domingo, 29 de enero de 2012

A grandes males... hoy, aquí...




Grandes remedios? ¡No, por Dios! Eso sería sumamente peligroso: podría llegar a atentar contra el propio mal, y entonces ¿qué iba a ser del régimen del Bienestar?


Estoy hablando de lo que todo el mundo habla: de la actualidad política, o séase económica, de nuestros Estados, inquietante ciertamente, por no decir que desastrosa: es la que durante largos años se ha venido llamando Crisis, que últimamente toca entre nosotros a las exigencias de la Unión Económica Europea para con los países menos educados o bien regidos, y que en todo caso afecta justamente a los Estados desarrollados, sean los europeos, los unidos de América o el Japón, de tal modo que se trata evidentemente de un mal inherente al régimen del Bienestar en que ha venido a parar el desarrollo.


Me paro aquí a hacer notar, por si hacía falta, la enorme desproporción (numérica, dineraria) de las Medidas que políticos, financieros y economistas proponen, imponen a sus poblaciones y hasta ponen en práctica como buenamente pueden, frente a la magnitud de las faltas, necesidades, estropicios o agujeros que en la economía de los Estados se producen. Otros, más estudiosos que yo de las grandes cuentas y cifras, tienen que haberles hecho saber, aunque sea tímidamente, esa desproporción: que, sumados todos los importes de esos remedios que se han propuesto o aplicado, no podrían montar más que a una mísera fracción de los que las nuevas necesidades y desajustes de Estados, bancas o cualesquiera finanzas representan.


Sin cifras, el mero sentido común descubre que estas Medidas o remedios que les sacan hoy los dirigentes son los mismos que se recordaban como propios del antiguo régimen: restringir gastos, apretarse, como decían, el cinturón, y hasta ahorrar, remedios ridículamente impropios para el régimen actual, que se mueve por una circulación dineraria sumamente alejada de las cosas palpables y por el despilfarro y producción de objetos no pedidos ni dirigidos a más consumo que su compra. De manera que, si algo de humor le dejaran vivo a la gente, se reiría de esas medidas y remedios como de una cataplasma aplicada a un cáncer.


Está claro, salvo para quien tenga interés en no verlo, que el mal pertenece al propio régimen actual del mundo desarrollado, el del poder entregado al movimiento del dinero.


Sería una buena ocasión de reconocer que este régimen, con todo su enorme éxito y por la calidad de su éxito justamente, era en su estructura y programa mismo una insensatez, una de las grandes insensateces que jalonan la historia de los seres ilusos que somos: pretender que eso de la vida que podía vivirse se puede cambiar tranquilamente por la dedicación de las personas (y las cosas) a venderse y comprarse unas a otras, y pretender que lo que pasa, está pasando o pueda pasar, se reduzca todo a tiempo, a futuro (que es lo solo con que el dinero sabe trabajar), y que ese futuro contado se tome como un sustituto de la vida y las posibilidades. Esa insensatez, por cierto, no se puede atribuir a ningún economista o mentes preclaras que la hayan inventado y la manejen: así como hoy día no pueden los entendidos en economía y finanzas dar razón de lo que le pasa al dinero (no entienden lo que pasa porque se creen que sí), así tampoco podemos achacarles la fundación ni dirección del régimen del dinero: es más bien el dinero el que, con sus ideas y teorías, los toma a su servicio para hacer de las suyas, esto es, para realizar las funciones que a él solo le corresponden.


Que los males que dan lugar a tantas quejas, arreglos y diatribas pertenecen al régimen mismo del dinero, el sentido común lo dice.


Sería poco amable pensar de mí que con esto estoy proponiendo como sola cura un cambio radical de régimen, un abandono del dinero. No es así. Pero eso no quita para que tenga sentido intentar que mucha gente del común reconozca que los remedios del Mal con que los agobian y aburren son una ilusión, engaño y triste divertimiento... dedicándole al sentido común un rinconcito.



Escuchemos, pues, el final con que concluye la ópera -o mejor en palabras de su propio autor, Igor Stravinsky, el 'melodrama musical'- Perséfone:

"... Accueillez-nous, filles des dieux.


Nous apportons nos offrandes / des guirlandes, / lys, safrans, crocus, bleuets, / renoncules, anémones... / des bouquets pour Perséphone, / des épis pour Dèméter. / Les blés sont encore verts / mais les seigles déjà blonds.


Déméter, reine de l'été, / dispensez-nous votre sérénité.


Ô, reviens à nous, Perséphone, / brise les portes du tombeau! / Archange de la Mort, rallume (...)


Ouvrez-vous, fatales portes, / flambeaux éteints, flammes mortes, / ravivez vous, il est temps. / Il est temps enfin / que tu sortes / des gouffres de la nuit, / Printemps.



Encore mal réveillée, / Perséphone émerveillée, / hors du sinistre parvis. / Tu t'avances et, comme ivre / de nuit, tu doutes de vivre / encore; et pourtant tu vis.


L'Ombre encore t'environne, / chancelante Perséphone, / comme prise en un réseau. / Mais partout où ton pied pose / s'épanouit une rose / et s'élève un chant d'oiseau. / Chaque geste te dégage / et ta danse est un language / qui propage le bonheur, / l'abandon, la confiance; / et le rayon se fiance / au pétale de la fleur. / Tout, dans la nature entière, / rit et s'abreuve de lumière. / Toi, tu bondis vers le jour.


Mais, pourquoi, si sérieuse, / restes-tu silencieuse / lorsque t'accueille l'amour?


(...) déjà le froment que tu sèmes / germe, prospère, et rit en féconde moisson... / Tu n'arrêteras pas le cours de la saison. / La nuit succède au jour et l'hiver à l'automne. / Je suis à toi. Prends-moi (...)


Pour répondre au destin qui m'appelle, j'irai / vers le monde ombrageux où je sais que l'on souffre. / Crois-tu qu'impunèment se penche sur le gouffre / de l'Enfer douloureux un coeur ivre d'amour? / J'ai vu ce qui se passe et se dérobe au jour / et ne puis t'oublier, vérité désolante... / Je n'ai pas besoin d'ordre et me rends de plein gré / où non point tant la loi qua mon amour me mène (...)


Ainsi vers l'ombre du terrain / tu t'achemines à pas lents, / porteuse de la torche et reine / des vastes pays somnolents. / Ton lot est d'apporter aux ombres / un peu de la clarté du jour, / un répit à leurs maux sans nombres. / A leur détresse un peu d'amour.


Il faut, pour qu'un printemps renaisse, / que le grain consente à mourir / sous terre; afin qu'il reparaisse / en moisson d'or pour l'avenir."

5 comentarios:

  1. Leo a Verónica Rubio Camín, al presentar su nueva Expo de Avilés, lo que dijérale Enrico Panunzio ante cierta ocasión pretérita:

    "Dejo sola a V... Y aun quiero desearle que, a contracorriente de todos los manejos del siglo, conserve su identidad. Pues estoy convencido de que los artesanos se adaptan por complacer; mientras que quien es artista será siempre, para su propio perjuicio, el que custodie sus demonios cual si fueran un don".

    Y se me antoja que un entusiasmo prometeico deseable podría bien compadecerse con cierta sabia humildad...

    O sea, que agradezcamos el no ser "artistas", como parecen considerarse la mayor parte de nuestras conciudadanías a juzgar por sus reluctancias ante todo cambio...

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  2. Alguien podría pensar que lo de Gª Calvo era solo una 'boutade', mas impropia de quienes no menospreciasen las ciencias económicas... ¡Pues para nada! Véase lo siguiente =

    "CUANTOS MÁS AJUSTES, PEOR

    Hasta ahora, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ocupaba el primer lugar en el ranking de emitir ese discurso conservador basado en ajustes y reformas regresivas, pero en la actualidad ha sido sobrepasado por Merkel y sus acólitos de la Unión Europea. La situación es tan clara que hasta la directora del FMI lo ha tenido que reconocer: LA POLÍTICA QUE AUN HOY SIGUE APLICANDO EUROPA NOS ESTÁ CONDUCIENDO INEVITABLEMENTE A LA RECESIÓN. Pocas son hoy las voces que no cuestionan la obsesión enfermiza de la canciller por la estabilidad presupuestaria y rara vez en la historia se dará un caso de cerrazón mental como el que están protagonizando los mandatarios europeos. Por más que los hechos demuestren lo contrario, ellos continúan apalancados en su política de ajustes y reformas sin querer aceptar que no sirven para corregir el déficit ni para infundir confianza en los mercados.

    El objetivo de déficit se fija como un porcentaje del PIB, de modo que la recesión económica, que es lo que provoca la política seguida, no sólo va a incrementar el numerador, al disminuir la recaudación, sino que también va a disminuir el denominador (el PIB se reduce). Ello es lo que hace totalmente imposible que España –y supongo que otros muchos países– pueda cumplir el próximo año el objetivo marcado y lo que fuerza incluso a cuestionarse si no estaríamos más cerca de la consolidación fiscal en el caso de que la política aplicada desde hace dos años hubiera sido menos tensa y traumática.

    La política de ajustes tampoco sirve, como se está comprobando, para lograr la confianza de los inversores, puesto que, para garantizar el reintegro de sus fondos, tanto o más importante que el cumplimiento puntual en un año de un guarismo mágico de déficit publico es la capacidad de un país de generar ingresos futuros. La enorme trampa en la que está inmersa la economía europea se hace patente cuando las agencias de calificación un día reducen la calificación de los países por sus desviaciones presupuestarias y al siguiente, por el paro y las malas previsiones económicas. Alguna vez, como en la última declaración de Standard &Poor’s, confiesan el motivo de fondo: los desequilibrios que la Unión Monetaria genera entre los países miembros."

    Juan Francisco Martín Seco, ex-Interventor general del Estado y Economista (en el diario 'Público' de hoy)

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  3. Vale, Duendes, muy bien citar la Perséfone... mas no todo el personal es tan añoso como para desempeñarse también con el francés. Así que al menos lo subrayado merece la pena lucirlo más claro:

    'Serenidad...
    ya es hora de que al fin vuelvas del abismo...
    como ebria de noche, del estar viva dudas; mas vives...

    Donde pones el pie de par en par se abre una rosa y... es tu danza como una lengua que la felicidad esparce, con descanso y confianza...

    Ahora el trigo que siembras germina, crece y ríe como fecunda cosecha...

    Tómame... e iré de muy buen grado...
    te toca llevar a la sombra un poco de la luz del sol, darle a sus males innúmeros tregua...

    Ha de consentirse muerte... por la primavera... a fin de que luego renazca... en el porvenir.'

    Pero, como tampoco hay que ponerse tan cultos ni estupendos, eso de la danza mejor veámoslo acá escuchando el 'Zorongo gitano' de García Lorca
    [ www.youtube.com/watch?v=-Lclrl5v6es ] =

    "Dicen las gentes que tiene
    veinticuatro horas el día,
    y si tuviera veintisiete
    tres horas más te querría.

    La luna es un pozo chico
    las flores no valen nada;
    lo que valen son tus brazos
    cuando de noche me abrazas.

    Las manos de mi cariño
    te están bordando una capa
    con agremán de alhelies
    y las esclavinas de agua.

    Cuando fuiste novio mío
    por la primavera blanca,
    los cascos de tu caballo
    cuatro sollozos de plata.

    Soñé un sol que se helaba,
    soñé que la mar ardía
    y, por soñar imposibles,
    soñé que tú me querrías.

    Y en este otro que se le oye a Teresa Berganza
    [ www.youtube.com/watch?v=udfrABMn8z8 ] =

    "Tengo los ojos azules,
    tengo los ojos azules,
    y el corazoncito igual
    que la cresta de la lumbre.

    De noche me salgo al campo
    y me harto de llorar
    de ver que te quiero tanto
    y tú no me quieres ná.

    Este gitano está loco,
    loco que le van a atar;
    que lo que sueña de noche
    quiere que sea verdad.

    La luna es un pozo chico
    las flores no valen nada;
    lo que valen son tus brazos
    cuando de noche me abrazas."

    Salud, ea, P. R...

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  4. Según bien documenta hoy Calixto Rivero en diario 'Expansión', las subvenciones a los autodenominados Agentes e Interlocutores del Diálogo Social no cesan, incluso en Andalucía, pese a que allí hay serios problemas para pagar las facturas a los proveedores... Sólo 2 meses antes de sus elecciones, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, da 400.000 euros a los sindicatos mayoritarios CCOO & UGT para que puedan "conocer mejor el mercado laboral"...

    Y a un mismo tiempo la patronal andaluza CEA, Confederación de Empresarios de Andalucía, ha recibido en los últimos días una subvención del Gobierno de José Antonio Griñán con 18,7 millones de euros para impartir cursos a tan solo 2.515 alumnos desempleados. O sea, que recibe hasta 7.439 euros por cda uno de los parados a los que da 'formación' aunque no los emplea...

    Otra convocatoria de la Junta subvencionará con 14 millones de euros más cursos de UGT para 6.390 parados y en las resoluciones del Boletín Oficial de la Junta de Andalucía no se especifica intensidad ni duración de dichos programas formativos pero sí figura que las subvenciones se abonarán “sin justificación previa”. Y a su vez CCOO también ha firmado convenios específicos con la Junta similares. Ejecutará acciones de Formación Profesional para el empleo por un importe superior a los 14 millones de euros.

    Pero no sólo hay dinero público a doquier para que la Patronal y los Sindicatos subvencionen a los parados.... Estas Organizaciones también reciben una porción de los Presupuestos de la Junta para subvencionar a los trabajadores que NO están en el paro. La Consejería de Trabajo ha firmado convenio con CCOO por 4,2 millones para formar a trabajadores en activo de toda Andalucía, mientras que UGT de Andalucía ha recibido una ayuda similar por 8,7 millones...

    ¡Con esos gastos la Junta de Andalucía podría pagarles a los parados plazas en un Master de Universidades privadas en vez de subvencionar tantísimo a la Patronal y a los Sindicatos para que organicen 'cursos de formación' tan caros!

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  5. "REFORMA LABORAL"

    La metáfora da eternidad al estilo, clarifica lo oscuro, llena el lenguaje abstracto de cosas de la vida. Federico García Lorca escuchó decir a un labrador de Granada: «A los mimbres les gusta estar siempre en la lengua del río» . El mismo Federico llamaba buey de agua al profundo cauce y veía las barbas rojas del Guadalquivir. Fray Luis de León observó cómo el Tajo sacaba pecho. El castellano es un turbión de palabras musicales con las que se juega y se pelea. Eran buenas las metáforas barrocas, surrealistas antes de tiempo, que llamaban a los pájaros cítaras de pluma. Hoy el lenguaje, sobre todo el político, se ha vulgarizado, pero no en plan paladino; incurre en la grosería de llamar al pan y al vino para que aplaudan en los platós o en los mítines o configura un discurso lleno de neologismos y expresiones extranjeras.

    En estos días los políticos emplean un lenguaje confuso para intoxicar a la gente ante la inminente reforma laboral, que como muy bien ha profetizado Mariano Rajoy va a costar una huelga general. Se prepara un golpe duro al Estado del Bienestar, a los derechos de los asalariados conseguidos durante siglo y medio, y lo que hay que desear es que las víctimas se abstengan de blasfemar porque, como aconsejó uno de los dirigentes de la izquierda, la blasfemia constituye un legado de la esclavitud.

    Como siempre, la lucha final es un combate de metáforas, una barricada de palabras. Vivimos días duros y hay que exigir por lo menos honradez en la retórica. Ni tacos ni mentiras. Llamar flexibilidad laboral a lo que va a ser facilidad de despido, crecimiento negativo a la depresión, no son sino rodeos y circunloquios para oscurecer la realidad, para quitar crueldad a las acciones de Gobierno.

    No sé cómo olvidan que todo ese trajín se vuelve en contra de los políticos, como quedó bien demostrado en la etapa de Zapatero. Los parados no son hoy ejército de reserva o carne de cañón, como decían los agitadores antiguos. La ventaja retórica del marxismo se ha estrellado en el muro del fin de la Historia y la lucha de clases suena a pleistoceno porque hoy el enemigo no es el capitalista sino la deuda. La izquierda no ha renovado las metáforas, pero tampoco han inventado un nuevo lenguaje los liberal-conservadores.

    Ya veremos lo que dice hoy en el Congreso Fátima Báñez, ministra de Trabajo. Antes de su presentación en la Cámara ha declarado que la reforma laboral contará con el respaldo de todos los ciudadanos. ¿Y cómo lo sabe? El lenguaje que emplea, aunque es andaluza de Huelva, no tiene nada que ver con la lengua y las barbas de los ríos, sino con una jerga tecnocrática repleta de pleonasmos. Habla de «mejorar la empleabilidad de los empleados» cuando lo que llega es una bajada de salarios y un abaratamiento del despido.

    Raúl del Pozo, EM - 07/02/12

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