miércoles, 13 de octubre de 2010

POR ELLOS CANTO...

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"¡Sube a nacer conmigo, hermano: / dame la mano... desde la profunda / zona de tu dolor diseminado. / No volverás del fondo de las rocas. / No volverás del tiempo subterráneo. / No volverá tu voz endurecida. / No volverán tus ojos taladrados. / Mírame desde el fondo de la tierra, / labrador, tejedor, pastor callado: / domador de guanacos tutelares: / albañil del andamio desafiado: / aguador de las lágrimas andinas: / joyero de los dedos machacados: / agricultor temblando en la semilla: / alfarero en tu greda derramado: / traed a la copa de esta nueva vida / vuestros viejos dolores enterrados. / ... / Dadme el silencio, el agua, la esperanza. / Dadme la lucha, el hierro, los volcanes. / Hablad por mis palabras y mi sangre!..." (Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto, alias Pablo Neruda, en su 'Canto General = Alturas del Macchu Picchu, XII'...)
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Desde los Pre-Par...o y Ni-Ni... hasta Post-Jubilables.
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Hoy, con todas nuestras miradas revueltas hacia ese hipnótico agujerito de Atacama por donde aflorarán en su resurrección conquistada -¡solo racional [e ingenieril...] mente, 'con la maza dando'...!- los mineros chilenos, canto tras las voces de Daniel Viglietti:

Yo soy un desencontrado
que no busca que lo encuentren,
un caminante sin suelo,
una casa sin paredes.
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Los combates de la vida
son tantos, tantos y tantos:
por ellos canto.
... ... ...
Los llamados de la falta
son tantos, tantos y tantos:
por ellos canto.
... ... ...
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Los crecimientos del alma
son tantos, tantos y tantos:
por ellos canto.
Canté como si supiera
con el aire de mi pueblo
y al borde de la alegría
la muerte nos quitó el sueño.
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Los horrores del poder
son tantos, tantos y tantos:
contra ellos canto.
De ser un desencontrado
yo temo que al fin me encuentren,
por eso cambio de sitio
constante, constantemente.
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Los exilios de sí mismo
son tantos, tantos y tantos:
desde ellos canto.
Quiero decir al final,
mi corteza es aparente,
es un modo de cuidar
mi ternura por la gente.
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Los mensajes del silencio...
Por ellos canto.
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El final un fin no tiene
ni tuvo inicio el comienzo,
yo vivo en camino siempre,
así lucho, quiero y pienso..
Los amores que contengo
son tantos, tantos y tantos.
Los amores que contengo:
por ellos canto.

Continúo luego escuchando -igual- a Mario Benedetti, que tan bien 'Estados del alma' nos recita, junto con él... Y aun, sigo tomándole después alguna Proposición en consecuencia, cantada de nuevo:

Si yo no cambio un poco... mis fallas, mis males,
¿cómo cambiar entonces las tierras, los mares?
Si no cambio un poquito mis mañas, mis juegos,
¿cómo cambiar en algo los dramas, los fuegos?
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Si no poquito un cambio... mi duda, mi acaso,
¿cómo cambiar más tarde el beso, el abrazo?
Si no cambito un poco... mis cauces, mis fuentes,
¿cómo he de cambiar fuera lo mío en la gente?
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Si no cambio un muchito... mis odios, mis miedos,
si no abro mi ternura me vuelvo de hielo.
Si no muchito un cambio... mi cuerda, mi acorde,
¿cómo cantar lo nuevo, lo izquierdo, lo borde?
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Si no apoco lo mucho... que pierdo, que hiero,
¿cómo darle esperanza al te amo, al te quiero?
Si no amucho lo poco... que tiene mi gente,
¿cómo evitar que al canto le asome lo urgente?
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Mucho, poquito y nada deshojo la vida
y ella nunca responde, la desentendida.
Mucho, poquito y nada, contraflor al resto,
tenemos que ir cambiando.
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Mucho poquito y nada, contraflor al resto,
tenemos que ir cambiando este cambio nuestro..

3 comentarios:

  1. Tenemos que ir cambiando,
    aunque sea poquito,
    no lleguemos a mucho,
    pero no se quede en nada.

    Un abrazo y hasta pronto: PAQUITA

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  2. Del Mario Benedetti con quien estuvimos por la Corredera cordobesa, en campaña electoral de IU el 1982, me gustaría sumaros aquí este poema (que hace poco fue partidistamente aireado en otra versión incompleta…) pero esta vez ya sin censura ninguna:

    "DEFENDER LA ALEGRÍA como una trinchera / defenderla del escándalo y la rutina / de la miseria y los miserables / de las ausencias transitorias / y las definitivas

    defender la alegría como un principio / defenderla del pasmo y las pesadillas / de los neutrales y de los neutrones / de las dulces infamias / y los graves diagnósticos

    defender la alegría como una bandera / defenderla del rayo y la melancolía / de los ingenuos y de los canallas / de la retórica y los paros cardiacos / de las endemias y las academias

    defender la alegría como un destino / defenderla del fuego y de los bomberos / de los suicidas y los homicidas / de las vacaciones y del agobio / de la obligación de estar alegres

    defender la alegría como una certeza / defenderla del óxido y la roña / de la famosa pátina del tiempo / del relente y del oportunismo / de los proxenetas de la risa

    defender la alegría como un derecho / defenderla de dios y del invierno / de las mayúsculas y de la muerte / de los apellidos y las lástimas / del azar ... / ... y también de la alegría!"

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  3. Decíanos -en su ‘Todo más claro’, del 1949...- Pedro Salinas hasta qué punto: “...Voz nunca servidora / (...) / por gracia tuya ya no soy silencio. / Cuando el hombre cansado, el tren cansado, / cansado grillo y amor cansado paran, / le traicionan al mundo; porque cejan / en el deber supremo, que es seguir / (...) / este puro volar sin hora quieta...”

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