domingo, 28 de septiembre de 2025

Chuang-Tzu y la "paradoja del conocimiento"

   
 
En el libro taoísta 'Zhuāngzî' (siglo IV a. C.), del gran sabio chino Chuang-Tzu, ya se nos advertía cómo "finita es la vida humana, pero infinito el conocimiento; la existencia humana es corta y limitada, mas el saber inabarcable. ¡Nunca se puede aprender todo!: 吾生也有涯,而知也无涯 [wú shēng yě yǒu yá, ér zhī yě wúyá]..." 

Cada vez que nos sintamos desbordados por las cantidades de libros o artículos pendientes de leer, opciones de formación, oferta cultural, etcétera (más aún en esta era de Internet, redes sociales y aplicaciones, con exceso de información…), podríamos buscar refugio en esta máxima de ancestral sabiduría china.
 
 
Chuang Tse usa esta frase para destacar la futilidad de perseguir el conocimiento sin fin y aboga por vivir en armonía con el Tao (del camino natural de la vida); critica la obsesión por acumular saber sin considerar la naturaleza efímera de la existencia humana. Su mensaje clave es la "paradoja del conocimiento": por más que aprendamos, siempre habrá más por conocer. Perseguir el saber infinito con una vida finita es agotador y contraproducente. Es como querer leer todos los libros del mundo o ver todo lo que se publica en las redes sociales: aunque pasemos toda la vida intentándolo, nunca lo lograremos. Mejor es leer con profundidad y disfrutar del aprendizaje. 

Conexiones culturales:
 
– Contrasta con el mucho más influyente Confucio: en lugar de buscar siempre dominar conocimiento (como éste proponía), Zhuang-Zi invita a fluir con la virtud el Daoaceptar que no podemos saberlo todo, y valorar la intuición sobre la acumulación. La verdadera sabiduría está en la espontaneidad (無為, wúwéi). Mientras aquél enfatiza el estudio riguroso («Aprender sin pensar es inútil; pensar sin aprender, peligroso»), éste rechaza tanto esfuerzo como artificial. 
 
– Influencias en el budismo Chan/Zen: la idea de «soltar» el apego al conocimiento resuena en tal meditación budista. 
 
 
Errores comunes al interpretarla:
 
– «El conocimiento es inútil»: eso no es lo dicho por Zhuangzi, en absoluto, sino que advierte sobre lo futil de la obsesión por el saber. 
 
– «Hay que dejar de aprender»: más bien, tan sólo está sugiriendo hacerlo sin forzar (o sea, wúwéi), como el agua que fluye.
 
Por lo tanto, como sugiere Zhuang Zhou, en lugar de obsesionarse con sabérnoslo todo, deberíamos aceptar nuestros límites y vivir con sabiduría.  

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[[ ...Y más aun:塞翁失马焉知非福 (sàiwēngshīmǎ yānzhīfēifú), “el anciano de la frontera perdió su caballo, ¿quién sabe si es una bendición o acaso desgracia...?”.

En el extremo del imperio chino vivía un anciano, conocido como el viejo de la frontera. Un día perdió su único caballo y los vecinos fueron a su casa a consolarlo. Pero él, ni triste ni inquieto, decía: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?”.
 
Poco después, el animal volvió en compañía de otros caballos. Al enterarse de la noticia, los vecinos fueron a felicitarlo. Sin embargo, el viejo no mostró la menor alegría y repetía: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?”.

Más tarde, el hijo del viejo salió a pasear montando uno de sus caballos, se cayó y se fracturó una pierna. Los vecinos acudieron otra vez a consolar al viejo y éste, como siempre, no manifestó el menor desasosiego y exclamaba: “¿Mala suerte? ¿Buena suerte? ¿Quién lo sabe?”.

Al poco tiempo estalló una guerra. Muchos jóvenes se vieron obligados a alistarse al ejército y nunca más regresaron a sus hogares. Sin embargo el hijo del anciano sabio, como -¡¡¡ afortunada mente...!!!- tenía la pierna rota, no fue obligado a ir al frente y disfrutó de una vida tranquila y feliz.

  
Pensemos en aquel trabajo perdido así como en aquella relación que se fue a pique y en todo lo que vino después, que seguramente no estuvo nada mal o incluso fue mejor que lo anterior. Se trata del entrar en armonía con el universo, sometiéndose libremente a sus 'leyes' con total serenidad y alegría

En relación con este proverbio encontramos una máxima que aparece en el 'Dao De Jing', clásico sobre la Virtud [como]o el Camino (道德经), atribuido al filósofo Lao Zi (老子), que dice 祸兮福所倚,福兮祸所伏 (huò xī fú suǒyǐ, fú xī huò suǒ fú) y podría traducirse con “la buena fortuna está dentro de lo malo, tanto cuanto el infortunio dentro del bien...».

La felicidad humana radica entre otras cosas en este saber adaptarse, con una total armonía universal, a todos los designios del Cielo y la Tierra... ]]