El bíblico Génesis narra un mito del ‘crimen
original’
entre una primera pareja de -antes inocentes- hermanos, en la naciente
Humanidad: “aconteció que Caín llevó al Señor una ofrenda del fruto en las
tierras mas también Abel ofreció, por su lado, otro con primogénitos de
su ganado así como sus grasas; y el Señor vio con agrado la ofrenda del primero
pero no tanto, en cambio, las de su hermano. Entonces a ése -o sea, Caín- se le
demudó el semblante por su mucha rabia,
levantándose contra el otro, Abel (…)
y lo mató”…
Esto sería que "los 4 jinetes del Apocalipsis (de hambruna, saqueo,
guerra y muertes)" bien conocidos desde siempre irían al desencadenarse por un mismo cainismo victimista, insaciable para vindicaciones en cuanto a 'lo propio', con desconsideración reaccionaria sobre cualquier otra identidad ajena...
Sin embargo, la Ilustración -en su Revolución francesa- ya plasmó aquellos antídotos imperecederos por las Unidades e Indisolubilidades (de consiguientes Repúblicas)... para otra tríada benéfica universal: Libertad, Igualdad y Fraternidad; todo ello, a despechos de cuantísima superchería pretenda tocomotxarnos el Bienestar con tramposas 'panaceas' por cualesquier -dizke- "nazi_o_ná_sociá..."_listas y tal...
Sin embargo, la Ilustración -en su Revolución francesa- ya plasmó aquellos antídotos imperecederos por las Unidades e Indisolubilidades (de consiguientes Repúblicas)... para otra tríada benéfica universal: Libertad, Igualdad y Fraternidad; todo ello, a despechos de cuantísima superchería pretenda tocomotxarnos el Bienestar con tramposas 'panaceas' por cualesquier -dizke- "nazi_o_ná_sociá..."_listas y tal...
"El 'izquierdismo', enfermedad infantil del Comunismo" (Lenin)
Ya sé que podrá no estilarse, ya, pero aún tiene sentidos: "Atruena la razón en marcha, es el fin de la opresión (...) El mundo va a cambiar de base: los nada de hoy todo han de ser
(...) Agrupémonos todos, en la lucha final; el Género humano es
la Internacional.
Ni en dioses, reyes ni tribunos, está el supremo
salvador. Nosotros mismos realicemos aquel esfuerzo redentor (...) Soplemos la
potente fragua que a un Hombre nuevo ha de forjar y... Agrupémonos todos, en la lucha final; el Género humano es la Internacional.
(...) Basta ya de tutela odiosa, que la IGUALDAD ley habrá de ser:
'No más deber sin derechos, y ningún derecho sin deberes'... Agrupémonos todos, en la lucha final; el Género humano es
la Internacional."
En fin, como nos razona Fernando Savater, paciente mente: "Juan Ramón Jiménez pidió a la intelijencia (con jota, como prefería) 'el nombre exacto de las cosas'. En efecto, es malo ignorarlos o utilizar muy convencidos la voz equivocada. A veces el error es risible (como llamar 'hacer el amor' a follar) pero otras puede resultar peligroso, letal. Por triste ejemplo, creer que 'pueblo' es la mejor denominación para el cuerpo político activo en una democracia.
Porque dicha palabra parece exigir una homogeneidad entre los miembros del colectivo, una identidad moral y quizá étnica que los determina y a la vez excluye a quienes no deben pretender mezclarse con ellos. El pueblo es un 'nos-otros' que equivale siempre y primordialmente a un 'no-a-otros'.
Invocar al pueblo, conjurarlo en la 'noche de Walpurgis' del nacionalismo, proclamar su infalibilidad y a la vez su 'pureza' frecuentemente 'traicionada', es utilizarlo como un biombo tras el cual arrinconar bien tapaditos a los otros ciudadanos, cada cual dueño de la gestión de sí mismo y no obligado a parecerse por decreto a los demás.
Por detrás del biombo (chino, preferentemente, como las 'urnas...' catalanas), asomará de vez en cuando irreverente una testa despeinada y sudorosa de algún ciudadano: un enemigo del pueblo, quién se atrevería a dudarlo... Una solución ya la dio hace tiempo aquella Reina de Corazones, '¡Qué le corten la cabeza!', según Lewis Carroll."
Desde luego, llamar pueblo al conjunto de los ciudadanos no es pecado, como tampoco denominar 'corcel' a un caballo: son licencias poéticas, o sea, dudosa retórica. Pero resulta engañoso creer de tal 'corcel' ser más que un caballito o al pueblo más que sus ciudadanos. Ese caballo no se queja, es muy sufrido; pero en su derecho, de decir 'Oiga, ese pueblo lo será Vd.', el ciudadano puntilloso está."
[Opinión, 'EL PAIS', 25/11/17]
"José Martí Gómez es uno de los periodistas con trayectoria y credibilidad tras más de cincuenta años de oficio en Barcelona; respetado, leído y escuchado. También querido. Concluyó uno de sus últimos comentarios en la SER con un contundente “totalitarios o gilipollas”. Se refería a la exclusión en la foto del presunto gobierno catalán en el exilio del consejero Santi Vila por procedimientos típicos del estalinismo. El diccionario para la voz gilipollas dice: “persona tonta o idiota”. No le falta tino a Martí Gómez cuando apunta que quien borró al consejero disidente es persona de poco fuste. El problema es que la acumulación de tontainas en el “procés”, entre los independentistas, es bastante preocupante.
ResponderEliminarPor ejemplo, que el exilado Puigdemont proponga un referéndum para que Cataluña se vaya de la Unión Europea, esas gentes que no entienden las aspiraciones del señor Puigdemont y sus devotos es como para que se lo haga mirar, entre otras razones porque hace pocas semanas era un campeón del europeísmo que aspiraba a que la Unión Europea mediara en la cuestión catalana para satisfacer su adiós a España. Un gilipollas.
No es para menos el caso del eurodiputado Tremosa que robó una foto con el anterior primer ministro belga, Elio di Rupo, para subirla a la red como prueba de su apoyo a la causa independentistas. El belga tardó un minuto es desmentir ese apoyo y, de paso, desautorizar a Puigdemont. El gesto de Tremosa fue infantil, propio de un gilipollas; si tuviera un gramo de vergüenza tendría que pedir disculpas y renunciar a cualquier función representativa o docente por déficit de juicio y formalidad.
¡Qué decir de la señora Nuria Gispert!, que fue consejera de Justicia, de Gobernación, presidenta del Parlamento catalán, abogada en ejercicio, democristiana de militancia… que ignora los derechos de niños y mayores a la intimidad o al domicilio, que señala el colegio de la hija de un adversario o manda volver a su lugar de nacimiento a otra y se cree estar en estado de razón.
Otro sí para ese consejero de gobernación que pide abrazos solidarios a sus colegas de Gobierno insurrecto cuando espera que llegue la Guardia Civil a detenerles, nunca llegaron. O de la señora Rovira, candidata a presidir el gobierno de la Generalitat, que se emociona y llora y no duda en dar por buenos comentarios a bravatas de café sobre las balas (no de goma) que van a asolar a los catalanes.
Martí Gómez atina cuando dice que son totalitarios o gilipollas, aunque quizá puede quitar la o. Que la suerte de los catalanes esté en manos de este tipo de gente tan simple, tan infantil, tan paleta debe tener una explicación; que dos millones de catalanes voten a esta gente debe tener una explicación porque la materia va más allá de la conllevanza. “¡Joder, qué tropa!”, dijo Romanones sobre los académicos que le negaron aquel voto que le habían prometido, ¿qué diría sobre estas gentes?"
(F. Glez. Urbaneja: 'Totalitarios o gilipollas, un dilema que resolver', 26/11/17, Republica.com)
“Uno de los misterios espirituales más imponentes de nuestro tiempo es la anulación de la izquierda como depósito moral y guía de la inteligencia. Muchos la dan por muerta ya que del socialismo europeo apenas quedan ruinas y la extrema izquierda la ocupan ahora partidos como los nacionalistas holandeses, italianos y alemanes junto a oportunistas de toda laya que se apuntan a lo que mande el jefe.
EliminarPor fortuna, España tiene con el PSOE (que no en vano se presenta como ‘la izquierda’) un guía espiritual y moral que lo distingue de la desolación general. He aquí algunas notas sobre el socialismo según Sánchez:
- Debemos quitar dinero a las regiones más pobres para dárselo a los vascos, los cuales, si bien son los más ricos, lo necesitan desesperadamente y dan mucha pena.
- Es forzoso apoyar a los gobiernos regionales nacionalistas, como el de Baleares o Valencia, que fuercen de una vez a sus súbditos a convertirse en catalanes, ideal antropológico de la izquierda.
- Siempre que sea posible hay que apoyar a Podemos para conseguir Ayuntamientos que no han ganado. Para las elecciones del 2015 les dimos apoyo en un total de sobre los 4.000. Sabemos que son buena gente y a cambio nos recordarán en sus oraciones.
- Es necesario negar que en Cataluña se adoctrine a los niños en los colegios y a los semi-adultos en la Universidad. De ese modo nos aseguramos la gran cantidad de rebeldes que creará la estúpida Formación del Espíritu Nacional.
- Para las próximas elecciones catalanas no se debe intervenir ni TV3 ni Cataluña Radio, las dos fuentes de intoxicación más letales del norte de África. Hacerlo sería atacar la libertad de expresión altamente subvencionada.
No queda más espacio. Sirva esto tan sólo como índice de que aún hay esperanza en la izquierda, gracias a Sánchez.”
(Félix de Azúa: ‘ZURDOS’, en El País, hoy)