jueves, 22 de marzo de 2012

Igualdad, entre luz y sombras, del equinoccio primaveral: corazones para una revolución...

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De nuevo, cada vez que llega la primavera recordamos al Tolstoi del inicio de 'Resurrección', cuando empieza…”En vano millares de hombres, amontonados en un breve espacio de terreno, se esfuerzan por mutilar la tierra en que se apretujan; en vano tratan de aplastar el suelo bajo las piedras para que su germinación sea imposible”... Puede que sea este empeño de todos los años, esta disciplina en primavera, lo único que tengamos (...) Exceptuando lo llamado por los biólogos 'fotoperiodo', que es el número de horas de luz diaria que recibimos, todo lo demás es no fiable porque varía como el tiempo (o como el patrimonio, que ya lo estamos viendo: cómo se nos va la lluvia, cómo se nos viene la ruina encima); pero de la luz del sol sí que podemos, por el momento, fiarnos.
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Y por eso ”en vano arrancan hasta la postrera brizna de hierba; en vano impregnan el aire de petróleo y de humo; en vano cortan los árboles y sueltan las bestias y pájaros; porque hasta en la ciudad la primavera es siempre primavera”... prosigue Tolstoi. Esto se cumple porque la primavera no depende del cielo, ese niño maleducado y caprichoso, sino de la luz que se iguala en estos días por todo el mundo con sus noches (doce horas de luz más doce de oscuridad, del ecuador a los polos) y que nos trae el equinoccio de primavera a los que vivimos en el hemisferio Norte.

Las plantas (...) responden sólo con la Luz de los días y, para sobrevivir (las silvestres, no las que cultivamos), se han tenido que aclimatar a este tiempo de locos que tenemos. Nuestra vegetación mediterránea -incluso asolada por mil plagas e incendios...- parece saber mejor que nosotros lo voluble que es el cielo (...) sin ese otro error que solemos cometer todos, que es fiarnos del mismo; cuando lo único que de verdad tenemos es la luz de este día entrando, con la primavera, por la ventana.


"Atención: 'quiero destruir el orden de las cosas existente que divide a la humanidad -en pueblos rivales, en poderosos y débiles, en hombres con privilegios y otros sin derechos o en ricos y pobres- porque nos convierte a todos en desgraciados. Quiero destruir el orden de las cosas que convierte a muchos en esclavos de unos pocos y a éstos en los esclavos de su propio poder, de su propia riqueza.' Estas podrían ser las palabras de un activista en Wall Street o/y de un 'indignado' en España... La cita sin embargo proviene del escrito 'La revolución', de Richard Wagner, sobre la oleada revolucionaria de 1848 mientras Karl Marx y Friedrich Engels publicaban 'El manifiesto comunista' al igual que Wagner lo hacía con sus informes de barricada: cuando, tras los años con restauración política, por toda Europa hubo revueltas populares empezando desde la de febrero en Francia al exigir los liberales una reforma del derecho a voto. En junio se unieron los trabajadores y los parados y su revuelta fue reprimida con mucha violencia. Víctor Hugo lo describe en 'Los Miserables'.
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También en Alemania e Italia se produjeron revueltas populares con objetivos de corte liberal y social, aunque a la vez con reivindicación de comunidad nacional. En sus óperas, los compositores Richard Wagner y Giuseppe Verdi prestaron voz musical a los deseos de estos pueblos de vivir en libertad, mas unidos, colectivamente [como acabamos, en 'C(H)OEURS', de conmemorar]... Wagner, que ya en 1830 había participado en las revueltas estudiantiles de Leipzig cuando sólo tenía 17 años, reaccionó con entusiasmo a la lucha del pueblo alemán contra todo lo reaccionario. Se había adherido al movimiento literario 'Joven Alemania (Junges Deutschland)', que era más bien una amalgama de ideas inconexas, desde la resistencia a los políticos conservadores y contra la fragmentación de Alemania hasta la defensa de la llamada ‘emancipación de la carne’. Esta trataba del culto al amor libre, unos ideales de pureza mezclados sin disimulo con deseos de desahogo sexual sin ninguna relación con la emancipación de la mujer.

Los años anteriores a 1848 fueron cruciales para el desarrollo intelectual y político de Wagner. No sólo se dejó inspirar por el ateísmo de Feuerbach y el anticapitalismo de Proudhon, también se sintió atraído por la idea anarquista de la acción terrorista directa contra la explotación por parte de la clase en el poder. Por eso luchó en Dresde, en las barricadas de la insurrección de mayo de 1849, junto con el anarquista ruso Michael Bakunin. La emancipación de la carne propuesta por el movimiento Junges Deutschland es uno de los temas centrales de 'Tannhäuser'...
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En la ópera que precisamente Wagner terminaba ese año 1848, 'Lohengrin', confluyen todas sus ideas utópicas y progresistas. También esta obra escenificó la tensión entre el progreso y el conservadurismo, una tensión que se vivía a diario en la realidad política de entonces (...) Con la escena tercera del acto tercero (“Heil König Heinrich!”)... de una manera inequívoca, empleando el término 'des Ostens Horden (las hordas del Este)', Wagner advierte a sus contemporáneos sobre lo amenazador del régimen zarista que había apoyado la restauración política y reprimido con gran violencia revueltas del pueblo húngaro contra los Habsburgo.

Mas pronto se ahogó la ola de revoluciones de 1848 y Wagner se exilió hacia Suiza siguiendo fiel en sus ideas revolucionarias durante unos cuantos años. A partir de 1854 creció bajo la influencia de la filosofía de Arthur Schopenhauer y se convirtió poco a poco en un pesimista (...) Sin embargo un estudio más profundo de sus escritos demuestra que muchas ideas revolucionarias permanecieron presentes en su obra hasta después de 1854. Aunque terminaba 'Die Meistersinger von Nürnberg' veinte años después de la revolución de 1848, esta obra mantuvo fiel también el concepto básico de 1845, ese mismo año en el que creó 'Lohengrin'. Los conceptos de tal ópera eran revolucionarios: no hay en ningún lugar referencias a líderes políticos, o formas de gobierno o consejo municipal, en claro contraste con las fuentes históricas que Wagner consultó. El pueblo, que se une a los artistas (“Wach auf!”), decide todo y actúa como juez. El arte se convierte en la verdadera patria de los alemanes, y dado que según Wagner la esencia de Alemania no podía ser plasmada en la política, el coro canta en su final “zerging' in Dunst / das heil'ge röm'sche Reich, / uns blieb gleich / die Heil'ge deutsche Kunst (aunque se nos esfume como el humo un Sacro Imperio Romano Germánico, ¡existirá siempre floreciente otro Sagrado del Arte alemán!) ”...

Últimamente se ha llamado nuestra atención sobre unos paralelismos asombrosos entre los acontecimientos en 'la[s] PRIMAVERAS[S] árabes del 2011' y aquella otra revolución, que venimos en las líneas anteriores comentando, de 1848: “parecen tener el mismo origen anecdótico, la misma revuelta generalizada, la misma expansión hacia un espacio histórico compartido (toda Europa en 1848), las mismas diferencias de un país a otro, las mismas declaraciones colectivas encendidas pero vagas, la misma oposición a la tiranía, las mismas incertidumbres, la misma tensión soterrada entre intelectuales y clase media por un lado y los trabajadores por otro…” (del escritor francés Alain Badiou en muy reciente reflexión con respecto a 'El despertar de la historia')...

También hace poco, el filósofo esloveno Slavoj Žižek recomendó a los 'indignados' de Wall Street no perderse entre ningún romanticismo de la revolución y convertirla en el comienzo de una nueva manera de pensar: 'Enamórate de ti mismo, y de lo bien que lo estamos pasando aquí. Hay suficientes carnavales, pero su valor reside en cuánto perdura del carnaval el día después; o en qué medida habrá cambiado nuestra vida normal. Enamórate del trabajo duro y constante –estamos al inicio, no al final del camino. Nuestro mensaje básico es: se ha roto el tabú, no vivimos ya el mejor mundo posible, ¡podemos y debemos pensar en alternativas! Nos queda un largo camino por recorrer, y pronto tendremos que hacernos preguntas difíciles –preguntas no sobre lo que no queremos, sino sobre lo que queremos. ¿Qué sistema social podría sustituir al capitalismo existente que necesitamos?... Porque las alternativas del siglo XX han fracasado claramente'..."

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"Pero, ¿es el cambio realmente posible? Ese mismo Slavoj Žižek hizo esta pregunta el domingo 9 de octubre de 2011 en la Plaza de la Libertad de New York a los activistas de ‘Occupy Wall Street’. Les decía lo siguiente:

(...) Hoy, la separación entre lo posible y lo 'imposible' es un tanto curiosa. En términos de libertad personal y desarrollo tecnológico todo es posible, cualquier forma de sexo perverso... e incluso los viajes a la Luna. Soñamos con la inmortalidad guardando nuestra identidad en un programa informático.

En términos de relaciones sociales y económicas, 'Nada es posible', no se pueden permitir acciones sindicales, el Estado de Bienestar 'no se puede' preservar. Los recortes son presentados como leyes naturales; porque 'no puede ser de otra manera'...

Aboguemos por invertir las coordenadas de lo posible y lo imposible. A lo mejor no es posible tampoco ser inmortales, pero sí que podríamos aumentar la solidaridad y una mejor asistencia sanitaria..."

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martes, 20 de marzo de 2012

Suicida es no subir ese Impuesto de Sociedades

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¿Tiene lógica que el tipo medio efectivo cobrado a los hogares españoles por Hacienda sea un 11,5% sobre su renta y las empresas apenas paguen otro 9,9% de sus beneficios o la gran banca menos, 7% sólo? ¿Guarda ello acaso alguna relación con esos -tan "equitativos"- esfuerzos del -siempre- recortársenos... que continuamente vienen teorizando, recomendando, pidiendo, exigiendo e imponiendo a "todos"... los Gobiernos de la rebaja interminable... desde que hace años comenzó su crud[el]ísima Crisis...?


{ Evolución en las recaudaciones anuales por nuestros Impuestos }


El que nuestro Impuesto de Sociedades (IS) oscile hasta hoy entre un 20% para ciertas PYMES y el 30% para las grandes empresas es pura formalidad, solo. El tipo efectivo medio de todas las compañías o empresas mercantiles españolas actualmente sujetas a él se halla -en conjunto- por debajo del tan polémico 12,5% aplicado para Irlanda y que tanto irrita a Francia o Alemania. En el Gráfico adjunto puede apreciarse la evolución de la recaudación del IS. Entre 2007 y 2010 se han dejado de percibir por él casi 40.000 millones de euros [¡casualmente una cifra de magnitudes como esos otros nuevos Ajustazos del cinturón este mismo año 2012, exigidos al común de las ciudadanías nunca comprendidas entre quienes pueden beneficiarse con tales exenciones paralelas en dicha fiscalidad societaria !]...


La caída es del 63% y, por mucho que hayan sufrido las cuentas de resultados, ello no parece resultar para nada en línea con los desplomes del PIB real [véase, como ejemplo a efectos comparativos, la otra evolución del IRPF] paralelamente. Por eso hay que buscar explicaciones en otra parte y el anterior Gobierno socialista [con, también, Zapatero más Rubalcaba y Chacón...] no es, tampoco, ajeno a ellas. En cuanto a tributación, es bueno para una economía de libre mercado que los impuestos sean bajos, pero sobre todo parejos. Esto no significa que el responsable de Hacienda se instale en un trasnochado laissez-faire si la ley tiene agujeros o que se deje seducir por lobbys que buscan su beneficio propio.

En el informe de la Agencia Tributaria de 2010 ya se apuntaba que la reforma del impuesto de 2007 había provocado una «rebaja particularmente intensa del tipo efectivo». Entonces, el tipo general se bajó del 35% al 30% en dos años, nominalmente. Sin embargo, los efectivos al tiempo se hundieron más, gracias a esa maraña de nuevas deducciones que favoreció el que las empresas tunearan sus bases imponibles.

Una segunda decisión sobre este Impuesto -el establecimiento de la libertad de amortización para todo tipo de empresa, sin requisito ninguno sobre mantenimiento del empleo- dio la puntilla al tributo. Ese incentivo lo concedió el Gobierno de ZP después de una de las famosas 'cumbres empresariales' en las que buscaba respaldo para sus políticas. Nunca se oyó a nadie en el PSOE alzar una voz crítica contra esta insólita decisión.

Así, ya no sólo se peinaron las bases imponibles, sino que se condicionó toda la política de inversión de las empresas. El resultado es que el actual esquema de incentivos del Impuesto hace que sea mucho más rentable fiscalmente invertir en el extranjero que en España, aunque el negocio intrínseco sea más beneficioso en nuestro país. Contra un disparo en el pie, no hay ganancia de competitividad que valga; como han denunciado los técnicos de Hacienda esto genera efectos perversos: primero, a las empresas les conviene así ya concentrar su endeudamiento en España (porque es más rentable y pueden deducirse los gastos financieros); en segundo lugar, se estimula la creación de empleo en el extranjero pero no en nuestro país; y, por último, el impuesto se ha desestructurado, con lo que ahora es casi inútil.

Toda la cuestión es muy grave respecto al endeudamiento. Ayer Wolfgang Münchau volvía a llamar la atención en Financial Times sobre el problema que es la Deuda privada de España: un 227,3% del PIB. No resulta raro que así sea si además hay tributos que estimulan el fenómeno. Es paradójico que aquellas mismas multinacionales aquí nacidas a las cuales vemos pretender que «su problema es España», no tengan ningún problema en radicar sus deudas en este mismo país nuestro. Es urgente que Montoro y su equipo se pongan manos a la obra y rehagan ese Impuesto de Sociedades racionalmente.



[La explicación anterior no es de ninguna extraña voz radical ni minoritaria, o en lucha contra la política única del consenso económico bipartidista gubernamental que nos vende las recetas de la UE, sino que acaba de formularla don John Müller, en el diario El Mundo: "Reformar el impuesto de Sociedades"...]

viernes, 16 de marzo de 2012

"C(h)oeurs [Chœurs/Cœurs: coros/corazones]" ... y "Le Pierrot lunaire" ...

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Gerard Mortier, valiente, incendió su Teatro Real en el espectáculo más arriesgado esta temporada -con Wagner & Verdi como alibis- citando revuelta callejera de las gentes por todo nuestro mundo actual (según C. C. nos lo resume): para cada individuo, siempre, tan irremediabilísimo como muy 'democráticamente' [Marguerite Duras, durante tamaña función, dícenos] coral y trágico...


Alain Platel, director en 'Les ballets C de la B' [ver videos], quiso utilizar el "tentador peligro" de los coros para trabajar en esa idea y eligió "Va pensiero, sull'ali dorate", del verdiano 'Nabucco', por ser "una música con la que solo puedes llorar", como punto de partida y de ahí surgió la "confrontación casi natural" con las músicas wagnerianas.

De Verdi eran, además, "Dies Irae", "Tuba Mirum" y "Libera me" desde su 'Misa de Réquiem'; "Patria oppressa", del 'Macbeth', y "Parigi, o cara" -en una grabación antigua- de 'La Traviata, más los "Preludios... al acto III y ... para el I" en esa misma obra.

Las piezas de Wagner fueron el "Coro de los Peregrinos" de 'Tannhäuser'; "Wach auf", en 'Los maestros cantores de Nuremberg'; y "Heil!, König Heinrich!, Heil!", del 'Lohengrin' aparte de otra grabación -la "O du mein holder Abendstern", del 'Tannhäuser'- y trufándolo con sendos "Preludios" tanto para ese ya mentado 'Die Meistersinger von Nürnberg' como del 'Lohengrin'.


[Puede verse un videoclip -de sólo 24 min.- como resumen, aunque nunca se podría recoger ahí toda la fuerza del directo, desde: "C(h)oeurs: hearts, choirs & music for Rebellion".]


Y como complemento de lo más oportuno cierta interpretación al tiempo de un Le Pierrot lunaire [A. Schoenberg] que ahora cumple sus primeros 100 años; pese a la fama que aun hoy arrastra de 'difícil' ese clásico en su época revolucionario, nada más obvio para quien abre sensibilidad por encima de cualquier raciocinio, que la 'poiesis (creación)' por tal Obra de Arte... Si en lo musical es hiper expresiva "¡onomatopeya de la pasión!", el texto -de Albert Giraud y vertido al teutón por Otto Erich Hartleben- no necesita explicarse; bastará oir, apenas un tercio, como sigue:

I.- DEL ÉXTASIS AL DOLOR

(1. Mondestrunken: borrachera de Luna)


El vino, que se bebe por los ojos, / a borbotones lo derrama la Luna cada noche; / y, como una gran marea, / inunda el horizonte silencioso. //
Horriblemente caprichosas y mansas, / corren las olas incontables. / El vino, que se bebe por los ojos, / a borbotones lo derrama la Luna cada noche. //
El poeta, sumido en su embelesamiento, / se emborracha con la bebida celestial, / vuelve hacia el cielo su cabeza asombrada / y, delirante, aspira y saborea / el vino, que se bebe por los ojos.

(2. Colombina)


Las flores pálidas del claro de Luna, / las bellísimas rosas blancas, / florecen en las noches de julio. / ¡Ah, si pudiera coger una al menos! //
Para aliviar mi tristeza temerosa / busco en el río oscuro / las flores pálidas del claro de Luna, / las bellísimas rosas blancas. //
Toda mi tristeza se disiparía / si por encantamiento pudiese, como en los cuentos, / enmudecer dichosamente y deshojar / sobre tu negra cabellera / las flores pálidas del claro de Luna.
... ... ...

(7. Der kranke Mond: la Luna enferma)


Tú, Luna, enferma desahuciada de la noche, / recostada sobre la almohada negra del firmamento. / Tu mirada, desdibujada por la fiebre, / me enloquece como una misteriosa melodía. //
Te mueres asfixiada por la añoranza, / por el eterno mal de los amores. / Tú, Luna, enferma desahuciada de la noche, / recostada sobre la almohada negra del firmamento. //
Al enamorado que, enfebrecido, / vaga confusa y lentamente hacia la amada / le encanta jugar con tus rayos de luz, / con tu sangre pálida y melancólica, / oh, Luna, enferma desahuciada de la noche.

II.- DESESPERANZA, MUERTE Y CRUCIFIXIÓN

(8. Nacht: En la noche -pasacalle)


Unas negras mariposas, gigantes y monstruosas, / han ahogado la luz del sol. / Un libro de encantamientos, cerrado, / cubre el horizonte en silencio. //
Del incensario de las profundidades perdidas / asciende un perfume que asesina los recuerdos. / Unas negras mariposas, gigantes y monstruosas, / han ahogado la luz del sol. //
Y desde el cielo, con enormes alas, / descienden hacia la tierra / unos monstruos invisibles / para posarse en el corazón de los hombres. / Unas negras mariposas, / gigantes y monstruosas.

(9. Gebott an Pierrot: Súplica a Pierrot)


Pierrot, ¡he perdido / mi sonrisa! / La imagen del resplandor / se me ha apagado, se me ha apagado. //
La bandera negra ondea ya / en el asta que enarbolo. / Pierrot, ¡he perdido / mi sonrisa! //
Devuélveme otra vez / –¡médico del alma angustiada, / muñeco de nieve de la poesía, / Alteza Serenísima de la Luna, / Pierrot!– mi sonrisa.
... ... ...

III.- RESTAURACIÓN DE LA CALMA
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(20. Heimfahrt: Viaje de regreso -barcarola)


Un rayo de Luna hace de remo, / un nenúfar le sirve de barca. / Pierrot navega hacia el sur, / con viento favorable. //
La corriente entona melodías tristes, / y mece la débil barquita. / Un rayo de la Luna hace de remo / y un nenúfar le sirve de barca. //
Al fin Pierrot vuelve a Bérgamo, / a su propio país. / Comienza a oscurecerse por Oriente / el horizonte verdecino. / Un rayo de Luna hace de remo.

(21. Oh, alter Duft!: ¡Ah, perfume añejo!)


¡Ah, perfume añejo de la época de las fábulas! / Vuelves a emborrachar mis sentidos. / Una enloquecida multitud de pícaros / retumba entre el aire ligero. //
Mis deseos ilusionados me hacen sentirme contento, / sueño ahora con los placeres que tanto tiempo menosprecié. / ¡Ah, perfume añejo de la época de las fábulas! / Vuelves a emborrachar mis sentidos. //
Me he liberado al fin de mis tristezas: / desde mi ventana radiante de sol / contemplo, ya en libertad, el mundo amado / y sueño con las quimeras prometidas. / ¡Ah, perfume añejo de la época de las fábulas!

domingo, 4 de marzo de 2012

El reparto de la tarta: más desnudez que otros

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La verdadera razón, casi no confesada, para tanta Reforma Laboral es forzar una Reducción Salarial en esa creencia de que actuará como 'devaluación interior'; pero tal fórmula falla si, como ocurre desde hace muchos años, dicha deflación salarial en lugar de contribuir a moderaciones de los precios sigue (según bien cuantificaba Juan F. Martín Seco, por ejemplo) "orientándose al incrementar beneficio para empresarios...

["El profesor y sociólogo norteamericano Richard Sennett, un estudioso del ser humano y el sistema económico, asegura en 'La cultura del nuevo capitalismo' que «la mayoría de la gente necesita un relato de vida que sirva de sostén a su existencia, necesita enorgullecerse de su habilidad para algo específico». Sennett llama «gratificación diferida» al prestigio que proporciona el trabajo y sostiene que esta gratificación es más necesaria para las clases medias trabajadoras que para las élites. «Cuánto más abajo se está en una organización menos densa es la red de que se dispone y mayor la necesidad de un planteamiento estratégico formal para la supervivencia de una persona. Y el pensamiento estratégico formal requiere a su vez un mapa social inteligible».

Esto es precisamente lo que nos falta en España: algún mapa social y económico inteligible. Queremos que algún sabio como Sennett nos proporcione un pensamiento estratégico formal para nuestra propia supervivencia. Queremos entender las siguientes noticias en un país en el que nos dicen que, frente a la crisis, toda su posible 'salida pasaría por austeridad, rebaja de salarios y recorte de gasto público'.


Las empresas que cotizan en el IBEX ganaron un 33% menos el año pasado, mientras que el sueldo de los directivos se mantuvo intacto e incluso aumentó. A don José Manuel Vargas le embolsaron 3,1 millones de euros como indemnización cuando fue despedido de Vocento, empresa que registraba pérdidas por hasta 53,3 millones. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, cobró 7 millones de euros en 2011, hasta un 78% más que en 2010. Con tan brillantes gestión -y contraprestaciones...- a sus espaldas, el Gobierno le ha nombrado ahora presidente del Ente Público AENA. Alfredo Sáenz, un banquero condenado en firme por el Tribunal Supremo pero indultado en el último Consejo de ministros que presidía Zapatero, ganó 11 millones de euros en 2011. Juan Luis Cebrián cobró 8 millones de euros en Prisa, mientras las pérdidas de su empresa ascendieron a 450 millones de euros.

El BCE inyecta 120.000 millones a la banca española a un interés del 1%. Con ese dinero, los bancos compran deuda pública española al 5%, pero no dan crédito ni a las familias ni a las empresas. La cúpula de la Universitat Pompeu Fabra, inmersa en un draconiano plan de recortes, se gastó 6.000 euros en un retiro de fin de semana en un hotel de cuatro estrellas superior. El Gobierno calcula que este año el número de parados aumentará hasta casi los 6.000.000...

Necesitamos un 'pensamiento estratégico' para entender por qué la quema de un contenedor en Barcelona es más noticia que otras... ¿A quién puede extrañarle que ante este mapa social y económico los jóvenes salgan a la calle a protestar? Como dice el presidente de Cantabria, «vamos desnudos». Aunque algunos van más desnudos que otros" (Lucía Méndez)...]

Determinados conceptos como la lucha de clases están hoy 'demodés'. Se nos pretende convencer de que, en la actualidad, las clases no existen y que trabajadores y empresarios tienen 'intereses comunes'. Si se tercia, la CEOE o un gobierno de derechas no tienen pudor en proclamarse defensores de los parados frente a las organizaciones sindicales que se preocupan tan solo de los que disfrutan de un puesto de trabajo. Tal vez por ello es conveniente que ciertos datos pasen desapercibidos, como los de la distribución de la renta, que demuestran que las clases –como 'las meigashaberlas, haylas', y que en esa lucha que, se quiera o no se quiera, siempre se da por el reparto del pastel, los trabajadores llevan muchos años perdiendo.

A principios de los años 1980, la remuneración de los asalariados (9 millones de trabajadores) absorbía el 53% del PIB; en el año 2007, al principio de la crisis, participaba tan solo en el 48%, y eso que el empleo ascendía a 18 millones de trabajadores. Datos que indican de forma clara el sofisma que se esconde detrás del discurso que liga la viabilidad del sistema público de pensiones a los problemas demográficos. Lo que pone realmente en peligro las pensiones es que la renta nacional se reparte cada vez de manera más injusta, engordando la porción destinada para excedente empresarial, es decir, al beneficio de los empresarios, tanto más cuanto que los distintos gobiernos son renuentes a gravar fiscalmente estas rentas. En estos años de crisis, la desigualdad se ha hecho aún más pronunciada y en apenas tres años la participación de los asalariados ha perdido 2 puntos porcentuales, situándose en el 46% del PIB.

Este proceso ciertamente no es privativo de España. En mayor o menor medida ha afectado a todos los países, tal como se puede ver en el informe de otoño de la Comisión Europea, recogido en 'European Economy (6, de noviembre de 2011)', si observamos atentamente la evolución de los costes salariales unitarios en términos reales. Esta variable es tan solo un cociente entre el salario real y la productividad. Cuando el numerador se incrementa en menor medida que el denominador el índice decrece y es señal de que la distribución de la renta ha evolucionado a favor del excedente empresarial y en contra de la retribución de los trabajadores. Eso es lo que ha ocurrido desde principios de los años 80, lo que indica bien a la claras los efectos perversos que ha tenido la globalización para los asalariados de todas las latitudes.

Pero si esta tendencia ha sido común a todas las economías, nuestro país se ha colocado en cabeza, y el descenso de los costes laborales unitarios en términos reales ha sido bastante más acusado que en la mayoría de los otros países –por ejemplo, que en la propia Alemania–, lo que desmiente el intento de responsabilizar a los salarios ante cualquier 'falta de competitividad' en nuestra economía y pone en cuestión la receta de salir de la crisis mediante una 'deflación salarial'.

Desde la constitución de la Unión Monetaria, la economía española ha presentado tasas de inflación superiores a la media europea, y desde luego superiores a las de la economía alemana, lo que le ha hecho ir perdiendo competitividad con el consiguiente reflejo en un incremento progresivo del déficit exterior y en un enorme endeudamiento privado. Todo ello, junto a la imposibilidad de devaluar la moneda, se encuentra en el origen de la delicada situación en que nos hallamos. Pero, tal como indican las cifras, esa subida de precios no está causada por el incremento en la retribución a los trabajadores ¡sino por más elevación del excedente empresarial'.


Es ese empeño de los empresarios en apropiarse cada vez de una parte más grande del pastel el que ha conducido al diferencial de inflación. Incluso en la situación actual, lindando en la recesión y con los salarios por los suelos, los precios no descienden tal como sería necesario para recuperar la productividad perdida. Los últimos datos del INI indican que, mientras los salarios subieron el 1,1% solo, las rentas de los empresarios se incrementaron en 2011 un 6,6%... " [J.F M. S.]

Y estas cosas -¡muy desafortuna damente!- no vienen a ser ahora, tampoco, nada nuevo...

(Análisis en ATTAC-Madrid: por FGP, a la Memoria de Agencia Tribuaria, 2005)


Así que las consecuencias, ahora, parecen terminar siendo una pesadilla; véase, clicando presentación (PPS) adjunta, sobre la Reforma laboral -inverosímil, de verdad: ¿Esclavitud... o fomento del Empleo de calidad?- que no es ninguna broma...

jueves, 1 de marzo de 2012

Una voz en el silencio, ¡aún!, Mercedes Fórmica

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Logró atraer hacia el tema de capacidad jurídica en la mujer atención entre muchos de nuestros mejores profesionales del Derecho; pero todavía más fue despertarla de hombres y mujeres no profesionales en general, es decir lo que atención pública se llama, sobre dicho mismo asunto.

Hace medio siglo largo que Mercedes Fórmica logró ya, durante aquellos duros años de una primera postguerra con el nacionalcatolicismo bajo Dictadura, las primeras reformas contra discriminaciones negativas para la mujer en muchos artículos del Código Civil, del Código Penal, del Código de Comercio y de la Ley de Enjuiciamiento... Pero, sin embargo, solía decir «Me silenciaron. ¿De buena o de mala fe? No lo sé. Lo cierto es que desde que murió Franco hasta hoy, las personas que han tratado el Derecho privado no han nombrado aquella reforma. Como si no hubiese existido».

Recordaba, en el 'Catoblepas' nº 120 del Nódulo materialista, J.M Gª Tuñón cómo toda la historia pudo terminar de arrancar por aquel tan distinto entonces.

"... El alta en el Colegio de Abogados, como era su caso, obligaba a realizar el «turno de oficio» cuando las circunstancias lo demandaran. La vigencia de la pena de muerte le atormentaba cuando tenía que afrontar algún caso castigado con ella. Un día la prensa publicó la agresión de una mujer a manos de su marido que le había asestado varias puñaladas. Un joven periodista quiso averiguar más detalles del suceso y se entrevistó con la mujer que le confesó que no era la primera vez que recibía malos tratos. Cuando el periodista le preguntó que cómo lo consentía, la mujer le respondió: «Intenté separarme, pero el abogado a quien consulté me dijo que lo perdía todo. Hijos, casa, mis pocos bienes»{11}. Aunque hoy parezca mentira, la mujer decía verdad. Esta injusticia le hizo pensar a Mercedes que algo había que hacer para reparar uno de los mayores atropellos que en aquellos años sufría la mujer casada. Fue entonces cuando se le ocurrió denunciar aquella absurda ley, que dejaba indefensa a la mujer ante la separación, con la publicación de un artículo que, previamente, estuvo tres meses congelado por la censura; lo tituló El domicilio conyugal, alcanzando enorme éxito, incluso fuera de España, y que por su interés reproducimos en su totalidad:

«En un hospital madrileño agoniza una mujer, víctima de doce cuchilladas. La noticia, extraída de entre los que pregonan el discutido Premio Nóbel, el nuevo estatuto de Trieste, el repugnante asesinato de Bobby Greenlease, o la catástrofe de Cestona, pasa inadvertida, cuando no por vulgar, deja de ser aleccionadora, ya que al ahondarse en las razones que llevaron a este final sangriento se pone en claro que la muerte de la desgraciada mujer la provocó la convivencia, una convivencia, que por humanidad, debió de ser evitada. La historia es realista, amarga. Un marido que se niega a entregar a su esposa el producto de su trabajo para mantener a la familia, compuesta por los padres y tres hijos; una esposa, que, a fin de sacar adelante a esa misma familia, se afana en tareas agotadoras, de la mañana a la noche. A menudo, ruega al marido que cumpla con su obligación de jefe de la casa. El marido se limita a golpearla, límite bastante suave en un hombre que llegará hasta el parricidio. De estos golpes existe constancia abundante en la Comisaría del distrito. Se me dirá, por el público ingenuo, que antes de dejarse matar, esta mujer pudo separarse legalmente de su marido, invocando la causa segunda del artículo 105 del Código Civil. Un grave obstáculo, sin embargo, se lo impedía: la escasez de vivienda.


Nuestro Código Civil, tan injusto con la mujer en la mayoría de las instituciones, no podía hacer una excepción con la esposa, y la casada que se ve en el trance de pedir la separación; aun en aquellos supuestos en que su inocencia está comprobada, ha de pasar por el previo depósito, que en este caso habrá de ser realizado fuera del domicilio conyugal, y ya el proceso de separación en marcha, el juez le entregará, o no le entregará, los hijos, los bienes muebles, fijará una pensión alimenticia, pero lo que ningún magistrado sentenciará –entre otras razones porque carece de facultades para ello– es que sea la esposa la que permanezca en el domicilio común y sea el marido culpable el que lo abandone. En otra época, la medida, aunque injusta, planteaba problemas secundarios; hoy esta parcialidad lleva a las doce cuchilladas. Qué duda cabe que en estos tiempos, en que el desequilibrio entre habitantes y habitación ha planteado un problema de gobierno y ha dado vida a una ley tan revolucionaria como la de los Arrendamientos Urbanos, pocas mujeres se arriesgarán a dejar su casa para lanzarse a la aventura de vivir debajo de un puente, o en un cuarto de renta nueva e inaccesible. La mujer que se encuentra en esta situación se resigna, y aguanta hasta el límite, que, como en el supuesto que nos ocupa, es la propia vida.


La defensa de la familia cristiana, imprescindible para el logro de una paz duradera, se consigue con la convivencia pacífica, equitativa, en la que cada cónyuge lleve su carga y cumpla con su deber. Es contraproducente para este logro el ejemplo a los hijos de la repetida mala conducta del más fuerte, que lo es sólo porque le mantiene una ley arbitraria. Los señores jueces deberían tener facultades para otorgar la titularidad del domicilio conyugal al cónyuge inocente, en este caso a la esposa, ya que, en definitiva, el domicilio conyugal es la casa de la familia y no «la casa del marido», como dice la ley. La familia ganaría en moralidad y buenos ejemplos, y los hijos varones conocerían a tiempo que su mala que su mala conducta futura no se verá salvaguardada por el Código Civil, aliado a circunstancias de momento, escasez de vivienda en este caso. Los buenos padres, que por lo general son también los buenos maridos, adquirirían la certeza de que sus hijas quedaban liberadas de una surte dura. Esa mujer, que a la publicación de esas líneas quizá ya no sea, representa algo más que la protagonista de un suceso de sangre, representa un símbolo: el de la buena esposa, excelente madre de familia, a la que una injusticia de la ley llevó al inútil sacrificio de su vida. No permitamos que su caso se repita. Hora es ya de prevenir, en lugar de lamentarse, de escoger el camino del diálogo y no de la violencia, cuando se pretende implantar una reforma justa. En apoyo de mi teoría diré que en el Congreso de Abogados celebrado en Madrid el pasado año se puso de manifiesto la necesidad de reformar la ley en este sentido, y como detalle digno de tenerse en cuenta, señalaré que fueron los abogados sacerdotes, a los que sus circunstancias hacía imparciales, los que se pronunciaron a favor de esta reforma.» (ABC, Madrid, 7-XI-1953, pág. 9.)

El artículo tuvo enorme éxito no sólo en España sino fuera de nuestras fronteras. Un amigo suyo le remitió un recorte del periódico The New York Times quien a través de su corresponsal en Madrid publicó una larga referencia del escrito. Por otro lado, en un trabajo dedicado al mundo femenino, la revista Holiday hizo un reportaje fotográfico de aquellas mujeres que más habían destacado en sus respectivos países. Robert Capa, director de la misma, pidió a la fotógrafa Inge Morath{12} que en España fotografiara a Mercedes Fórmica: «Tú irás a España. Tienes que ver a una mujer extraordinaria. Se llama Mercedes Fórmica, es abogado, y defiende a las mujeres que no se pueden separar de sus maridos»{13}. Igualmente recogieron la noticia el Daily Telegraph y la importante revista gráfica Time, que le dedicó una página el 7 de diciembre rematada con esta frase escuchada a un madrileño: "Creo que empieza un gran torbellino. Gracias a Dios mi mujer no lee los periódicos"{14}. Otra prensa europea comentó también la noticia; incluso el semanario de la CNT dedicó palabras de elogio al artículo lo mismo que la que fue militante del PSUC, Lidia Falcón, quien escribió que «los artículos de Mercedes Fórmica recorrieron todo el país en pro de los derechos de la mujer. Se celebran inmediatamente cursillos y congresos convocados por la Academia de Jurisprudencia sobre el tema La mujer ante la ley. Durante cinco largos años se debate y se debate entre las irónicas respuestas de los que ven en la campaña un resurgimiento del loco y apolillado feminismo. Pero las cuchilladas no cuajan con el nuevo feminismo norteamericano, y a pesar de la resistencia de los tradicionalistas, el 24 de abril en 1958 se promulga una Ley por la que varían 66 artículos del Código Civil»{15}.

Y a partir de ahí merecería también la pena seguir recorriendo su ahora olvidado rastro un poco más...