sábado, 1 de diciembre de 2018

"... y Alicia... se tiró... por la ventana ..."


Ya conocíamos el caso paradigmático de Daniel Blake (2016), cuya vida terminaba estrellándose también una vez pillada en las trampas burrocráticas del vigente Sistema para posmodernas e inhumanas Beneficencias condicionadas tan solo sobre las personas aquí hoy necesitadas por algún precario trance sobrevenido entre toda su veterana existencia currando...
  ¡...aún cuando habría ya 'remedios' desde seis años atrás...!

"Sonó el timbre. Alicia sabía que era la Policía Municipal con un representante judicial. Iban a desahuciarla y se sintió enteramente dueña de su vida. Quizá pensó: No, ya no puedo más, éste acto de humillación no tengo que aguantarlo. Abrió ventana del salón y se tiró a la calle desde 5º piso. Una peluquera que vio el cuerpo se acercó a ella para levantarla, pensaba que se había mareado. Pero no. Estaba muerta. Se había suicidado. 
Se fue de este mundo sin ver la cara de los dos policías, tampoco la del funcionario judicial que le iba a explicar las razones por las que la echaban de la casa en la que vivió cuatro años. Alicia ya es parte de la estadística que cifra en más de 2.000 los suicidios al año en toda España.
Eran las once de la mañana y a esa hora la radio, ajena al suicidio de Alicia, se enrocaba y se desperezaba entre el Brexit, el papelón del presidente Sánchez, de viaje en Cuba mientras May se afanaba en Bruselas, y la mortecina campaña electoral en Andalucía. Las tertulias, previsibles todas ellas, podían intercambiarse de emisora. Decían lo mismo. ¡Dios, qué malos son los lunes para los tertulianos! Todo muy previsible, tanto que no hacía falta recordarnos que la vida seguía.
 
 Nuestra gentrificación va dejando reguero de víctimas...
 
Pero la vida siempre sigue, aunque uno de nosotros decida parar la suya y, por un segundo, al conocer esta última muerte, parezca un poco la nuestra. Quién no ha pensado alguna vez en el suicidio. No hace falta querer quitarse de en medio para pensar alguna vez en ese momento. Albert Camus dijo del suicidio que era el gran problema filosófico, que no había otro. A mí, desde luego, lo que me pareció es que era la única noticia nueva en Madrid, y la única que me hacía pensar.
No conviene especular sobre las razones que hicieron que Alicia se suicidara. Probablemente fueron un cúmulo de circunstancias, y la última de todas fuera que la echaban ante el impago del alquiler. Ante una situación así enseguida llegan las preguntas: ¿Vivía sola? ¿Nadie le podía ayudar? ¿Quién de su entorno sabía que no estaba pagando el alquiler y que la iban a echar? Y, sobre todo, cómo es posible que aún no exista una comunicación entre los Juzgados que ordenan desahucios y Servicios Sociales municipales. ¿Es tan difícil? Las preguntas, simples por lo demás, sólo hablan de la soledad, grave y destructora cuando llega sin llamar.
Se sabe que Alicia había ido al Ayuntamiento, que se interesó por las ayudas a la vivienda, pero que no cerró ninguna gestión. Tampoco sabemos si su paso por la oficina municipal dejó o no huella. Aunque no estaría de más que el Ayuntamiento de Carmena, tan implicado cuando llegó en parar desahucios y solucionar el problema de la vivienda, se tomara esto un poco más en serio. Esa fue una de sus grandes banderas nada más llegar a la alcaldía, aunque hoy sólo haya ojos para la Gran Vía y Madrid Central. Carmena, Ahora Madrid, Podemos… qué razón la de Tierno Galván cuando aseguraba que los programas políticos se hacen para no cumplirlos.
Las personas que tenían problemas con su hipoteca, las que tenían dificultades para pagar el alquiler, siguen ahí. No lo queremos saber, pero siguen sufriendo con la misma crudeza que en los peores años de la crisis. Son invisibles. Son carne para la propaganda en tiempos de elecciones. Los de SOS Desahucios lo saben, son los únicos que entienden este gran problema. Y saben esto mientras ven a la alcaldesa Manuela Carmena hacer propaganda de su nuevo proyecto político desde la cocina de su casa. Sí, señora alcaldesa, el lenguaje de los políticos es muy simple e infantil, tal y como decía el domingo en El País. ¿Y enseñar la cocina de su casa con un microondas viejo y unos muebles que recordaban los de la cocina de mi abuela, eso qué es? Pero, disculpe el lector, la digresión. No viene a cuento. O sí. No sé. 

Ahora nos paramos ante el suicidio de esta mujer ¿Por qué con ella y no con otros casos que han sucedido pero no encontraron espacio en los medios? Vete tú a saber. Quizá porque Alicia vivía en un barrio distinguido de Madrid. Porque no daba el perfil de una pobre marginada que vive en un piso más cerca de la chabola que de una vivienda. Quizá porque tendemos a creer que son los pobres de los barrios bajos los que se quitan la vida ante problemas que no pueden, no saben solucionar. Quizá porque son estos los que se cansan de vivir, y no las personas que viven en Chamberí. Serán pobres, pero no lo parecen. Y mientras tanto, la prensa, tan previsible e injusta, eleva a categoría de noticia esta última muerte. ¿Y las demás? Rematadamente pobres para un buen titular."
   
   
Fue el pasado 23 de mayo cuando Alicia acudió a las oficinas de Primera Atención del Consistorio para solicitar «apoyo económico» dado que era una desempleada de larga duración. Manifestó que aunque estaba de alta en el servicio de empleo no se veía beneficiada de ninguna prestación, según fuentes cercanas a la investigación.

La mujer explicó que alquiló el piso -según sus vecinos, hace 4 años- porque hubo un tiempo en que sí encontró trabajo, pero, según señaló, tras gastar los ahorros que tenía, sumaba ya 3 meses de impago del alquiler, concretamente a la empresa Apartamentos Galileo.
Tras comprobar el padrón, la funcionaria le comunicó que estaba de baja, que no estaba registrada ni en esa ni en otra dirección de la capital, a lo que la mujer respondió: «Pensaba que nada ni nadie te podía dar de baja en el padrón». También refirió que ella no se había dado de alta en el padrón como inquilina de su actual vivienda.

En el negociado municipal le indicaron llamar a servicio telefónico de Línea Madrid (para lograr empadronarse y luego poder así... solicitar una renta o pensión no contributiva), pero en los registros municipales no consta que volviera a acudir a pedir ayuda. 

Según recogió ayer EFE de fuentes municipales, la de mayo no fue la primera vez que acudió la mujer a los servicios sociales, ya que lo hizo en una anterior ocasión, en 2011, aunque se desconocen los detalles de aquella visita.

   

Qué pena comprobar una vez más cómo NO estaba prevista ninguna medida, para el APOYO a esta víctima en particular, al 'no' incluirla... dentro de -alguna especifica- cuota '(política mente) correcta'... por violencia terrorista, homófoba, fascista... o del género, etcétera.


4 comentarios:

  1. Sí las IZQUIERDAS -para este Reino existentes, real mente...- no se lo hacen 'mirar' (ya, y con autocrítica urgencia) es por asumir, tan sólo, las próximas Elecciones Generales... como unos inevitables FUNERALES.

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    1. En efecto: seguir anatemizando a lo exterior [por único Programa, o propuesta] confirma impotentes rendiciones ante su propia inutilidad en alza...

      Pero eso será lo previsto: más del 'onanismo' descerebrado que creería poder imponer a la Realidad todas las mentiras con tal de que sólo díganlo "sus" RTVE, CIS, etcétera, etc.

      Veremos cómo insisten dando lecciones a... 'tutti quanti'; cual si fueran desde unas victorias a, siempre, otras mayores [¡?] aún...

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    2. "El apoyo del presidente del gobierno Sánchez al 'golpismo' catalán (con episodios cómo el último cese al Abogado penal del Estado, coincidente con la Fiscalía General... y la Sala instructora del Supremo...) ha hundido al PSOE en Andalucía más, probablemente, del resto de España. Y la consecuencia por esta política de Sánchez, más la Corrupción en los ERE y un desgaste de 40 años con el Gobierno andaluz, será que otra coalición del centro a la derecha gobierne sobre Andalucía presidida por el PP con ayuda de Cs más Vox; otro partido que irrumpe fuerte, desde Andalucía, para la política nacional.

      Los grandes perdedores de esta noche electoral andaluza son 2: el PSOE, que sigue siendo partido más votado con aún 33 escaños pero pierde 14 diputados, junto AA de Podemos; que, al ir en coalición con IU, pierden 3 escaños entre los 20 logrados por separado el año 2015. Y buena culpa de todo ello tiene ahora Pablo Iglesias... por sus apoyos decididos a los 'golpistas' catalanes. De ahí la gran derrota de las izquierdas en Andalucía que, con ahora solo 50 escaños, dan paso a un centro-derecha sumando 59..."

      P. Sebastián, 'Republica.com' hoy

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  2. Ni el frío de la madrugada madrileña ni el empeño por echar a Pepi Santiago y a sus 2 hijas de la que ha sido su casa durante 20 años ha frenado a las decenas de personas que esta mañana, una vez más, HAN EVITADO UN DESAHUCIO contrario a la opinión de Naciones Unidas y que va ya por su 5º intento.

    Calle Argumosa número 11. En el céntrico barrio de Lavapiés, en Madrid. La orden del juez dice que el desahucio de Pepi Santiago, viuda de 65 años y sus hijas, de 27 y 28 años, se debe ejecutar a las 6:30 de la mañana. Sin embargo, no ha podido ser. La movilización ciudadana se ha impuesto y ha logrado frenarlo otra vez.

    A finales del pasado mes de septiembre, desde el Comité DESC de la ONU se pidió al Gobierno español que paralizara la orden de desahucio que pesa sobre esta familia. De manera indefinida, decían, o que de lo contrario se les diese una alternativa para que no se quedasen en la calle.

    Ayer desde este mismo organismo internacional se reiteró la petición y la Junta Municipal de Centro, por su parte, escribió al Juzgado de Primera Instancia número 33 en Madrid para que se suspendiese la orden.

    Pero las peticiones no lograron su objetivo y la juez encargada de tramitar el expediente ordenó el desalojo para esta mañana programándolo para las 6:30. La hora, muy temprano, es porque contaban con que la prensa no hubiese llegado aún para cubrir la noticia, según el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid.

    De nada ha servido. El apoyo de las plataformas antidesahucios y de los vecinos han conseguido que Pepi se quede en su casa. Y los medios se han hecho eco de lo ocurrido. De hecho, al conocer la hora y por miedo a que la policía bloquease las entradas antes, como indican en eldiario.es, las asociaciones se movilizaron por la noche y se organizó una vigilia en el bloque.

    Los problemas de esta mujer y sus dos hijas son ejemplo directo de las consecuencias que la "gentrificación" del barrio ha tenido en los vecinos de toda la vida. Familias que se ven obligadas a abandonar la que ha sido su casa durante años en beneficio de esos nuevos inquilinos (a veces vacionales) que ofrecen una mayor fuente de ingresos a los propietarios.

    En el caso de Pepi, ella pagaba 400 €/mes por el piso en el que vivía. Pero llegaron los nuevos propietarios, la empresa Inversión en Proindivisos S.L., y el precio se acabó disparando hasta los 2.000 €. Una subida con el objetivo de “especular y hacer pisos de alquiler vacacional”, según la principal afectada.

    En verano intentaron desahuciarla en 3 ocasiones. En septiembre, una vez más. Y esta ha sido la 5ª. Ella no deja de agradecer el apoyo que están recibiendo en todo momento. “Estoy esperanzada, contenta, de momento, no sé qué va a pasar pero estoy tranquila”, decía a primera hora de la mañana al tiempo que lamentaba que “lo que está pasando no debe pasarle a nadie”.

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