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Hace muy poco tiempo que todavía citábamos con frecuencia el pesimista juicio de D. Antonio Machado tenido por demasiado actual pese a los 75 años transcurridos desde que lo formuló: “De 10 cabezas, en España, 9 embisten y una piensa”. Pero ya es más que dudoso ese 10% despierto; y menos creible tanta ‘bravura’.
Los ‘reality shows’ del truculento ‘aquí-hay-tomate’ único sobre letanías al uso, con tantos catones dogmáticos para ‘liberalismos’ u otros que se suponen ‘muy sociales’ (mas apenas concretados, material mente, por lo que hace a partidistas ‘dimes y diretes’ en sus competencias PPSOERCIUPYD… y etc.), o sea, poco más allá que los trajecitos de ‘la Miró’ y Camps, las piscinas de ‘Pedro Jota’ y Saiz, más cualquier fichaje aquí o allí de los Pérez, Laporta y Lopera… Esto es lo más noticioso que a diario parece haber.
Alguien, maestro de más breves letras, sintetizó todo ello mejor: ¡Joder!
Y recordamos al Viejo Profe. rebelde Victoriano Crémer, aún verdadera e insobornable memoria histórica del que no habla por boca de ganso ni sobre lo que solo corroborarán los ya muertos... Brindemos por quien hace menos de un mes -siguiendo con su briosa y unamuniana columna leonesa, ‘Crémer contra Crémer’- acicateábanos desde la siempre poética, necesaria y cívica energía [‘Los intelectuales de hoy son unos momias…’]:
“Tengo casi 103 años y con la poesía seguiré (…) el procedimiento de expresión que mejor responde a mis necesidades: en dictadura escribí poemas verdaderamente subversivos, unos textos del diablo. Había que hacerlo. Pero estoy convencido de que en la sociedad española, salvo excepciones (...) vivimos un tiempo de analfabetos. Somos un país rico, negociador y... olvidadizo. La prueba está en que muchos de los que llevan riendas económicas y políticas son los mismos que andaban en órbita del franquismo.
(...) Será la mala costumbre. Hemos aceptado la imposición de los partidos únicos. Eso corrompe la democracia. ¿Dónde están los intelectuales? ¿La gente crítica de la Cultura? Pues casi todos convertidos en momias. Estamos como en la dictadura, donde sólo había intelectuales de salón. Hay mucho demócrata de vía estrecha. Y como no puedo ejercer de ciudadano libre ejerzo por libre de ciudadano.
(...) ahora toca sufrir la avalancha de los pseudodemócratas. Han hecho de la democracia y de la Justicia un cuento, una burlería. Todo es una mierda. Ni esto es democracia real, ni la Justicia es lo que debiera ser, ni existe el socialismo. Aquí ya no hay conciencia de nada.
- ¿Decepcionado? - Nooo. Convencido… de que vivimos una gran mentira. La fatalidad de la vida española es que cada cambio nos hace perder algo más de pie. El panorama está tomado por los mercaderes y ladrones. Tenemos un presente cimentado en dos pilares: la derecha cierta de Rajoy y la engañosa de Zapatero.
(...) A mí lo que me apetece ahora es inventar un periódico, algo distinto y peculiar, aunque dure un mes. Aquí sólo se apoya el catecismo, aquello que no invita a sacar los pies del tiesto. Y me asusta ver a los jóvenes de hoy, a los estudiantes. ¿Dónde están? Tienen que recuperar la conciencia de la sociedad, denunciar lo que está mal. Pero no, son más reaccionarios que nunca, no protestan. Es hora de una revolución...”
Gracias, maestro: ¡¡Bravo!!!
Hace muy poco tiempo que todavía citábamos con frecuencia el pesimista juicio de D. Antonio Machado tenido por demasiado actual pese a los 75 años transcurridos desde que lo formuló: “De 10 cabezas, en España, 9 embisten y una piensa”. Pero ya es más que dudoso ese 10% despierto; y menos creible tanta ‘bravura’.
Los ‘reality shows’ del truculento ‘aquí-hay-tomate’ único sobre letanías al uso, con tantos catones dogmáticos para ‘liberalismos’ u otros que se suponen ‘muy sociales’ (mas apenas concretados, material mente, por lo que hace a partidistas ‘dimes y diretes’ en sus competencias PPSOERCIUPYD… y etc.), o sea, poco más allá que los trajecitos de ‘la Miró’ y Camps, las piscinas de ‘Pedro Jota’ y Saiz, más cualquier fichaje aquí o allí de los Pérez, Laporta y Lopera… Esto es lo más noticioso que a diario parece haber.
Alguien, maestro de más breves letras, sintetizó todo ello mejor: ¡Joder!
Y recordamos al Viejo Profe. rebelde Victoriano Crémer, aún verdadera e insobornable memoria histórica del que no habla por boca de ganso ni sobre lo que solo corroborarán los ya muertos... Brindemos por quien hace menos de un mes -siguiendo con su briosa y unamuniana columna leonesa, ‘Crémer contra Crémer’- acicateábanos desde la siempre poética, necesaria y cívica energía [‘Los intelectuales de hoy son unos momias…’]:
“Tengo casi 103 años y con la poesía seguiré (…) el procedimiento de expresión que mejor responde a mis necesidades: en dictadura escribí poemas verdaderamente subversivos, unos textos del diablo. Había que hacerlo. Pero estoy convencido de que en la sociedad española, salvo excepciones (...) vivimos un tiempo de analfabetos. Somos un país rico, negociador y... olvidadizo. La prueba está en que muchos de los que llevan riendas económicas y políticas son los mismos que andaban en órbita del franquismo.
(...) Será la mala costumbre. Hemos aceptado la imposición de los partidos únicos. Eso corrompe la democracia. ¿Dónde están los intelectuales? ¿La gente crítica de la Cultura? Pues casi todos convertidos en momias. Estamos como en la dictadura, donde sólo había intelectuales de salón. Hay mucho demócrata de vía estrecha. Y como no puedo ejercer de ciudadano libre ejerzo por libre de ciudadano.
(...) ahora toca sufrir la avalancha de los pseudodemócratas. Han hecho de la democracia y de la Justicia un cuento, una burlería. Todo es una mierda. Ni esto es democracia real, ni la Justicia es lo que debiera ser, ni existe el socialismo. Aquí ya no hay conciencia de nada.
- ¿Decepcionado? - Nooo. Convencido… de que vivimos una gran mentira. La fatalidad de la vida española es que cada cambio nos hace perder algo más de pie. El panorama está tomado por los mercaderes y ladrones. Tenemos un presente cimentado en dos pilares: la derecha cierta de Rajoy y la engañosa de Zapatero.
(...) A mí lo que me apetece ahora es inventar un periódico, algo distinto y peculiar, aunque dure un mes. Aquí sólo se apoya el catecismo, aquello que no invita a sacar los pies del tiesto. Y me asusta ver a los jóvenes de hoy, a los estudiantes. ¿Dónde están? Tienen que recuperar la conciencia de la sociedad, denunciar lo que está mal. Pero no, son más reaccionarios que nunca, no protestan. Es hora de una revolución...”
Gracias, maestro: ¡¡Bravo!!!
