Para no perdérselo: 'La bella de Amherst (Emily Dickinson)', hasta el próximo día 11 en el teatro La Guindalera del barrio madrileño Prosperidá! =
¡Yo no soy nadie! ¿Quién eres tú? ¿No eres, Nadie, tampoco tú? ¡Entonces somos un par! ¡No lo digas! ¡Nos desterrarían, ya sabes! ¡Qué aburrido, ser, Alguien! ¡Qué público, como una Rana, decir tu nombre, durante Junio entero, a un Cenagal admirado!
Sobrellevar nuestra parte de noche, nuestra parte de mañana, nuestro hueco llenar de felicidad, nuestro hueco de desdén. Aquí una estrella y allí una estrella, algunas pierden su camino; aquí una niebla y allí una niebla... Después, el Día!
No es que el morir nos duela tanto. Es el vivir, lo que nos duele más. Pero el Morir es un camino distinto, una variedad detrás de la Puerta. La Costumbre Sureña, del Pájaro, que antes de que lleguen las heladas acepta una Latitud mejor. Nosotras somos los Pájaros, que se quedan.
Las Ateridas en torno a las puertas del Campesino, por cuya miga reacia, pactamos... hasta que las Nieves compasivas persuadan a nuestras plumas hasta Casa.
Sonrisas. Aunque tú no seas de los más necesitados... a todos nos vienen bien
ResponderEliminarUn abrazo: PAQUITA
Para no perdérselo: 'La bella de Amherst (Emily Dickinson)', hasta el próximo día 11 en el teatro La Guindalera del barrio madrileño Prosperidá! =
Eliminar¡Yo no soy nadie! ¿Quién eres tú?
¿No eres, Nadie, tampoco tú?
¡Entonces somos un par!
¡No lo digas! ¡Nos desterrarían, ya sabes!
¡Qué aburrido, ser, Alguien!
¡Qué público, como una Rana,
decir tu nombre, durante Junio entero,
a un Cenagal admirado!
Sobrellevar nuestra parte de noche,
nuestra parte de mañana,
nuestro hueco llenar de felicidad,
nuestro hueco de desdén.
Aquí una estrella y allí una estrella,
algunas pierden su camino;
aquí una niebla y allí una niebla...
Después, el Día!
No es que el morir nos duela tanto.
Es el vivir, lo que nos duele más.
Pero el Morir es un camino distinto,
una variedad detrás de la Puerta.
La Costumbre Sureña, del Pájaro,
que antes de que lleguen las heladas
acepta una Latitud mejor.
Nosotras somos los Pájaros, que se quedan.
Las Ateridas en torno a las puertas del Campesino,
por cuya miga reacia,
pactamos... hasta que las Nieves compasivas
persuadan a nuestras plumas hasta Casa.