miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cómo, por qué y cuál es aquí hoy el impacto de la crisis sobre Desigualdades en trabajos o paro

.

."...Formación es premisa necesaria para el progreso económico, mas no suficiente. Nuestra organización institucional debe tener configuración tal que le saque su máximo partido, incentivando producción de riqueza para poder así ampliar claramente las proporciones en puestos altamente cualificados y productivos, y elevar el bienestar colectivo aumentando los márgenes de la redistribución.

Un punto claramente relacionado con tal productividad es el bajo nivel formativo del empresariado. Los empleadores varones adultos (españoles de 30 a 54 años de edad) tienen una proporción de titulados universitarios del 20'6%, menos de una mitad que la de los asalariados públicos (45'1%) y también inferior a lo de sus propios empleados en el sector privado de la industria y los servicios (22,8%).


Como muestra de la evolución en ese colectivo, los empleadores que no alcanzaron estudios post-obligatorios eran un 55'1% hasta 2000, el 45'5% en 2007 y aun 41'5% para el último 2010. Aunque se ha producido una mejora, ésta sigue siendo menor que la experimentada por el conjunto de la población con esas edades. Entre los varones españoles adultos, para ser empresario sigue sin ser necesario tener estudios de alto nivel: 4 de cada 5 no son universitarios, y 2 de ellos no han ido más allá de la enseñanza obligatoria.


En lugar de que sean los conocimientos el motor de la empresa, se diría más bien que sucede lo contrario: cuando no se 'tienen estudios', hay que seguir supliendo la carencia de capital humano con capital físico y más esfuerzos. La jornada de los empleadores es mayor cuanto menor formación tienen. Según la EPA del primer trimestre de 2010, los empleadores trabajan efectivamente 52'7 horas semanales los de primaria, 50'2 con secundaria y 40'7 quienes tienen título universitario. Entre nuestros varones adultos, los asalariados han hecho una jornada efectiva media de 34'1 horas, sin diferencias apreciables por su nivel de estudios; las mujeres equivalentes trabajaron 30'6 horas y los varones asalariados del sector privado alrededor de 39 horas a la semana.


Así que, con esas jornadas, los padres prefieren que sus hijos sean funcionarios: según el barómetro 2311 del CIS, un 55% así lo recomendaría frente al 13% que les aconseja trabajar en una empresa privada (...)


Llegados al año 1985, las sucesivas crisis fueron acentuando diferencias en tasa de empleo entre los niveles educativos... La situación de los ocupados universitarios se ha estabilizado de forma notable y se parecía independizar con respecto a la marcha general de la economía, sin dejarse influir por las profundas variaciones del empleo total.


Pero la trayectoria de los de primaria fue bien diferente: tras perder 12 puntos porcentuales en la primera crisis de nueve años, recuperan 4 puntos en los cinco siguientes años. A continuación perdían 9 puntos en seis años y volvieron a recuperar solo 4 en el siguiente cuatrienio, para llegar al 2000 con una tasa del 83'9%; precisamente hasta lo mismo que durante 1985, en lo más profundo de la 'crisis del petróleo'.


Desde dicho año, la competencia de los inmigrantes les hizo aun perder 2 puntos hasta 2007, pese a ser entonces una fase con expansión del empleo sin precedentes. Y después, cuando llega esta crisis vuelven a perder 16 puntos en 2'5 años (...)


Mientras con aquella otra previa de 1976 a 1985 se pudo constatar que sucedía lo contrario, hoy, la dureza en esta crisis actual es mayor cuanto más jóvenes son los afectados (...) Como epítome del grado de contundencia con que la crisis ha impactado sobre el empleo de los varones con estudios primarios puede seguirse la trayectoria de las cohortes para los nacidos entre 1981 y 1985: en 2001, con 16 a 20 años, estaban ocupados el 53%; seis más tarde, para 2007, habían alcanzado el 77%, que era la mejor tasa para cualquier colectivo con esa edad desde 1978; en 2009, con 24 a 28 años descendieron al 50% ya, perdiendo sobradamente todo lo ganado en los ocho ejercicios anteriores y situándose hasta 30 puntos por debajo del 80% que habrían logrado de poder mantener aquella trayectoria hasta dos años antes llevada (...)


El problema para un futuro inmediato es que quienes han alcanzado como máximo ESO, con esta llegada de la crisis han caído casi 16 puntos, del 85'9% al 70'2%. Esto les coloca por debajo de la tasa de empleo que tenían los de primaria durante la expansión anterior (el 73'1%, tan solo tres años antes) y son un colectivo estable con más de 3 millones de varones. Se diría que van a ocupar la pésima situación laboral sufrida por los de primaria en esta actualidad.


Con tales antecedentes y previsiones, negar la necesidad o urgencia de una solución para esos colectivos en la configuración del mercado de trabajo equivale al condenarlos a una suerte de 'muerte civil' (laboral), como decía Miguel de Cervantes. Concederles títulos de formación profesional en función de su experiencia con el puesto de trabajo es una solución nominalista que no cambiará sustancialmente ninguna posición relativa dentro del mercado de trabajo (...)


El comportamiento convulso de nuestro mercado laboral multiplica las 'finalizaciones' que no tienen efecto sobre su mantenimiento en el puesto de trabajo, ya que se le renueva contrato al mismo trabajador sin soluciones de continuidad. Para captar esta rotación real es necesario medir situaciones del no-empleo y dinámicas en 'desocupaciones' (quien, habiéndolo hecho el año anterior, actualmente ya no trabaja pese a continuar en edades activas)... En España son destacadamente las mayores entre los países con un tamaño del mismo orden de magnitud.


Únicamente superados por aquellos pocos de Finlandia, los varones españoles tienen una desocupación trimestral (203%) doble que la media del resto de los países; y la de las mujeres es cerca del triple (¡282%!). Durante 2005, uno de los mejores años con expansión del empleo, hemos destacado como aquel país en el que máxima llegó a ser la proporción de los que solo recuperan el trabajo tras llegar al 4º trimestre consecutivo desde que dejaron de trabajar. Eso pone de relieve que, también durante las expansiones del empleo, en España es donde hubo mayor rotación y desocupaciones mientras el paro se redujo de forma apreciable (...)


Desde 2000 hasta 2004 fue creciendo la diferencia entre los extranjeros Ocupados -en la EPA- y las afiliaciones registradas a la Seguridad Social de los mismos extranjeros. La regularización de 2005 consigue una importante disminución inicial de esa diferencia en términos absolutos y relativos. Pero a partir de 2006 se estabilizan las proporciones de los extranjeros laboralmente irregulares, con una media del 29% hasta el primer trimestre de 2010. Si, pese a variaciones, englobamos el periodo de los 6 años que van de 2004 as 2009, se computa una media de 715.000 extranjeros 'irregulares' respecto de la Seguridad Social: en 2009 fueron 726.000.


Esta presencia de forma continuada de un contingente tan copioso de trabajadores fuera del sistema fiscal español ha supuesto una verdadera 'reforma laboral' encubierta por el margen de ocupaciones con menor nivel de nuestro sistema productivo, que muy probablemente no encontrarían demanda solvente si se cumpliere con las obligaciones institucionales vigentes. Por ello, se puede interpretar que dicho tiempo de irregularidades ha venido siendo una especie de coste por la regularización que los nuevos inmigrantes han tenido que 'pagar' a medida que iban llegando al país (...)


Quizá pudiera ser momento de observar el papel que ha venido cumpliendo en el mercado de trabajo español la masiva importación de desigualdad que ha supuesto la inmigración. So capa de la solidaridad con los extranjeros, se ha utilizado colectivamente la llegada masiva de inmigrantes 'económicos' para llevar a cabo una cierta o sui generis 'reforma laboral parcial y encubierta' de hecho, que no de derecho.


Durante los años con expansión, los varones tenían la mitad de desocupación que las mujeres, con un ritmo de recuperación del empleo algo más rápido y completo... La llegada de la crisis ha igualado en gran medida la situación de ambos sexos, ya que los varones vieron empeorar todos los componentes aludidos, mientras que las mujeres mantenían igualación casi exacta con la dinámica masculina.


El crecimiento del empleo público durante la última década vino acompañado de incremento en la temporalidad para los contratos (tal tendencia posibilita una gran arbitrariedad en las contrataciones y renovación de sus contratos, ya que no parece acorde con la 'prioridad del mérito y la capacidad en el acceso' ni tampoco con ninguna 'consolidación del trabajo' entre las Administraciones Públicas)...hasta el extremo de coincidir con el sector privado cuando la crisis ha provocado el descenso de esta última (...)


Sería, por fin, recomendable una sola forma del contrato laboral, de duración indeterminada siempre, con progresión tan continua en las cuantías por año trabajado de la indemnización al despido que suprimiese la funcionalidad económica de los constantes vencimientos y, con ella, las finalizaciones de la relación laboral sin otra causa que las actuales ventajas (directas o indirectas) asociadas al final del plazo de contrato."

.

(ved: "El impacto de la crisis sobre la desigualdad en el trabajo", Luis Garrido Medina, entre las Conferencias en el CaixaForum)

.

2 comentarios:

  1. Ya sé que lo sabeis pero conviene desmenuzar lo que significa ese buen gráfico del titular =

    Ricos más ricos y pobres más pobres. La desigualdad entre los ingresos de los españoles se disparó el año pasado hasta el nivel más alto recogido en la serie de la estadística europea, que arranca en 1995. La brecha económica no ha parado de crecer desde que comenzó el declive económico, aunque el salto más abrupto se dio en 2010.

    El paro, la bajada de los sueldos y el fin de algunas prestaciones han dado cuerpo a eso conocido como la factura desigual de la crisis. En 2009, último que permite comparar entre los países de la Europa de los Veintisiete, solo Letonia, Lituania y Rumanía superaban a España en disparidad de rentas...

    Eurostat, la oficina estadística europea, recoge dos indicadores de desigualdad, el ratio s80/20 y el coeficiente Gini. Ambos, recientemente actualizados, arrojan malas noticias: el s80/20, que compara los ingresos del 20% de la población con mayores ingresos con el 20% de menores, se disparó en España del 6,0 al 6,9, el mayor tirón desde 1995. El cálculo imputa desde 2007 el efecto de la posesión de vivienda y otros beneficios sociales.

    Como cada país actualiza la información en un momento diferente, el dato de 2010 solo permite la comparación -odiosa- con algunos países, como Alemania, cuyo ratio se recuperó y se situó en el 4,5% (después de haber crecido hasta el 4,9 en 2008). Pero en 2009 España se situó como el cuarto país con más desigualdad interna (ver cuadro)...

    Uno de cada tres parados de la zona euro es español. A lo largo de 2009 se evaporaron más de un millón de puestos de trabajo y el paro sigue dando latigazos: la última encuesta de población activa (EPA) reveló el viernes pasado que España ya roza los cinco millones de parados y que 1,4 millones de hogares tiene a todos sus miembros en edad de trabajar parados.

    La duración de la crisis empieza a agotar los colchones de ahorro de las familias y la necesidad llama a la puerta de casas en las que no había estado nunca. El balance de actividad de una organización como Cáritas suele dar alguna pista de este empobrecimiento de la clase media: el 30% de las solicitudes de ayuda del año pasado provenían de personas que lo hacían por primera vez y el peso de los inmigrantes en el total de los atendidos por la organización, frente a los españoles, ha bajado del 60% al 50%, cuando se ha tratado hasta ahora del colectivo más castigado por el paro...

    Es algo que también muestran datos del coeficiente de Gini, en el que el 0 supone igualdad perfecta y 100 desigualdad absoluta. La brecha en España, en su nivel más alto desde 1995 (33,9), está por encima de economías menos potentes como Malta o Hungría. Pero las comparaciones siempre resultan más incómodas cuando se hacen con los vecinos. Alemania está en el 29,2, mientras que Francia e Italia, con datos de 2009, quedan en el 29,8 y 31,5, respectivamente.

    No hay relación directa entre riqueza e igualdad de la misma forma que el llamado milagro económico español, sujeto al tirón inmobiliario y que recibió el fenómeno del mileurismo, no brindó un salto de calado en la brecha económica de entonces...

    El riesgo de exclusión ha alcanzado este año, también, el máximo de la serie histórica: el 21,8% se encuentra bajo el umbral de la pobreza. La desigualdad, además, perjudica la recuperación, ya que el consumo significa buena parte del PIB español y, como recuerda Xavier Segura, "uno, por ser más rico, no come dos veces".

    Amanda Mars (EL PAIS, 30.10.11)

    ResponderEliminar
  2. Hasta 12.000.000 de españoles (ó un 25,1% de nuestra sociedad) subsiste hoy bajo mínimos, o sea, sobreviven con un máximo de 500 euros al mes... y la Red Europea de Lucha contra la Pobreza alerta de cómo "el año 2012 se avecina tremendo" y corremos serios riesgos de llegar a "entrar en una espiral"...

    Unos diez millones de personas (es decir el 22,7 % de la población) viven en España en situaciones de 'pobreza relativa', con unos 500 euros al mes, y además otros dos millones en 'pobreza severa', con solo ingresos de unos 300 euros al mes.

    Según ha explicado en Toledo el presidente de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España (EAPN-ES), Carlos Susías, según el baremo de la Unión Europea, EUROSTAT considera POBREZA 'relativa' cuando los ingresos están por debajo del 60% de las retribuciones medias del país y del 25 % en el caso de la 'severa'...

    ResponderEliminar