miércoles, 17 de junio de 2020

Confinamiento 'ciego' indiscriminado, policial: aberraciones humana, sanitaria y económica...

     

  
"Mediante cada comunicado de 'los Expertos' éstos quisieran premiarse a sí mismos, ignorando hechos ciertos al tantear simulaciones (resultado de algún 'modelo' incorrecto), para perpetuar miedo que paralice la población e impida defenderse (su libertad). Y, sin estudiar cinética ninguna, dictan: 'El período de confinamiento ha permitido frenar significativamente la dinámica en esta epidemia' [¡Ni son capaces todavía para reconocernos una cifra REAL de fallecimientos y pretenden tener seguridad en cuanto a los que -HIPOTÉTICAMENTE...- habrían logrado evitarse?]... 

El analizar las rupturas de tendencias les habría permitido saber cómo este (tan draconianoconfinamiento 'ciego' e indiscriminado de personas al estilo policial no fue seguido de supuesta desaceleración en contagio... para ninguno de aquellos países que lo practicaron; porque su disminución fue mucho (5 semanas) más tarde y, naturalmente, de la misma manera para todos los países: confinados a ciegas -en su globalidad, sin tests previos...- o no

Es más, alguna comparación entre Bélgica y los Países Bajos sugiere la PRUEBA del cómo estricto confinarnos a ciegas aumentó -incluso...- los contagios.


Tendríamos epidemia terminada y 'al mismo tiempo' continúa confinamiento relativo...- Las consecuencias del encierro son desastrosas y nos harán sufrir durante varios años. Si bien estos dos meses y medio fueron perjudiciales para nuestro país, ¿evitarían los fuertes límites impuestos por el Gobierno a la libertad que se reanudaren las vidas entre normalidades tanto psíquica, médica y social o académica como económicamente?

Sin embargo, estamos al final de la epidemia y los pocos casos aún detectables en modo alguno justifican el bloqueo para tantos millones de habitantes. Al contrario, merecerían otro tratamiento más efectivo, usado en todo el mundo. ¿Y por qué privarlos de tal posibilidad provocándoles, además, algunas infecciones que pueden durar varias semanas?




Un objetivo subliminal: ¿perseguir el terror?- Esto nos condicionaría sólo al depender de vacunas que seguramente nunca verán la luz del día (¿cuántos años hace ya que se nos prometieron las del SIDA?), o al menos algún medicamento costoso como Gildes Remdesivir (échese un vistazo rápido a los precios del mercado de valores para Gilead y los laboratorios alardeando sobre una posible vacuna, para ver cuánto acrobacias mediáticas del género Lancet no son gratuitas: permiten, en pocos días, aumentar el precio de las acciones y que personas con información privilegiada ganen mucho dinero).

Tras aflojar aquel primer confinamiento policiaco a muerte que nos impuso en forma innecesaria, un lobby del miedo ha estado tratando de mantener el pánico creado por los gobiernos con sus media; para mantener tanta sumisión y abandono de nuestro activo más preciado, la libertad.

Se ha optado por numerosas 'infos... fake' afirmando que con el confinamiento habrían 'salvado vidas', que deberemos 'temer otra 2ª ola' de la epidemia, porque 'la inmunidad colectiva sería insuficiente' [notas 1y 3] o que 'la aplicación Covid Stop sería útil' (cuando incluso el sindicato de abogados denunció tal 'app' [Nota 4], que debería evitarse absolutamente y ser desinstalada, si ya se le ha instalado en silencio durante cualquier actualización para su teléfono móvil).

En realidad, la epidemia termina en Francia, como en todas partes para Europa. No habrá una segunda ola real de Covid-19, pues nunca se observa eso en las enfermedades virales [Nota 5]. Y no deberemos preocuparnos por bajas prevalencias de la enfermedad entre nuestra población, porque una observación de anteriores epidemias muestra que la inmunidad colectiva casi nunca determina su evolución. El entusiasmo por los tests, aún poco desarrollados o no específicos, únicamente se basa en un deseo del Gobierno por perpetuar las alarmas y mantenernos en la constante ansiedad ante nuevos contagios. No tienen más interés cuando termina la epidemia.

No cedamos ante toda esta presión de los medios y las autoridades para ficharnos. El uso de las 'pruebas' lo han convertido en un arma política por hacer creer a la gente que sí están 'cuidando a nuestra gente'. Ya no tiene ningún interés en esta etapa de repliegue para ese virus. 


El confinamiento ciego, y policial, no ha 'reducido' ni ralentizado la epidemia.- Contrariamente a cuanto predicen las simulaciones que lo motivaron [Nota 6], el confinamiento policial no disminuyó ni redujo su propagación a la epidemia. En lugar de creernos los anuncios de propaganda basados en unos éxitos virtuales del modelo sesgado [Nota 7] alabando esta técnica medieval e ineficaz [Nota 8], o de aquellos que quieren a toda costa consolarse por haber sido encarcelados sin culpa, debemos mirar los hechos reales observados y comprobables.


Resultados comparativos entre países confinados y no confinados, basados en las cifras de la OMS.- Los datos (contabilizados por Organización Mundial de la Salud) muestran que la propagación para esta epidemia no se ha retrasado ni disminuido por el confinamiento global en ninguno de los países que lo impusieron a sus poblaciones.

En países confinados, los cambios para el número de contagios diarios antes y después del enclaustramiento no muestran ninguna discontinuidad [Nota 9] con sus tasas de crecimiento ni respecto a tiempo de duplicación (y eso fue objeto para un artículo [Nota 10-"Full lockdown policies in Western Europe countries have no evident impacts on the COVID-19 epidemic."] muy bien documentado). Quienes aun afirman del confinamiento que habría evitado su aceleración, protegiendo efectivamente a nuestros hospitales de la sobrecarga, se contradicen con el hecho demostrable por los resultados comparados entre países vecinos y de la misma cultura.


Confinamiento ciego en toda la población multiplicó muertes de 5 a 200 veces

  
Infecciones acumuladas Bélgica versus Países Bajos.- Y si comparamos propagaciones de la epidemia en países que favorecen el encierro autoritario al estilo italiano, francés o español con las observadas para otros, vemos cómo confinar a todos ha sido perjudicial. Por ejemplo, la comparación para curvas de infección acumulada entre dos países vecinos como Bélgica (confinada) y los Países Bajos (no...) sugiere que un confinamiento policiaco podría incluso haber acelerado esta epidemia. De hecho, fue 10 ó 15 días después del inicio con el confinamiento belga cuando la propagación para su epidemia se aceleró en tal país, mientras que pudo mantenerse aún estable dentro de los Países Bajos no confinados.

   
Los confinamientos ciegos aumentan los riesgos de la infección

  
Las actuales evaluaciones médicas del encierro sin excepción Franco-Italiano, también aplicado en España y Bélgica, son catastróficas.- Para evaluar el equilibrio entre los beneficios y riesgos del confinamiento, no debemos basarlo sobre resultados de simulaciones [Nota 10-"Full lockdown policies in Western Europe countries have no evident impacts on the COVID-19 epidemic."que inventan muerte virtual o teórica, sino tan solo basarnos en hechos reales probados e incluso publicados.


Mortalidades comparativas.- Según datos difundidos por la OMS a 30-05-2020 [Nota 11], la mortalidad directa del Covid-19 es mucho más en países que practicaron confinamiento ciego e indiscriminado (sin separar portadores de virus con respecto a otros) y autoritario (bajo control armado) que dentro de otros donde practicaban una cuarentena selectiva (reservada sólo para infectados), confiando en sus ciudadanos (aconsejados pero no restringidos al arresto domiciliario).

Al 29 de mayo de 2020, expresado por millón de habitantes, la mortalidad oficial directamente relacionada con Covid-19 alcanzó 810 en Bélgica, 621 en España, 548 en Italia y 459 en Francia, países que favorecieron el confinamiento indiscriminado policial, comparándose con tan sólo 100 de Alemania, 98 para Dinamarca y desde 7 hasta 4 en Estados asiáticos democráticos que no han limitado a su población.

Hubiéramos conseguido padecer 23.000 muertes menos al adoptar estrategias de Alemania contra el Covid-19. Y 'sin ninguna medida sanitaria', como los Países Bajos, podríamos haber sufrido 6.100 muertes directas menos.


 Consigna 'fakeprogubernamental, del Celtiberia 
Show, sin parangón en países de nuestro entorno     
   

Muertes 'confirmadas' o 'sospechosas', por Covid-19, y muertes 'políticas' vinculadas a las consecuencias de una medida política no sanitaria [Nota 12].- A estos excesos de mortalidad directa vinculados al confinamiento ciego, es necesario agregar todas las demás víctimas 'colaterales' y en particular aquellos enfermos que padecían patologías crónicas (cancerosas, cardíacas, inmunodeprimidas, etc.) sometidos a una interrupción en sus tratamientos planificados, parada impuesta por el 'plan Blanc' [Nota 13], o nuevos que tampoco pudieron ser diagnosticados ni tratados debido a la prohibición de admitirse pacientes no reconocidos como urgentes por las agencias regionales de salud.


Muertes durante confinamiento más muertes anticipadas, debido al retraso en atención sanitaria y no por Covid-19 [Nota 14].- Desde comienzos del confinamiento, se habrían diagnosticado 75.000 tumores malignos nuevos si los oncólogos hubieran operado. Hasta la correspondiente Academia de Cirugía se preocupó al respecto en su comunicado de prensa del 15 de mayo: 'desde la implementación del Plan Blanc el 13 de marzo, un 85% sobre los 7,2 millones de operaciones quirúrgicas programadas al año en Francia se han pospuesto, casi 1,1 millones de actos médicos (CNAMTS, ATIH). Esto genera riesgos de agravamiento debidos a la demora del tratamiento, no solo en oncología, sino también para otras disciplinas'.

Más del millón de intervenciones desprogramadas, habrían sido procrastinadas de nuevo 'ad calendas graecas', ya que aún se ignora cuándo tendrá lugar el verdadero desconfinamiento y las medidas cuestionables al comienzo de la epidemia siguen impuestas aun cuando se han vuelto completamente inútiles.

¿De cuánta muerte más continuarán siendo responsables estas esperas para tratamientos? Y tales interrupciones en su atención no solo conciernen a la oncología, sino que afectan a todas las patologías no Covid, ya sean de cardiología (infartos, de los que sólo una mitad entre los pacientes esperados llegaron a presentarse ante consulta), neurología (también ahí la mitad menos de accidentes vasculares observados en el hospital), endocrinología, reumatología, etc. [Nota 15].

Mientras la epidemia termina y los hospitales están en sus tres cuartas partes vacíos, el 'plan Blanc' ha prohibido hasta poco atrás a los cirujanos... operar [Nota 16], el bloqueo desde las agencias regionales de salud se mantuvo por un período indefinido y hay un número creciente de víctimas adicionales [Nota 17"Hospitales y clínicas: prohibición de operar", Dra. Nicole DELÉPINE,16 de mayo de 2020]. La soga parece ir aflojándose, pero las clínicas temen quedarse sin productos anestésicos, entre tanto sus necesidades de reanimación están en gran declive.

La evaluación médica del encierro también tendrá que tomar en cuenta las complicaciones psicológicas y en particular suicidios relacionados con el servicio de guardia, pérdida de salarios o desempleo (que la prensa de Australia ya señala [Notas 18, 19 y 20], y podría llegar hasta las 150.000 víctimas por ahora en los EE. UU. si el desconfinamiento es demasiado moroso [Nota 21], aunque su evaluación está por terminar).


Primarias razones para la dramática falla médica del encierro.- Las simulaciones por los profetas de la OMS que convencieron a muchos gobiernos del confinar ciegamente a sus poblaciones han sobreestimado en gran medida tanto el riesgo real de la infección viral (olvidando las otras patologías) como la ganancia esperada por su medición y se negaron a tener en cuenta unas complicaciones médicas, económicas y sociales que prometen ser catastróficos. Nuestros líderes, en lugar de creer a las profecías de la fatalidad deberían haber seguido el ejemplo dado por países democráticos asiáticos que sí han protegido a sus poblaciones frente al Covid-19 y a las complicaciones del encierro ciego policíaco.




A lo largo de la historia, luchar contra epidemias ha tenido sus bases en higiene, comprensión de los métodos para la propagación en las enfermedades infecciosas, implementación de medidas efectivas con desinfección y separación de los portadores del germen respecto a población sana. Por ello, actualmente las reglamentaciones de sanidad internacionales prevén para casos de peste un aislamiento a todo el grupo de viajeros, incluso si solo se ve afectada una persona; mientras que ante fiebre amarilla o cólera, sólo, el aislamiento de las personas afectadas es obligatoria.

El confinamiento indiscriminado a toda la población tal como se nos impuso es una medida que se sabe ineficaz. En Francia, se había utilizado por última vez durante la plaga de Marsella, lo cual resultó en muerte para una mitad entre toda la población del censo ciudadano, sin evitarse propagación de la enfermedad a toda Provenza con 70,000 víctimas adicionales. Este método del pasado, repuesto de moda con la dictadura china, fue presentado por el matemático y profeta -desde la OMS- N. Ferguson como el más efectivo [Notas 23 y 24] para lucha contra una epidemia.

Pero la simulación del Imperial College aparentemente no contemplaba un ¡confinarse al enfermo en casa! (sólo con paracetamol) como mejor modo de infectar a toda su familia, e incluso vecinos.


Encierro a ciegas, es decir, sin reflexión.- Se habría debido pensar en la falta de lógica del encerrarse a cuidadores y personal ocupado en servicios del transporte o agentes de policía, etc. -expuestos a las altas cargas virales que iban y venían...- varados en sus hogares, espacios confinados frecuentemente mal ventilados (tras de temores transmitidos desde los medios al vuelo de virus por el aire callejero, 'sobre los nidos del cuco') con toda la familia.

Incluso si las autoridades no hubieran caído en ello antes, nada les impidió ajustar su puntería cuando comprobaron al comienzo de la epidemia del coronavirus con virulencia que se veían afectados más rápida y fuertemente -sobre todo- los cuidadores. Además debe hacerse hincapié sobre cómo nos promocionaron, a lo largo de su encierro liberticida con medidas humillantes, el 'modelo Wuhan'... Pero los chinos en cambio, por su parte, sí que buscaban obstinadamente ciudadanos febriles en los domicilios para extraer a cada sospechoso y aislarlos rápidamente de sus familias. Aquí sólo han retenido el autoritarismo chino, y mucho menos la lógica sanitaria para protegerse a esas poblaciones tan controladas.
    

    
    

¿Incompetencia o malicia en las administraciones de Sanidad?- La orden dada por responsables del sistema de Salud obligó a las redes de Atenciones Primarias a mantener los infectados lejos del poderse ni visitar sus ambulatorios para emergencias, incluso tras de una estancia en el hospital donde habían sido diagnosticados con Covid-19. Regresaban a casa sin otro tratamiento que no fueran paracetamoles y, por lo tanto, nada para reducir la carga viral. Se unían así a los demás residentes de su hogar, al menos en las primeras semanas, y parece que nadie se sorprendió por fuertes contagios entre algunas personas mayores o más frágiles. ¿No debían haber entendido cómo estaba favoreciéndose así el mayor contagio de todos los pensionistas, aun siendo precisamente aquéllos más frágiles a quienes, entre nosotros, debíamos proteger?

Más allá del día 20 de marzo y la circular que precedió al decreto el 26 prohibiéndose tratamiento activo de ancianos y autorizó la inyección con Rivotril en caso de insuficiencia respiratoria por posible Covid [Nota 24], los pacientes ni siquiera fueron enviados a emergencias para pretender aclarar el diagnóstico. Los infartos habituales, las embolias pulmonares o neumonía bacteriana se dejaron de lado y el residente pronto murió siendo etiquetado como Covid-19. ¡Qué pasará con el ministro cuyos decretos prohibieron una (supuestamente peligrosa) cloroquina para defender al Rivotril, mortal con seguridad en caso de complicaciones respiratorias!

Curiosamente, las simulaciones tampoco imaginaron que los cuidadores (sin protección durante todo un primer mes de la epidemia) pudiesen contaminar al paciente que acudía para consulta o a sus vecinos en el transporte público. Ni que los empleados de dichos transportes y la policía pudieran contagiar o contagiarse por no haber estado protegidos (e incluso prohibirlo su ministerio). ¡Escuchamos a cierto muy alto funcionario de Sanidad afirmar desde la TV que los cuidadores enfermos se habían infectado en el hogar!

La suma de todos esos errores explica el por qué los países que se adherían al confinarse estricto pero sin aislar enfermos o personas del mayor riesgo, como cuidadores, tienen más... muerte que aquéllos en donde se han practicado métodos de confinamientos médicos probados (cuarentenas) u otros que no imponían casi ninguna obligatoriedad a sus poblaciones (Países Bajos, Suecia, Islandia).

También sería preciso actuariar las decisiones públicas autoritarias que se han tomado en este país y fueron particularmente perjudiciales; justificándose investigaciones en profundidad [Nota 25] para evitar que pueda volvernos a suceder esto. Alguna ojeada sobre las medidas italianas para reducir la mortalidad diaria es reveladora.


Tendencias en las muertes diarias antes y despúes del usarse cloroquina
   
   
Afortunadamente, la epidemia termina en éste país igual que para otros europeos.- Los datos publicados por la OMS demuestran cómo la epidemia está concluyendo en Europa continental y el Mediterráneo oriental. Desde la segunda semana de abril, el número medio diario de nuevos contagios ha disminuido regularmente; dicho descenso alcanzó un 92% para Francia y supera el 85% en la mayoría de los vecinos, incluso aquellos que tuvieron las cifras más altas de contagio desde su confinamiento.
  
  
    La epidemia se ha estado reduciendo ya en todos los países europeos vecinos
  

Cualquier comparación entre las evoluciones para esta epidemia en Bélgica y los Países Bajos, muy próximos por ubicación geográfica o estilos de vida, es particularmente sorprendente y -una vez más...- cuestiona la utilidad del confinamiento. En efecto, los Países Bajos -donde no se han restringido las libertades públicas- resultan beneficiados con un mismo retroceso (83%), y dentro del mismo plazo, para la epidemia que su vecino país confinado policíalmente; deben llorar un total de 344 muertes, por cada millón de habitantes, contra otras 810... en Bélgica.
   

No habrá ninguna segunda ola [Nota 26] o una muy menor será, como en las demás epidemias.- En las epidemias virales casi nunca llega una segunda ola del mismo virus. Hubo ya otras dos epidemias comparables anteriormente, por SARS (síndrome respiratorio agudo grave) y MERS (síndrome respiratorio del Medio Oriente); pero ninguna se ha expresado con múltiples olas.  
   
Después de unos meses y nadie sabe por qué, la epidemia termina incluso si en total aún pocas personas han sido inmunizadas. Contrariamente a lo que afirman simulaciones, y en particular la de Ferguson o sus estudiantes del Instituto Pasteur, no es % de personas inmunizadas lo que podría explicar tal cese de contagios. El profesor Jean-François Toussaint, durante una entrevista con el Charente Libre, especificaba que la hipótesis de otra 2ª ola es poco creíble 'dados los análisis para 188 países que declararon casos y dinámicas evolutivas en la enfermedad'.

Pero ciertas epidemias cuyos virus generalmente sólo duran una temporada, como la gripe, se repiten todos y cada uno de los años. Aunque hasta hoy, hemos superado esa dificultad sin imponerse medidas autoritarias injustificadas o a menudo absurdas sobre la población, que habrían empeorado su situación sanitaria inmediata e impactado en las economías durante varios años.
  
  
El tsunami económico que nos espera será peor que lo del 1930.- Según el Observatorio francés de Condiciones Económicas [Nota 27], entre las primeras 8 semanas del confinamiento se ha reducido ya en 120 mil millones de euros (o 5 puntos porcentuales) el PIB para 2020. Sectores más afectados son el transporte, la hostelería, construcción y actividades del ocio, junto al comercio minorista. Y teniendo en cuenta su recuperación ralentizada por la persistencia incongruente de las medidas para desconfinar, el impacto general sobre 2020 se calcularía como -10% del PIB.

Según el INSEE, para Francia el PIB podría disminuir alrededor del 20% en el 2º trimestre de 2020 (tras otro –5,8% durante su inmediato anterior). Sería la recesión más profunda desde la creación de las cuentas nacionales en 1948. Incluso si las actividades económicas volviesen hasta niveles previos a la crisis ya en julio, el PIB así disminuiría un 8% para 2020, Sin embargo, dicho retorno tan rápido a la normalidad parece poco realista. El impacto general con esta crisis sanitaria en 2020, por lo tanto, sin duda será mayor que tal cifra.

La OIT advierte sobre la devastación social y sanitaria por esta crisis, calificando el impacto en los empleos como profundo, de gran alcance y sin equivalente: 1.250 millones de trabajadores están expuestos a despidos o/y pérdidas de negocios e ingresos debido al encierro global. Igual que todas las otras grandes crisis económicas, ésta de 2020 ha sido bautizada: como la del 'Gran confinamiento', por Gita Gopinath... Según las predicciones del FMI, la economía mundial experimentará 'su peor recesión desde la Gran Depresión'.

Y cuando vemos que, al 30 de mayo, tanto la mortalidad global por Covid-19 (362.705) como su extensión (5.817.385 contagios) están en rangos bajos de gripes estacionales (aproximadamente 20 millones de infectados, con entre 290.000 y 550.000 muertos) bien podríamos lamentar que medidas injustificadas so pretexto de la pandemia nos han creado miseria verdadera.




En caso de una emergencia, levántense las medidas de liberticidios innecesarios y tóxicos.Estos hallazgos conducen hasta una solicitud urgente a quienes toman las decisiones para que levanten medidas coercitivas de confinamiento que aún se imponen: 

- Reanudar las actividades escolares en todas partes, a toda edad y sin distanciamiento ni máscara, especialmente entre los niños muy traumatizados por estas trágicas actuaciones.

- Desconfinar las residencias 'medicalizadas' para dependientes donde han convertido a nuestros mayores en animales del zoo, con sus jaulas ni siquiera doradas [Nota 28]. Firmense órdenes para el acelerar librarlos de reclusión, cuando su culpa única es la vejez o/y dependencia.
  
- Liberar las actividades económicas, en cafeterías, restaurantes, etc. Medidas de distanciamiento impuestas ahora son grotescas, a medida que decae la epidemia, y bloquean efectivamente una recuperación económica tan necesitada por el país.

- Devolver como imprescindible a los médicos en ambulatorios u hospital libertad de tratamientos, en particular para liberar prescripciones de cloroquina tras del triste folletín por el -sesgado si no inventado- estudio 'Lancet' y la brutal decisión de Sanidad agravando aún más el mortal decreto del 26 de Marzo.

- Derogar los decretos liberticidas del 26 de marzo y su extensión injustificada.

- Detener el 'plan Blanc' por completo, para que los cirujanos puedan reprogramar pacientes, tranquilizarles y finalmente tratarlos. Una evaluación específica del mismo deberá ser abordada, ya que ha sido por completo innecesario y extremadamente tóxico para los pacientes así como a sus equipos quirúrgicos. Según Frédéric Bizard, 'el impacto por la crisis de Covid-19 en cirugía se ha estimado en una caída por entre 1,7 millones y 2 millones de procedimientos quirúrgicos, es decir descenso en volumen de un 25% ó 29% dependiendo de la fecha en que se haya derogado el plan Blanc. La evolución de las tasas se ha estimado acorde con los compromisos del gobierno en 2019 sobre cirugía para los años 2020 a 2022. El impacto económico general es entre 4.200 y 5.000 millones de euros como reducción en los gastos de cirugía para la Sanidad en 2020 '. [Nota 29]


Actividades médicas prohibidas por NADA: ¡'todo Covid, y nada más'...!Camas liberables (tanto privadas como públicas) han permanecido vacías, y la sobrecarga en cuidados intensivos nunca se alivió por esta privación general de actividad; las redes sanitarias regionales, nuevamente, se negaron a transferir los pacientes hacia camas privadas (excepto en algunos contados establecimientos), prefiriendo jugar al zafarrancho de combate con helicóptero u otras transferencias por altas velocidades nacionales o al extranjero. Y en lo público, la misma canción, ningún paciente más que de Covid-19 excepto en emergencias extremas. Los internos se aburrieron mucho, durante dos meses, y cuentan con gran pesar la pérdida de oportunidades para sus pacientes 'habituales'.

En cuanto al 'Ségur' [Nota 30], es cierto que si esperásemos algo sería imperativo que tuviere lugar con un equipo nuevo bajo liderazgo de otro ministro no responsable por recientes errores antes y durante la crisis sanitaria, especialmente tras de la sorprendente posición adoptada por el Ministerio de Sanidad prohibiendo la cloroquina en base a un artículo que no pudo haber leído, y por el cual se nos convierte en el hazmerreír del mundo entero.

Una película muy curiosa, por toda esta gestión para el Covid-19, que ningún guionista se habría podido a trever a escribir. ¡Como increíble!"



11 comentarios:

  1. Nota 1: Jean-François Delfraissy, presidente del Consejo científico, anunció que "la tasa de inmunidad de la población francesa contra el coronavirus es menor a lo esperado".

    Nota 2: Simon Cauchemez, desde 'Le Monde', confirma: "en cualquier caso, estaremos muy lejos del 70% que necesitaríamos para salir del encierro sin problemas"

    Nota 3: Toda esta propaganda del terror se basa en simulaciones matemáticas, incluyendo "el estudio del Pasteur, que utilizaba uno de los mejores modelos existentes actualmente"; este modelo predijo 70.000 muertes en Suecia si se negaban a confinar. Pero allí no restringieron las libertades y se contó al 30 de mayo con sólo 4.266 muertos, ¡lo cual es hasta unas 14 VECES MENOS que lo anunciado!

    Nota 4: Váyase a configuración (en Confidencialidad, más luego Salud, con un corazón rojo) y allí -si está instalado- desinstale verificándolo regularmente; a menos que se desee tal aplicación... lo que ha de ser elección consciente y no ninguna inoculación de tapadillo.

    Nota 5: La llamada "segunda ola" de la gripe española fue, de hecho, un aumento en las infecciones bacterianas favorecidas por la desnutrición y el agotamiento de la población después de la epidemia griposa; mas dicha complicación ya no puede reaparecer desde la llegada de los antibióticos (a menos que nos negáramos a dárselos a los pacientes, como sucedió con la orden del 'Rivotril y nada más' que se impuso al comienzo de la epidemia por Covid... pero los franceses habrán despertado).

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  2. Nota 8: La última vez que tal técnica se usó en Francia, el siglo XVIII, causó la muerte al 50% de la población para Marsella sin evitar una propagación de la epidemia hasta Provenza (con 70.000 muertes adicionales) e Italia.

    Nota 9: Análisis del punto de ruptura para las tendencias = no hubo diferencias en la tasa de propagación del virus entre períodos anterior al encierro y posterior a su obligatoriedad. El confinamiento no desaceleró la epidemia, digan lo que quieran tantas historietas por televisión. Aquí, sólo, prevalecen las cifras objetivas comprobables.

    Nota 10: Ver artículo de Thomas Meunier "Full lockdown policies in Western Europe countries have no evident impacts on the COVID-19 epidemic" doi.org/10.1101/2020.04.24.20078717doi: medRxi

    Nota 11: El modelo de Ferguson predecía 2,2 millones de muertes en los EE.UU. más 510.000 para tanto Gran Bretaña como Francia y 70.000 a Suecia si no se confinaba brutalmente. Sin embargo en Suecia lo rechazaron después de verificarlo y haber encontrado con razón su falsedad, tras de lo cual hasta la fecha sólo han lamentado 4.125 muertes por Covid-19 con sus vidas normales, incluso en las escuelas.

    Nota 12: Informe de situación de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) - 130 Datos recibidos por la OMS de las autoridades nacionales antes de las 10:00 CEST, 29 de mayo de 2020

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  3. Nota 21: Petterson, Steve et al. “Projected Deaths of Despair During the Coronavirus Recession,”, Well Being Trust. 8 de mayo de 2020. WellBeingTrust.org

    Nota 22: presentada como una técnica para 'extinción' de la enfermedad en la simulación del informe 9 del Imperial College

    Nota 25: Porque se trata de unos delincuentes con reincidencia; las simulaciones previas de Ferguson sobre el SIDA, la gripe H1N1, la enfermedad de las vacas locas y el ébola fueron igualmente falsas, exagerando considerablemente los riesgos cada ve.z

    Nota 27: "Evaluación el 20 de abril de 2020 del impacto económico por la pandemia de COVID-19 y las medidas para confinamiento en Francia"

    Nota 29: Y cuántas otras profesiones impactaron: “las actividades quirúrgicas generan actividad aguas arriba del gesto operatorio para otros sectores (secretarías médicas, análisis biológicos, prótesis, máscaras, productos de higiene, actividades de investigación...) así como aguas abajo (enfermeras, auxiliares de enfermería, fisioterapeutas en general, atención de seguimiento, ambulancias, taxis, laboratorios de patología...)"

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  4. ¿FUÉ UN ERROR EL CONFINAMIENTO?

    Sin duda, aún es prematuro hacer un balance de la pandemia de Covid-19, pero nada nos impide hacernos algunas preguntas fundamentales que nos permitan juzgar la efectividad de los gobiernos, compararlos y prepararnos para otra posible 2ª oleada este otoño, en Europa y EE.UU. Dejemos de lado, de momento, a países africanos y latinoamericanos para los que disponemos de poca información fiable. Si echamos un vistazo al mundo desarrollado, donde la pandemia parece haberse estabilizado o incluso estar desapareciendo, nos sorprenden las espectaculares diferencias en el número de muertes: algunos centenares en Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Vietnam frente a varias decenas de miles en Italia, España, Francia, Gran Bretaña o Estados Unidos mientras entre un término medio se hallan Alemania y Turquía.
    ¿Cómo explicar estas diferencias entre sociedades que comparten la misma forma de vida, están urbanizadas, y disponen de instalaciones sanitarias comparables? La respuesta es evidente: las estrategias políticas han supuesto una diferencia. Cuanto antes han comprendido los gobiernos la gravedad de la pandemia, mejor la han controlado, de modo que hay una especie de relación inversa entre arrogancia y mortalidad. Donde la negación alcanzó su máximo, con Donald Trump, por ejemplo, las consecuencias fueron más dramáticas. Donde prevaleció la modestia, desde Nueva Zelanda hasta Alemania, pasando por Eslovaquia y Taiwán, la infección y la mortalidad se han contenido mejor. ¿Nos atreveremos a escribir que el Gobierno francés por arrogancia, y los Gobiernos español e italiano por arrogancia e ineficacia, dejaron pasar unos días preciosos antes de actuar? Los historiadores y analistas podrán elegir entre citar a Trump, que negaba la enfermedad, a todos los que la identificaron con una gripe estacional o a aquellos que creían que estaba claro que lo que estaba sucediendo en China y Corea del Sur no iba a llegar a Occidente. A las personas omniscientes que gobiernan en Europa y Estados Unidos no se les ha ocurrido que podemos aprender algo de estos «pequeños» países asiáticos.

    A la arrogancia le sucedió el pánico: en marzo, 2 meses después de su inicio, tan pronto como la pandemia fue evidente, los gobiernos occidentales cometieron errores en serie. Lo primero fue confiar exclusivamente en el asesoramiento de médicos epidemiólogos, que impusieron la técnica más antigua, pero también brutal, para limitar el número de víctimas y evitar que se desbordaran los servicios hospitalarios. Así es como se adoptó el confinamiento general en Europa occidental y EE.UU. En aquel momento nadie se planteó detenidamente las consecuencias indirectas de este encierro, como otras enfermedades no tratadas o los traumas psicológicos, humanitarios y económicos a corto y largo plazo. Sin embargo, ahora resulta que los países con menor número de víctimas son aquellos que no han impuesto el encierro generalizado, como Corea del Sur, a menudo citada, pero también Turquía, donde solo se confinó a los mayores de 65 años y niños. Hay que tener, además, en cuenta la posibilidad de que tal confinamiento general agravase la pandemia al obligar a las familias a vivir juntas; de modo que una persona enferma podía contagiar a todos los que la rodeaban, e incluso sus vecinos y hasta todo su edificio. El confinamiento indiscriminado podría, pues, haber sido la causa para muchos focos de contagio y muertes.

    ... [continuará]

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    1. ... ... ... [Es continuación]

      ¿Cuáles podrían haber sido y serían otras alternativas al confinamiento general? Utilizar mascarillas, rastrear los casos y aislar exclusivamente a enfermos. Es lo que se ha hecho en Corea del Sur, pero no aquí. Si hubiera que comparar las estrategias políticas en términos muy simples y sin medias tintas, debería resumirse con 'alguna mascarilla salvará más vidas que un confinamiento. E identificar a los enfermos y aislarlos también salva más...' Esto, evidente ya en junio, no se les ocurrió desde marzo a la mayoría de los líderes europeos, pues a su arrogancia se unían incompetencias, e incluso mentiras. A este respecto, nuestro país es ejemplar: al imponer un confinamiento en marzo, el Gobierno explicó que los rastreos y las mascarillas eran inútiles e incluso contraproducentes, porque los ciudadanos no habrían sabido llevarlas... ¿Realmente, hay que ser licenciado universitario para lograr aprender a ponerse una mascarilla? La verdad, que descubrimos ahora, es que nuestro mando no tenía existencias ni capacidades para su producción, ni técnicas de rastreo nacional, y el Gobierno se negó a usar un software estadounidense o coreano. Ante la ocasión se inventó el nuevo concepto de «soberanía digital». Sin temor a contradecirse y contando con la amnesia de los ciudadanos, nuestro país ahora está saliendo del encierro imponiendo rastreo y mascarillas.

      Se me reprochará el ser más fácil dar lecciones después de la crisis y no antes, pero tampoco podría eludirse debatir sobre la naturaleza de algunos gobiernos: el «machismo» de Trump mata, el rigor científico de Angela Merkel salva. Esto es innegable. Ya es hora de sacar conclusiones y echar cuentas para encontrar a los culpables, no guillotinándolos pero sí al menos obligando al hacer autocrítica y prepararse ante la próxima pandemia, por Covid-19 o con lo que sea. Obviamente, tal evaluación tendrán que llevarla mejor a cabo grupos independientes, no los politizados aunque multidisciplinares; y mejor inmediatamente que sólo en un futuro indefinido.

      Guy Sorman (ABC, 15.06.2020)

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  5. ESPAÑA, 'LA PEOR GESTIÓN' DEL COVID-19...

    [Pueden leerse todos los Datos detallados desde www.economist.com/leaders/2020/06/18/britain-has-the-wrong-government-for-the-covid-crisis ]

    'The Economist’ certifica el desastre de Sánchez: junto con Bélgica, Italia y Reino Unido, el manejo sobre la pandemia por parte del PSOE y Podemos ha sido el peor en la OCDE. Por el contrario, la mejor nota es de Alemania, Australia, Austria, Dinamarca, Islandia, Israel, Nueva Zelanda y Noruega, que destacan con su buen manejo en la emergencia sanitaria.

    El informe final (de un estudio por de la unidad para inteligencia del semanario británico) tumba una teoría del que España ha sufrido más por factores como envejecimiento de la población o su mayor conectividad con el resto del mundo; puesto que sus factores del riesgo de partida para nuestro caso eran similares, si no menores, a los de Austria, Noruega, Portugal, Francia o Suecia.

    'The Economist' destaca cómo el denominador común de los países que mejor lo hicieron fue reaccionar con rapidez y un plan de acción claro. NO todos estos países han aprobado medidas de CONFINAMIENTO ESTRICTO, pero en cambio lo realmente decisivo fue que SÍ hubo unanimidad en todos ellos a la hora de desplegar estrategias ambiciosas orientadas a hacer PRUEBAS MASIVAS a la población y a desarrollar protocolos de RASTREOS DEL CONTAGIO.

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    1. EL "CERROJAZO" (SOCIO-ECONÓMICO)... NO "SALVA VIDAS" NI "SALVA SU ECONOMÍA"

      Desde que estalló la crisis del coronavirus, en ciertos círculos intelectuales se ha popularizado un relato según el cual es preciso elegir entre "salvar vidas" o "salvar la economía". Pretender separar una cosa de la otra resulta curioso, puesto que existe una larga y rica tradición de investigación que desmonta esa supuesta tensión.

      Esta línea de trabajo, coronada en 2015 con la concesión del premio Nobel de Economía a Angus Deaton, ha demostrado de forma continuada que existe una relación positiva entre el desarrollo económico y los avances en materia de salud. El enriquecimiento de la sociedad se traslada a mejoras sociales que redundan en unas mejores condiciones sanitarias.

      Sin embargo, a la hora del defender las políticas de "Confinamiento generalizado y estricto" que han adoptado gobiernos como el español, no faltan quienes justifican la necesidad de sacrificar la economía para preservar nuestra salud.

      Este planteamiento choca también con la evidencia disponible, que por un lado desmonta la necesidad de acudir a restricciones tan hondas y, sobre todo, muestra cómo hay un camino alternativo al español que permite "salvar las vidas" al tiempo que se "salva la economía".

      Sin duda, no se trata de un debate sencillo, puesto que los límites de lo políticamente correcto han quedado marcados por la insistencia del gobierno español en que "solo un Estado de Alarma drástico y prolongado puede contener la propagación de la Covid-19".

      No obstante, las comparativas regionales e internacionales [+] muestran cómo el apostar por un aislamiento "blando" puede arrojar buenos resultados sanitarios si es ejecutado en forma inteligente.

      De hecho, si cruzamos el grado de rigurosidad de las medidas de aislamiento adoptadas en la OCDE con el número de fallecidos por habitante, encontramos que no existe la pretendida correlación entre cualquier "Cerrojazo socioeconómico" y frenos a la propagación de la pandemia (como demuestra un índice comparativo de los confinamientos difundido por la Oxford University).

      La clave, pues, es muy otra [**]: medidas de prevención, mantenimiento del aislamiento social, parón selectivo de ciertas actividades, uso masivo de mascarillas, aplicación generalizada de test, estrategias de rastreo de contactos, etc.

      En la misma línea, el economista Luis Huete ha plasmado la relación entre ambas dos variables del falso dilema, la caída del PIB esperada por Eurostat y las muertes por millón de habitantes provocadas con el coronavirus: dicho ejercicio demuestra cómo España se sitúa en el peor de los escenarios posibles: la estrategia de PSOE y Podemos "no salva vidas ni tampoco la economía".

      Estamos lejos del equilibrio óptimo en el cual aparecen aquellas naciones donde sí que "salvan vidas y la economía". Entre dicho grupo aparecen 8 países: Polonia, Japón, Austria, Dinamarca, Malta, Eslovaquia, Alemania y Portugal. Su planteamiento ante la Covid-19 ha sido capaz de minimizar fallecimientos y, al mismo tiempo, contener el impacto sobre las economías.

      Cerca de ellos se colocan Lituania, Chipre y Luxemburgo. A cierta distancia, también aparecen Estados Unidos, Holanda, Suecia o Irlanda. Son países con peores indicadores sanitarios y económicos, pero que se alejan del peor de los casos posibles, que es precisamente en el que ha terminado España: "No salvar vidas y tampoco salvar la economía".

      Diego Schez. de la Cruz, 15-5-2020
      _________
      [+] ver todas las fuentes mencionadas en www.libremercado.com/2020-05-03/confinamiento-estricto-aislamiento-light-efectividad-coronavirus-1276656809/
      [**] https://www.libremercado.com/2020-05-15/coronavirus-desescalada-cerrojazo-socioeconomico-sanchez-ni-salva-vidas-ni-salva-la-economia-1276657665/

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  6. LOS REBROTES SORPRENDEN AL GOBIERNO SIN PLAN PARA CONFINAMIENTO SELECTIVO

    Estos primeros rebrotes de coronavirus en España han sorprendido al Gobierno sin un plan alternativo al estado de alarma para decretar confinamientos selectivos. Las comunidades autónomas y los principales partidos de la oposición han pedido al Ejecutivo que acometa las reformas necesarias que permitan limitar la movilidad en caso de focos graves.

    El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha anunciado este lunes que tres comarcas de Huesca retroceden a la fase dos del antiguo plan de 'desescalada' por sendos brotes de unos 25 contagios en total localizados en los municipios de Zaidín y Binéfar.

    Pero la fase dos no existe, porque el Gobierno regional de Aragón carece de las competencias para confinar selectivamente a estas tres comarcas. Illa ha admitido que el caso de Zaidín, cuyo foco se ha detectado en una empresa hortofrutícola, es el que más preocupa a las autoridades sanitarias.

    El Ejecutivo aragonés ha publicado un decreto en el que adopta las medidas en el ámbito de sus competencias, como la limitación de aforos. La consejera de Salud, Sira Repollés, ha recomendado a los vecinos de estas comarcas no desplazarse salvo por causas justificadas. Pero el Gobierno autonómico, tras consultarlo con su asesoría jurídica, se ha visto obligado a reconocer en el decreto que no tiene la capacidad de prohibir la circulación.

    "Se ha optado por aconsejar a los ciudadanos, en desarrollo de sus deberes generales de precaución y colaboración, que limiten sus desplazamientos desde o hacia las comarcas afectadas a supuestos justificados por circunstancias acreditables", dice el decreto.

    "En cualquier caso, en virtud del principio de colaboración y atendiendo a las competencias del Estado, de resultar precisas medidas adicionales sobre limitación de la libertad de circulación, en función de la evolución epidemiológica, la autoridad sanitaria aragonesa lo trasladaría a la administración general del Estado", añade.

    Los problemas que ha encontrado Aragón son una inquietud común para todas las regiones. Todas ellas han reclamado a Sanidad una solución que desvincule las restricciones de movilidad del estado de alarma. La mayoría ha pedido a Illa y al presidente Pedro Sánchez una fórmula legal que permita restringir la movilidad donde haya focos sin utilizar cada vez el estado de alarma, que España abandonó el pasado domingo después de casi 100 días.

    "Estos casos de Huesca son relativamente pequeños y están controlados, pero si ocurren rebrotes como los que se están viendo en Alemania o Pekín y con las fronteras abiertas o decretamos otra vez el estado de alarma o tenemos un problema", admiten fuentes de un Gobierno autonómico, en manos del PP, a Vozpópuli.

    Una de las principales críticas de las comunidades y de partidos como el PP y Ciudadanos es la unión indisoluble que Sánchez ha hecho de la restricción de movilidad y el estado de alarma. El Gobierno asegura que respondió con ese instrumento ante una emergencia sanitaria sin precedentes. Y que el estado de alarma ha salvado vidas.

    El compromiso del Ejecutivo es buscar una alternativa legal que contemple el confinamiento y las medidas más duras que se han conocido durante la pandemia, pero sin usar este artículo de la Constitución tan contundente. La aprobación de un plan B viable fue uno de los acuerdos suscritos entre el Gobierno y Ciudadanos para atar el apoyo de la formación naranja a la prórroga del estado de alarma.

    La vicepresidenta Carmen Calvo anunció hace unas semanas que el Gobierno enviaría las reformas legislativas al Parlamento de forma urgente. Pero nada se sabe todavía de su contenido ni el momento elegido para enviarlas. Fuentes de la vicepresidencia consultadas por este diario no han podido precisar cuando estarán listas las reformas y cuando se enviarán al Congreso.

    Jorge Sáinz (en 'Vozpopuli', hoy)

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    1. "Deberíamos evitar los confinamientos masivos en el futuro como respuesta única"

      (María Van Kerkhove, epidemióloga homóloga de Fernando Simón a nivel mundial para la OMS, ayer en una entrevista)

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  7. LA NUEVA CONFUSIÓN   

    El confinamiento ha sido como un regreso a la infancia. El autoritarismo de los papá (o, si prefieren, mamá) gobiernos ha variado según qué país. El autoritarismo del Gobierno español, por ejemplo, ha sido de los más severos, aunque no tanto como el del sudafricano, que además de obligar a todo el mundo a quedarse en casa prohibió el consumo de tabaco y alcohol...  

    El grado de sumisión de los ciudadanos también ha variado de país a país. Aquí en España la gente ha sido admirablemente dócil. Quizá tenga que ver con el entusiasmo de la policía; quizá con lo que italianos, franceses e ingleses que viven en España llaman la tendencia ovejuna de los españoles. “Sono pecore”, “ce sont des moutons”, “they are sheep”, me dicen. No “inmunidad de rebaño” sino “mentalidad de rebaño”. Me parece cruel. Quizá sea sencillamente que los españoles quieren más a sus abuelos que los ciudadanos de otros países. En cualquier caso, cuestionar la obediencia a la autoridad ha sido tan mal visto en España en tiempos de virus que a veces al que se atreve a hacerlo (conozco casos) se lo tilda de “nazi”.  

    Hoy en EE.UU. sigue el caos; en Sudáfrica siguen encerrados pero ya pueden beber alcohol (el mercado negro de tabaco aún vive un boom); pero aquí en Europa ya andamos casi todos desconfinados, lo cual nos presenta un reto que muchos pensábamos haber superado: dar el salto de la niñez a la vida adulta, vivir libres de las reglas de los padres, asumir la responsabilidad propia por lo que hacemos. Difícil. La nueva normalidad da vértigo. O, como mínimo, genera confusión.  

    Por ejemplo, no creo que yo sea el único que no sepa cómo saludar a la gente. Antes a una mujer le daba dos besos; a un hombre, la mano. Ahora, si se trata de gente que acabo de conocer, respondo como cuando vivía en Londres. Miro al suelo, al mejor estilo inglés; me avergüenzo, tartamudeo un “hello” o un “Pleased to meet you” y espero que la oferta de una bebida acabe lo antes posible con el bochorno. El problema viene cuando me toca saludar a alguien que sí conozco bien pero no he visto en tres meses. Si fuera por mí, besos, manos, abrazos como toda la vida. Pero sé que ahora a algunos les parecerá una barbaridad.  

    Un caso concreto. Hace unos días fui a comer con varios viejos amigos, entre ellos tres médicos, dos mujeres y un hombre: valientes que no solo ocuparon las trincheras durante una guerra que la gran mayoría apenas conoció, sino que tenían un conocimiento del virus bastante superior al mío, se supone. Bueno, el médico varón me dio un efusivo abrazo; una de las mujeres me dió dos besos, como si nada; la otra me dio una sonrisa medio incómoda y un gesto medio irónico en plan “apártate, Satanás”.  

    Luego, la playa. Fui tres veces esta semana. La distancia entre las toallas con las que cada grupo marcaba sus territorios dependía solo, y como siempre, de la relación espacio/gente. Un día, el lunes, tres metros; otro, el domingo, uno. Mascarillas, ninguna. Todos iban con las caras incluso más desnudas que los cuerpos. A mí me pareció bien, pero me quedé con la duda de qué dirían papá o mamá gobierno. Como no había ningún policía a la vista, nadie me lo aclaró. 
     
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . [continuará]

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    1. [es continuación]...   

      Hablando de policías, sospecho que andan confundidos también. Un amigo que vive en las afueras de Barcelona me contó que unos vecinos ruidosos le despertaron a las cuatro de la mañana del miércoles. Miró por la ventana y vio que había una fiesta al otro lado de su calle con, según él, “cientos” de invitados. ¿En qué pensaban? ¿No sabían que corrían el riesgo de despertar a la coronabestia? Mi amigo llamó a la policía. Una semana antes habrían venido corriendo a meter a todos los juerguistas en prisión preventiva. En esta ocasión la respuesta fue: “Lo sentimos, no podemos hacer nada”.   

      “¿Cómoooo?”, respondió mi amigo. Pues no. No había manera de que la policía se moviese. Mientras existía el estado de alarma, iban a playas vacías y detenían a la gente por bañarse en el mar. Obedecían órdenes como buenos perros pastores. Pero obedecer al sentido común: en este caso, les superaba.   

      Aunque dicho esto, y para salir un poco en defensa de los guardianes de la ley, nadie tiene muy claro en qué consiste el sentido común cuando no existe ninguna ortodoxia común sobre cómo combatir al virus. Los científicos, entre ellos premios Nobel, se siguen peleando. Hay quienes dicen que hasta la política del confinamiento ha sido un error. Otros siguen cuestionando el valor de las mascarillas. O al menos, respecto a cuándo usarlas. Camino por la calle en Barcelona y veo que la mitad de las personas las llevan, la otra mitad no. Yo nunca, pero en mi nueva condición de joven recién salido del nido, me asalta la duda y pienso: “¿Qué dirán?”. Me pregunto si los enmascarados me verán como un asesino, y en tal caso si quizá tengan razón, si el precio de mi libertad será la muerte de un anciano desconocido.   

      Menos mal que aún tenemos el refugio de los supermercados. Aquí es donde el reloj da marcha atrás a la época cada día más lejana del encierro forzado. Se acaba la responsabilidad personal, se imponen las reglas de la infancia perdida y recuperamos la tranquilidad de obedecer sin cuestionar. No solo las mascarillas son obligatorias, sino que los guantes de plástico también. Te lo ponen fácil: si no te portas bien, no comes. “¿Por qué los guantes, mamá?”. “Porque el virus sobrevive durante muchas horas en las superficies”. “¿Cómo lo sabes, mamá?”. “Porque lo sé”. “¿Y cuántas horas, exactamente, sobrevive en un plátano, o en una lata de sardinas?”. “Cállate y vete a la cama”.   

      Casi siento nostalgia por aquella niñez que volví a vivir durante el confinamiento. Recuerdo una conversación con unos universitarios cubanos en tiempos de Castro. Vivían una contradicción, me confesaron. Ansiaban la libertad, pero temían vivir en una democracia porque, por primera vez, tendrían que tomar decisiones propias. Les entiendo mejor hoy que entonces. La condición de oveja debería ser más apreciada.

         John Carlin, 'La Vanguardia', 28.6.20

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