lunes, 1 de noviembre de 2021

YUNÚS EMRÉ, Anatolia (1240-1321): Dīwān de canciones

 
'Si quisieramos resumir todo el conocimiento en una sola palabra, ésa sería Tolerancia...'
    
     
Yunus Emre era uno de los grandes poetas musulmanes turcos que formaba parte de los derviches errantes y sobre cuya muerte se cumplen ahora 700 años. Vivió en Anatolia coincidiendo con el final de los selyúcidas y el reinado de Osmán Gazi, primer sultán otomano. En un poema, él dice haberse dado a sí mismo el nombre de Yunus, siendo Emre el nombre genérico con que sería conocido cualquier derviche quietista. Se reconocen dos obras suyas: el Libro de los preceptos y su Diván, que incluye unos 350 poemas, aunque se le han atribuido más de 1.000... 

En su poesía se pone de manifiesto la filosofía del tasawwuf o misticismo islámico, entre cuyos preceptos están la igualdad entre todos los seres humanos; condenándose la soberbia, presunción y ambiciones por el poder o la riqueza, con críticas del fanatismo religioso... más defensa del control de las pasiones, la modestia, las ciencias y el estudio. Sus poemas, transmitidos mediante canciones, han permanecido hasta lo más tradicional de literatura popular actual.

Fue un cantor de la fraternidad y del amor místico en la época del reagrupamiento de los pueblos turcomanos en Asia Menor. Autodidacto, dominó el persa y el árabe ágrafos. Su obra máxima es "Risalet-ün Nushiyye (El opúsculo de los consejos)", de gran religiosidad, donde evoca el sucederse de las alegrías humanas, de la duda y el dolor, junto al sentimiento de la nada y la eternidad. Algunos de sus poemas hablan elocuentes de tolerancia y universalidad: «Nuestro único enemigohabrá de ser el resentimiento. / No le guardaremos rencor a nadie; / para nosotros la humanidad es indivisible».

Su obra evoca el éxtasis de la comunión con la naturaleza y con Dios. Así escribió estos versos memorables: «Cualquiera que posea una gota de amor / posee la existencia de Dios».

Su preocupación por el destino de todos los hombres, y en particular de los más desfavorecidos, da a su poesía una intensa emotividad. Yunús Emré afirma la existencia del amor universal, proclamando su fe en la fraternidad que trasciende a todas las barreras y a todos sus sectarismos: «No nos opondremos a ninguna religión. / El verdadero amor nace cuando todas / las creencias se unen».

Hombre del pueblo que escribió para el pueblo, adalid de la justicia social, Yunús Emré se rebeló valientemente contra todos aquellos gobernantes, propietarios, dignatarios políticos y seudorreligiosos que oprimen a los débiles o humildes. Su mensaje poético en favor de la paz y la fraternidad universal fue proclamando desde el Islam, hace más de setecientos años, cuando en el mundo occidental no existían derechos humanos, o convenciones como las de Ginebra ni aun organizaciones como las Naciones Unidas: «Venid, seamos amigos siquiera una vez. / Hagamos la vida más fácil. / Amemos y seamos amados. / Cuando surge el amor / desaparecen ansiedades y defectos».

La obra de Yunús Emré fue traducida por un transilvano que fue prisionero de los turcos durante un largo tiempo (1438-1458) e influyó muy notablemente en el pensamiento de tres prominentes humanistas occidentales, como fueron el católico holandés Desiderio Erasmo (1466-1536) más los reformistas alemanes Martín Luthero (1483-1546) y Sebastián Franck (1499-1542)... Siguen algunos ejemplos:
 
ESTE MUNDO PARA NADIE QUEDA
Aunque el mundo está impregnado de Dios
nadie alcanza a ver su misterio.
Si quieres verlo, búscale en tu mundo,
descubriras entonces que El no está tan lejos.
Esa tierra sobre la que caminas,
esa comida con la que te alimentas,
si crees que son tuyas, te equivocas.
El otro mundo se halla fuera de mi vista,
la virtud es lo que se queda en este mundo.
El dolor de la ausencia es demasiado amargo,
nadie volvió una vez que se marchó,
mas el que viene a este valle se irá,
sin remedio; 
todo ser humano este sorbete beberá.
La vida es un largo puente
por el que pasan todos, viejos o jóvenes;
pues venid,
vamos a ser amigos;
la vida será más fácil para nosotros,
amemos y que nos amen todos,
pues este mundo a nadie le queda.
Si escuchas y entiendes
las palabras de Yunus,
seguro que las aprovecharás:
este mundo para nadie queda.
   
        
TU AMOR ME SACÓ DE MÍ
Tu amor me sacó de mí. Tú eres todo lo que necesito.
Ardiendo estoy día y noche. Tú eres todo lo que necesito.
Ni me contentan las riquezas, ni me asusta la pobreza.
Me basta con tu amor. Tú eres todo lo que necesito.
Tu amor disipa otros amores; los sumerge
en el mar del amor. Tú eres todo lo que necesito.
Tu presencia todo lo llena. Tú eres todo lo que necesito.
He de beber el vino de tu amor, amarte como loco en el dolor.
Tú eres mi preocupación. Tú eres todo lo que necesito.
Eso que llaman paraíso, unos palacios, unos jardines,
a quien los quiera, dáselos. Tú eres todo lo que necesito.
Aunque tengas que matarme y dar al viento mis cenizas,
mi tierra seguirá diciendo: Tú eres todo lo que necesito.
Yunus, Yunus es mi nombre. Mi amor crece cada día.
En este mundo y en el otro, Tú eres todo lo que necesito.
     
   
SI UNA VEZ...
Si una vez rompiste el corazón a alguien,
no puedes recomponerlo con sólo una plegaria al Señor.
Tu peso no le alivia aunque intervengan
setenta y dos naciones a tu favor.
¿Sabes cuántos santos han pasado por este mundo?
Ellos han dejado solamente un recuerdo;
sus almas volaron al lado del Amado,
abriendo las alas igual que los pájaros.
El camino del Señor es justo,
los ojos que le perciben son dichosos.
El verdadero héroe desdeña la fama;
los ojos que miran desde lo alto, no ven.
Si no te has desviado del camino recto,
si has sido respetuoso con los santos,
si has hecho obras buenas,
tu riqueza aumentará mil veces.
Yunus os dice estas verdades
mezclando mantequilla y miel a sus palabras;
su mercancía no es sal, sino joyas.
  
SOY YO EL PRIMERO Y EL ÚLTIMO
Soy yo el primero y el último que ayuda a las almas,
soy quien da la mano a los extraviados,
soy la esperanza de los desesperados,
soy la vista de los que no ven,
soy quien revela los misterios inauditos,
soy el espíritu que se esconde en los corazones,
soy el agua que cae sobre las piedras,
soy quien con una mirada detiene el mundo,
soy quien sacia a los hambrientos,
soy quien ampara a los amantes,
soy el poder misterioso que allana los montes,
soy quien creó esos cielos,
soy el faro que ilumina los mares,
soy el guía de los creyentes,
soy quien impone el orden,
soy quien escribió los cuatro libros,
soy la lengua que recita el Corán,
soy el camino que conduce a la felicidad,
soy quien derrama riquezas,
soy el jardinero de todos los jardines,
soy quien mandó a Hamza al monte Qâf,
soy quien puso allí el nido del Sîmurg,
soy quien dice estas palabras, no Yunus.
Quien duda de esta verdad peca:
soy yo el primero y el último.
  
   Este Día de los Libros celebramos al poeta y místico sufí
      
SALE MI LUNA
Cada vez que me arrastro en su camino,
sale mi luna;
los inviernos se transforman entonces en primaveras
y todos mis días parecen fiestas.
Las nubes son incapaces de ocultar mi luna,
ni pueden deslustrar su fulgor.
Jamás disminuye su llenura
y se dilata su esplendor desde la tierra.
La luz de mi luna borra las tinieblas
e ilumina las celdas oscuras en los corazones.
¿Pueden vivir juntos en una misma celda
el rayo penetrante y la sombra?
Yo encontré mi luna aquí, en la tierra,
¿qué me importa el cielo?
Mi frente debe alcanzar el suelo,
si desde allí crece mi luna.
Faltan palabras para describir mi luna,
Mas los amantes la conocen.
Faltan palabras para explicar mi pena,
mas los amantes la saben.
No culpéis a Yunus por haber amado,
son muchos los seguidores del Amado;
si su amor abraza a los amantes,
Yunus también irá a su lado.
  
    
LA CARNE ES MORTAL, MAS EL ALMA VIVE
Los que conocieron el misterio de la vida
no podrán sufrir.
Los corazones que percibieron la verdad revelada
no dejarán de latir.
La carne es mortal, mas el aire vive;
el que parte de este mundo no vuelve.
El cuerpo es mortal, mas el alma vive.
Ante los corazones que adoran joyas,
si se abren cien mil vías,
ninguna de ellas a ningún sitio conduce
a menos que el Señor lo otorgue.
Ten cuidado, a nadie rompas el corazón.
Los corazones son de vidrio;
una vez que se rompen
jamás se recomponen.
Yunus, mientras estás vivo,
haz buenas obras;
una vez que se va al más allá
no se vuelve jamás.
   
  
EL RANGO DE LOS DERVICHES
El que posee el rango de los derviches
se purifica, se deshace de todos los errores
y su corazón se vuelve como plata labrada.
Es como el viento que trae el perfume de almizcle,
es como un árbol que da frutos,
sus hojas curan todas las enfermedades,
bajo su sombra se refrescan los desesperados.
El lago del amor se desborda con una sola lágrima,
en sus riberas brotan flores.
Todos los poetas son ruiseñores en el jardín de Dios,
Yunus Emre es una perdiz entre ellos.
  
¿QUÉ HARÉ YO?
¡Oh amigos! ¡Oh hermanos! ¿Qué haré yo?
Si Dios me dice: «tú no eres mi siervo», ¿que haré yo?
Si mi cabeza desconcertada se inclina para siempre
y si mis lágrimas no cesan nunca, ¿que haré yo?
Si en el día del juicio mi destino es el fuego, ¿qué haré yo?
Si aquel día me echan en cara mis pecados
y si se llenan con lágrimas sangrientas mis ojos, ¿que haré yo?
Si en presencia de Dios no puedo encontrar excusas, ¿qué haré yo?
Si Él no perdona mis pecados y culpas, ¿qué haré yo?
Mi interior está lleno de malicia;
si el infierno me es destinado como morada, ¿qué haré yo?
Yunus dice que su alma está inquieta; 
algún día, cuando el cuerpo abrace la tierra,
si encuentro mi tumba muy angosta ¿qué haré yo?
  
     
EL FUEGO DEL AMOR
Fuego del amor que abrazó mi corazón me deja ardiendo
El alma solitaria que sufrió por la pasión
me dejará sufriendo.
Me enamoré del Amado;
su amor, que me puso la cadena,
me dejará encadenado.
Los fíeles cumplen su palabra,
mas Tú me volviste la espalda.
Mis ojos, que se abrieron para mirarte,
se cerrarán mirándote.
Si el ruiseñor llora por la ausencia,
mi corazón se lamenta por el abrazo,
y acabará lamentándose.
Dice Yunus que en su jardín
los ruiseñores gimen y las rosas crecen,
y las rosas que pronuncian el nombre del Amado
se marchitarán pronunciándolo.
    
 
     
EL ÁNGEL DE LA MUERTE
No sé a quién busca esta vez la muerte;
en la huerta de los seres cosecha vidas.
Cuando el ángel de la muerte deambula entre nosotros,
algunos se ahogan en lágrimas
y otros se quedan en ruinas.
Todo el mundo se arrastra ante su guadaña;
a nadie perdona, viene la muerte sin aviso.
No distingue valiente ni cobarde, padre ni hijo;
si decide segar el alma a uno, le manda su beso.
Yunus el Místico, reza también tú por tu Señor,
pues no hay tiempo que malgastar;
los dragones de la muerte echan fuego,
vete al lado de tu Amado sin parar.
   
    
ERES EL ALMA DE MI ALMA
Eres el alma de mi alma,
sin Ti no puedo resistir.
¡Qué me importa ir al paraíso,
si allí no Te voy a encontrar!
Cuando contemplo alrededor,
mis ojos ven tu grandeza;
y cuando hablo,
mis labios describen tu hermosura.
No habrá para mí otra búsqueda,
me perdí a mí mismo
por llegar a tu morada.
No sé dónde estoy ni en qué estado me hallo.
Mátame setenta veces si quieres,
igual que mataste a Cercis.
Verás que este descarriado hijo tuyo
volverá a Ti setenta veces.
Yunus se quedó maravillado de Ti,
muéstrale tu belleza;
él seguirá siendo un derviche infeliz
a menos que le concedas tu alabanza.
  
  
TENGO TANTOS PECADOS QUE...
Quien dice que soy bueno, se equivoca;
no soy bueno; soy malo, soy perverso.
No se puede encontrar en el universo
a un hombre tan culpable como yo.
Tengo tantos pecados que ningún criminal
puede rivalizar conmigo.
Es mi lengua la que te engaña;
ella finge ser creyente,
pero mi corazón es libertino.
Mi belleza física es fascinante,
pero mi alma está podrida.
Tampoco existe en Bagdad
nadie tan malvado como yo.
Mi exterior quemado parece maduro,
pero mi verde interior está crudo.
Aunque no veo más allá de mi nariz,
doy noticias de los dos mundos.
Mi caftán de derviche es una tapa
para cubrir mis pecados.
Mi corazón es andante, vaga por otros mercados;
las palabras que liberan mis labios
abren nuevas puertas a los misterios.
Desengáñate; mi exterior es familiar, es sincero,
pero mi interior es ajeno, es forastero.
Mi lengua pronuncia palabras dulces,
pero mi corazón es un renegado.
Aunque tengo buena fama, soy hipócrita.
A quienes yo he guiado, llegan a Dios,
pero a mí no me sirvieron mis consejos.
Una vez que me dieron el título de jeque
dejé de obedecer al Señor.
Una vez que gocé los placeres del mundo
dejé de rezar al Señor.
El nombre de Yunus se difundió por todas partes,
pero seguirá siendo un hombre malicioso
a menos que El Misericordioso perdone sus pecados.
   
   
CANTA, MI PEQUEÑO RUISEÑOR, CANTA
Los días de verano ya llegaron:
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Las flores todo el campo decoraron:
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Se fue el invierno, llegó la primavera,
despiértate ya de ese descanso;
todos los lugares se volvieron un paraíso:
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Los árboles estrenan sus trajes verdes,
en el cielo vuelan las aves,
El Misericordioso perdona a las almas:
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Siente el éxtasis del amor,
aparta de tu corazón el dolor,
sal frente al rosal:
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
La rosa brota de una ramita,
mas por tu nostalgia se marchita,
tu pena es más grave que la mía:
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
El ruiseñor está enamorado de la rosa,
¿quién sabe en qué estado se halla?
sólo con su amor se consuela:
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
El tesoro del poder se descubrió
y se esparció la misericordia para todos,
los trajes de hule ya están listos:
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Aquí estoy yo y el Amado allá,
el cuerpo no detiene al alma,
ya no me queda ni una lágrima:
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Tú puedes volar, y yo ¿qué puedo hacer?
Abriendo las alas me puedes dejar,
quizá los mares puedas atravesar:
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
Pasaste la mitad de tu vida
en este rosal, pero lo abandonas,
querido compañero de Yunus:
canta, mi pequeño ruiseñor, canta.
   
   
TIENES QUE DESTROZAR MI CORAZÓN
Tienes que destrozar mi corazón,
si quieres ver lo que hay dentro,
tienes que partir mi corazón.
Hay algunos que se burlan de mí.
¡Qué me importa que se burlen,
si el Amado será mío!
Los necios no sabrán adorarle.
El camino del Amado es largo,
lo cortan ríos profundos
y está lleno de obstáculos
que no dan paso a los viajeros.
Hemos entrado por este camino
con un amor en el corazón;
nos despidieron con lágrimas,
así empezó nuestro exilio.
Que se preparen todos los amantes
en esta carrera de amor.
Si nuestra alma nos va a dejar
¡qué nos importa ganar!
Yunus, tú, ten cuidado;
no entres en esta carrera,
debes saber que los hay
más valientes que tú en esta vida.
   
   
CUANDO SALGO AL CAMINO SIN TI
Cuando salgo al camino sin Ti,
no puedo encontrar fuerzas para andar.
Eres el vigor dentro de mí,
eres la causa de mi alegría y de mi pesar.
Quien se enamora del Amado
se siente a sí mismo como un azor
y acecha a las aves para cazar.
A quien se enamora le dará el Señor
la fuerza de mil hombres.
En el camino que conduce al Amado
no son estofados los montes.
Aquel que se enamora es como cien mil Ferhad,
derriba montes para traer agua de inmortalidad.
La fuente de inmortalidad es un lugar
donde se reúnen los amantes
para saciar allí sus deseos.
No se considerará un verdadero amante
aquel quien suspira por el paraíso;
el paraíso es la trampa de Dios
para atrapar a los necios.
El verdadero amante debe ser pobre
y sumiso en el camino del Señor;
aunque mil veces le maldigas
inclina su cabeza sin soltar palabra.
Todos los que vinieron a este mundo
se fueron allá sin remedio,
  
     
EL ALMA ES EL PODER DEL SEÑOR
Debemos preguntar a los sabios:
¿qué es el alma que habita en el cuerpo?
El alma es el poder del Señor, mas
¿qué es la sangre que recorre las venas?
El pensamiento es como el criado de una mansión,
la sangre es nuestra preocupación,
y la causa de nuestros lamentos es la pasión.
¿Dónde está ahora ese gran Khan
que hace algún tiempo gobernaba desde su trono?
Demos gracias al Señor por habernos creado
y dado a todos la vida.
¿Qué valor tendrán las riquezas y el poder
si un día volveremos a desaparecer?
Dios nos ha dado la vida
para que conociéramos el mundo.
Lo que poseemos, en esta vida se queda;
¿dónde está ahora el rey Salomón?
Si preguntas a Yunus, el discípulo de Tapduk ,
qué ha entendido de esta vida,
él te contestará:
En esta vida falsa nadie sabe
quién soy yo, y quién eres tú.
   


1 comentario:

  1. El sufí murciano del siglo anterior Ibn ARABÍ, discípulo de Fátima de Córdoba y fallecido en Cartago, nos dejó su confesión bien clara diciendo “hubo un tiempo en el que rechacé a mi prójimo si su fe no era la mía. Ahora mi corazón es capaz de adoptar todas las formas: es un prado para las gacelas y un claustro para los monjes cristianos, templo para los ídolos y la Kaaba para los peregrinos, es recipiente para las tablas de la Torá y los versos del Corán. Porque mi religión es el amor. Da igual, a dónde vaya la caravana del amor, su camino es la senda de mi fe.”

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