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Como en aquella ultramarina canción [“Lento pero viene / el futuro, se acerca / despacio / pero viene / (…) / Lento pero viene / el futuro real, / el mismo que inventamos / nosotros y el azar, / cada vez más de nosotros / y menos del azar... / Lento pero viene, / el futuro se acerca / despacio / pero viene”...] nuestro tiempo terminará poniendo siempre las cosas en su sitio de formas patentes, contrastables, más allá de los cuentistas o su propaganda.
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Aun cuando nadie pueda tampoco estar a salvo de cualquier crítica, por supuesto, a estas [h]arturas parece claro que con la despedida de Marcelino algún irrepetible capítulo de nuestra Historia reciente se cierra; entre todas cuantas personas nos habrían representado alguna vez en las Cortes Generales del par-tidista/lamentario Reino de España, después de su 'Transición democrática', acaso sea ya la última de quien con justeza podrían recordarse ciertas palabras que [sobre una puerta en la ETS de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Santander, por ejemplo...] rezan:
«Hay hombres que luchan un día, y son buenos; también quienes, luchando un año, son mejores. Y además tenemos a otros que, por haber luchado muchos años ya, son muy buenos. Mas luego están los que lucharon toda la vida; y esos, únicamente, son los imprescindibles.» Bertolt Brecht
En su honor tan solo, con Dolores 'Boli' coreamos ahora cantares (“A dos Voces...") de Daniel Viglietti más Mario Benedetti:
Laray, lará, larailaralarairero,
Laray, lará, larailaralarairero,
laray, lará, larailaralarairero...
Qué linda es la madrugada, con este Sol trafoguero;
cuando se haga LLAMARADA... va a alumbrar el Mundo entero!
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Hay que ahorrar pa no ser pobre, un pión viejo me decía;
y a él nunca le sobra un cobre, pa comprarse una alcancía…
Señor que no me mira, miré un poco;
yo tengo UNA POBREZA PARA USTÉ;
limpia, nuevita, bien desinfectada,
vale cuarenta y se la doy por diez.
Señor que no me encuentra, busque un poco,
mueva la mano, desarrime el pie,
busque en su suerte, por todos los rincones,
piense sobre las muchas cosas que no fué.
Bichito guapo el hornero, trabajador como un dios;
no necesita dinero y a más, y a más, ni tiene patrón.
Le vendo la pobreza, es una insignia;
en la solapa puede convencer.
Qué cosas raras pasan por el mundo;
que Usté tiene agua, yo no tengo sed.
El sueldo de un pión carrerro nunca se debe aumentar
pa que valore al dinero y no aprenda a malgastar...
Tiene su cáscara, su dios, su diablo,
su fé en los cielos y su mala fé.
Lo tiene todo menos la pobreza;
si no la compra, llorará después.
Va como propaganda, como muestra;
quizá le guste y le coloque cien
(pobreza sin los pobres, por supuesto,
ya que los pobres nunca huelen bien).
Los piones -dijo un dotor- no son hombres delicaos;
a ellos no les hace el dolor, porque andan acostumbraos.
Pobreza abstracta sin harapos, pulcra,
noble al derecho, noble del revés;
pobreza linda para ser contada
después del postre y antes del café.
Señor que no me mira, mire un poco,
yo tengo una pobreza para Usté…
y a él nunca le sobra un cobre, pa comprarse una alcancía…
Señor que no me mira, miré un poco;
yo tengo UNA POBREZA PARA USTÉ;
limpia, nuevita, bien desinfectada,
vale cuarenta y se la doy por diez.
Señor que no me encuentra, busque un poco,
mueva la mano, desarrime el pie,
busque en su suerte, por todos los rincones,
piense sobre las muchas cosas que no fué.
Bichito guapo el hornero, trabajador como un dios;
no necesita dinero y a más, y a más, ni tiene patrón.
Le vendo la pobreza, es una insignia;
en la solapa puede convencer.
Qué cosas raras pasan por el mundo;
que Usté tiene agua, yo no tengo sed.
El sueldo de un pión carrerro nunca se debe aumentar
pa que valore al dinero y no aprenda a malgastar...
Tiene su cáscara, su dios, su diablo,
su fé en los cielos y su mala fé.
Lo tiene todo menos la pobreza;
si no la compra, llorará después.
Va como propaganda, como muestra;
quizá le guste y le coloque cien
(pobreza sin los pobres, por supuesto,
ya que los pobres nunca huelen bien).
Los piones -dijo un dotor- no son hombres delicaos;
a ellos no les hace el dolor, porque andan acostumbraos.
Pobreza abstracta sin harapos, pulcra,
noble al derecho, noble del revés;
pobreza linda para ser contada
después del postre y antes del café.
Señor que no me mira, mire un poco,
yo tengo una pobreza para Usté…
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¡Mejor ya no se la vendo,
SE LA REGALO, por esta única vez!
SE LA REGALO, por esta única vez!
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