.
El otro día –y por 2ª vez consecutiva en pocos meses- conseguí estar con el querido viejito Ernesto Cardenal, de quien tan bien recuerdo cómo quedáronseme (impresionadas) aquellas primeras líneas halladas hace ya 4 décadas entre sus ‘Epigramas’ y ‘Salmos revolucionarios’; esta ocasión se la debo a buenas amistades de la editorial Trotta y en activismos para canarias generosidades.
Qué placer encontrar ahí tal reunión del riguroso saber científico sobre nuestra naturaleza –y sus inmortalidades- con decires tan bellos como sólo en la cívica poesía radical podrían cabernos:
“...
¿Qué hay en una estrella? Nosotros mismos.
Todos los elementos de nuestro cuerpo y del planeta
estuvieron en las entrañas de una estrella.
. . . . . . . . . . . Somos polvo de estrellas.
Hace 15.000.000.000 de años éramos una masa,
hidrógeno flotando en el espacio, girando lentamente, danzando.
. . . . . . . . . Y el gas se condensó más y más
. . . . . . . . . cada vez con más y más masa
. . . . . . . . . y la masa se hizo estrella y empezó a brillar.
Condensándose se hacían calientes y luminosas.
La gravitación producía energía térmica: luz y calor.
Como decir amor.
. . . . . . . . . . . . . . Nacían, crecían y morían las estrellas.
Y la galaxia fue tomando forma de flor
como hoy la vemos en la noche estrellada.
Nuestra carne y nuestros huesos vienen de otras estrellas
y aun tal vez de otras galaxias,
somos universales,
y después de la muerte contribuiremos a formar otras estrellas
y otras galaxias.
. . . . . . . . . . De las estrellas somos y volveremos a ellas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...”
Qué placer encontrar ahí tal reunión del riguroso saber científico sobre nuestra naturaleza –y sus inmortalidades- con decires tan bellos como sólo en la cívica poesía radical podrían cabernos:
“...
¿Qué hay en una estrella? Nosotros mismos.
Todos los elementos de nuestro cuerpo y del planeta
estuvieron en las entrañas de una estrella.
. . . . . . . . . . . Somos polvo de estrellas.
Hace 15.000.000.000 de años éramos una masa,
hidrógeno flotando en el espacio, girando lentamente, danzando.
. . . . . . . . . Y el gas se condensó más y más
. . . . . . . . . cada vez con más y más masa
. . . . . . . . . y la masa se hizo estrella y empezó a brillar.
Condensándose se hacían calientes y luminosas.
La gravitación producía energía térmica: luz y calor.
Como decir amor.
. . . . . . . . . . . . . . Nacían, crecían y morían las estrellas.
Y la galaxia fue tomando forma de flor
como hoy la vemos en la noche estrellada.
Nuestra carne y nuestros huesos vienen de otras estrellas
y aun tal vez de otras galaxias,
somos universales,
y después de la muerte contribuiremos a formar otras estrellas
y otras galaxias.
. . . . . . . . . . De las estrellas somos y volveremos a ellas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...”
('Cantiga cuatro: Expansión', CÁNTICO CÓSMICO)
Consuela encontrarnos, reunidos así, para mantener calorines tanto por lo gozoso como en el dolor:
“...
. Si tú estás en Nueva York,
. en Nueva York, no hay nadie más;
. y si no estás en Nueva York,
. en Nueva York, no hay nadie.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ...”
('Tú eres sola entre las multitudes', EPIGRAMAS)
Y guardamos con ello memoria de quienes van dejándonos, como mi primo el radiólogo Juan Álvaro Fernández González (q.e.p.d.) hoy, tras vidas llenas de relevos cumplidos que siempre quedarán.
De dichos primeros versos hay algo inolvidable:
ResponderEliminar"Me dijeron que andabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi pieza
y escribí ese artículo contra el Gobierno
por el que ahora estoy preso."