lunes, 24 de diciembre de 2018

¿Por qué no nueva Ley "recortando escaños" al mínimo Constitucional ya, y con más equidad?


El artículo 68 de la Constitución Española ya vigente desde 1978 ha fijado -respecto cifras- en cuanto a Representantes elegibles al Congreso 'mínimo de 300 y como máximo 400'...
  
Pero hasta hoy continuamos manteniendo l@s 350 siempre, a despecho de los 'recortes' que han venido aplicándose desde hace mucho tiempo sobre cualesquier otros empleos u ocupaciones, tanto para trabajadores como empresarios; e incluso pese a la visible desafección creciente del electorado ante nuestra Casta (o ClASe políTica partidistA)... 
  
   
¿Y qué añadir, a estas "harturas", de sus tan escandalosos privilegios -frente al común de la ciudadanía...- jamás sometibles al debate y votaciones populares? ¿No tendremos 'Derecho a decidir', para ello?
     
¡Cuantísimas payasadas en vez de ponernos a cambiarlo!
     




jueves, 13 de diciembre de 2018

Subiría desde 735,9 el SMI hasta 900€... ¡Y una Pensión Mínima -580,9- a 'menos de 600', sólo!



Esto claman las calles en Francia (¡no tiene nada que ver con el buen rollito aquí hoy, del BILDUPSOERC... en 'Cruzada' contra Vox-PP-C's, única mente; qué valientes... y la Banca inflando a nuestra c@sta!):
    
"Más justicia fiscal. Salario Mínimo: 1300 € netos... Más impuesto a Grandes Empresas. Misma Seguridad Social para todos. Pensión mínima de 1.200 €. Salario indexado al IPC. Salario Máximo: 15.000 €. Limitar contratos temporales. Fin a política de austeridad... y combatir fraude fiscal. Limitación de precio en los alquileres. Prohibición del vender bienes de la nación (presas, aeropuertos)... 25 alumnos por clase de máximo. Etc."

¡Debe ser que 'ahora ya no hay demócratas' franchutes y por eso exigirán tamaños materialismos, en vez del hacerles a l@s lepenistas 'protas...' privilegiad@s de su actuar (ahí al lado gozan un SMI cerca del doble, con riquezas per capita ni 1/3 mayores que acá, y arrancan subida...)!
 

  
Sólo 735,9 €/mes por un trabajo a Jornadas Completas es el SMI hoy en este lado del Pirineo... pero si acaso se cruza (sin pasar al catalán valle de Arán, o sea, pisándose Francia) tal importe queda más que duplicado, llegándonos hasta los 1.499 € ya; e igualmente resulta yendo hacia cualquier otro Estado vecino como el Reino Unido e Irlanda, Bélgica, Países Bajos, Alemania o Luxemburgo.
 
 
Sin embargo estas desproporcionadas diferencias no guardan relación con el verdadero desnivel comparativo entre nuestras 'riquezas (en términos del PIB) per cápita' y las correspondientes a todos esos otros Estados de la Unión Europea: Francia, por ejemplo, tampoco disfruta 'capacidad económica personal media' doble (sino, aproximadamente, un sexto mayor) que nuestra conciudadanía...
    
GDP per capita, 2006 and 2016   (EU-28 average = 100 reference)
   
Lo que como Salario Mínimo podría -y deberá, por tanto- pagarse, o no, está para cada caso en función de cuál es el nivel más general remunerativo; habrá de haber alguna correspondencia, por lógica, entre posibles alzas a esos 2 niveles de la escala salarial (los medi[an]os e inferiores, u [objetivamente] pobres)...
  
 
Pues bien, las cifras oficiales recopiladas por el Eurostat para nuestro entorno comunitario son llamativas y alarmantes al respecto en cuanto a este mercado laboral: mientras España tiene aun Salario Mínimo bajo la mitad incluso del promedio -a su vez reducido, por otra parte- entre sus nóminas... Francia lo regula próximo a los dos tercios de la moda más común entre toda su masa laboral.
       
Minimum Wages, as % of Median [gross] Earnings, in EU
   
Y todavía supone una mayor sorpresa el cómo la misma relación desigual que manifestamos aquí, frente a nuestro vecino transpirenaico galo, se repite con el otro atlántico: Portugal mantiene SMI casi un 50% más elevado del español, en valores relativos a las magnitudes centrales de ambas poblaciones trabajadoras.
  
¡Así resulta explicable cómo España es el país con mayor % de trabajadores pobres en Europa (según contabiliza la OCDE)...!
 

    
Ya enfatizó el presidente  Franklin D. Roosevelt, en 1933: “El objetivo aquí es asegurarnos un beneficio razonable para nuestra industria y salario digno a sus trabajadores, con eliminación de métodos o prácticas piratas, que no solo han acosado al negociar honesto sino también contribuyeron a los males del trabajo [...] Con mi programa inaugural les presentaba la simple meta de que nadie pueda morir en estas tierras por hambre.
   
   
Me parece igualmente claro el cómo ninguna empresa que dependa para existir de pagársele menos del salario vital al trabajador tiene derecho a continuar en este país; por negocios empresariales me refiero a todo comercio, así como cualquier industria; entre los trabajadores incluyo aquellos de monos o con cuello blanco; y salarios dignos quiere decir por más que simples niveles de subsistencia, o sea, para una vida digna...”
     
(Nos lo ha recordado ahora -sobre otra muy polémica implantación de una 'Ley Nacional para la Recuperación Industrial', en USA, desde hace 85 años...- Juan Laborda, oportuna mente, con Vozpópuli: "Subida del salario mínimo, condición necesaria pero no suficiente", 16/10/2018)
   

  
¡Y huelga el insistir sobre que nada menos de todo cuanto se ha razonado para trabajadores en activo debe aplicarse asimismo a quienes, al retirarse por fin, tienen la subsistencia tan sólo pendiente del según acaben siendo sus Jubilaciones como alguna postrera remuneración salarial diferida!

sábado, 1 de diciembre de 2018

"... y Alicia... se tiró... por la ventana ..."


Ya conocíamos el caso paradigmático de Daniel Blake (2016), cuya vida terminaba estrellándose también una vez pillada en las trampas burrocráticas del vigente Sistema para posmodernas e inhumanas Beneficencias condicionadas tan solo sobre las personas aquí hoy necesitadas por algún precario trance sobrevenido entre toda su veterana existencia currando...
  ¡...aún cuando habría ya 'remedios' desde seis años atrás...!

"Sonó el timbre. Alicia sabía que era la Policía Municipal con un representante judicial. Iban a desahuciarla y se sintió enteramente dueña de su vida. Quizá pensó: No, ya no puedo más, éste acto de humillación no tengo que aguantarlo. Abrió ventana del salón y se tiró a la calle desde 5º piso. Una peluquera que vio el cuerpo se acercó a ella para levantarla, pensaba que se había mareado. Pero no. Estaba muerta. Se había suicidado. 
Se fue de este mundo sin ver la cara de los dos policías, tampoco la del funcionario judicial que le iba a explicar las razones por las que la echaban de la casa en la que vivió cuatro años. Alicia ya es parte de la estadística que cifra en más de 2.000 los suicidios al año en toda España.
Eran las once de la mañana y a esa hora la radio, ajena al suicidio de Alicia, se enrocaba y se desperezaba entre el Brexit, el papelón del presidente Sánchez, de viaje en Cuba mientras May se afanaba en Bruselas, y la mortecina campaña electoral en Andalucía. Las tertulias, previsibles todas ellas, podían intercambiarse de emisora. Decían lo mismo. ¡Dios, qué malos son los lunes para los tertulianos! Todo muy previsible, tanto que no hacía falta recordarnos que la vida seguía.
 
 Nuestra gentrificación va dejando reguero de víctimas...
 
Pero la vida siempre sigue, aunque uno de nosotros decida parar la suya y, por un segundo, al conocer esta última muerte, parezca un poco la nuestra. Quién no ha pensado alguna vez en el suicidio. No hace falta querer quitarse de en medio para pensar alguna vez en ese momento. Albert Camus dijo del suicidio que era el gran problema filosófico, que no había otro. A mí, desde luego, lo que me pareció es que era la única noticia nueva en Madrid, y la única que me hacía pensar.
No conviene especular sobre las razones que hicieron que Alicia se suicidara. Probablemente fueron un cúmulo de circunstancias, y la última de todas fuera que la echaban ante el impago del alquiler. Ante una situación así enseguida llegan las preguntas: ¿Vivía sola? ¿Nadie le podía ayudar? ¿Quién de su entorno sabía que no estaba pagando el alquiler y que la iban a echar? Y, sobre todo, cómo es posible que aún no exista una comunicación entre los Juzgados que ordenan desahucios y Servicios Sociales municipales. ¿Es tan difícil? Las preguntas, simples por lo demás, sólo hablan de la soledad, grave y destructora cuando llega sin llamar.
Se sabe que Alicia había ido al Ayuntamiento, que se interesó por las ayudas a la vivienda, pero que no cerró ninguna gestión. Tampoco sabemos si su paso por la oficina municipal dejó o no huella. Aunque no estaría de más que el Ayuntamiento de Carmena, tan implicado cuando llegó en parar desahucios y solucionar el problema de la vivienda, se tomara esto un poco más en serio. Esa fue una de sus grandes banderas nada más llegar a la alcaldía, aunque hoy sólo haya ojos para la Gran Vía y Madrid Central. Carmena, Ahora Madrid, Podemos… qué razón la de Tierno Galván cuando aseguraba que los programas políticos se hacen para no cumplirlos.
Las personas que tenían problemas con su hipoteca, las que tenían dificultades para pagar el alquiler, siguen ahí. No lo queremos saber, pero siguen sufriendo con la misma crudeza que en los peores años de la crisis. Son invisibles. Son carne para la propaganda en tiempos de elecciones. Los de SOS Desahucios lo saben, son los únicos que entienden este gran problema. Y saben esto mientras ven a la alcaldesa Manuela Carmena hacer propaganda de su nuevo proyecto político desde la cocina de su casa. Sí, señora alcaldesa, el lenguaje de los políticos es muy simple e infantil, tal y como decía el domingo en El País. ¿Y enseñar la cocina de su casa con un microondas viejo y unos muebles que recordaban los de la cocina de mi abuela, eso qué es? Pero, disculpe el lector, la digresión. No viene a cuento. O sí. No sé. 

Ahora nos paramos ante el suicidio de esta mujer ¿Por qué con ella y no con otros casos que han sucedido pero no encontraron espacio en los medios? Vete tú a saber. Quizá porque Alicia vivía en un barrio distinguido de Madrid. Porque no daba el perfil de una pobre marginada que vive en un piso más cerca de la chabola que de una vivienda. Quizá porque tendemos a creer que son los pobres de los barrios bajos los que se quitan la vida ante problemas que no pueden, no saben solucionar. Quizá porque son estos los que se cansan de vivir, y no las personas que viven en Chamberí. Serán pobres, pero no lo parecen. Y mientras tanto, la prensa, tan previsible e injusta, eleva a categoría de noticia esta última muerte. ¿Y las demás? Rematadamente pobres para un buen titular."
   
   
Fue el pasado 23 de mayo cuando Alicia acudió a las oficinas de Primera Atención del Consistorio para solicitar «apoyo económico» dado que era una desempleada de larga duración. Manifestó que aunque estaba de alta en el servicio de empleo no se veía beneficiada de ninguna prestación, según fuentes cercanas a la investigación.

La mujer explicó que alquiló el piso -según sus vecinos, hace 4 años- porque hubo un tiempo en que sí encontró trabajo, pero, según señaló, tras gastar los ahorros que tenía, sumaba ya 3 meses de impago del alquiler, concretamente a la empresa Apartamentos Galileo.
Tras comprobar el padrón, la funcionaria le comunicó que estaba de baja, que no estaba registrada ni en esa ni en otra dirección de la capital, a lo que la mujer respondió: «Pensaba que nada ni nadie te podía dar de baja en el padrón». También refirió que ella no se había dado de alta en el padrón como inquilina de su actual vivienda.

En el negociado municipal le indicaron llamar a servicio telefónico de Línea Madrid (para lograr empadronarse y luego poder así... solicitar una renta o pensión no contributiva), pero en los registros municipales no consta que volviera a acudir a pedir ayuda. 

Según recogió ayer EFE de fuentes municipales, la de mayo no fue la primera vez que acudió la mujer a los servicios sociales, ya que lo hizo en una anterior ocasión, en 2011, aunque se desconocen los detalles de aquella visita.

   

Qué pena comprobar una vez más cómo NO estaba prevista ninguna medida, para el APOYO a esta víctima en particular, al 'no' incluirla... dentro de -alguna especifica- cuota '(política mente) correcta'... por violencia terrorista, homófoba, fascista... o del género, etcétera.