miércoles, 3 de junio de 2020

Lloran en Italia y deberían hacerlo por Europa toda: Marco Pannella, el último gran Radical…

     
(En realidad, ésta fue una entrada del blog hecha el 02.05.2020)
  
“Soy un cornudo pro divorcio, asesino abortista, un infame traidor a la patria junto con los objetores, drogadicto, un perverso pasoliniano, medio-judío medio-fascista, un liberal burgués exhibicionista, no-violento impotente. Hago política en las aceras”. El longevo agitador que así se definía puede representar, aunque parezca extravagante, un modelo de las virtudes en política (...) al margen de las ideologías, Pannella defendió sus ideas frente a lo políticamente correcto para cada ocasión, siempre.
Bien se resumía en 2016 su trayectoria: "para Pannella la vida era compromiso y lucha constante. Estuvo en todas las grandes batallas de los últimos 6 decenios, y casi para todas del lado correcto (según un obituario aislado, de Pablo Rguez. Suanzes, para 'El Mundo')... 
  
Periodista, polemista, incansable luchador por los Derechos Humanos, político y fundador del Partido Radical (1976), Pannella murió (el 19.05.16, Roma) a los 86 años víctima del cigarro al que siempre estuvo pegado, dejando un legado único en la historia contemporánea de Italia. Uno que nunca le fue reconocido ni dentro ni fuera tal y como merecía, según lamentó Emma Bonino, su amiga, discípula y delfín.
 
Fue quizás el último revolucionario, el último radical verdadero del 'establishment' italiano. Pero en un país como el suyo, donde la sombra de Silvio Berlusconi llegó a todas partes y es imposible descender hasta su arena y no acabar enfangado, al final él no fue una excepción.
  
 
Giacinto Marco Pannella nació en Teramo, por la montañosa región de los Abruzos (02.05.30), con el nombre de un tío sacerdote, excepcional o atípico personaje tanto dentro de su familia como para una región agraria y conservadora. Un cura que fue quien le acogió al dar una oportunidad a su padre con la joven francesa, de pelo corto y sin hablar una palabra de italiano, cuando volvieron por casa.
  
Por eso él fue toda la vida un convencido anticlerical, pero contra el clero de la política, no en la Iglesia; a pesar de que contra ella y su influencia mantuvo algunas de sus más apasionadas refriegas.
 
El joven Pannella se licenció en Derecho desde Urbino pero ya entonces su vida pública eclipsó la privada: fue representante de los estudiantes, enlazó a la Unión Goliárdica italiana. En 1955 estuvo entre los fundadores del rompedor Partido Radical de Liberales y Demócratas. Entre 1959 y 1963 fue corresponsal de 'Il Giorno' en París. Desde 1976 entró ya por primera vez al Parlamento Europeo, y durante 3 décadas defendió su visión federalista en él.
 
Su espíritu siempre fue internacional y eso se reflejó en su política siempre dialogante, abierta, transnacional. Sus compromisos no los limitó a su tierra; sino que le llevaron por toda Europa entre las manifestaciones, huelgas, protestas. Jugándose el tipo en la antigua Yugoslavia o más allá del 'telón de Acero'.
 
Pannella era el gran guerrillero de todos los derechos civiles arrastrando como nuevo Sísifo las piedras de la modernización en un sistema cerrado, clientelar, donde cada paso hacia delante casi conlleva tres atrás y dos en diagonal. 
  
Luchó a favor del divorcio o el aborto y contra todo pronóstico logró introducirlos en Italia. Peleó por los derechos de homosexuales y las libertades de expresión. Por la fecundación asistida e investigación con células madre, batallas impopulares a las que se dedicaría sin descanso presumiendo de no coger jamás vacaciones, con todas sus armas y fuerzas.
  
Combatió -como nadie- contra guerras, pena de muerte, hambre y nacionalismo por el mundo. Contra la energía nuclear o Milosevic...
  

Precursor de la despenalización de las drogas, fue incluso arrestado por repartir marihuana  en un acto público. No dudó al usar su cuerpo como arma política, con huelgas de hambre y sed, abogando en toda circunstancia por la no violencia en desobediencia civil. Así como denunciando la legislación de emergencia en los 'años de plomo' y todas las derivas autoritarias.
 
Fue un europeista convencido y convincente, uno de los que mejor comprendió el poder de las imágenes con su impacto ante rebeldías, o la potencia del mensaje cuando un hombre mayor elegantemente vestido era esposado y arrastrado por la Policía.
  
Pannella no dudó en usar el 'show' para llamar atención en las causas defendidas e infinitas luchas internas de la política italiana... Y se volvió esclavo de su personaje o fama que lo empujó tantas veces al atraer atención para seguir siendo mencionado. A clamar por figurar. Pannella logró ser referente, una gran autoridad, aun cuando por su mejor resultado histórico obtuvo apenas el 8% con las urnas hace un cuarto de siglo.
  
Entendió y quiso plasmar tanto en su partido como con la inimitable Radio Radical el espíritu de tolerancia. La teoría del cómo es posible tener ideas o convicciones fuertes pero que sean perfectamente compatibles con el escuchar cuanto detestamos, dándole voz, espacio y respeto al adversario; que la política -o convivencia...- no es tolerar aquello cuanto pueda soportarse unicamente. Y que hay sacrificios necesarios. 
  
Pannella fue un provocador nato y convencido, orgulloso por tener en sus filas a Cicciolina con Toni Negri, profesor condenado e inspirador de la izquierda para España o Italia. Capaz de alinearse con derechas o izquierdas. Del colarse hasta Bulgaria para, en aquel mismo patio trasero de Moscú, denunciar su invasión a Checoslovaquia; y pedir fin a la Guerra del Vietnam o incluso de la OTAN.
  
Decía Pannella en sus últimos meses que "la muerte es una ausencia que se va haciendo presencia". Italia llora desde hace 4 años a un gigante durante una época para enanos que no tienen siquiera hombros en los que subirse. Anda llorando al dirigente que no hubiera permitido impunidad política en el trato a los refugiados y estuvo frente a los TogliattiCraxi, de Gasperi; con EinaudiBerlinger o Moro batiéndose... Y llorando a ese único líder europeo que acudió al entierro de Anna Politkóvskaya.
  
Llora Italia, y toda Europa debería llorar, a este 'león de la libertad': el último gran radical."

Pero, como muy significadamente ha concluido Fabio Garcia Lupato [radical.es, 13.06.16], "si algo demuestra la cuasi unanimidad de la sociedad italiana al analizar la importancia de su figura (eso sí, una vez fallecido) es otro aspecto fundamental: su intento de comprender -y, en su caso, colaborar- con muchos de sus rivales políticos, consciente de que alguien puede ser opositor en un determinado tema o en un contexto determinado, pero aliado en otro. En un país caracterizado durante años por la corrupción y el clientelismo, su figura y la de su partido no han tenido ningún caso imputable oscuro

Su partido nunca fue mayoritario, con porcentajes de voto muchas veces exiguos. Pero, como él mismo reflexionó: “Alguno me ha preguntado qué sería lo primero que haría si fuese elegido presidente democráticamente. Pues bien, la primera decisión que tomaría sería la de presentar mi dimisión porque si el país me elige democráticamente querrá decir que ya no me necesitan”. A veces, para cambiar las cosas e influir no es necesario detentar el poder

Los cambios políticos y sociales llevan tiempo, requieren de movilización, de políticos conscientes, de comprensión del otro, de coherencia, flexibilidad y la capacidad de movilizar a las personas con argumentos: información e ideas... Este reconocimiento de las verdades del otro parece cada vez más necesario en el actual escenario político. Y la lucha por el poder debe estar subordinada a estos objetivos más amplios. El caso de Marco Pannella y su influencia en la política italiana así lo demuestra."


Y su viejo cómplice de tantos casos, Fernando Savater, lo acabó definiendo, tan bien. "Marco Pannella no era un revolucionario, lo que para democracia es ya retroceso y no ningún avance, sino un agitador formidable: tenía ideas apasionadamente prácticas pero carecía de odio social; lo contrario de lo que ahora se lleva. Algunos lo tenían por insensato pero nadie dudó de su honradez..."
   
No estaríamos de acuerdo en todas -ni cada una- entre sus innumerables posturas (¡como es lógico para cualquier debate con unas temáticas tan amplias, por varias personas que intentan pensar, libres...!) mas tampoco esperamos volver a encontrar otro individuo tan imprescindible ante los tiempos que se nos vienen; y en esta primavera, cuando hubiéramos celebrado su 90º aniversario, lo que deberemos conmemorar es el 4º año ya sin él...

2 comentarios:

  1. Hasta llegar este más-del-trimestre de siete consecutivas Alarmas, yo tenía una mediateca privada donde sólo había entrado lo que contaba expresamente con mi consentimiento. Pero en este periodo tan excepcional me ha ocurrido que de pronto encontraba entre mis anteriores álbumes otros más nuevos, titulados COVID-19 y con etiqueta de pertenecer a las redes, cadenas o plataformas de distribución masiva comercial.

    Aunque lo peor del caso es la respuesta obtenida cuando me quejo por tal violación o/y allanamiento de mis ámbitos particulares: tod@s me salmodian a coro la gubernativa 'fake' única viral que defiende ser ello "NORMAL pues nadie ha entrado a hurgar en mis cosas, tan sólo... instalaron en el teléfono algún Software -aún vacío, por ahora...- donde puedan introducirse cuantos 'contenidos...' nuestro Gobierno decretare obligatorios más adelante para la Nueva Normalidá&bla-bla-blá".

    ¡BEEEEE, y bienaventurados los mansos ante la sinrazón, porque así ellos acabarán viendo a su Salvador!         

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  2. EN LA UE, LA IMAGEN DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO SÁNCHEZ EMPEZÓ A DESGASTARSE.

    Las principales cancillerías ya miran de reojo a Sánchez, quien según fuentes diplomáticas, ha "perdido credibilidad". Se presentó hace 2 años como un mirlo blanco de la política europea. Por edad, perfil y estilo de seductor, aspiró a ser convertido en estrella emergente del ring comunitario. Sin embargo, para el euroejecutivo en Bruselas su figura comenzó a ser asociada con la de un actor poco solvente. Y ello no es baladí, en tanto sobre la mesa queda una importante negociación para obtener los fondos del Recovery Fund, que a 140.000 M € podrían subir: la CE exige a España el abordar unas reformas y pedirá un compromiso de seriedad que Sánchez debería garantizar, so pena del acabar en la diana para los países continentales más poderosos.

    Crecen sospechas de que Sánchez no hace cuanto dice. "Y en juego están ahorros de alemanes, holandeses, etc.", advierten explicando cómo el líder socialista español perdió la confianza de sus homólogos en al menos 3 momentos. Primero fue la convocatoria de manifestaciones el 8-M, que alarmó en ambientes diplomáticos; pasaron a ebullición porque no entendían esa política cuando Italia había bloqueado un tercio del país. Sánchez afirmó anteayer al Congreso que se dieron las mismas marchas en París y Berlín; lo cual generaba más malestar. En tanto Francia como Alemania, sus Gobiernos llevaban semanas alertando de manera oficial a la ciudadanía sobre peligro por aglomeraciones. Para España, en cambio, no hubo ninguna campaña con tal sentido. El segundo punto caliente atañe a la política sobre turismo. En un primer momento el Gobierno anunció unilateralmente cuarentenas a los turistas. Francia entonces planteó a sus ciudadanos no viajar por España ("Macron dio al menos 2 tirones de orejas a Sánchez por ese tema"). Y otro golpe llegó de Alemania, que se posicionó en contra (el Gobierno de Merkel permite a sus ciudadanos viajar desde 15 de junio por toda Europa salvo España y Noruega), manifestando también Portugal su malestar por la decisión en España del anunciar apertura para las fronteras (luego rectificada) sin antes avisarse al Gobierno luso."La sensación general es de improvisación, un error tras otro, falta de comunicación y poca credibilidad".

    Además Italia, que comparte con España estrategia parecida sobre las Ayudas desde la UE, comenzó a distanciarse de su socio; en Roma no agradecen el tono de Sánchez: se ha proyectado como impulsor del acuerdo, cuando en realidad presiones de Italia y sobre todo la decisión Franco-Alemana fueron claves para desbloquear el asunto. Ahora, las relaciones entre Sánchez y Conte son mejorables, apuntando a pérdida de confianza "personal". “La figura de Sánchez está muy desgastada en Europa. La luna de miel del político joven que defendía el 'Open Arms' planteando un nuevo modelo migratorio se acabó ya”. Y tercer elemento que sorprende a Europa es el número de fallecidos por la Covid-19. Hace poco Sánchez y sus expertos liderados por Simón modificaron el recuento, lo que determina caídas en picado de los muertos. La prensa informó cómo casi no registra España fallecidos (días seguidos con 0), pese a seguir habiendo centenares de contagios diarios. Esto levanta sospechas, y el 'Financial Times' se ha centrado en desmontar la estadística de Sánchez. También para Italia generó sorpresa, temiéndose que sea una maniobra del Gobierno por lanzar al exterior un mensaje tranquilizante y atraer más turismo después de su política errática sobre cuarentenas.

    La figura de Sánchez se ve tan desgastada que Alemania y Francia envían mensajes hacia los eurodiputados españoles pidiendo tener amplios apoyos a la votación en el Parlamento sobre las reformas y ayudas europeas. De no ser así, una desautorización por las cancillerías europeas acabaría con su poder, aún manteniendo en vida la legislatura. Y la sombra del Gobierno técnico aparecerá por primera vez también en España.

    Luca Constantini, 5-6-2020

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