Por fin, “todo el asunto consistirá en saber si uno puede vivir con sus pasiones; y
ello además aceptándose su ley profunda, la cual sólo es quemar ese corazón que
al mismo tiempo exaltan…”, como afirmó en ’El mito de Sísifo’ un ahora centenario Albert
Camus que había enraizado su reflexión sobre una conseja esclarecedora del gran
vate Píndaro desde hace ya 2.500 años: “¡Oh, alma mía, no aspires a la vida
inmortal pero agota el campo de lo posible...!”
Mas también 'Tristan...' -aquel mismo del cual Wagner nos ha pintado, imperecederamente, ya cómo terminaba dejando caer la espada...- puede aclararnos hoy algo de nuestras cuitas más comunes: “¡anhelar, anhelar hasta la muerte… y no morir de anhelo!”
Isolde, mirándole profundamente, canta: “Delicioso y suave, cómo sonríe; cómo
los ojos propicio abre, ¿lo veis, amigos? ¿No lo veis y sentís?... ¿Oigo solo yo
esta melodía, que tan maravillosa y suave, lamentándose de gozo, diciéndolo
todo, dulcemente conciliadora, sonando desde él penetra en mí, se eleva sobre
sí, resonando propicia, rodeándome de sonido?...
¡En la crecida resonante, en
el ondulante sonido, en el universo suspirante de la respiración del mundo...
anegarse... abismarse... inconsciente... supremo deleite!”
<Con su extraordinario ensayo ‘La llama doble’, Octavio Paz analiza el contenido y la relación entre la sexualidad,
el erotismo y el amor. Lo hace sobre la base de su inmensa erudición literaria,
y muestra cómo la imaginación es el motor para nuestros impulsos tanto del acto poético como
del erótico. Escribe: “Ella es la fuerza que transforma el sexo en ceremonia y
rito, la lengua en ritmo y metáfora”. Es la imaginación, porque todas las
cuestiones que los amantes se hacen cristalizan en la frase “¿Quién eres tú?”.
La intuición nos abre los ojos y los oídos a “otro mundo en este mundo, el otro
que a la vez es éste”; y por eso, con una sutil intuición, cita la frase de
Rimbaud “et j’ai vu quelquefois, ce que l’homme a cru voir”. Paz
escribe su ensayo más allá de reflexiones morales. Según él, hay que tener
siempre presente que la sexualidad se orienta a la reproducción. El erotismo niega la fecundación, en cambio: el significado de la sexualidad se puede
comparar al lenguaje para comunicación; mientras que lo del erotismo puede ser equiparado con poesía, en literatura.
El amor encuentra sus expresiones en la
relación entre Psique y Eros; de lo cual Canova, en su escultura de mármol, nos
ha dado la imagen más bella. Platón investiga al respecto con mayor o menor
acierto. Y el significado del amor lo encontramos en el amor cortés, tal como
lo han desarrollado los trovadores en sus canciones. Cabe destacar cómo en tal
momento esa relación supone la emancipación de la mujer, con Leonor de
Aquitania, como modelo. El caballero debe hacerle la corte a su dama.
En cuestiones de sexualidad y erotismo, la
moral sólo surge a partir de los tabúes que el ser humano se ha impuesto a sí
mismo por evitar que el instinto de la sexualidad animal se convierta en una
fuerza destructiva para la sociedad. Ello es posible porque la sexualidad del
ser humano es totalmente diferente a la de los animales. “La estirpe humana
sufre de un insaciable hambre sexual. Por eso los seres humanos hemos tenido
que inventarnos reglas que canalicen el impulso sexual y que protejan a la
sociedad de sus excesos”, escribe Paz.
Resulta empero erróneo relacionar estas
prohibiciones y tabúes con leyes divinas, cuya conculcación será castigada con los fuegos infernales y la maldición eterna, tal como Dante lo describe en su
encuentro con Francesca Da Rimini en el Infierno de 'La Divina Comedia'.
La relación entre pecado y
erotismo surge en el siglo III, cuando el emperador Constantino instaura la
doctrina cristiana como religión del Estado. La Iglesia cristiana nos enseña
que la sexualidad sólo resulta aceptable si se vincula a la procreación, razón
por la cual no sólo habría que censurar las pervertidas costumbres del Imperio
romano desde Tiberio y Nerón hasta Heliogábalo, sino también degradarse a Epicuro
por 'lujurioso'... Algo que no se correspondía ni un ápice con la verdad.
Con una de
sus cartas escribió Epicuro: “Si afirmamos que el gozo es la máxima
aspiración, no nos referimos a los placeres de la intemperancia y la gula como
algunos ignorantes, opositores y difamadores alegan, sino a la liberación del
dolor físico y espiritual. No son la ebriedad y las orgías lo que constituye una vida de gozos llena, sino el pensamiento sobrio que procuraría los cimientos de
todas nuestras elecciones y rechazos”.
A su estela el poeta Lucrecio escribió por
la época de Cicerón un poema de 17.000 versos, 'De rerum natura', en el
que analiza la doctrina de Epicuro iniciándolo con un loor a las fuerzas
impulsoras de la primavera. Los primeros fragmentos de este poema se hallaron en
la Villa dei Papiri en Herculano, enterrado bajo la lava del Vesubio, donde el
suegro de Julio César reunía en torno a sí un gran círculo de epicúreos. Afirmaban que todo lo visible está formado por partículas
invisibles que se mueven en un vacío infinito.
Constituye, pues, base de
donde surge la teoría del átomo; y añade, además, que no existe creador alguno:
el universo no ha sido creado ni por ni para los seres humanos. Para ellos,
el alma es mortal, no hay vida después de la muerte, las religiones organizadas
son ilusiones supersticiosas y todo ello espantoso. “Todas las cosas surgen desde
pequeñas desviaciones en el movimiento de las diversas partículas y los seres
humanos no son singulares. La muerte no debe conmovernos porque no hay vida más
allá de la muerte, y por ello la máxima aspiración es el incremento del gozo y
la disminución del sufrimiento”.
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Naturalmente, se llevó a cabo una guerra
milenaria contra los textos de Lucrecio ganada con grandes éxitos. Y así
vencieron al sufrimiento y dolor sobre todo gozo. El único que se movía entre
ambos fue S. Francisco de Asís, que si bien recibe los estigmas, también
escribe una loa al Sol; percibe en el canto de los pájaros la presencia de Dios
y se entrega por completo al ángel músico. No resulta extraño, pues, que tanto Wagner en 'Tristan und Isolde' como el 'Saint François d’Assise' de Messiaen acaben con análogas palabras respecto a deleitosa experiencia: “Lust”
y “Joie”.
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La guerra comenzó por afirmarse que la
expulsión de Adán y Eva del Paraíso no está ya en relación al deseo sino
con su incontrolable impulso sexual; el pecado original dejaba de
ser uno contra el espíritu para en otro carnal convertirse. Al mismo
tiempo, en el siglo VI con S. Benito, se instala un culto a la castidad
del cuerpo –'vapulatio, disciplinas et flagelatio'– que deberá exterminar todo
deseo de los sentidos.
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Afanes del dolor triunfan sobre los de placer; y en
ningún otro país de Europa se cultivó tanto ese principio como por España, cuya
cristalización se plasma en la Semana Santa de Sevilla, razón por la cual
solo desde allí podía surgir la mitología referente al Don Juan que formula el
jesuita Tirso de Molina.
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Tras redescubrirse a principio del Renacimiento por los humanistas aquel 'De rerum natura', se introduce ya una
contraofensiva -cuyo mayor promotor será M. Montaigne- mientras Copérnico y Galileo
se basan en Epicuro y Lucrecio para desarrollar su teoría sobre el sistema
solar; Montaigne poseía una de las primeras ediciones impresas del poema, en la
que hizo muchas anotaciones.
El texto llegó hasta Shakespeare, lector suyo entusiasta, y por ello puso a 'Hamlet' en escena para la primer
aparición con los 'Ensayos' de Montaigne bajo el brazo. Su narración sobre la reina Mab, en 'Romeo y Julieta',
traducirá de un modo fascinante la idea de Lucrecio sobre los átomos.
Por
supuesto, también las grandes figuras de la Ilustración, Diderot y Grimm entre
ellos, conocían el poema; y por tanto no debería sorprendernos que el segundo
presidente americano, Jefferson, se reconozca como seguidor de Epicuro en la
carta que a los 77 años escribió: “Siento, luego soy; siento cuerpos que no
son yo mismo, luego debe haber otras existencias. Yo las llamo materia. Siento
cómo cambian de lugar. Eso me procura movimiento. Sobre la base de impresiones
sensoriales podemos construir certezas que podemos tener o necesitar”.
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A pesar de la moral victoriana en Inglaterra
y los sulpicianos en Francia, la visión de Lucrecio se mantendrá (...)
Sendas óperas –'Tristan und Isolde' y 'Brokeback
Mountain'– nos conducen, de distinta forma, a través del laberinto del
erotismo y el amor hasta el sufrimiento que causan las prohibiciones
instauradas por la sociedad. Creo que sería importante reflexionar, a través de
las obras de arte, sobre las causas por las cuales la sociedad tardoburguesa
cae en el sexismo, el culto a la silicona y la pornografía. Eso está
relacionado con la represión de las cuestiones que plantean tanto Octavio Paz y
Epicuro, como Lucrecio. Ahí radica también una de las causas de la actual
crisis social, que va mucho más allá de los problemas económicos y financieros.
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La relaciones amorosas en 'Tristan und
Isolde' son más complejas de lo que se piensa. Isolde se enamora de Tristan cuando
le mira a los ojos mientras le cura la herida mortal que le ha infligido su
amante Morolt, muerto en el duelo entre ambos, con su espada envenenada. Como
en la historia de Jack y Ennis, se mezcla lo cotidiano con gran pasión.
¡Cuántos soldados y enfermeras no se habrán enamorado en la I Guerra Mundial
cuando les llevaban a la retaguardia en Inglaterra para curarlos y enviarlos de
nuevo al frente!
Se comprende por ello la ira de Isolde al principio de la
ópera, cuando Tristan la conduce a Inglaterra como trofeo matrimonial para el
rey Marke. Por otra parte, Tristan no puede resistirse a cumplir este servicio
para su eterno amigo del alma, aunque también él esté desesperadamente
enamorado de Isolde. Poseemos dibujos medievales en los que Tristan se encuentra
en el regazo de Marke tocando el arpa. Por su desesperación, acepta en señal
de penitencia el elixir de amor que Isolde le ofrece, pensando ambos que se
trata de un elixir de muerte.
Como director de escena, Wieland Wagner fue el
primero que dejó claro este momento, al hacer que los amantes caigan uno en
brazos del otro tras apurar la copa, porque ambos creen que van a morir y por
eso pueden reconocer su amor: que ambos tomen tal elixir de amor es una pura
convención social, al tratarse de un amor que la sociedad rechaza radicalmente.
Brangäne les dio, al parecer, un buen vaso de vino, como en 'L’elisir d’amore'.
Lo importante es que ambos creen hallarse con una situación en la que pueden
conculcar el tabú social. Para ello necesitan a Brangäne, que sirve a Isolde
como Geschwitz a Lulu.
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Tras haber roto este tabú, Tristan incluso se
alegra de su infidelidad y la reconoce sin tomar en consideración a Marke como
amigo; por lo que, para ponerlos en escena, Peter Sellars hace que le bese al
momento mismo que debe reconocer su traición. Marke lo descubre gracias a
Melot, compañero de armas con Tristan también consumido por el amor que
siente hacia Isolde, razón por la cual es infiel a Tristan e incluso le
traiciona.
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La única salida que le queda a Tristan es el
anhelo de muerte, el regreso al país desde el cual su madre le mandó, “el
oscuro país de la noche, en el que la luz del sol no brilla”. Como todos los
amantes consumidos por un amor prohibido, se entregará a la noche. Esa es la
razón también de que los castillos de Luis II de Baviera, Linderhof,
Herrenchiemsee y Neuschwanstein resulten más hermosos a la luz de la luna y las
velas. Isolde glorificará esa muerte de Tristan sumida en el más pleno gozo.
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Otra historia de amor que Annie Proulx, escritora, y el compositor Charles Wuorinen desarrollan en su ópera 'Brokeback Mountain' va
mucho más lejos que la película homónima basada en un relato de Annie Proulx.
Ella se sintió un tanto insatisfecha con la interpretación de la película y por
ello se decidió a escribir el libreto para la ópera. En todos nuestros
encuentros remarcó siempre lo importante que le resultaba que el público
comprendiera que se trataba de una pasión entre Jack y Ennis que se extiende a
lo largo de 25 años. Una pasión que no termina hasta la muerte de Jack,
asesinado por una banda homófoba.
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Ambos son unos pobres diablos, que se ganan
algo de dinero pastoreando enormes rebaños de ovejas durante los tres meses de
verano, con la única compañía de algunos lobos y osos, en un fascinante pero
peligroso paisaje montañoso, Brokeback Mountain, en Wyoming, al noroeste de
Estado Unidos. La soledad y el peligroso empleo los lleva una noche al
encuentro. El día siguiente, Ennis se negará al asumir la experiencia, para él
tabú porque, cuando era un adolescente, su padre le creó un trauma obligándole
a presenciar la castración de un homosexual en su pueblo del Medio Oeste.
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En el
otoño siguiente a este verano, se casará de inmediato con su prometida pero,
tras una larga separación, cuando ambos hombres a encontrarse vuelven estalla
entre los dos la relación apasionada que -aun cuando esporádica, en cortas
escapadas- se extenderá a lo largo de 25 años hasta que asesinan a Jack. Ennis
se instala solo después de que su mujer y los hijos le abandonen, pero se niega
a convivir con Jack en una granja porque sigue sin comprender esta pasión a
pesar de que no puede sustraerse a ella.
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Cuando, tras la muerte de Jack, visite
a los padres de este, descubrirá en la habitación de su compañero que
conservaba como una reliquia una camiseta suya, manchada con su sangre tras una
pelea entre ambos. Entonces entiende cómo tal pasión, con su erotismo, era expresión de un gran amor.
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A raíz de la composición de Tristan, se
produjo una historia amorosa más bien banal entre Wagner y Mathilde Wesendonck,
la esposa de su antiguo amigo, quien le había procurado alojamiento en Zúrich
durante su exilio. Así son la mayoría de los líos amorosos, pero a menudo se
transforman en situaciones existenciales que han dado lugar a miles de obras extraordinarias de arte, desde el 'Cantar de los cantares' de
Salomón al 'Tristan...' de Wagner, pues los laberínticos caminos y entretejidos impenetrables del erotismo y el amor no se pueden restringir con
reglas ni definiciones.
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El impulso sexual puede analizarse. Erotismo y amor solo se pueden sentir y en ellos, hasta su perdición, sumirse. Por ello
necesitamos las obras de arte, para poder identificarnos con los protagonistas.
Necesitamos a Julieta para exclamar con ella: “¡Dulce noche, noche amorosa, ven
con mi Romeo, y córtalo en estrellas pequeñitas, dará tal esplendor al
firmamento que el mundo, enamorado de la noche, se olvidará del sol y de su
fuego!”>
(Gerard Mortier, Madrid, 2014)
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Sabido es el que quienes disfrutan poco y mal amando... no pueden ser nunca bastante creativos como para mejorar nada en lo de su alrededor...
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- Postdata (06/03/2014):
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En
definitiva y volviendo por aquel texto, ‘El mito de Sísifo’, desde cuya cita comenzaban estas reflexiones ya deudoras del camusiano autor que rebatió
cartesianismos con su “¡me rebelo, luego existimos!”, podría concluirse que “lo
absurdo aclara este punto: no hay
mañana; ésta es en adelante la razón de mi libertad más profunda…
Al abismarse, completamente vuelto
hacia su muerte (tomada aquí como la más evidente absurdidad), el hombre
absurdo se siente desligado de todo lo que no es tal atención apasionada que
cristaliza con respecto a las reglas comunes para él en libertad (…) La
vuelta a la conciencia y evasión del
sueño cotidiano son los primeros pasos de dicha libertad absurda…
Abismarse en la certidumbre sin fondo (…) ese increíble desinterés por todo,
salvo por la llama pura de la vida (…) que un corazón humano puede sentir y vivir (…) Sentir la propia
vida, su rebelión, su libertad, y lo
más posible, es vivir lo más posible.
Donde reina la lucidez se hace inútil una escala de valores (…) El presente y la
sucesión de los presentes ante un alma sin cesar consciente, tal
es el fin del hombre (…) meditación
sobre lo absurdo (…) al seno mismo de las llamas apasionadas de la rebelión
humana…
Si debemos encontrarnos con una noche,
ésta debe ser más bien de la desesperación (…) lúcida, noche polar, vigilia del
espíritu, de la cual surgirá, quizás, esa claridad blanca e intacta que dibuja cada
objeto en luz de la inteligencia y coincide con la comprensión
apasionada…
El hombre absurdo, por lo eterno no
hace nada, sin negarlo. No es que la nostalgia le sea extraña, sino que
prefiere a ella el valor y su razonamiento: enseñando lo primero a vivir sin apelación, y al contentarse con cuanto tiene; el segundo, también, sus límites…
Se tratará de no eludir nada; en
defensa de tal absurdidad del mundo hay una felicidad metafísica. La conquista o
el juego, amor innumerable y rebelión absurda son homenajes que tributa
el hombre a su dignidad por una
campaña en la cual vencido está de antemano (…) No hay fronteras entre las
disciplinas que un hombre se propone para
comprender o amar…
Pensar es, ante todo, querer crear un mundo (o limitar el propio, que a lo
mismo equivale)… pero para que tal actitud absurda siga siéndolo debe
permanecer consciente de su gratuidad. Lo mismo sucede con la obra (…) No ya esos ejercicios de pasión y desapego que consumen el esplendor e
inutilidad por una vida (…) es el camino
medio que a los rostros del hombre lleva lo que se intenta encontrar…
Los lúcidos pensadores erigen las imágenes
de sus obras como símbolos evidentes de un pensamiento limitado, mortal y rebelde
(…) son quienes hacen las obras apasionadas filósofos irónicos (…) queda un destino cuya única salida es fatal; fuera
de la fatalidad por tal muerte, todo lo demás,
goce o dicha, es libertad...
El esfuerzo mismo por llegar a las
cimas basta para llenar un corazón de
hombre. Y por ello hay que imaginarse al Sísifo dichoso…"
.
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-> Postdata última *** IN MEMORIAM (9/3/14):
.
El animoso Gerard Mortier, al que tantas excelencias le debemos entre todo su valioso empeño por desigual pero siempre valiente búsqueda de lo mejor, ha llegado ayer a un demasiado prematuro término en su vida; feliz mente hasta el final, siempre, como nuevo Sísifo...
Tras despedida para los amigos en Madrid hace muy poco por aquel postrero "¡Viva el Teatro Real...!", nos quedan estos ecos con sus ultimísimas palabras... recitando amorosos arrullos de Isolda y Julieta...
¡Nunca olvidaremos tantas ocasiones vividas junto a él, de las mayores alegrías!
¡Nunca olvidaremos tantas ocasiones vividas junto a él, de las mayores alegrías!
Y MÁS ENLACES A VIDEO DE INTERÉS =
ResponderEliminar‘Ópera, el Teatro de las emociones’ 18-1-11
desde la universidad Politécnica, en Madrid:
www.youtube.com/watch?v=IYsVwKrGgZQ
‘Ópera, dramaturgia de una pasión’ 24.2.12
Mortier entrevistado, en la Fundac J. March:
www.youtube.com/watch?v=GU53NyuMRa4
Encuentro con Mortier, en la Uni.Autón.M-1
www.youtube.com/watch?v=Nq0pC44PE-c
…Íd. íd. (30-05-13, recién diagnosticado) -2
www.youtube.com/watch?v=luXxmR9SsLk
…Íd. íd. (30-05-13, recién diagnosticado) -3
www.youtube.com/watch?v=h2nujcDWeZA
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