca nada más...

"Alguien de Radiotelevisión Española (RTVE) decidió enviar un equipo móvil al remolcador 'Open Arms' para seguir, supongo, el día a día de las personas recogidas en el mar, 151 al parecer, que ahora viven hacinadas en la pequeña cubierta del barco. Entre ellas hay ancianos, mujeres embarazadas, niños de corta edad y personas aquejadas de enfermedades diversas. La vida a bordo del viejo remolcador se torna cada día más irrespirable.

Y en ese entorno, mete RTVE un equipo informativo permanente que, desde hace días, debe estar preguntándose qué demonios hacen ellos en un lugar informativamente inane, en el que no pueden moverse, el hedor es horrible y en general las condiciones de vida son penosas.

Puesto que tenemos un equipo a bordo, hasta que lo rescatemos de ese pequeño infierno, hemos de transmitir en todos los informativos una crónica de lo que sucede a bordo del remolcador Open Arms. Y como nada relevante sucede, día tras día aparecen en pantalla, en horas de máxima audiencia, los rostros repetidos de los migrantes que pretenden que los transporten a un puerto europeo.

La explotación emocional de las historias de los migrantes, sin duda adornadas con exageración, no dan para tanta crónica, sobre todo si pensamos, como sin duda habrán hecho los miembros del equipo de TVE, que hay en el mundo y en España situaciones mucho más dramáticas y que afectan a muchas más personas.
  
Por ejemplo: los millones de venezolanos refugiados en Colombia que huyen del hambre y la miseria; la tragedia de quienes han caminado durante muchos días para alcanzar la frontera de los Estados Unidos con México; la situación en los países africanos de origen de la mayoría de los hacinados en el Open Arms, o la vida en los campamentos en Libia de donde salen.

A nuestro lado, existe mucha más materia informativa, y de mayor calado emocional, en la situación de los Centros de internamiento donde van a parar los migrantes que han entrado ilegalmente en España, o en las circunstancias en que se mueven quienes se dedican al 'top manta'. Pero de todo ello, ni palabra. Para TVE, el mayor drama de este mundo se concentra en la pequeña cubierta del atribulado remolcador Open Arms. Allí hay que gastar el tiempo y el dinero.

Quienes reciben el alud informativo del Open Arms se muestran compungidos con el dolor que atisban y unos culpan a la Unión Europea, por su inacción; otros a la Iglesia, por su silencio; unos cuantos al Gobierno de España; y todos al ministro del Interior de Italia, auténtico centro de la campaña, el monstruo de la fabulosa extrema derecha.
   
    
Ignoro por qué, con qué criterio, TVE decidió propagar urbi et orbe la discutible labor de un viejo remolcador sin medios para dedicarse al salvamento marítimo, gestionado por una organización que paga muy bien a sus empleados y cuyo trabajo consiste en viajar hasta las aguas cercanas a la costa libia y recoger allí a quienes unas empresas sospechosas... del tráfico de personas han lanzado al mar en precarias embarcaciones neumáticas con la esperanza -o 'seguridad'- de que el viejo remolcador u otros barcos similares los recogerán para llevarlos a un puerto europeo.
Pero lo cierto es que la extraordinaria campaña propagandística da buenos réditos a la organización 'Brazos Abiertos' (Open Arms), que, por ejemplo, recibió del Ayuntamiento de Barcelona la bonita cantidad de 500.000 € sin más expediente.
TVE, con su asombrosa decisión, ha encaminado a la opinión pública a centrar su mirada sobre unos pocos centenares de personas que quieren llegar a Europa con la idea de que aquí vivirán mucho mejor que en sus países de origen. Y también sobre las organizaciones, dizque humanitarias, que manipulan el sufrimiento de esas personas. 
'Salvamos vidas' proclama desde TVE el señor Camps, señor del Open Arms, consciente de que si esa fuera realmente su intención estaría en otro lugar, donde se mata y se muere de verdad. O en todo caso estaría luchando por abolir fronteras, muros y concertinas, pues centrar su acción salvadora en quienes, una pequeña minoría, pueden pagar a las mafias que los embarcan, más parece una ventajosa decisión empresarial que una acción solidaria digna de ser siquiera mencionada en un periódico local.
La breve historia de esta manipulación informativa no es nueva. Pensemos por ejemplo en la campaña del señor Hearts para arrastrar a la opinión pública de los EE.UU. a declarar la guerra a España en 1898; o en la sistemática información sobre las 'armas de destrucción masiva' en poder de Irak que justificaron la sangrienta y duradera guerra. Ejemplos actuales hay unos cuantos, los que el lector está pensando y algunos otros de los que todavía no somos conscientes."
     
  
Hace un mes ya señalamos cómo... agendas 'políticamente correctas' aquí ahora sacrifican, impasibles, multitudes de vidas humanas que no recibirían jamás ningún foco ilustrativo desde los Medios -dizque "informativos"- unánimes... 

Y esto es otro ejemplo más -añadible a toda una larga serie...- de la misma incuria, criminal, colectivamente tolerada como si nada.
  
¡Qué vergüenza bananera en donde, como aquí ahora, las Leyes -predeterminadas...- resultarán siempre ultrapasadas por dictado de l@s bocazas: buitreando, sin vergúenzas, entre inmensa tragedia!
  
  
"El testimonio que se reproduce íntegramente a continuación se refiere a unos negros, pero no son ésos que salen en las noticias. Son inmigrantes subsaharianos, igual de desesperados y de azotados por la miseria, pero tienen otra desgracia suplementaria más por su ‘NO EXISTENCIA’ (formalmente reconocida)... Quien habla es un español, sacerdote de Murcia. Hace unas semanas, envió un mensaje de audio a sus amigos. Dice así:

'Hola, compañeros y compañeras, quiero enviaros una pequeña crónica del viaje que empezamos en Ceuta y Tánger. Si tuviera que ponerle un título sería: ‘Cazad al negro´. Quizá pensáis que es provocativo, tremendista, pero es la realidad que estamos viendo, además de lo que nos cuentan.
Sabéis que nuestra UE llegó a un acuerdo con Marruecos para impedir el acceso de la población subsahariana. El acuerdo ha consistido en la construcción de una segunda valla, con alambradas y concertinas, y la compra de coches blindados y todoterrenos, además de recursos económicos para el Ejército marroquí. Es decir, que desde ahora los inmigrantes subsaharianos cuando llegan al norte de África se van a encontrar con dos vallas, ambas iguales, pues la que mantenemos en España sigue teniendo concertinas.
La segunda medida que se desprende de ese acuerdo es tremenda, porque están deteniendo a toda persona negra que se encuentran. Llegan incluso a entrar en casas, hacen batidas por los montes, y cuando reúnen a un grupo considerable los llevan al sur, a un desierto marroquí, que hace frontera con los de Argelia y Mauritania. Los dejan allí, los tiran, sin agua ni comida. Evidentemente, muchos mueren. Nos han contado las monjas que hay personas que han venido a estudiar, o a trabajar, incluso con papeles reglados, y los han detenido por ser negros.
Ahora mismo estamos en Tánger. El único espacio que tienen de ´seguridad’ es la catedral. Santiago Agrelo, el anterior obispo, llegó a un acuerdo con la policía marroquí y allí no entraban, lo llaman ´el santuario’. Hemos hablado con alguno de ellos, también con algunas mujeres que hay, aunque pocas, y niños, muy bonicos. Te dicen que a pesar de todo no han perdido la esperanza de llegar a Europa, que están esperando a que cambie la situación para poder salir. 
También nos han contado en algunas ONG que trabajan por aquí que tienen que tener mucho cuidado porque ya han comprobado que la policía está infiltrando algunos agentes, que se presentan como voluntarios, con lo que tienen que tener mucho cuidado, y no cuentan nada porque no se fían. Hasta que no te conocen bien, y no tienen referencias tuyas, no dicen nada. En fin, esa es la situación. Lo tremendo es que la Unión Europea, de acuerdo con Marruecos, ha firmado este acuerdo que, a mi juicio, autoriza un genocidio. Es terrible, y lo peor es que se desconoce. Me despido. Besicos fuertes'...    [Fin del mensaje]
Ahora, a partir de ese mensaje, detengámonos por un instante en la polémica de Open Arms, simétrica del caso Aquarius hace un año, también en verano. Hemos creado una solidaridad ocasional, una solidaridad de peluche, que alivia conciencias en España, en Europa, y nos aleja progresivamente de la realidad, que desaparece de la vista. La espiral comienza con el barco de una ONG, que localiza y embarca a inmigrantes que han contratado a las mafias de la inmigración. 
En muchas ocasiones, la salvaje explotación de esas mafias cuenta con la participación de esas ONG de salvamento para ‘garantizarles’ a los inmigrantes que llegarán a Europa, como han prometido a cambio de una considerable cantidad de dinero, desde 500 a 1.000 €, según algunos datos de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas.
Una vez que los inmigrantes, 100 o 200 personas, están a bordo del barco de salvamento, se produce un fenómeno peculiar, la parte sustituye al todo: el gravísimo problema de la inmigración y de la miseria de África se reduce a los integrantes de ese barco. Arden las redes sociales, con acusaciones cruzadas y disputas airadas de solidaridad, a ver quién lanza el insulto más lejos. Algún actor famoso contrata un avión privado para mandar víveres y medicinas, mientras los distintos gobiernos europeos se pasan la pelota de la acogida en sus puertos. Un alcalde de pueblo aprueba un bando solidario y una presidenta regional pone a disposición del barco todos sus puertos.
La escalada de insultos y de solidaridad en las redes sigue aumentando hasta que, al cabo de unas semanas, el problema se resuelve. Con su conciencia tranquila y la bilis desahogada, esta controversia se desinflará. Y hasta la próxima: mas nadie sabrá nunca que precio real por haber salvado a 200 inmigrantes ha sido el olvidar otros cientos de miles que, formalmente, no existen para nosotros."