[ “...Nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. / Estamos tocando el fondo. Maldigo la poesía concebida como un lujo / cultural por los neutrales / que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. / Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren / y canto respirando./ Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas personales, me ensancho. Quisiera daros vida, provocar nuevos actos, / y calculo por eso con técnica qué puedo. / Me siento un ingeniero del verso y un obrero / que trabaja con otros a España en sus aceros. Tal es mi poesía: poesía-herramienta / a la vez que latido de lo unánime y ciego. / Tal es, arma cargada de futuro expansivo con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada. / No es un bello producto. No es un fruto perfecto. / Es algo como el aire que todos respiramos / y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos. Son palabras que todos repetimos sintiendo / como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado. / Son lo más necesario: lo que no tiene nombre. / Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos”…
Saber es una forma de felicidad y de liberación, pero el llegar a saber exige trabajos forzados. Quien conoce la importancia del conocimiento y los beneficios que aporta -el adulto, el maestro, los padres- no tiene más remedio que contrariar temporalmente el capricho momentáneo de sus alumnos, quienes ignoraban la magnitud e importancia de lo que están recibiendo, a veces con pocas ganas. Que yo sepa, sólo Tarzán aprendió a leer por sí mismo, pero ya mayorcito y no sin pasar por un largo calvario de autodisciplina... en una novela [...]
…es cierto que junto a la autoridad institucionalmente conferida está la otra, la autoridad que se ganan los profesores por medio de su práctica diaria y no es menos importante. Pero también el amor conyugal es mejor garantía de paz familiar y, sin embargo, por si acaso el marido se pone bruto, ya hay instancias que le protegen al miembro más débil de la casa. En el aula, y qué le vamos a hacer, el más desvalido suele ser el maestro: es uno frente a muchos o frente a unos pocos pero sin encontrar apoyo explícito en los demás..."
¡¡Pues volved, sí, pronto!! Que la cosa no es casual y hay quien ya lo tiene bien descrito: véase, por ejemplo, "La escuela de la ignorancia -para mejor manipulación a las ciudadanías- y sus condiciones modernas" s/. Jean Claude Michèa (Acuarela Edit. en 2009)...
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