¿Se vuelve al "¡quemar libros!" en esta UE que Alemania y USA co-mandan a pro-Sionismos?

 

¡Está claro!: lo único escuchado y visto como políticamente correcto es debatir sobre la matanza terrorista del último 7 de Octubre a "1.200" personas israelíes ... y, frente a ello, las 30.000 muertes sumadas ya [por Israel] en los más de 150 días inmediatamente consiguientes no tienen relevancia comparada ninguna; aún hoy en Gaza permanece más de un centenar de personas retenidas por HAMAS ... y, ante todas ellas, el más del millón que son rehenes allí también [pero de las IDF, que les han convertido sus hogares en unas ruinas infernales y siguen obligándolas a huir desde un lado para otros aún, entre hambruna bombardeada] tampoco tienen importancia comparativa ninguna; nunca debería olvidarse la salvajada del 7.O ni sus detalles criminales... mas repudiar e incluso mencionar, y no digamos ya el exigirse que se interrumpieren, cualesquiera de todas esas cometidas durante todos los días posteriores [o muchisimo menos, antes: incumpliéndose tantas resoluciones legales de las Naciones Unidas, del 1948 hasta hoy mismo] deberá rechazarse, como impúdico delito que ofende por inconcebible al único Estado democrático actual, en Oriente Próximo u Oriente Medio... 

Como "botón de muestra", si no, véase la siguiente crónica reciente que nos llega de la otrora capital del III Reich (y presente luminaria, para otro IV en Expansión..., bajo los 'acervos comunitarios' de la UE):  

"Al leer los medios de comunicación y los comentarios oficiales sobre la gala de clausura del Festival Internacional de Cine de Berlín de este año, la Berlinale, surge inevitablemente la pregunta: ¿volverán a quemarse libros en Alemania? Debido a que algunos ganadores de premios y jurados de festivales tuvieron el coraje de llamar las cosas por su nombre correcto, en lugar de ser portavoces del poder, se les trata como a criminales. El hecho de que la película 'No Other Land', que documenta la brutal expulsión de los aldeanos palestinos en Cisjordania, recibiera tanto el Premio al Mejor Documental concedido por el Jurado como un Premio del Público a los documentales fue demasiado para los 'defensores de la moralidad' en las distintas editoriales, administraciones y sedes de los partidos políticos.

 

 

Después de que dos de los cineastas -el israelí Yuval Abraham y el palestino Basel Adra- también condenaran durante la ceremonia de Entrega de Premios la masacre a Gaza más el 'apartheid' en Israel, así como exigirse un alto el fuego por los miembros del Jurado para el Festival apareciendo con pañuelo palestino algún premiado, se generó indignación sin límites en los círculos oficiales: "Vergonzoso, vergonzoso, inquietante y propagandístico", afirmó Christian Tretbar, el redactor jefe del 'Tagesspiegel'; "La vergüenza de Berlín", tituló el 'Süddeutsche Zeitung'; arremete 'Die Welt' contra “un medio ciego a la realidad” que “buscaba el gran escenario para su antisemitismo en una embriaguez egocéntrica”... Y la lista sigue y sigue.

Aun cuando ya el ejército israelí asesinó a más de 30.000 palestinos; ha desplazado a dos millones, haciéndoles pasar hambrunas; y ha destruido sistemáticamente viviendas, hospitales, escuelas o mezquitas durante cuatro meses y medio; aparte del estar planeando otra ofensiva contra Rafah, donde ahora viven 1,5 millones densamente hacinados... el solo haberse reclamado un Alto el fuego... es considerado “antisemitismo”.

El llamado a la conformidad y represión lideradas por el Estado es omnipresente. La financiación pública del arte debe transformarse en una herramienta de censura. "Hay que dejarlo claro: no habrá dinero estatal para el antisemitismo", afirmó el político verde Volker Beck; y 'Die Welt' fanfarroneó: "El hecho del que dinero de los contribuyentes se gaste para esto es imperdonable".

El ministro federal de Justicia, Marco Buschmann (de l@s 'Demócratas Libres'), está examinando si se han hecho declaraciones que puedan ser perseguidas penalmente. Y el alcalde de Berlín, Kai Wegner, advirtió en 'X/Twitter': “Espero que la nueva dirección de la 'Berlinale' garantice que incidentes como este no vuelvan a ocurrir”.

     

   

Está claro que no se trata sólo de la 'Berlinale', sino de la supresión de la libertad de cualquier actividad artística. Ese arte, si se prohíbe decir verdad, no sino propaganda ya estatal es. Pero las consecuencias de la campaña van aún más allá. Son potencialmente mortales para los afectados. 

Abraham, el co-director del film 'No Other Land', tuvo que retrasar su viaje de regreso a Israel un día después de la ceremonia de Premios porque -como en su cuenta 'X' informó...- “una turba israelí de las derechas vino ayer hasta la casa de mi familia para buscarme, amenazando a los familiares más cercanos, que necesitaron huir hacia otra ciudad en medio de la noche”. 

Y continúan recibiéndose amenazas de muerte. La razón, según Abraham, es cierta descripción absurda de su discurso tras del Premio de la 'Berlinale' como “antisemita: el terrible uso indebido de esta palabra por parte de los alemanes, no sólo para silenciar a los críticos palestinos de Israel sino también por callar a los israelíes como yo que apoyamos algún alto el fuego poniendo fin a las matanzas en Gaza y permitiendo la liberación de los rehenes israelíes, vacía dicha palabra de significado; y por lo tanto pone a los judíos de todo el mundo en peligro”, dijo.

Abraham, una de cuyas abuelas nació en el campo de concentración operado por los aliados fascistas italianos de Alemania para Libia, y cuya familia de otro abuelo en gran parte fue asesinada por los alemanes cuando el Holocausto, considera “particularmente indignante que los políticos alemanes del 2024 tengan audacia de utilizar este término como arma en contra con unas maneras que supusieron peligro a mi familia. Pero sobre todo, este comportamiento pone a peligrar la vida del co-director palestino Basel Adra, que vive bajo la ocupación militar y rodeado entre violentos asentamientos en Masafer Yatta. Él sí corre un peligro mucho mayor que yo, allí”...

       

   

Abraham escribió estar contento del que su película 'No Other Land' esté provocando un importante debate internacional, sobre dicho tema, y espera que millones de personas la vean. Se pueden criticar sus declaraciones ante la ceremonia de los Premios pero sin esa persistencia contumaz en demonizarlas, afirmó. "Si esto es lo que andas haciendo con tu culpa por el Holocausto, no quiero para nada ya todas esas culpas", añadió.

De hecho, estas denuncias por declaraciones pro-Palestina en esta 'Berlinale' no tienen que ver nada con la responsabilidad alemana en el Holocausto. La clase dominante alemana -que después de 1945 dejó a decenas de miles de criminales nazis en sus oficinas gubernamentales, tribunales o cátedras universitarias y permitió que asesinos en masa escaparan ilesos habiendo matado a enormes cantidades de judíos...- nunca hizo seriamente ningún esfuerzo para enmendar su aceptar Holocausto, todavía... También apoyan a Israel, porque sirve como cabeza de puente para sus intereses imperialistas en Oriente Medio, debido sólo a razones puramente geoestratégicas.

La gran amargura con la que se persiguen cualesquier críticas al genocidio israelí en Gaza tiene otros motivos, además. El imperialismo alemán está viendo el coraje con que Abraham, Adra y otros artistas enfrentan la propaganda oficial como un presagio y expresión de amplia oposición a su política de guerra.

Gaza es sólo un frente donde un@s gobernantes alemanes apoyan y alimentan una guerra claramente asesina. En el conflicto con Rusia de Ucrania, ha invertido 22.000.000.000 € [ó 24.000 millones de dólares] sólo durante los últimos 2 años, y sin contar los demás miles de millones que fluyeron a través del resto de la Unión Europea.

 

  

Cuanto mayor desesperación hay en el frente, más se intensifica la guerra, cuyo objetivo es subyugar y desmembrar a Rusia por un control de sus preciosas materias primas. Incluso el uso de tropas terrestres y construcción de una propia bomba nuclear alemana están ahora en discusión. El ministro de Defensa, Boris Pistorius, quiere “que Alemania esté preparada para la guerra”, lo que requiere un mayor aumento del gasto militar y los correspondientes recortes sociales.

Esto no se puede lograr por medios democráticos. La política de guerra no tiene apoyo entre la población en general. Una gran mayoría de los jóvenes no están dispuestos a ser utilizados, igual que sus bisabuelos, como carne de cañón en beneficio de las corporaciones y los bancos alemanes. Y la clase de trabajadores resisten o se niegan a soportar los costes del rearme y la guerra mediante nuevas rondas con más austeridad.

Cuando el líder nazi Joseph Goebbels y los estudiantes o profesores que estaban en deuda con él arrojaron a las llamas libros de Karl Marx, León Trotsky, Karl Liebknecht, Carl von Ossietzky, Bertold Brecht, Heinrich Mann y docenas de otros el 10 de mayo de 1933 enviaron una señal del que se reprimiría y después  asesinarían a todos los opositores contra la guerra y el militarismo. La persecución de artistas, jóvenes y trabajadores críticos bajo falsas acusaciones de dizque antisemitismo (persecución a su vez apoyada con entusiasmo por los verdaderos antisemitas en las filas del AfD: 'Alternativa para Alemania'...) está hoy en consonancia con tradiciones criminales de las clases dominantes alemanas.

   

  

La defensa de la libertad del arte, la democracia y las conquistas sociales coincide también ahora mismo directamente con la lucha contra la guerra, el militarismo y sus causas en este concreto sistema capitalista."

(Peter Schwarz, 29/02/2024: "Will books be burned again in Germany?")

 

¡No hay en todo el mundo dineros, ni enterezas morales bastantes, para compensarnos las barbaridades del capital dispuesto al perpetuar -tan eficaces- "lavarse" de nuestros cerebros ahogados en la persistencia del aburricie hasta la suciedad con "discursos únicos"... y desde siempre l@s mism@s: difícil será encontrar salas donde tanta policía del pensamiento permita que se proyecte 'No other land' u otra obra similar... pero no dejaremos de ver "Exodus", "Yentl", "Holocausto", "El diario de Ana Frank", "La lista de Schindler", "El gran dictador", "Un violinista en los tejados", "Operación Valkyria", "El niño con el pijama de rayas", "Shine", "El cantor del Jazz", "Y la vida es bella", "Hijo de Saúl", "Los falsificadores", "El juicio de Nurenberg", "Ida", "Sin destino", "Resistencia", "Golda", "El libro negro", "Hannah Arendt", "Conspiración", "El último tren a Auschwitz", "La sombra de un gigante", "Malditos bastardos", "La zona gris", "El pianista", "La decisión de Sophie", "Munich", etcétera, etc. Eso es todo (y únicamente retrocediendo por la Historia, sobre 8 décadas, antes de cualquier otra víctima coetánea), lo que h@y, aquí sin remedio posible...!

  

   Addenda, en postdata:

  

 (Gracias al impagable periodista Rafael Poch puede añadirse transcrito aquí el siguiente artículo, muy oportuno para la ocasión) 

Cuando los medios imperiales informan sobre una masacre israelí

 

En lo que muchos ahora llaman la Masacre de la Harina, al menos 112 habitantes de Gaza murieron y cientos más resultaron heridos después de que las fuerzas israelíes abrieran fuego contra civiles que esperaban alimentos de camiones de ayuda muy necesarios cerca de la ciudad de Gaza el jueves. 

Las investigaciones iniciales realizadas por 'Euro-Med Human Rights Monitor' descubrieron que la multitud fue atacada con rifles automáticos de las FDI y tanques israelíes, y que decenas de víctimas de disparos fueron hospitalizadas después del incidente.

La versión israelí de los acontecimientos, por supuesto, ha cambiado a lo largo del día a medida que los responsables narrativos descubren la mejor manera de enmarcar la información disponible públicamente de una manera que no perjudique los intereses de relaciones públicas de Israel. Actualmente estamos en Israel admitiendo que las tropas de las FDI efectivamente dispararon contra la multitud después de haberlo negado previamente, pero afirmando que esto no fue lo que causó la mayoría de las bajas, diciendo que en realidad fueron los palestinos pisoteándose unos a otros en una "estampida" humana, ”lo que les causó daño". Básicamente, el argumento actual es: "Sí, les disparamos, pero no murieron por eso".

Las FDI afirman que las tropas israelíes sólo comenzaron a disparar contra los palestinos porque los soldados “se sintieron amenazados” por ellos, lo que demuestra que no hay ninguna atrocidad que Israel pueda cometer sin presentarse como víctima. El Ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, aprovechó la oportunidad para elogiar a las FDI por luchar heroicamente contra los peligrosos palestinos y argumentar que el incidente demuestra que es demasiado peligroso seguir permitiendo que camiones de ayuda entren a Gaza. 

 

 

Por muy terrible que haya sido la maquinaria israelí con respecto a esta atrocidad, los medios imperiales occidentales han sido aún peores. La gimnasia verbal que han estado realizando en sus titulares para evitar decir que Israel masacró a personas hambrientas que esperaban comida sería realmente impresionante si no fuera tan macabra.

“Mientras los hambrientos habitantes de Gaza abarrotan un convoy, una avalancha de cadáveres, disparos israelíes y un saldo mortal”, se lee en un encabezado del New York Times, como el resumen de un episodio de un programa de misterio sobre asesinatos de Netflix.

“La caótica entrega de ayuda se vuelve mortal a medida que los funcionarios israelíes y de Gaza intercambian culpas”, dice un titular indescifrablemente críptico del Washington Post.

“Biden dice que las muertes relacionadas con la ayuda alimentaria en Gaza complican las conversaciones de alto el fuego”, dice The Guardian. ¿“Muertes relacionadas con la ayuda alimentaria”? ¿En serio?

"Más de 100 personas murieron mientras la multitud esperaba ayuda, dice el Ministerio de Salud dirigido por Hamas", se lee en un titular de la BBC. La emisora ​​estatal del Reino Unido está utilizando aquí una táctica probada y verdadera para poner en duda los recuentos de muertes asociándolos deliberadamente con Hamás, a pesar de que los recuentos de muertes del Ministerio de Salud de Gaza se consideran tan fiables que los servicios de inteligencia israelíes los utilizan en sus propios registros internos. 
  

 

"Al menos 100 muertos y 700 heridos en un incidente caótico", dice CNN, como si describiera una fiesta de fraternidad que se salió de control.

“Carnicería en un sitio de ayuda alimentaria en Gaza en medio de disparos israelíes”, se lee en otro titular de CNN, como si la matanza y los disparos israelíes fueran dos fenómenos no relacionados que desafortunadamente ocurrieron aproximadamente al mismo tiempo.

CNN también se refiere repetidamente a los asesinatos como “muertes por ayuda alimentaria”, como si fuera la ayuda alimentaria la que los mató y no los militares de un poder estatal muy específico y muy nombrable.

(Probablemente valga la pena señalar en este punto que el personal de CNN ha estado informando de forma anónima a través de otros medios que ha habido una presión vertical excepcionalmente agresiva dentro de la cadena para inclinar la información en gran medida a favor de los intereses informativos israelíes, impulsada en gran medida por el nuevo director ejecutivo Mark Thompson...)
Entonces, eso es lo que sucede cuando los medios imperiales informan sobre una masacre israelí, en caso de que tenga curiosidad y no haya prestado atención desde el 7 de octubre o las décadas que la precedieron. Los servicios de propaganda de la prensa occidental operan de una manera que es típicamente indistinguible de las tergiversaciones de los funcionarios de los gobiernos occidentales, enmarcando al imperio occidental y a sus aliados bajo una luz positiva y a sus enemigos bajo una luz negativa. 

  

 

Esto sucede porque los medios de comunicación occidentales no existen para informar de noticias y dar información sobre lo que ha estado sucediendo en el mundo, sino para fabricar consentimiento al status quo político y la estructura de poder que domina el mundo y que apoya. La única diferencia entre nuestra propaganda y la propaganda de una dictadura despiadada es que las personas que viven bajo una dictadura saben que están recibiendo propaganda, mientras que a los occidentales se les entrena para creer que están asimilando informes fácticos imparciales.

Sin embargo, la demolición de Gaza está alertando cada vez a más occidentales sobre el hecho de que esto está sucediendo, porque cuanto más flagrantes son las atrocidades, más torpe debe ser la maquinaria de propaganda para cubrirlas. Incluso está abriendo los ojos dentro de la propia máquina de propaganda, razón por la cual estamos viendo cosas como el personal de CNN denunciando a su propio CEO y el personal del New York Times diciéndole a The Intercept que sus jefes cometieron negligencias periodísticas extremadamente atroces al producir propaganda de atrocidades alegando violaciones cometidas por Hamas el 7 de octubre. 

Lo único bueno de lo que está sucediendo en Gaza es que está despertando a los occidentales al hecho de que todo lo que les han dicho sobre su sociedad, sus medios y su mundo es mentira. Están apareciendo grietas en la ilusión, y aquellos de nosotros que nos preocupamos por la verdad, la paz y la justicia debemos ayudar a llamar la atención sobre ellas...

(Caitlin Johnston, 02/03/2024)