jueves, 24 de marzo de 2011

Juego y teoría del Duende: de cainita España... un Poeta muerto… por Cuent@ y mano ajen@s


Desde hace más que un cuarto del siglo -y en Granada fue, ¿cómo si no?- teníamos pendiente de ver cierto textículo magistral por Federico García Lorca dedicado a nuestro querido 'Duende'... = "¿Dónde está? Por el arco vacío entra un aire mental que sopla con insistencia sobre las cabezas de los muertos, en busca de nuevos paisajes y acentos ignorados: un aire con olor de saliva de niño, de hierba machacada y velo de medusa que anuncia el constante bautizo de las cosas recién creadas.”


[Ahora lo imprimió Nortesur editorial, conjuntamente con otras dos conferencias coetáneas del mismo -en Buenos Aires, también, o La Habana y para su Residencia de Estudiantes madrileña- nada menos imprescindibles, sobre 'Cómo canta una ciudad de noviembre a noviembre' (o lo que puede sentir en la capital granadina un ciego durante todo el transcurrir del año...) y 'Canciones de cuna españolas', con llamativas tesis documentadas no solo en el folclore andaluz sino asimismo para los castellanoleoneses, astur, vascongados, etc.]


Leyéndolo nos cabe hoy una perturbadora comprensión del por qué así -o cómo... hace ahora 75 años- acababa trágica y prematuramente segada la genial existencia de su autor en esta tierra muy proclive, aun, a todo lo que represente demoliciones del contrario antes de cualquier otro afirmarse con alguna supuesta razón propia. Como tan bien ya lo expresó Luis Cernuda, en estos versos A un poeta muerto...


"Así como en la roca nunca vemos / la clara flor abrirse, / entre un pueblo hosco y duro / no brilla hermosamente / el fresco y alto ornato de la vida. / Por esto te mataron, porque eras / verdor en nuestra tierra árida / y azul en nuestro oscuro aire.


Leve es la parte de la vida / que como dioses rescatan los poetas. / El odio y destrucción perduran siempre / sordamente en la entraña / toda hiel sempiterna del español terrible, / que acecha lo cimero / con su piedra en la mano.


Triste sino nacer / con algún don ilustre / aquí, donde los hombres / en su miseria sólo saben / el insulto, la mofa, el recelo profundo / ante aquel que ilumina las palabras opacas / por el oculto fuego originario.


La sal de nuestro mundo eras, / vivo estabas como un rayo de sol, / y ya es tan sólo tu recuerdo / quien yerra y pasa, acariciando / el muro de los cuerpos / con el dejo de las adormideras / que nuestros predecesores ingirieron / a orillas del olvido.


Si tu ángel acude a la memoria, / sombras son estos hombres / que aún palpitan tras las malezas de la tierra; / la muerte se diría / más viva que la vida... / porque tú estás con ella, / pasado el arco de tu vasto imperio, / poblándola de pájaros y hojas / con tu gracia y tu juventud incomparables.


Aquí la primavera luce ahora. / Mira los radiantes mancebos / que vivo tanto amaste / efímeros pasar, junto al fulgor del mar. / Desnudos cuerpos bellos que se llevan / tras de sí los deseos / con su exquisita forma, y sólo encierran / amargo zumo, que no alberga su espíritu / un destello de amor ni de alto pensamiento.


Igual todo prosigue, / como entonces, tan mágico, / que parece imposible / la sombra en que has caído. / Mas un inmenso afán oculto advierte / que su ignoto aguijón tan sólo puede / aplacarse en nosotros con la muerte, / como el afán del agua, / a quien no basta esculpirse en las olas, / sino perderse anónima / en los limbos del mar.


Pero antes no sabías / la realidad más honda de este mundo: / el odio, el triste odio de los hombres, / que en ti señalar quiso / por el acero horrible su victoria, / con tu angustia postrera / bajo la luz tranquila de Granada, / distante entre cipreses y laureles, / y entre tus propias gentes / y por las mismas manos / que un día servilmente te halagaran.


Para el poeta la muerte es la victoria; / un demoníaco viento le impulsa por la vida, / y si una fuerza ciega / sin comprensión de amor / transforma por un crimen / a ti, cantor, en héroe, / contempla en cambio, hermano, / cómo entre la tristeza y el desdén / un poder más magnánimo permite a tus amigos / en un rincón pudrirse libremente.


Tenga tu sombra paz, / busque otros valles, / un río donde del viento / se lleve los sonidos entre juncos / y lirios y el encanto / tan viejo de las aguas elocuentes, / en donde el eco como la gloria humana ruede, / como ella de remoto, / ajeno como ella y tan estéril.


Halle tu gran afán enajenado / el puro amor de un dios adolescente / entre el verdor de las rosas eternas; / porque este ansia divina, perdida aquí en la tierra, / tras de tanto dolor y dejamiento, / con su propia grandeza nos advierte / de alguna mente creadora inmensa, / que concibe al poeta cual lengua de su gloria / y luego le consuela a través de la muerte."


. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . (de 'Las nubes', 1937-1940, Reino Unido)

.


Mas nada podrá forzarnos a seguir clausurados en sueño pretérito imposible; la maravilla sigue, nos alcanza cuando atrevemos un simple gesto del salir y buscar, más allá de los carpetovetónicos afiliarse con fobias. ¡Como este martes antepasado -en teatros Canal- junto a la bailarina Banaf-sheh Sayyad, con percusionistas iraníes del Zarbang trío y su excepcional apoyo el griego tañedor de lira póntica Matthaios Tsahourides, dentro de último Festival del Arte Sacro: 'Into the vast, músicas y danzas -persas- contemporáneas místicas'...!

1 comentario:

  1. Me ha encantado esos enlaces finales que dais a intérpretes de música iraní. Son embriagadores, orgiásticos, de pura vida buena.

    En agradecimiento lo que puedo es recomendaros oir también a una no sé si noruega o finesa SINIKKA LANGELAND (creo que viene desde la ya boreal Karelia), que ayer noche actuaba junto a su grupo en el auditorio del Reina Sofía de Madrid (ciclos Jazz de Ella Crean) con voz y kantele.

    Es autora folclórica (que habla de soledades en los bosques; o el deseo como un árbol creciendo cabeza abajo; y nuestros corazones, unas piedras de sal, etc.) mucho más indicada para esa mezcla de dolor y belleza que pueden recordar los 2 poetas españoles citados, como tantas veces el Arte...

    Y termina preguntando si hemos escuchado al río en la noche: "If you listen long to the rivers in the night, listen long, it is at last as if your soul is mysteriously remembering its future"...

    http://gerryco23.wordpress.com/2008/06/11/
    http://www.youtube.com/watch?v=tSGprT4SPYY
    http://www.sinikka.no/

    ResponderEliminar