martes, 25 de junio de 2024

NOS LLEVAN A UNA GUERRA... ¡MAYOR!... PERO NINGUNA REACCIÓN -AQUÍ...- H@Y


El único ejército que ahora nos amenaza (por "casus belli" exclusivamente relativos a nuestras "posesiones -presentes o/y pasadas...- del Magreb") está en Marruecos; y durante cada conflicto recibe puntual ayuda del todopoderoso "amigo americano", al que para sus bases militares nuestro suelo tenemos cedido. Sin embargo, le seguimos -disciplinaditas mentes: tanto dentro cuanto fuera de la OTAN- hasta guerras lejanas como las de Irak o Afganistán; por lo cual ya sufrimos duras represalias aquel "11-M" sobre Madrid... 
Aun así parece que no vamos a terminar aprendiendo nada de nuestra historia, y ahora mismo casi todas las voces del país reeditan fervores "nacional-sindicalistas" ya vividos hace 8 décadas por la 'División Azul' del franquismo enviada en apoyo al hitleriano "nacional-socialismo" ante aquello del que "¡Rusia es culpable!"... Pero con un tremendo agravante: mientras que Franco y sus Falanges mandaron tan sólo a 'voluntarios'... aplaude hoy 'Casta' oficial multipartidista institucionalmente que se implique muy directísimamente a "nuestras Fuerzas Armadas de Seguridad del Estado".
Se viven grandes euforias (del alardear connivencia "con demócratas contra el tan imperialista Putin"... igual que paralelamente asimismo suceden "adhesiones inquebrantables al derecho nacional-sionista frente a terrorismos", desde una Gaza en exterminio, por esa dizque 'Guerra' que casi sólo bombardeó durante 9 meses a ya más de cien mil palestinos -entre bajas mortales o 'menos'- fuera de combate)... ¡como l@ vivieron en víspera de las 1ª y 2ª Guerras Mundiales otros desgraciados países (mientras que nuestros padres y abuelos tomaban sus mejores decisiones del no sumarse a tal hecatombe)... sin verse indicio del frenar tal (repetido y aumentable) 'Infierno'!:
"La opinión pública occidental ha comprendido, en general, quién es responsable de las masacres en Palestina; pese a tanta intoxicación informativa como la rodea. Llegará el día que esa misma claridad se refiera también a las mucho más enredadas responsabilidades occidentales en el conflicto de Ucrania, aunque para entonces Estados Unidos quizás haya ampliado su provocación ya con otro nuevo frente militar abierto contra China.
 
El 23 de mayo, Ucrania atacó con drones la estación de radares de Armavir (Krasnodar, al norte del Cáucaso). Tres días después, el día 26, el mismo ataque se repitió contra la estación de Oremburgo (Siberia Occidental), 1700 kilómetros al noreste de Armavir. Ambas instalaciones forman parte del sistema ruso de alerta temprana de misiles nucleares. Su función es identificar el vuelo de misiles intercontinentales americanos hacia Rusia. Ninguno de esos radares tiene relevancia en el conflicto de Ucrania. En cambio, esos sistemas son muy importantes en caso de guerra nuclear, porque destruirlos significa cegar la vigilancia estratégica de Rusia. Es decir, son irrelevantes en el actual conflicto, pero cruciales desde el punto de vista de la seguridad estratégica global.
Durante la guerra fría (ahora podríamos hablar más bien de “primera guerra fría”) esas instalaciones eran fundamentales para la “destrucción mutua asegurada” (MAD, por sus siglas en inglés), es decir: garantizaban que el primero en disparar sería el segundo en morir, pues una vez detectado el ataque nuclear del adversario americano, que a diferencia de la URSS contemplaba la hipótesis de un “primer golpe”, se ponía en marcha la respuesta soviética que la doctrina informal de aquella época ya definía como “sokrushitelny otvetny udar” (el golpe de respuesta aplastante).
 
Atacar mediante drones esos radares es algo “difícilmente imaginable sin mediar consulta con los principales aliados de Ucrania y siguiéndoles en sus instrucciones quizás”, en palabras del experto suizo en seguridad, Leo Ensel.
El ataque contra los sistemas rusos de alerta temprana de misiles nucleares ha sido lo suficientemente grave como para que los medios de comunicación rusos lo ignoraran, pero no es el único dato. En los últimos días los principales estados de la OTAN han autorizado a Ucrania a atacar objetivos en suelo ruso con misiles de alcance intermedio y corto (IRBM) que ellos suministran. Así lo han manifestado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el Presidente francés, Emmanuelle Macron, el portavoz del canciller alemán, el ministro de exteriores británico, David Cameron, y todos ellos después de que el jefe, el Presidente Biden, “permitió a Ucrania golpear territorio ruso”, pretendiendo al mismo tiempo que es solo para defender la ciudad de Járkov y que “la política sobre [permitirse] ataque de misiles de largo alcance al interior de Rusia no ha cambiado”. Esos misiles de hasta 300 kilómetros de alcance pueden impactar en ciudades rusas como; Kursk, Bélgorod, Vorónezh, Rostov y Volgogrado. Recordemos que en marzo de 2022 Biden decía que “la idea de que vayamos a enviar armas ofensivas, tanques y aviones con pilotos y operadores americanos significaría Tercera Guerra Mundial”.

Hay que tener en cuenta que los disparos de misiles de alcance intermedio y corto de la OTAN por parte de Ucrania “dependen de directivas americanas para su precisión”, como informó The Washington Post en su edición del 9 de febrero de 2023, citando fuentes ucranianas y de Estados Unidos:

“Altos funcionarios ucranianos informaron que las fuerzas armadas ucranianas "casi nunca..." disparan sus armas modernas sin recibir coordenadas de posición concretas de los militares americanos desde sus bases europeas: los altos funcionarios norteamericanos admitieron en condiciones de anonimato que su ayuda en la dirección hacia objetivos ayuda a garantizar la exactitud y la máxima eficacia del gasto en munición”. 

Instalaciones rusas del radar de alerta temprana.
 

Rusia y China han tomado buena nota de la amenaza al más alto nivel. La declaración conjunta ruso-china tras el encuentro de mediados de mayo en Pekín entre Putin y Xi Jinping, condenó «Las acciones de Estados Unidos para desplegar misiles terrestres de alcance intermedio en la región de Asia-Pacífico». «Estados Unidos afirma que continuará con estas prácticas con el objetivo último de establecer despliegues rutinarios de misiles en todo el mundo. Ambas partes condenan enérgicamente estas acciones, que son extremadamente desestabilizadoras para la región y suponen una amenaza directa para la seguridad de China y Rusia, y reforzarán la coordinación y la cooperación para responder a la política hostil y poco constructiva de doble contención de Estados Unidos hacia China y Rusia.»

El ministro de exteriores ruso, Sergei Lavrov observa con preocupación que los misiles de la OTAN en Ucrania, “tendrán la capacidad de apuntar a puestos de mando (rusos) y emplazamientos de despliegue nuclear”. La semana pasada Putin advirtió a los países europeos que “antes de empezar a hablar de golpear en profundidad territorio ruso, tendrían que tener en cuenta que los suyos son países pequeños y densamente poblados”.

Naranja en territorio ruso: alcances de misiles autorizados por OTAN
 

Rusia y Bielorrusia han realizado en mayo movimientos con sus armas nucleares tácticas para aumentar la rapidez de su disponibilidad. Si las bombas nucleares de Estados Unidos en Europa (bombas nucleares de aviación almacenadas en hangares) son utilizables en una cuestión de horas, las armas rusas precisaban de semanas para ser transportadas desde su estado (técnicamente descrito en ruso como “en el almacén”) a un estado operativo similar al de la OTAN. Eso ya se ha hecho y forma parte de la respuesta rusa a la escalada de la OTAN. Otros escenarios de respuesta que los expertos manejan en los debates de la televisión rusa, más con preocupación que con jactancia, son un ataque ruso al centro logístico de la OTAN sobre Rzezów, en Polonia, donde se concentran y distribuyen a Ucrania los misiles para atacar a Rusia, o la destrucción de los drones americanos que desde el Mar Negro les guían a esas armas, algo que el General retirado Evgeny Buzhinsky, uno de los principales comentaristas militares rusos, ha mencionado varias veces en la tele como hipótesis en los últimos meses.

“Si Europa se enfrentara a esas consecuencias, ¿qué haría Estados Unidos, teniendo en cuenta nuestra presente paridad estratégica en materia de armamento? ¿Buscan un conflicto global?”, se preguntaba Putin la semana pasada.

  

Esa pregunta tiene treinta años de historia en Moscú y no ha dejado de estar presente desde que quedara claro el objetivo -ahora abiertamente declarado por Estados Unidos, años atrás solo debatido y objeto de controversia entre expertos rusos– del "derrotar estratégicamente a Rusia"... La actual escalada forma parte del modus operandi gradual de la OTAN desde el fin de la guerra fría, primero su ampliación territorial (1999, 2004), luego el despliegue de misiles en Polonia y Rumanía, la retirada unilateral de acuerdos de desarme (Bush y Trump), el tanteo en Georgia (2008, ahora reeditado con la revuelta contra un gobierno georgiano pro occidental pero reacio a ser utilizado como segundo frente militar contra Rusia), la guerra por delegación en Ucrania (2014) y cuando Rusia reacciona, gran escándalo por tal dizque “agresión no provocada”.

Las responsabilidades de Rusia (y desde luego también de Ucrania) en la génesis y desencadenamiento de la guerra son claras, sin embargo son mucho menores que las de los Estados Unidos y sus vasallos europeos. La opinión pública occidental, que, en general, comprende las criminales responsabilidades de Israel y sus padrinos occidentales en la masacre de civiles en Palestina –unas responsabilidades que hasta su “justicia internacional” considera “plausible genocidio”– aún no entiende quién es el principal responsable de la carnicería de Ucrania. “Al fin y al cabo ha sido Rusia la que ha invadido”, se dice, como pueden decir sobre el ataque de Hamas a Israel del 7 de octubre. La comparación es inválida, porque Rusia, a diferencia de Palestina, es la más fuerte, “no es David, sino Goliath” y los ucranianos tienen derecho a la auto-determinación y a defenderse, se argumenta siempre. Rusia, efectivamente, es más fuerte que Ucrania, pero mucho más débil que las fuerzas sumadas de Estados Unidos y la Unión Europea que animan la guerra contra ella con armas y dinero desde mucho antes de la invasión rusa de febrero de 2022. Respecto a la autodeterminación de los ucranianos, ¿para cuáles de ellos? ¿Los de Crimea y el Donbas, tienen derecho a ella? En cualquier caso, esa autodeterminación ha sido pisoteada por todas las potencias que intervienen en el conflicto y también por el propio gobierno ucraniano… El debate es más complejo de lo que se ofrece al público. Con un debate serio las responsabilidades de la guerra sobre Ucrania serían, seguramente, adjudicadas en un 70% a Occidente con el restante 30% repartido entre la élite rusa y la ucraniana.

 
Treinta años de desinformación de nuestros medios de comunicación en materia de seguridad europea, así como las propias complejidades del conflicto explican la incomprensión de la “izquierda de derechas” europea sobre la guerra de Ucrania, pero, como nos dicen dos profesores canadienses, “puede que haga falta otra conflagración, esta vez entre China y Estados Unidos, a fin de que los focos lleguen a centrarse en el único y principal pirómano”. 

“Rusia tiene claramente la sartén por el mango, desarmando metódicamente a Ucrania, destruyendo las más modernas armas occidentales que le suministran y vaciando los arsenales de la OTAN”, dicen. “El triunfalismo occidental se está convirtiendo en pánico, abatimiento, desvaríos y poses. La apuesta de una fácil guerra por poderes contra Rusia se ha perdido”. Y esa realidad incrementa la temeridad. Eso obliga a Moscú a prepararse, económica e industrialmente al escenario de un conflicto aún más directo y largo con la OTAN. Ese conflicto quizás se extienda a otros frentes, fuera de Ucrania y fuera de Europa.   

¿Desarme o Guerra (Nuclear)...?
Hay que repetirlo: nos llevan a una Guerra mayor "hacia la Tercera"... y nunca había sido más acuciante la falta de un movimiento social por la paz. La cuestión de la guerra debiese haber estado en el centro del debate para las elecciones al Parlamento Europeo, cuya relevancia no es mucho mayor que la que elige a los diputados de la Asamblea Consultiva del Pueblo Chino, o la Asamblea Suprema del Pueblo de Corea del Norte. Solo el voto a las minorías que comprenden todo esto, podría ser un voto útil..."
(Rafael Poch de Feliu, 03-06-24) 

2 comentarios:

  1. Última NOTICIA: "el jefe de Estado del reino Español, en visita oficial por Lituania y asistiendo al 'simulacro del cómo nuestros F-18 interceptan un avión enviado desde Rusia', confirmó la decisión tomada por el 'Gobierno [más progresista que nunca...] de España' para desplegar batería NASAMS en Estonia..."

    Hay quien miente con que puede sacarse pecho gratis, "contra ese loco atómico Putin", y que -con la OTAN...- Morón o Rota no se pondrán así en la diana por quienes a las Guerras de verdad van e incluso mandando generaciones jóvenes hasta 'MILI obligatoria mortífera masiva' impensable acá...
    .

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  2. "En un festival de la democracia celebrado en Berlín el mes pasado, para conmemorar los 75 años de la Constitución alemana, el stand de la 'Bundeswehr', o fuerzas armadas del país, estaba rodeado por una multitud de 5 personas. Pero entre los espectadores que se empujaron para ver vídeos de operaciones recientes y su hardware último, había pocas personas a las que el ejército realmente necesite atraer: JÓVENES. Alemania lleva 2 años desde su 'Zeitenwende', el 'punto de inflexión' en las materias de la defensa proclamado por el canciller Olaf Scholz (2022), cuando Rusia inició un ataque total contra su vecino, Ucrania. Desde entonces, ha aumentado el gasto en defensa en miles de millones. Pero el problema de la mano de obra atrae mucha menos atención que los nuevos equipos y municiones.

    Con 181.000 soldados activos, al ejército alemán le faltan al menos 20.000 soldados de lo que sus jefes militares dicen que necesita para cumplir los mandatos actuales. El DÉFICIT es uno de los mayores de Europa, pero las cifras de tropas del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos muestran que no sería el único. El Reino Unido no ha cumplido sus objetivos anuales de reclutamiento militar durante la última década, y el ejercicio pasado sus fuerzas terrestres perdieron 4.000 soldados. Las fuerzas armadas francesas, las más grandes en Europa con 203.850 hombres y mujeres, todavía están por debajo de lo que los generales dicen que son sus cifras necesarias, y han bajado hasta otro 8% desde 2014.

    [...]

    En Italia, el tamaño del ejército se ha reducido de 200.000 hace una década a 160.900 hoy. Sobre papeles, los aliados europeos de la OTAN tienen 1,9 millones de soldados entre ellos, aparentemente suficiente para contrarrestar a Rusia (1,1 millones de soldados y 1,5 más entre reservistas). Pero en realidad, las potencias europeas de la OTAN tendrían dificultades para comprometer más de 300.000 tropas en un conflicto, e incluso entonces, eso llevaría meses de preparación, dicen los analistas. 'Durante muchos años, la planificación de la defensa de la OTAN en Europa giraba en torno a si ¿Están listos para suministrar 300 fuerzas especiales para Afganistán?, y nada que ver con las masas? Esto ha creado lagunas', afirma Camille Grand, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores y, hasta 2022, subsecretaria general de la OTAN. Con la excepción de Grecia y Turquía, 'hemos visto una reducción de fuerzas en todo el continente año tras año'. El problema de la disminución del personal militar se conoce desde hace algún tiempo.

    En 2013, apenas 3 meses antes de que Rusia invadiera Ucrania por primera vez y se apoderara de Crimea, Sir Nicholas Houghton, entonces jefe del Estado Mayor de Defensa de Gran Bretaña, hizo una advertencia inusualmente pública sobre el problema que enfrentaba el país como resultado de la escasez de tropas. La estructura de las fuerzas del Reino Unido corría el riesgo de ser 'estratégicamente incoherente', dijo en una conferencia en el Royal United Services Institute del Reino Unido: 'Equipo exquisito pero recursos INSUFICIENTES para tripular ese equipo o entrenar con él'. Desde entonces, el ejército del Reino Unido se ha reducido otro 19%, hasta situarse en alrededor de 138.000.

    [continuará ... ... ...]

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