lunes, 30 de diciembre de 2013

Aun, y a pesar de las dificultades del ser... Vivir: no es imposible


Nos animó el sabio amigo: "El caso es que se da una equivocación generalizada: creerse que algo entendemos porque sólo somos capaces del relacionar fragmentos de racionalidad. Y lo cierto es que nos pasamos la vida sin entender gran cosa de lo que sucede o aun apenas casi nada qué nos pasa. Funcionamos por compartimentos estancos y creando nuestro mundo de acuerdo con presuposiciones o expectativas, como dijera Gregory Bateson. El hemisferio izquierdo del cerebro se ocupa en inventar los 'cuentos' que más nos 'convienen' a cada momento.
 
Así, en este contexto, cabe decir también que nuestro pensamiento funciona desde paradigmas más o menos inconscientes (en conexión con el asunto clásico de las ideologías). Ello es que habría una similitud entre tal concepto del paradigma y los estados normales de conciencia; en ambos casos se trata de algún marco de referencia que nos hace creer en la existencia de un modo natural para ver nuestro mundo. Lo cual es perfectamente falso, no existe ningún modo natural de ver el mundo."

  El perspicaz bonobo, manejando tan modernas Tecnologías, digital es...
 
Y continuaba insistiendo este mismo Salvador Pániker: "En fin, decía que pasamos la vida sin entender apenas nada de lo que sucede, ni qué nos pasa. O sea, vivimos encerrados entre los 'intereses creados' de nuestras redes cerebrales, relativamente ciegos frente a lo real.
 
Y se me ocurre ahora añadir que rellenamos nuestras lagunas con manías; que somos maniáticos a fuer de inconsistentes. Pues en algo tenemos que apoyarnos, y las manías resultan ser así como muletas, síntomas de huecos, prótesis para nuestras carencias, recursos de supervivencia, cortocircuitos emocionales, decantaciones de impaciencia, maneras de guardar el equilibrio. Cosas así.
 
'Las manías ayudan a vivir', escribió Luis Buñuel, que estaba lleno de ellas. Naturalmente, no me refiero ahora a las manías en tanto que trastornos mentales; hablo, más bien, de su versión cotidiana y diluida, las que en lenguaje coloquial llamamos rarezas, tirrias, aficiones, etcétera. Esas manías pueden ser muy asimétricas. Don José Ortega y Gasset, apóstol de la razón vital, no soportaba los olores corporales; el ascético y agónico Miguel de Unamuno, en cambio, tomaba el sol desnudo en Fuerteventura. ¿Y por qué sería que Virginia Woolf detestaba los mariscos? Todo quisque acaba equipado con algún sistema de gustos y disgustos que son como aparatos ortopédicos.
 
No, no entendemos gran cosa de lo que sucede o de cuanto nos sucede. Porque, en teoría, para entenderse algo de verdad, habría que entenderlo previamente todo. De ahí el señuelo de las síntesis totalitarias. Ahora bien, dejando a un lado las manías, cabe sobrevivir -sin síntesis totalitarias- si uno encuentra algún margen de maniobra. Algún margen para respirar. La filosofía como arte de navegar, por ejemplo. Al fin y al cabo, los filósofos, más que a 'la verdad', aspiramos hoy a una cierta irónica convivencia, que nos diría Richard Rorty. Conscientes de nuestras modestas posibilidades, herederos de Darwin y de Buda pero también de Wittgenstein y Dewey, somos antes terapeutas que filósofos. Nos concierne la salud. La física o mental.
 
Y junto a ese arte de navegar con filosofía como estrategia cotidiana la política y el humor, por equilibrismo, más meditación para catarsis. A la postre, política, arte de navegar, meditación y equilibrismo inciden. La política sirve para ir soslayando las patologías del prójimo, y lo de uno mismo; para sintonizarnos con ese pequeño espacio de libertad donde la gente, mínimamente, comunica. Y es obvia la semejanza de esto con el arte de navegar, que es también el arte de pasar la maroma."
 
Al fin, concluía el texto citado [del 2006] apuntando alguna de sus experiencias: "Tocante a la meditación, ella es lo que proporciona una indispensable dimensión de lucidez, u otra faz de aquel imposible conocimiento totalitario. El caso es que, a pesar de los pesares, no estaremos enteramente desprovistos de recursos -necesarios para sobrevivir en un ámbito de relativismo nihilista-; o así lo tengo escrito en las últimas líneas de mi libro 'Filosofía y mística': Aunque parezca extraño, vivir no es imposible"...

  Otro mono -un orangután- desnudo, y reflexivo, ante las incertidumbres...

Además podemos mejorar el cerebro, ¡está confirmado!, pero nada se conseguirá tampoco sin superar esforzadas dificultades: "Todo comenzó, o acabó, en los años sesenta; mayo de 1968, incluso antes. Era el canto del cisne de la modernidad. Aquella vivida mas inefable con su arte de vanguardias, el marxismo y los psicoanálisis; aquella modernidad provinciana, patética y redentorista, de una subversión permanente, del cuando había que andarse siempre rompiendo códigos o asuntos por el estilo. Yo viví un poco el apogeo / estertores de aquella modernidad en California.

Primero fueron los coléricos Allen Ginsberg y Jack Kerouac, pero también el dulce Ferlinghetti y el loco Gary Snyder. Venían de Whitman, amaban a Charlie Parker, citaban a Blake: 'el camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría'.
 
Predicaban el desbloqueo de la percepción. Guerra a las posturas squares, a la respetabilidad puritana de la clase media, pero también a la beatería escatológica de la izquierda tradicional. Finalmente, los beat abocaron por lo hip, que luego se dispersaría en comunas. Los hip se dieron a conocer en San Francisco y uno les veía merodear, allá por 1966, Haight Street esquina Ashbury Street; que por un tiempo aquello era el disloque: turn on, tune in, drop out. Consignas del enfebrecido Timothy Leary. Free Speech Movement. Zen approach. Joan Baez: We shall overcome. Bob Dylan: cuántos caminos tiene que recorrer uno antes de que se le pueda llamar hombre.
 
Revolución cultural que, paradójicamente, hundía sus raíces en la tremenda inocencia ideológica de los norteamericanos. Para un espectador que venía de Europa aquello era lo más sorprendente: el candor sociopolítico, la falta de cinismo, la espontánea puesta en práctica de convicción propia. Muy pocas teorías políticas bajo los movimientos contestatarios. Algunos citaban a Marcuse, pocos le habían leído. Se rechazaba globalmente, por instinto, la ideología tecnocrática o socialista del progreso; exigiendose paraíso ya.
 
Paradise now. De ahí a la droga, claro está, sólo había un paso. La droga era entonces el LSD. O, también, las anfetaminas (speed) y la marihuana. La droga la tomabas, a veces, sin enterarte; porque te invitaban a cenar y la metían de matute entre los alimentos, e inesperadamente -así- viajabas. Pero la droga acabó siendo irrelevante; y el propio Aldous Huxley, autor de 'Filosofía perenne', poco antes de morir desaconsejaba enérgicamente su uso. Allí lo que importaban eran las complejidades de un movimiento, aparentemente candoroso, que remitían a la tradición subterránea; por recoger mil genealogías dispersas, que configuraban una matriz híbrida, haciendo referencia a cultura sin pecados originales.
 
Era el mensaje más genuino del inimitable Alan Watts: el taoísmo subterráneo de Occidente (que en el fondo entroncaba con la propia tradición de la democracia norteamericana, con el espíritu de los padres fundadores, con la desconfianza instintiva hacia el Estado). Por fin se decía en voz alta que existen mil alienaciones aparte la económica. Se ponía en solfa la ideología del progreso puro y duro, las falacias del tiempo y de la historia.

Se descubría, redescubríamos, que la naturaleza es más inteligente que el hombre. Y ya digo que nadie explicaba esto mejor que aquel finísimo Alan Watts. Elocuente, paradójico, atrayente, seductor, menudillo de estatura y delgado de cuerpo, alargada cabeza, barba de chivo, ojos vivísimos, aire de predicador callejero, el gurú tramposo, the epicure who drank much, comenzaba por no tomarse en serio... a sí mismo. Y decía: 'cuando uno se pone demasiado serio, sea a propósito del sexo, sea a propósito de la religión, comienzan los crímenes'.
 
Watts, más que nadie, incorporó el Zen y el taoísmo dentro de la propia tradición occidental. 'El misterio de la vida no es ningún problema que resolver, sino una realidad por experimentar'. Watts predicaba / practicaba ese principio taoísta del que no hay nada más inhumano sino aquellas relaciones humanas basadas en la moral, o sea, por las abstracciones. Watts había penetrado en lo más profundo de las paradojas del taoísmo / budismo, que es la paradoja de nuestra condición humana, su ambivalente trampa del lenguaje y el extraño bucle de la autoconciencia.
 
 Familias de suricatos, en sociedades, realzándose frente a su devenir...

Era la voz del taoísmo (también del budismo zen): el brinco a la inocencia, su ecológica superación de las dualidades o/y fronteras. Pero en Occidente ya se sabe que apenas hay tradición taoísta. Una vez escribí ('El anarquismo como taoísmo') explicando que únicamente cierto pathos libertario tiene que ver con la recuperación de la inocencia taoísta.

El refinamiento coactivo, abstracto, de las sociedades con Estado -con capitalismo, con división de trabajo y sistema monetario- donde la realidad acaba siendo sustituida por símbolos o modelos; eso exige que haya un dinamismo contrario: algo que nos permita recuperar, o al menos atisbar, la no dualidad de lo real en sí mismo. Sólo muy recientemente -y, a menudo, con caricaturas burdas- reaparece en Occidente una actitud sin sentido del pecado. Donde las personas no piden disculpas por ser como son. Donde la introspección no conduce -como en san Pablo, san Agustín y Lutero, o en Kierkegaard- a la vergüenza de uno mismo.

Pero la matriz judeocristiana es persistente. Aquí, por Occidente, todavía lo más frecuente es pensar que nuestra imprescindible moralidad sólo puede asentarse en la culpa. Quiero decir que, casi por definición, Occidente es culpas. Fisuras. Autodesprecios antropológicos, como contrapartida de la sumisión. Escritores aparentemente rebeldes como Kafka, Faulkner, Joyce, Becket, Sartre, nos recuerdan constantemente cómo es hostil este mundo y pecador el hombre. Sean o no judíos, todos siguen esa tradición bíblica; una cultura del pecado, o sea, de la sumisión. El psicoanálisis, como pesquisa de las culpas enterradas en el inconsciente, no pretende alcanzar la inocencia; sino un mero encaje entre culpa, mente y ego.

De modo que  intentar, en Occidente, ser taoísta [el camino del Tao] es muy complicado. Faltan cómplices y sobran simplificadores. ¿Quién puede ser inocente... después de Auschwitz? Recuerdo una comida en Ampurias, frente al Mediterráneo sabio, con Javier Solana y otros amigos. Le dije: 'puesto que nadie sabe para qué sirve un Ministerio de Cultura, ¿por qué no se dedica una parte del presupuesto para diseñar algún espacio cultural sin sentimiento de culpa?' Y he aquí que saltó inmediatamente Xavier Rubert de Ventós: 'pero si en la vida sólo hay sentimientos de culpas y cuatro cosas más'.

Era la voz de Occidente. O sea, del judío, cristiano, existencial, patético, conflictuado, dualista, emprendedor: huimos de las culpas haciendo historia. Nuestro arrepentimiento es esa fuga hacia adelante que llamamos progreso. Pilares de una vieja sociedad industrial, renunciar a las pulsiones instintivas; Sigmund Freud y los grandes a priori de nuestra cultura, con o sin Ministerio de la ídem. Y ésa es la dificultad del ser taoísta, que es de ser inocente: dificultad del desaprender todo lo que habíamos aprendido, como es la de liberarse desde las trampas del lenguaje ordinario.

Todo ello de manera crítica y no ingenua... En el bienentendido de que se alcanza espontaneidad humana cuando los verbos se hacen intransitivos; cuando, superadas las defensas del ego, uno deja que las cosas se organicen por sí mismas: suprimiendo la frontera entre lo natural o más artificial; donde inocencia también es picardía; las ciencias, arte; y todo forma parte de un proceso -múltiple, disperso, creador e imprevisible- presidido por el paradigma de la autoorganización"...
Así vamos, como Thomas Mann hace un siglo nos dejaba ya dictado en su magistral y luminosa conclusión imperdible:
 
"O Aschenbach... famous as a master... self-discipline... your strength...!
All folly, all pretence, o perilous sweetness the wisdom poets crave.
Socrates knew, Socrates told us.
- Does beauty lead to wisdom, Phaedrus?
Yes, but through the sense.
- Can poets take this way then for senses lead to passion, Phaedrus?
Passion leads to knowledge.
Knowledge to forgiveness, to compassion with the abyss.
- Should we the reject it, Phaedrus? ?
The wisdom poets craves, seeking only form and pure detachment.
Simplicity and discipline.
- But this beauty, Phaedrus? ?
Discovered through the senses and senses lead to passion, Phaedrus.
And passion to abyss! !
And now, Phaedrus, I will go. But you stay here.
And when your eyes no longer see me, then you go too..."
[de una -penúltima- escena en la ópera 'Death in Venice', Ben Britten] 

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Y seguimos viendo por sitios diversos gente atareándose con sus afanes -como aquel buen labrador, del 'Pascualín', diabético...- que, además, es modelo sobre cómo valorar bien unos mejores modos de concentrarse para vivir: libre mente!

lunes, 23 de diciembre de 2013

Antepenúltimo país por personas en Pobreza... &más Desigualdad, entre 31 europeos: España


Nada casual este síndrome de récords capicúas, nuestro: España, el 4º país de la UE dando mayores ayudas a Bancos... así como Endesa e Iberdrola, las 2ª y 3ª Cías. Eléctricas en Europa con más beneficio... Pero no cesa de oírse receta para nueva Rebaja Salarial, pese a que ninguna supuesta 'falta de Competitividad' por 'mayor Coste laboral' influye ni la mitad que factores -como 'lograr Financiación, encontrar Clientes'- ligados al 'Valor añadible desde mejores productividades en Gestión o gerencia corporativa', según hace 3 meses era ya resaltado tras encuestas de la misma UE...
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Aun siendo el 'umbral' estadístico para considerar en cada circunstancia 'pobreza relativa' (o sea, 50% de sus rentas medias) mucho menor aquí, según los datos del Eurostat más recientes relativos al último año 2011 (final de las legislaturas gobernadas por Zapatero Presidente con su Vice Alfredo Pérez Rubalcaba, por cierto), España salió peor aun que Grecia o solo encima levísimamente de tanto Bulgaria como Rumanía; y somos ya primeros por Desigualdad, medida con diferencias entre los 20% más ricos y pobres de la población, en toda Europa.
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Así pues, parece acuciante tratar de contemplar el asunto buscando algunas mayores perspectivas, conceptual e histórica; a ver si de dicho modo pudiere obtenerse luz:
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"Al comienzo de la primera industrialización los obreros contemplaban las máquinas como a una gran amenaza, pensaban que podían robarles su puesto de trabajo. Su preocupación en lo inmediato no carecía de cierta lógica. Veían que allí donde se necesitaban 100 trabajadores, una vez mecanizada la producción, eran suficientes 50 para fabricar lo mismo. Sin embargo, con el tiempo se ha visto que los descubrimientos científicos, la tecnología y su mecanización han hecho posible el desarrollo elevando nivel y calidad de vida en la clase trabajadora.
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Y todo ello gracias a los incrementos de productividad, que, aunque algunos pretendan confundir ambos conceptos, dista mucho de identificarse con la competitividad. De hecho, hoy la mayoría de los países y de las empresas buscan la competitividad prescindiendo de más productividad, por el mecanismo de hundir sus condiciones laborales y sociales.

Podemos afirmar sin lugar a equivocarnos que en el origen del desarrollo social y económico de las sociedades se encuentran los enormes incrementos de productividad acaecidos a lo largo de los años. Pero ha sido necesario algo más: un pensamiento y una ideología propugnando que todos los ciudadanos se beneficiaran de dichos incrementos de modo que no fuesen destinados únicamente al aumentar el excedente empresarial.

Esas mejoras deberían servir para acrecentar las rentas del capital, sí; pero también para subir los salarios, e incluso para mantener económicamente a aquellos que no puedan trabajar coyunturalmente. Y todo ello mediante incremento de los ingresos del Estado que redundaría en beneficio de todo ciudadano a través de las prestaciones sociales.

Tales  elevaciones de productividad favorecieron a los trabajadores mediante dos vías diferentes. En primer lugar, por un incremento salarial abandonando las retribuciones de subsistencia; rompiéndose así la ley de bronce de los salarios y desmintiendo a Malthus, a David Ricardo e incluso a Marx.

En segundo lugar, con disminuciones en la cantidad de trabajo que deberían aportar, no solo mediante una reducción de las jornadas de trabajo, sino también por el sistema de acortar su vida laboral.

Los incrementos de la productividad y su distribución hicieron posible superar otros salarios de miseria, pero también que la jornada laboral fuera reduciéndose progresivamente; o que los niños y mujeres saliesen de las fábricas abandonando esas condiciones inhumanas que, por ejemplo, nos narraba Charles Dickens.

Poco a poco fue retrasándose la edad de incorporación al mercado laboral, lo que generalizó una educación e instrucción de menores. Se creó un nuevo reparto de funciones en el seno de la familia. Ya no resultaba necesario trabajo exterior para todos sus miembros y, por regla general, era el varón quien alquilaba su fuerza de trabajo en mercados laborales mientras que la mujer se dedicaba al cuidado de su casa, prole y ancianos.

Según fue aumentando la esperanza de vida, se posibilitó, además, gracias a una participación del Estado en los incrementos de productividad (impuestos, cotizaciones etc.), que no debiera continuarse trabajando hasta el último minuto de la existencia; puesto que se podía contar con pensión digna. Y era eso también cuanto garantizaba, incluso en los momentos de crisis, a los parados el que disfrutasen de una prestación económica hasta encontrar empleo.

Si en un principio la población activa coincidía con el total exceptuándose tan sólo a los nobles y algunos burgueses que vivían de las rentas, progresivamente sin embargo fue viable que un porcentaje cada vez menor de trabajadores con unas jornadas incluso más reducidas, produjeran más; manteniendo por tanto a la población total. Trabajar menos y cobrar más

Todo ello era posible gracias al incremento de productividad y a su reparto. Ciertamente, no todo fue perfecto, su aplicación no fue total y homogénea en todo país; pero esto era tendencia y sobre todo una teoría del Bienestar sobre la que se asentaban sociedades, discurso que si en un momento recibió el nombre de socialdemócrata, fue asumido en forma más o menos total por otras fuerzas políticas y sus principios incluidos en Constituciones de distintos países.

Desde hace ya bastantes años, la tendencia no obstante ha cambiado. Ciertamente no es que hoy hayan disminuido la innovación o tecnologías y que por lo mismo los incrementos de productividad sean menores, todo lo contrario. El problema está en el decreciente reparto, según han ido imponiéndose principios del neoliberalismo económico y se ha venido extendiendo la libre circulación de capitales.

Imponen sus exigencias a las sociedades y los Gobiernos, reclamando para sí todo aumento de productividades, e incluso pretenden que salarios y pensiones no se actualicen de acuerdo con la inflación; es decir, que se vuelva ésta en sus manos un arma para transferir rentas a su favor. La consigna ahora es la de aquel buen presidente de la Patronal ya en la cárcel: ‘trabajar más y cobrar menos’.

La mujer se incorpora de nuevo al mercado de trabajo; y ello podría haber sido muy positivo desde el punto de vista de sus derechos si hubiese venido acompañado por una nueva distribución funcional en el seno de la familia con reducción de jornada laboral para entrambos cónyuges, o asumiéndose al menos determinadas funciones por el Estado (guarderías, cuidado de ancianos, enfermos, etc.), lo cual hubiera precisado algún apropiarse por parte del Estado incrementos de productividad. Nada de eso se ha hecho, las jornadas laborales son cada vez más elevadas y el Sector Público progresivamente se inhibe de sus funciones sociales.

Un resultado es que las familias aportan actualmente al mercado laboral el doble en horas de trabajo. La Oficina Presupuestaria del Congreso de los EE.UU, al analizar las modificaciones producidas en distribución de rentas tras el gobierno de Reagan, llegó a la conclusión de que para una mayoría de hogares los ingresos seguían siendo similares; con la diferencia de que ahora eran 2 los sueldos produciéndolos, es decir, el doble de horas trabajadas.

El nuevo discurso aparece en todo su esplendor respecto de las Pensiones, puesto que basa su ‘inviabilidad’ para éstas en los incrementos a la esperanza de vida y por reducción del porcentaje entre activos y pasivos. Pero es que precisamente todo incremento de productividad para lo que debe servir es para que cada generación pueda vivir mejor que la anterior, trabajando menos horas a lo largo de toda su vida, lo cual incluye que la proporción entre sus etapas activa y pasiva disminuya..

Durante los últimos 30 años, para la economía de los países, ha sido incrementada su productividad en forma espectacular; pero, dados los avances tecnológicos, todo hace prever que puede hacerlo con un porcentaje aún mayor en el futuro. ¿Dónde se encuentra entonces la dificultad? Tan solo en el sistema del no (querer, ya, más…) redistribuir, en una pretensión por el capital y las clases altas de apropiarse todos los incrementos para la productividad."

Y algún país en particular, como este Reino de España precisamente, ha venido pujando ininterrumpidamente durante muchas legislaturas -con unos u otros tipos de Gobiernos- para conseguir ser reconocidos entre "los primeros" por tales vías "europeístas"...! ¿El resultado? ¡Así se ve!
 
Desigualdad [UE]: diferencia de Renta del 20% más rico al pobre
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martes, 17 de diciembre de 2013

¿El poder adquisitivo de nuestras Pensiones ya insostenible…? ¡Y la nómina para los Partidos!


- Con estadística publicada por la Seguridad Social sobre últimos informes en la Unión Europea, todo nuestro gasto en Pensiones para 2010 sumó un 10'7% del PIB: menos que Italia, Austria, Francia, Portugal, Grecia, Países Bajos, Alemania, Finlandia, Dinamarca, Reino Unido, Suecia o Bélgica, sólo más que Luxemburgo e Irlanda...
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- Antes del último 'recorte' se preveía gastar en el año 2050 otro 14% del PIB, tan sólo, aun menor de lo supuesto costeable por socios europeos nuestros como Dinamarca, Bélgica, Austria, Italia, Alemania, Portugal o Luxemburgo ya para dicho entonces...
 
Gasto Bruto en Pensiones Públicas (% del PIB): años 2010 a 2050, s/ Union Europea
 Y la propia Seguridad Social sigue afirmando: "En cuanto a la percepción media por pensionista es baja en España comparada con los países de la UE, a pesar de tener una teórica 'tasa de reemplazo' (lo que representa la Pensión en función del último Salario cobrado) de las más altas (94'5%); mientras para el resto de los países de la UE-15 la 'tasa teórica neta de reemplazo' a la Jubilación (tras 40 años cotizados) más alta corresponde a Grecia (121'3%), seguida de Holanda (105'0%) y Luxemburgo (99'9%).
 
En nuestro país el volumen de Pensiones que alcanzan la Jubilación plena no es elevado ya que hay un porcentaje alto de 'jubilaciones anticipadas' y existe también un alto número de Pensionistas con las mínimas o para los trabajadores cotizantes por Mínimo de base.
 
Respecto a percepción anual media por Pensión de Jubilación en los países de la UE-15 para 2010, según datos ofrecidos por Eurostat, se contabilizó que Dinamarca contaba con la más beneficiosa (18.579'8 €) seguida por Holanda (18.035'6 €); mientras que un antepenúltimo Estado miembro era España con cuantía de 11.702 €/año, aventajando únicamente a Grecia (8.362'0 €) y Portugal (7.099'7 €)..."

Nuestras Pensiones condenarán a los futuros Jubilados hacia la "pobreza", por cobrar casi 2/3 menos: el PSOE ya recortó un 15% su poder adquisitivo durante la última legislatura de Zapatero y el PP con Rajoy propuso ahora otra reducción extra entre 22% y 45%...

¡No es ninguna broma!
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La cosa sobre las Pensiones aquí últimamente, lejos de mejorar, no cesa en su camino disparatado hacia el 'rebajarnos' como únicas recetas; así que no estará de sobra recordar otra vez algo ya explicado antes referido a la dicha 'tasa de reemplazo' pero que suele seguir siendo ninguneado por tirios y troyanos entre nosotros aun ahora pese al sernos tan básico:
 




 

En definitiva, ¿cuánta es la diferencia entre nuestras Pensiones públicas y las que vienen pudiéndose pagar ya hoy a las ciudadanías en otros Estados miembros de la Unión Europea?  No sería nada fácil resumir con un solo indicador ese asunto -según tantísimos cantamañanas interesados pretenden hacernos creer, muy a menudo tramposamente...- pero sí existen resúmenes rigurosos de la cuestión, recopilados por estadísticas del Eurostat; véanse, por ejemplo, estos últimos datos -desde fuentes oficiales, desde fuentes oficiales, de MISSOC- referentes a Pensiones Mínimas:  

Según la variada casuistica que se refleja con las cifras expuestas a continuación, cuanto para España puede seguir quedándonos debajo de los 600 €/mes aun... es en todo caso excedido mediante las Jubilaciones garantizadas por Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Luxemburgo y Suecia, por lo menos...

Y sin embargo aquí lo único que últimamente se viene oyendo es predicar una creciente insostenibilidad para nuestras magras Jubilaciones... Pero mientras tanto en el país vecino transpirenaico, sin ir más lejos, aseguran una Pensión solidaria para cada persona de la tercera edad sin cónyuge que asciende hasta los 9.325,98 euros/año... 

¡Lo más asombroso, no obstante, podría ser cómo a la vez nadie habla de que también puedan ser insostenibles las nóminas de cargos repartidos entre los Partidos políticos (para su plantilla siempre invariable de senadores, eurodiputados, congresistas nacionales y parlamentarios autonómos o consejeros, asesores, concejales, etc.) ajenas a todos los 'recortes' aun cuando nada deban ya envidiar sus Pesupuestos de gastos a los del resto en países con mucho mayor riqueza...!  
 

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Nada impune o gratis, ni sin consecuencia: este lodo por tal polvareda del ["a 100 pelas"] Euro...


Para subvención de Ayuda solidaria es preciso recaudar: el tipo Máximo cobrable sobre los tramos de Rentas más elevadas del IRPF que implantó Paco Fdez. Ordóñez, con Suárez, era 65% (¡y todas las declaraciones fueron hechas públicas!)... Pero Solchaga más Felipe bajaron al 56%; Aznar junto a Rato fijó 48% y con Montoro 45%; e incluso ZP&Solbes re-bajaron hasta el 43%... 

Por cuanto al tipo Mínimo, que llevaba décadas bajando (15% con Montoro, 2003), nos encareció a 24% ya en 2007 Solbes...

Ahora todos, ¡tanto del PP cuanto de PSOE!,  coinciden reclamando que se bajen los últimos tipos establecidos en plena crisis -por Guindos con Rajoy- hace tan solo 2 años: 50% como Máximo y 24,75% de Mínimo; pero nadie confiesa de dónde se propone sacar para devolver lo ya gastado, a crédito, sin fondos... 

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Tan sólo hace un mes, para rebatir a ese ya citado MONTORO, en estas mismas páginas nos hicimos eco de lo explicado por el prof. Martin Seco: El ministro de Hacienda es profesor de Economía y tiene propensión a usar el manual, pero la vida y la realidad van más allá de los libros de texto, y las aseveraciones generales solo son aplicables según y cómo. En la presentación de los Presupuestos ha tirado de ese tópico manido de que ‘la inflación es el impuesto más injusto’ (…) Lo realmente importante son los precios relativos de los diferentes productos, y sobre todo la relación que guardan con salarios, tipos de interés y tipo de cambio (…)

Montoro afirmó el otro día en las Cortes que la inflación se sitúa a niveles históricamente bajos, lo que permite ’vivir una Devaluación interna sin reducir el cambio de moneda’ (…) Pero, ¿qué importa que la inflación sea baja si los salarios crecen menos o incluso disminuyen en términos monetarios? Esto sí que compromete seriamente la equidad aun cuando no se trate de ningún impuesto.

El ministro no debería estar orgulloso de lo que llama ‘deflación’, basada principalmente en la Rebaja salarial. Comporta una gran injusticia ya que (al contrario de la depreciación de la moneda, que es neutral) afecta a los ciudadanos de manera desigual haciendo recaer el coste sobre las clases más desfavorecidas. Además, sus resultados son más imprevisibles, actúa de forma caótica y sobre todo deja intactas las deudas exteriores. Una tasa de inflación reducida no siempre se puede considerar positiva, no lo es si se consigue a base de hundir la demanda y el crecimiento, y conlleva además una reducción de salarios mucho mayor.

En la época actual no se puede tildar de Impuesto a la inflación. Pero sí que puede recibir tal calificativo la No actualización de pensiones, otras prestaciones y sueldos a funcionarios”…
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José María AZNAR (1997): "¡España va bien!"
 
 
Sin embargo, estos dislates actuales no han comenzado nada recientemente. Y también del mismo autor tenemos recogido hace muy poco un fiel retrato de dos ex Presidentes del Gobierno decisivos al respecto: No seré yo el que disculpe o defienda a los políticos que han sucedido en el PSOE o en el PP a Felipe y Aznar, pero a estos últimos no se les puede eximir de culpa; es más, serán sin duda los máximos responsables del grave estado en que se encuentra en estos momentos la economía española...
 
-> FELIPE GONZÁLEZ en España, al igual que Schröder en Alemania o Tony Blair en Gran Bretaña, ha descafeinado el pensamiento socialdemócrata hasta dejarlo convertido en neoliberalismo con un tinte de progresismo superficial y barato. En su época se comenzó a desarticular el mercado laboral, con la simpleza de que 'más vale un empleo malo que ninguno', transformándose una multitud de puestos de trabajos fijos en precarios, que han ido consolidando a lo largo del tiempo un mercado dual.

Fueron sus ministros los que popularizaron la frase de que 'mejor que dar peces es enseñar a pescar', con la que pretendían justificar recortes a prestación del Seguro del desempleo, y fue en tiempos de González cuando se acuñó el discurso falaz acerca de que estaba en peligro el sistema de las Pensiones públicas 'inviable sin reformas...', que se orientaron siempre a la baja, comenzando y ejecutándose durante su mandato. De la misma manera se extendió la idea de que 'lo privado siempre será más eficiente que lo público' y se iniciaron privatizaciones de todas las empresas públicas (...)

-> A pesar de su soberbia, ostentación y engreimiento, no ganó J. Mª AZNAR el Gobierno, se lo regaló el PSOE, al igual que le otorgó carta blanca y le facilitó el camino para realizar las políticas más conservadoras. Bien es verdad que Aznar sí se ha vanagloriado de hacer la política más eficaz, con elevadas tasas de crecimiento y creación de empleo, pero en la práctica lo que generó fue una burbuja especulativa: puro aire, que antes o después tenía que explotar. Él, tan contrario al déficit público, permitió que España adquiriese un enorme déficit exterior cuya lógica contrapartida fue el mayor endeudamiento adquirido hasta entonces por la economía nacional.
 
La herencia que dejó fue un país hipotecado a nivel extremadamente peligroso, con crédito nada orientado a sectores productivos, sino al hacer zanjas, vallas y a poner ladrillos, que en gran medida nadie después iba a utilizar (...) A sus gobiernos les cabe también el triste honor de desmantelar el sector público. Entregaron a los privados las grandes empresas públicas con lo que privaron al Estado de suculentos beneficios que periódicamente le proporcionaban y dejaron inermes a los consumidores ante abusiva política practicada en los servicios estratégicos por nuevos oligopolios.

Los déficits de hoy tienen su origen en la caída de ingresos públicos que, al menos en parte, se debe a las 2 reformas por gobiernos de Aznar realizadas, cuyas consecuencias negativas quedaron ocultas en un principio por la burbuja, pero aparecieron tan pronto se pinchó...
[Dos pavos reales 
 .
J. L. RODRÍGUEZ ZAPATERO (2005): "¡La economía española marcha más que bien!"
 
Y por si todo eso ya fuera poco, acaba de aparecernos reivindicándose otra penúltima lumbrera no menos ex-presidencial, la más inmediatamente próxima: RGUEZ. ZAPATERO presentaba hasta la fecha 2 puntos a su favor, no haberse incorporado a ningún consejo de administración de multinacionales o grandes empresas del Ibex y haber mantenido un pudoroso silencio. Pues parece que ha tenido envidia de sus antecesores y decidido salir a la palestra por dar su do de pecho. Nunca debió haberlo hecho pues con su libro demuestra que no es que no se enterase de nada en su tiempo de Presidente del Gobierno, sino que muchos meses después continúa sin enterarse...

Zapatero fue Presidente por accidente. Consiguió la Secretaria general del PSOE contra todo pronóstico, tan solo porque algunos, especialmente guerristas y catalanes, querían evitar a toda costa el triunfo de Bono; y contra todo pronóstico ganó las Elecciones de 2004: el ataque terrorista y la torpe reacción del PP, movilizaron a una enorme cantidad de votantes que se habían instalado largo tiempo atrás en la abstención y le dieron improvisadamente la victoria. ZP se halló en la Moncloa, sin que él mismo se lo terminara de creer; y a partir de tal momento comenzaron sus ocurrencias, frivolidades y convicción [por 'optimismo antropológico'...] de que conseguiría todo cuanto se propusiera con tanta facilidad como había logrado encumbrarse a la cúspide de la política.
 
Su libro constituye una reivindicación de su segunda legislatura, especialmente de lo que llama los '600 días de vértigo'. Piensa que de lo demás no necesita justificación. Cuando en realidad sus errores comenzaron mucho antes, desde el mismo instante en que fue nombrado Presidente. Lo de menos es que por motivos electorales negase la Crisis cuando esta ya estaba encima; lo peor es cuando en 2004 no supo ver cómo la economía estuvo artificialmente inflada y esa política, que ya practicaba el PP, hacia el desastre actual nos conducía.
 
El 23 de abril de 2004, al poco de haber ganado las elecciones Zapatero, un artículo titulado 'La encrucijada económica del nuevo Gobierno', señaló ya las debilidades del modelo de crecimiento que hasta entonces se venía siguiendo y que junto al corsé que representaba la Unión Monetaria debería producir en algún momento la debacle. Avisó al nuevo Ejecutivo de que su falta de crítica hacia la política de los gobiernos del PP y su complacencia con la herencia recibida podría dejarles indefensos ante la catástrofe económica que se avecinaba, atribuyénsedoles a ellos toda la responsabilidad, como en realidad así ocurrió finalmente.
 
El Gobierno Zapatero no solo no cuestionó la época anterior, sino que hasta el inicio de la crisis mantuvo la misma política y la misma actitud triunfalista de los gobiernos precedentes, sin querer ver que todos los presuntos logros económicos eran a crédito y que la enorme pelota de endeudamiento producida arrastraría a la economía a la bancarrota. Es más, aun en la actualidad, en la misma presentación de su libro, Zapatero ha continuado jactándose de lo bien que iba la economía en aquellos años. Es decir, no ha entendido nada. Cierto, era difícil que las cosas pudieran haber ido de otra manera teniendo en cuenta la 'designación' de Solbes como Vicepresidente económico.
 
La impericia, bisoñez y ligereza de Zapatero era tal que hasta consintió en que le nombrasen al Vicepresidente económico. Ahora que a todo el mundo le da por hacer confidencias no está mal que se descubra algo que apenas se ha dicho: que la misma tarde de aquel domingo de marzo de 2004, cuando aun no se conocían con certeza los resultados electorales, el Presidente del Bansander [Botin] llamó preocupado a Peces Barba indicándoles que había ganado las elecciones el PSOE y 'Pedro Solbes debía ser Ministro en Economía'. Los banqueros no pierden ripio y de algo sirven las Fundaciones y su inmenso poder en las Universidades, como en esa Carlos III de la que Peces Barba era rector. Por otra parte, no es ningún secreto el ascendiente que tuvo éste casi hasta el final con Rguez. Zapatero; como lo demuestra el hecho de que vetase al eurocomisario Almunia sugiriendo a Marín para presidir el Congreso.
 
Solbes no podría traer algo distinto de cuanto había hecho en el 93 con Felipe González y sustancialmente idéntico a lo de Gobiernos del PP a los que debía ser nombrado Comisario para la Unión Europea, política liberal y conservadora, con el agravante de que ahora la Moneda única permite al capital alegrías que habrían de ser fatídicas a largo plazo. De los asesores áulicos del Presidente en materia económica tampoco se podía esperar una política medianamente progresista. Uno primero [Miguel Sebastián] defendiendo un 'tipo único para el IRPF' y otro segundo [Taguas] luego emigrante a la patronal de Grandes Constructoras [el SEOPAN] gritando en reuniones empresariales 'el Impuesto del Patrimonio es una vergüenza'.
 
Existe un mantra, que por el mismo Zapatero se proclama en la actualidad como verdad incuestionable, sobre los muchos 'avances en materia social' durante su primera etapa. Nada más alejado de la realidad, dejando aparte algunas medidas claramente electoralistas y sin ninguna profundidad, lo cierto es que su política presupuestaria y fiscal se orientó en clave netamente neoliberal. Con unas finanzas públicas desahogadas se prefirió seguir bajando impuestos a los empresarios y clases altas antes que apuntalar las coordenadas básicas del sistema de protección social, a pesar de que para este tipo de gastos en nuestro país nos encontrábamos 6 puntos bajo medias de la UE.
 
No se abordó desde luego la Reforma que hubiera sido necesaria del sistema Fiscal después de los desmanes cometidos en esta materia por el PP; todo lo contrario: se suprimió el Impuesto de Patrimonio, se redujeron los tipos marginales del IRPF, las rentas de Capital continuaron fuera de la tarifa general y el impuesto de Sociedades se vació de contenido, no solo porque se redujo su tipo, sino por las distintas Exenciones o deducciones de las que se le dotó. Se ha oído en la radio cómo Zapatero ahora se lamenta, con razón, del que sea posible que para un país como España -con la renta per cápita que posee- hayan tal 'agujero de pobreza'. Tiene razón, pero en su mano estuvo modificar aquel sistema, para que no llegara a ocurrir esto... y no hizo nada por enmendarlo. En cuanto a su segunda etapa, esa que pretende justificar en el libro, más vale echar sobre ella un tupido velo.
 
Difícilmente se puede dar lugar a un cúmulo mayor de desatinos. Comenzó por creerse lo de aquellas 'dos tardes del aprendizaje' con Jordi Sevilla y juzgó que ya sabía suficiente economía como para poder prescindir del Vicepresidente económico, y llevar la cartera él mismo; así que se buscó para el cargo alguien lo suficientemente ambicioso (o ambiciosa: Elena Salgado, esa vendedora de 'los brotes verdes', prematura mente) para que sin tener idea alguna de la materia aceptase el reto, y estuviese dispuesta diciéndole a todo 'sí, Señor'. Pero incluso más que desconocimiento tan total en Economía, grave fue la puerilidad  e impericia mostradas por Presidente o Vicepresidenta en las negociaciones con Bruselas y el resto de socios comunitarios, cuyo máximo exponente lo constituyó aquella noche fatídica de mayo del 2010 cuando lo que se dilucidaba era el rescate a Grecia y en la que sin razón aparente -nuestra 'prima de riesgo' estuvo al 150%, muy inferior incluso a lo que aun en este momento existe- España salió absoluta perdedora, obligada al someterse a fuertes ajustes, como si se nos hubiera 'rescatado'.
 
Zapatero, y en eso se parece a Rajoy, insiste una y otra vez en que su prioridad ha sido el 'que no fuese rescatada España', pero lo significativo no es el rescate sino la Intervención y, se quiera o no, España 'intervenida' lleva desde mayo de 2010. ¿Qué más intervención se quiere que haber plasmado en la Constitución esta política -suicida, con las 'austeridades'- de Merkel? ¿Qué mayor intervención se puede pedir que consagrar en nuestra Carta Magna el derecho de prelación de los deudores extranjeros frente a pensionistas, trabajadores y parados? Nuestros españoles pueden morirse de hambre... pero los banqueros alemanes continuarán cobrando. Por otra parte, habría que recordar a Zapatero, al igual que a Rajoy, que Europa obligaba y obliga a los 'recortes' pero no en qué partidas hacerlos, ni si efectuarlo por disminución de los gastos o con incremento en los ingresos. Tanto uno como otro han seguido igual, optando por las medidas más regresivas.

 
 
Lo peor de los Gobiernos de Zapatero no fue insistir en continuar negando la 'Crisis' [y vender fantasmales 'brotes verdes'...] cuando estaba ya encima, sino que mucho tiempo después todavía estuvieron poniendo a los Bancos por ejemplo de buen hacer (bien es verdad que no estaban solos en esto), y nos aseguraron que no iban a terminar costándonos ni un céntimo a los españoles. Lo cierto es que la cosa va por CIEN MIL MILLONES DE EUROS ya (incluyendo al SAREB, 100.000.000.000 €: ¡no 40.000.000.000 €, como nos dicen!) y veremos cuántos de ellos se recobran”...
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¡Así no es nada difícil entender cuánto y por qué -aquí, ahora, en plena Crisis- nuestros mayores banqueros andan jactándose ufanos, encantados de haberse conocido en éstas... mientras el Gobierno y la Oposición se alternan entre milonguitas de conformismo con respecto a sus impotencias ante los Mercados, tanto para el presente como cuando fueron cualesquier otros tiempos pasados!  
 
 
¡Esto es lo que h@y acá, ni más ni menos!
 

jueves, 5 de diciembre de 2013

Empleo -cifras oficiales, homologadas, más que camelo- público, de Funcionarios o no, y total…


Gracias al valiosísimo trabajo divulgador continuado por Javier Sevillano, tenemos bien documentada -mediante sintéticos gráficos- información rigurosa y detallada sobre aspectos clave de la cosa pública: entre otros datos, con respecto a las ocupaciones laborales en España tanto para su conjunto como del Sector Público, funcionarial o no...

Cualquiera no avisado, que prodigue vistazos por titulares en los Media impresos o audiovisuales más vendidos, creería el bulo de que "tenemos demasiado funcionario". ¡Son menos de 2 millones ya... y somos el 5º país más austero en Administraciones de la UE después de Austria, Chipre, Portugal e Italia, incluyendo todo personal dedicado al Servicio Público, según cálculos oficialmente homologados del Eurostat o la OIT: con hasta 15,02 habitantes por cada uno de los empleados públicos, todavía nos continúan superando Alemania, Bélgica, Hungría, Bulgaria, Irlanda, Rumanía, Grecia, Eslovaquia, Polonia, Luxemburgo, Chequia, Reino Unido, Eslovenia, Francia, Holanda, Estonia, Malta, Lituania, Finlandia, Letonia, Suecia más Dinamarca! 


Con 'Encuestas de Población Activa' (EPA trimestral, INE) se publican los más exactos desgloses pormenorizados del Empleo y sus evoluciones para todo nuestro mercado laboral, que además resultan perfectamente válidos a efecto comparativo en el ámbito internacional de la Unión Europea.   

 


Mas no deberían confundirse los totales del personal que desempeña sus trabajos al Servicio de un sector Público con otra plantilla -menor...- integrada por quienes hayan llegado a lograr realmente su estatuto de Funcionarios (ver según lo informa el Ministerio de Hacienda)...    

 
La presente Crisis ha llegado a castigar con ritmos diferentes ritmos al Empleo español según sectores... Y, si su Total se contrajo en cerca del 4% anual tras los ejercicios transcurridos desde 2009, el Público bajó durante un último trienio -2011/2014- hasta reducirse también otro 5% por año... 
 
 
Además, mientras que no tenemos aun sino una menor Administración Central que hace un cuarto de siglo y la Seguridad Social de aquel entonces era varias veces mayor que lo de hoy, aproximadamente desde igual periodo por los Ayuntamientos fue duplicado su total del personal e incluso se cuadruplicó el conjunto para todas las Comunidades Autónomas... 

 
Con todo lo cual aquí ahora, por fin, tenemos análogos ratios en cuanto a "Empleos Públicos / Ocupaciones Privadas" que hace aun 3 décadas: tan solo un 20% aproximado, menos de lo que se había contabilizado en sus días con todos nuestros presidentes del Gobierno tras la Transición democrática, los Felipe, Aznar, Zapatero y hasta el mismo Rajoy...

  
Otra cosa, que habría de investigarse para cada caso, es la eficiencia en los Empleos o/y Gastos (tanto Públicos cuanto Privados, ¡puesto que ninguno estará más garantizado por el mero hecho de ser del uno u otro tipos!)... Y ahí -como bien señala el experto Antonio Ramiro Sánchez, del Instituto de Estudios Fiscales- cabría sólo una reforma eficaz: "La sociedad tiene que pedir cuentas a los gobernantes".