lunes, 2 de enero de 2023

Fraudes respecto del "Calentamiento Global": nuestro Clima es cíclico, y de él sabemos poco

   
"Nuestro viejo y querido planeta Tierra sigue girando ajeno por completo a las pretensiones de sus habitantes, pero para quienes viven del floreciente negocio del Fraude climático el 2022 ha sido un mal año. Nadie lo diría, leyendo los mismos medios que repiten las mentiras sobre el Covid o las sandeces sobre la guerra de Ucrania, pero los iconos del Cambio Climático han ido quedando al desnudo como lo que siempre fueron: mentira, propaganda, humo.

¿Sabe usted que los satélites muestran que la Tierra es cada vez más verde? A pesar del crecimiento de la población, cada vez hay más superficie cubierta por árboles [ver "Global land change from 1982 to 2016", publicado por 'Nature'], es decir, que no existe ya un problema de deforestación en el planeta gracias a la disminución de la superficie quemada por incendios forestales [ver "A human-driven decline in global burned area", editado por 'Science'], a la reforestación y al aumento del maravilloso CO2, alimento por antonomasia de plantas y árboles, sinónimo de vida.

Para empeorar las cosas, diciembre ha terminado con un frío polar sin precedentes en EEUU, que los obedientes periodistas achacan a la tormenta “Elliot” como hace dos años fue “Filomena”. Ya saben, cuando hace mucho frío sólo es meteorología (una simple “ola de frío” con “vientos árticos”), pero cuando hace calor ya no hay “olas de calor” naturales y recurrentes, sino “calentamiento global”. Por cierto, ningún “científico” supo predecir este frío siquiera con un par de semanas de antelación, ¿pero saben a ciencia cierta lo que pasará en el planeta dentro de 100 años?
 
El Ártico y el oso polar
 
El primer ídolo climático caído es la reducción del hielo del Ártico, un mantra constante a pesar de su irrelevancia, pues sólo supone el 0,07% del hielo del planeta. Además, su potencial derretimiento no implicaría un aumento del nivel de los océanos, pues flota ya en la superficie del mar (principio de Arquímedes). El hecho es que, tras algunos años reduciéndose, la superficie media de hielo en el Ártico se está estabilizando e incluso ha crecido ["Sea Ice Mysteries – Watts Up With That?"]:


Por primera vez desde el 2008 este año la ruta marítima del Norte que bordea la costa de Eurasia no ha estado libre de hielos, y en su mínimo estival la superficie de hielo del Ártico ha superado los 6 millones de km2  (12 veces la superficie de España), casi la mayor cifra desde 2007 ["Summer’s waning light | Arctic Sea Ice News and Analysis", colgado en la NSIDC.org], año en que el periodista y político Al Gore hizo caja profetizando que en el 2013 el Ártico estaría sin hielo. Nadie ha sabio predecir este aumento, y nadie sabe por qué se ha producido.

Hablar del Ártico es hablar del oso polar, icono ecologista por excelencia convertido en víctima del “calentamiento global”. La imagen (¡de dibujos animados!) de un pobre osito ahogándose fue tan efectiva en una sociedad tan infantilizada como la nuestra que conocidas organizaciones ecologistas la utilizaron para sablear al personal en exitosas campañas. Esto no dejaba de resultar extraño, pues el oso polar es el mamífero terrestre que tiene menos probabilidad de ahogarse: su récord de natación ininterrumpida en mar abierto es de 687 km durante casi 10 días de travesía en aguas gélidas.

Mensaje para adultos: el oso polar no es un osito de peluche sino un peligroso y despiadado depredador que despelleja a sus presas antes de comérselas (a veces, aún vivas) en una sangrienta orgía de rojo sobre blanco. También practica el canibalismo matando y comiendo crías de su propia especie ["EXCLUSIVE: Male Polar Bear Chases and Eats Cub", editado por 'National Geographic' – YouTube]. Pues bien: para desmayo de sus presas, su población crece sin parar y se estima hoy en 32.000 ejemplares ["Polar bears continued to thrive in 2021 – The Global Warming Policy Foundation", colgado en TheGWPF.org]. Uf, qué alegría.
 
Groenlandia y la Antártida, cada vez más frío
 
Groenlandia es un reservorio de hielo 125 veces más importante que el Ártico. La superficie de esta enorme isla, cuatro veces el tamaño de España, está cubierta por una capa de hielo de 3 km de espesor. Durante algunos años su hielo disminuyó ligeramente, pero también se está recuperando y este año ha estado por encima de la media desde 1980 ["Massive Increase in Greenland Surface Ice Sheet Suggests Possible Overall Gain in 2022", publicado por 'The Daily Sceptic']. La Antártida es la mayor reserva de hielo del planeta (un 90% del total) con un volumen 1.250 veces superior al del Ártico. Como es el caso de Groenlandia, la mayor parte del hielo está cubriendo el continente con un espesor medio de más de 2km y una pequeña parte flota libremente en sus costas.

En conjunto, la Antártida está ganando hielo según un estudio de la NASA ["NASA Study: Mass Gains of Antarctic Ice Sheet Greater than Losses", editado por la NASA], pero incluso la pequeña parte que flota, mucho más inestable y objeto habitual de filmaciones en las que grandes trozos de hielo caen al mar, crece ligeramente desde hace 40 años ["New Perspectives on the Enigma of Expanding Antarctic Sea Ice", publicado por EOS].

En definitiva, parece que no deberíamos perder el sueño por el hielo del “continente helado” (llamado así por algún motivo), cuya temperatura media es de -57°C y cuyo Polo Sur se enfría ligeramente desde hace 60 años ["Fifty-year Amundsen–Scott South Pole station surface climatology", difundido en 'ScienceDirect'], habiendo sufrido su invierno más gélido en el 2021 ["It has never been so cold at the South Pole", informado en el 'Polar Journal']:


Nadie supo predecir este enfriamiento, y nadie sabe por qué se ha producido.
 
La resurrección de los corales
 
Otro icono de la propaganda climática ha sido el blanqueamiento y destrucción de los corales causado, claro está, por el calentamiento. Dado que la primera referencia al blanqueamiento de los corales australianos data del año 1575, que los océanos apenas están mostrando calentamiento desde que se miden con las boyas Argo y que los corales son impresionantemente longevos y resistentes, la relación causa-efecto disparaba las alarmas habituales de las mentiras del fraude climático. Esto ha quedado demostrado este año cuando, contrariamente a las cansinas profecías catastrofistas, la superficie de coral en la Gran Barrera australiana ha crecido hasta batir el récord de los últimos 36 años, especialmente en la zona norte ["Annual Summary Report of Coral Reef Condition 2021/22", difundido en el AIMS].


Nadie supo predecir este aumento y nadie sabe por qué se ha producido. Finalmente, cabe mencionar que la evidencia empírica tampoco muestra un aumento de fenómenos meteorológicos extremos: no hay ninguna tendencia apreciable en sequías, ni olas de calor, ni inundaciones, ni huracanes, como ven en el siguiente gráfico ["Little evidence of changes in extreme weather trends – The Global Warming Policy Foundation", publicado por TheGWPF.org]:


La difícil medición de temperaturas globales
 
La temperatura atmosférica sólo se ha podido medir con cierta precisión desde que se desplegaron los primeros satélites en 1979, y la del mar sólo desde 2007, cuando concluyó el despliegue inicial de boyas Argo (un termómetro por cada 100.000 km2 de océano). Así, desde 1979 (un año frío) los satélites han mostrado un aumento de temperatura de 0,13°C por década [Roy Spencer, PhD, colgado en drroyspencer.com], variación que quizá caiga dentro del rango de error instrumental, aunque desde finales del s. XX la temperatura atmosférica apenas ha variado:


La medición de temperaturas de esa inmensidad de volumen que es la atmósfera del planeta tiene enormes limitaciones, a pesar de la seguridad con que se manifiestan algunos. Para observaciones muy anteriores a 1979 sólo existe un limitado número de termómetros que cubren un porcentaje ridículo de la superficie del planeta (y sólo en el hemisferio norte), y que además están contaminados por el llamado “efecto de isla urbana de calor” (UHI), es decir, por mediciones hechas con termómetros que hace 100 años estaban en mitad del campo y que hoy están en medio de la ciudad (con asfalto, coches y calefacciones). Para mediciones de temperatura en series paleo-climáticas (de miles o cientos de miles de años) la principal fuente son las estimaciones derivadas de los isótopos de oxígeno atrapados en el hielo antártico y, en menor medida, groenlandés, que dan una idea de la temperatura local (sólo en dos puntos de la Tierra) y que además se comportan de modo asíncrono.

Pues bien, coincidiendo con este ligerísimo aumento de temperaturas la concentración de CO2 en la atmósfera ha pasado del 0,025% al 0,04%. Los instigadores del fraude climático (los yonquis del poder globalistas y grandes intereses económicos) han desarrollado una simplista relación causa-efecto que, contrariamente al mantra del “consenso”, es cuestionada por muchos científicos de enorme prestigio. Así, han culpado a una pobre criatura llamada hombre, que pasaba por ahí, del “cambio climático”, como si el clima no hubiera cambiado siempre de forma natural, y pronostican que de seguir aumentado la temperatura unos pocos grados más llegará el apocalipsis.

No sé si a ustedes les pasa, pero yo sobrevivo sin problemas a diferencias de temperatura de 10°C todos los días del año entre la mañana y la tarde y de 30°C entre el invierno y el verano. ¿Creen que el hombre y el planeta no pueden adaptarse a un suave aumento de temperatura de 1 o 2°C en los próximos dos siglos, si es que llega a producirse? ¿Qué solución proponen para evitar el Apocalipsis? Lo de siempre: más poderes y dineros para unos pocos junto con empobrecimiento y servidumbre para el resto.
  
El clima es cíclico y sabemos poco de él  
             
El principio fundamental del clima es la variabilidad cíclica, y al igual que la marea primero sube y luego baja, ni el día ni la noche, ni el frío ni el calor, ni la lluvia ni la sequía, ni el verano ni el invierno, ni siquiera los gobernantes psicópatas son eternos. Lo mismo pasa con el clima: es cíclico y lleva cambiando desde el albor de los tiempos, con glaciaciones en las que el nivel de los océanos era 120m inferior al actual y calentamientos posteriores, pero la propaganda climática ha aprovechado estos ciclos naturales para crear su relato apocalíptico extrapolando ad infinitum tendencias de corto plazo. El clima terrestre es un sistema multifactorial, complejo y caótico sobre el cual el hombre apenas comprende una pequeña parte. De ahí que las predicciones meteorológicas fallen estrepitosamente más allá de unos pocos días o que esta increíble ola de frío y nieve en EEUU haya llegado casi por sorpresa.
  

Cualquier físico atmosférico honrado reconoce que lo que ignoramos del clima es mucho más de cuanto conocemos. Afectado por la radiación solar, los movimientos de traslación y rotación, por las grandes masas oceánicas y sus corrientes, por las nubes, sujetas a retroalimentaciones de distinto signo, y por gases de efecto invernadero (de los que el más importante es el vapor de agua), simplemente no conocemos bien su funcionamiento. La tendencia de las temperaturas, además, depende del punto de partida elegido. 

Como dice el geólogo Ian Plimer, “si usted quiere mostrar que hay calentamiento, tome el período 1979-1998; si quiere mostrar que no lo hay, escoja los últimos 24 años; si quiere demostrar que hay calentamiento por causas naturales, escoja los últimos 300 años; si quiere demostrar que hay enfriamiento, escoja los últimos 6.000; y si quiere demostrar que el clima es cíclico por causas naturales, tome el último millón de años, como hago yo ["Not for Greens", publicado por Ian Plimer, 2014]”.
 
El fraude climático
 
Querido lector: cuando le asusten con el cambio climático, recuerde la manipulación masiva que hemos sufrido con el Covid. La táctica es similar: el miedo como herramienta de control, la ocultación de datos, el abuso de la mentira, la censura, la manipulación y corrupción de “la Ciencia”, el falso consenso, la persecución del disidente (“¡negacionista!”), la servil complicidad de los medios y el afán de poder.

Y no se olvide nunca cómo el fraude del cambio climático (“calentamiento global”) tiene un alto precio: la pérdida de la libertad y empobrecimiento masivo, del que la inflación es un ejemplo. El objetivo final es concentrar el poder y el dinero en unos pocos.

“No existe ninguna emergencia climática” afirman más de 1.400 científicos en la World Climate Declaration (*). Sin duda; esa pretenciosa criatura llamada hombre no tiene el poder de determinar el clima de su planeta ni, por ahora, la capacidad para comprenderlo, ¡qué más quisiera!"
  
(Fdo. del Pino: 'Cambio Climático: frío polar en EEUU, ¿calentamiento global?')
  

 

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Hoy, la ciencia climática debería ser menos política; mientras que las políticas climáticas deberían ser más científicas. En particular, los científicos deben enfatizar que el resultado de sus modelos no es el resultado de la magia: los modelos de computadora están hechos por humanos. Lo que sale depende totalmente de lo que los teóricos y programadores hayan introducido: hipótesis, suposiciones con relaciones más parametrizaciones y restricciones de estabilidad, etc. Desafortunadamente, en la ciencia climática convencional, la mayor parte de esta información no se declara.

Creer en el resultado de un modelo climático es creer en lo que han puesto los creadores del modelo. Este es precisamente el problema de la discusión climática actual en la que los modelos climáticos son centrales. La ciencia del clima ha degenerado a discusión basada en creencias, pero no en ninguna ciencia sólida y autocrítica. Deberíamos liberarnos de la creencia ingenua en modelos climáticos inmaduros. Para el futuro, las investigaciones climáticas deberían darle algún énfasis significativamente mayor a la ciencia empírica.


NO EXISTE EMERGENCIA CLIMÁTICA
 
Una red de 1400 científicos y profesionales ha preparado este urgente mensaje. La ciencia del clima debiera ser menos política, mientras que las políticas climáticas debieran ser más científicas. Los científicos debieran abordar abiertamente las incertidumbres y exageraciones en sus predicciones sobre calentamiento global, mientras que los políticos debiesen considerar desapasionadamente los costos reales así como los beneficios imaginados de sus medidas políticas.
 
Factores naturales así como antropogénicos causan calentamiento
 
El archivo geológico revela que el clima de la Tierra ha variado desde que existe el planeta con fases frías y cálidas naturales. La Mini Era de Hielo terminó tan recientemente como en 1850. Por lo tanto, no sorprende que ahora estemos experimentando un período de calentamiento.

Este calentamiento es mucho más lento que lo pronosticado
 
El mundo se ha calentado en menos de la mitad de la tasa pronosticada por el IPCC sobre la base de una forzante antropogénica modelada y de un desequilibrio radiativo. Nos dice que estamos lejos de entender el cambio climático.
 
La política climática se basa en modelos inadecuados
 
Los modelos climáticos tienen muchas deficiencias y no son remotamente plausibles como herramientas de política global. Explotan el efecto de los gases de efecto invernadero tales como el CO2. Adicionalmente, éstos ignoran el hecho que enriquecer la atmósfera con CO2 es beneficioso.
 
El CO2 es el alimento de las plantas, base de toda vida en la Tierra
 
El CO2 no es un contaminante. Es esencial a toda vida en la Tierra. La fotosíntesis es una bendición. Más CO2 es beneficioso para la naturaleza, enverdeciendo la Tierra: CO2 adicional en el aire ha fomentado el crecimiento de la biomasa vegetal global. También es bueno para la agricultura, aumentando los rendimientos de los cultivos en todo el mundo.
  
El calentamiento global no ha aumentado los desastres naturales
 
No existe evidencia estadística de que el calentamiento global esté intensificando los huracanes, inundaciones, sequías y desastres naturales semejantes, o haciéndolos más frecuentes. Sin embargo, existe una vasta evidencia de que las medidas de mitigación al CO2 son tan perjudiciales como costosas.
 
La política climática debe respetar las realidades científicas y económicas.
 
No existe emergencia climática. Por lo tanto, no existe causa de pánico y alarma. Firmemente nos oponemos a la política dañina y poco realista de CO2 cero-neto propuesta para 2050. Si surgen mejores enfoques, y ciertamente lo harán, tenemos tiempo suficiente para reflexionar y readaptarnos. El objetivo de la política global debe ser la “prosperidad para todos” proporcionando energía confiable y económica en todo momento. En una sociedad próspera, los hombres y las mujeres están bien educados, las tasas de natalidad son bajas y las personas se preocupan por su entorno.
 
EPÍLOGO
 

La presente "Declaración Mundial sobre el Clima (WCD)" ha reunido a una gran variedad de científicos competentes de todo el mundo*El considerable conocimiento y experiencia de este grupo es indispensable para alcanzar una visión equilibrada, desapasionada y competente del cambio climático.

A partir de ahora el grupo funcionará como “Grupo de Inteligencia Climática Global”El Grupo CLINTEL brindará asesoramiento solicitado y no solicitado sobre cambio climático y transición energética a gobiernos y empresas de todo el mundo.

* No es el número de expertos sino la calidad de los argumentos lo que cuenta."

 

Declaración Mundial del Clima - EMBAJADORES:

 
PREMIO NOBEL NORUEGO PROF. IVAR GIAEVER / USA

PROFESOR GUUS BERKHOUT / PAÍSES BAJOS

DR. CORNELIS LE PAIR / PAÍSES BAJOS

PROFESOR REYNALD DU BERGER / CANADÁ FRANCÓFONO

BARRY BRILL / NUEVA ZELANDA

VIV FORBES / AUSTRALIA

DR. PATRICK MOORE / CANADÁ DE HABLA INGLESA

JENS MORTON HANSEN / DINAMARCA

PROFESOR LÁSZIÓ SZARKA / HUNGRÍA

PROFESOR SEOK SOON PARK / COREA DEL SUR

PROFESOR JAN-ERIK SOLHEIM / NORUEGA

STAVROS ALEXANDRIS / GRECIA

FERDINAND MEEUS / BÉLGICA DE HABLA HOLANDESA

PROFESOR RICHARD LINDZEN / ESTADOS UNIDOS

MAS HENRI / BÉLGICA FRANCÓFONA

PROFESORA INGEMAR NORDIN / SUECIA
 
JIM O'BRIEN / REPÚBLICA DE IRLANDA
 
PROFESOR IAN PLIMER / AUSTRALIA
 
DOUGLAS POLLOCK / CHILE
 
DRA. BLANCA PARGA LANDA / ESPAÑA
 
PROFESOR ALBERTO PRESTININZI / ITALIA
 
PROFESOR BENOÎT RITTAUD / FRANCIA
 
DR. THIAGO MAIA / BRASIL
 
PROFESOR FRITZ VAHRENHOLT / ALEMANIA
 
VIZCONDE MONCKTON DE BRENCHLEY / REINO UNIDO
 
DUŠAN BIŽIĆ / CROACIA, BOSNIA-HERZEGOVINA, SERBIA Y MONTE NEGRO.
  
Primeros Firmantes en España
 
1. Blanca Parga Landa, PhD, Modelling Expert, specialist in Environmental Law; WCD Ambassador
 
2. Dr. Saúl Blanco, Associate Professor of Ecology at the University of León
 
3. Ferran Brunet, Professor on the European Economy, Unniversitat Autònoma de Barcelona
 
4. Juan Luis Edwards Velasco, Civil engineer in hydraulics, Universidad Católica de Chile, Master in hydraulic engineering, Universidad de Santander, Spain
 
5. María Teresa Estevan Bolea, Ingeniero Laureado 2019 Royal Spanish Academy of Engineering. World Award 2018 In Engineering WFEO (World Federation of Engineering Organizations), National Prize in Industrial Engineering 2019.
 
6. José Carlos González Hidalgo, Professor of Physical Geography, teaching more than 20 years on Climatology and doing Research on the Topic, University of Zaragoza, Dep. Geografia
 
7. Antonio J. Huertas, Engineer with 35 years experience in Energy Politics and Operation, and Environmental Care
 
8. Antonio Jesús Muñoz Cobo, Doctor in Environmental Sciences from the University of Jaén member of the research group TEP-233 (Environmental Technologies) of the Department of Chemical, Environmental and Materials Engineering
 
9. Luis Pomar, Emeritus Professor of the University of the Balearic Islands, Spain, Sedimentologist specialized in the study of Carbonate Rocks which the Impact of CO2 and Paleoclimate are essential to understand the origin of these rocks
 
10. Wynn Williamson, co-founder and managing partner of real estate developer BWRE


4 comentarios:

  1. Creo que casi todo se encuentra en el libro "Falsa alarma".

    A seguir aprendiendo mientras se pueda.

    Feliz año.

    (Manu Vel O)

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  2. En realidad se ha recopilado, aquí ahora, gracias al Dr. Félix Alonso... aunque también es muy útil ese libro que recuerdas:

    "Falsa alarma: Por qué el Pánico ante el Cambio Climático no salvará el Planeta" =>
    https://books.google.es/books?q=editions:ISBN8412407628&id=qTpMEAAAQBAJ&hl=es

    Inmersos en noticias de huracanes azotando las costas, de un aumento del nivel del mar que amenaza con hacer desaparecer a países enteros y de incendios forestales arrasando extensas zonas del planeta, no es de extrañar que la lucha contra el Calentamiento Global se haya convertido en una de las prioridades de los gobiernos de todo el mundo. En los últimos 10 años, hemos pasado de discutir sobre si el Cambio Climático es real a apostar sobre cuánto tardará en extinguirse la vida en la Tierra. Los niños viven angustiados ante semejante relato de su futuro y los adultos se preguntan incluso si es ético traer más vidas al mundo. BJORN LOMBORG cree que nos convendría analizar más de cerca y sosegadamente algunos de estos argumentos antes de dejarnos arrastrar por el pánico...

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    1. En definitiva, el pánico desatado por el Cambio Climático se basa en mala ciencia y genera políticas y decisiones precipitadas y nefastas. A partir de datos contrastados, "Falsa alarma" cuestiona algunos de los lugares comunes desde los que se afronta el Cambio Climático y señala el camino para hacer del mundo un lugar mejor, aunque, eso sí, algo más cálido.

      “Un libro importante y magníficamente argumentado. De lectura obligada tanto para quienes piensan que el cambio climático no es real como para los que creen que la catástrofe es inminente, pues el meticuloso análisis de Lomborg sin duda corregirá sus puntos de vista. Y los demás nos llevaremos las manos a la cabeza al descubrir que el mundo está gastando una fortuna en empeorar la difícil situación de los más pobres y, paradójicamente, también del medio ambiente, con políticas absurdas y carísimas.”
      (Matt Ridley, autor de 'Claves de la innovación')

      "Bjorn Lomborg es alguien excepcional: un realista con una visión penetrante sobre el medio ambiente. En "Falsa alarma" explica que sería insensato no hacer nada para preparar el calentamiento del planeta, pero que es aun más insensato pretender que estamos haciendo algo para reducir las emisiones de CO2. En cualquier caso, ponerse seriamente a reducir el CO2 tiene un coste enorme. Pero, como en el pasado, el hombre es capaz de adaptarse a los cambios climáticos mitigando sus efectos adversos sin ahogar el crecimiento económico. Para entender cómo conseguirlo hay que leer Falsa alarma."
      (Niall Ferguson, Stanford University)

      "El nuevo libro de Bjorn Lomborg nos proporciona un antídoto a las frecuentes descripciones apocalípticas de los efectos de la actividad humana sobre el clima. Cuidadoso, convincente y, por encima de todo, sensato y pragmático."
      (Jordan Peterson, autor de '12 reglas para vivir')

      “Precisamente porque el problema es muy grave, [Lomborg] sostiene que es necesario abordarlo con calma [...]. El libro es un correctivo para muchos de los enfoques que los medios de comunicación dan por supuestos."
      (Financial Times)

      "Falsa alarma constituye un análisis, completo y razonado, de los problemas en torno al cambio climático y representa un equilibrio entre las voces que exigen un cambio inmediato (sin ser conscientes de los aspectos prácticos que para ello deben resolverse) y las de quienes no ven ningún problema en la situación actual." (New York Journal of Books)

      “Lomborg prosigue aquí su crítica a las políticas que se vienen aplicando para afrontar el cambio climático y despliega un contundente análisis de las medidas fallidas para abordarlo.” (Kirkus)

      Eliminar
  3. Nos llega esta Noticia, de hoy:

    "MEDIO AMBIENTE -
    Esperanzadoras noticias para la capa de ozono, el agujero que se abrió en los años 80 se cerrará totalmente para 2066.

    Esta mejora contribuirá a ralentizar el Aumento Global de temperaturas, aproximadamente en 0,5° desde aquí al 2100 (ver más Datos en un último 'Informes de Evaluación Cuadrienal del Grupo de Evaluación Científica del Protocolo de Montreal')..."

    ¡SIN MÁS COMENTARIOS!

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