¡Gracias a la Vida, que me ha dado tanto:
me dio dos luceros que -cuando los abro-
perfecto distingo lo negro de blancos
o en el alto cielo su fondo estrellado,
y en las multitudes al ser que yo amo...
Gracias a la vida, que me ha dado tanto:
me ha dado el oído que en todo su ancho
graba noche y día -grillos o canarios,
martillos, turbinas, ladridos, chubascos-
más la voz, tan tierna, de mi bien amado...
Gracias a la Vida, que me ha dado tanto:
me ha dado el sonido y el abecedario
(con él, las palabras que pienso y declaro:me ha dado el oído que en todo su ancho
graba noche y día -grillos o canarios,
martillos, turbinas, ladridos, chubascos-
más la voz, tan tierna, de mi bien amado...
Gracias a la Vida, que me ha dado tanto:
me ha dado el sonido y el abecedario
madre, amigo, hermano) más luz alumbrando
la ruta del alma de quien voy amando...
Gracias a la Vida, que me ha dado tanto:
me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades o charcos,
playas y desiertos, montañas o llanos
más la casa tuya, tu calle y tu patio...
Gracias a la Vida, que me ha dado tanto:
me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano,
cuando miro al bueno tan lejos de malos,
cuando miro el fondo de tus ojos claros...
Gracias a la Vida, que me ha dado tanto,
me ha dado la risa y me ha dado el llanto:
así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto
más el canto de ustedes que es el mismo canto,
y el canto de todos que es mi propio canto...
Gracias a la Vida, gracias a la vida...
Gracias a la Vida, gracias a la vida...!
Macizo con los Picos de Europa, desde la cumbre del Tresmares
Cambia lo superficial,
cambia también lo profundo,
cambia el modo de pensar,
cambia todo en este mundo,
cambia el modo de pensar,
cambia todo en este mundo,
cambia el clima con los años,
cambia el pastor su rebaño;
cambia el pastor su rebaño;
y así, como todo cambia,
que yo cambie no es extraño.
que yo cambie no es extraño.
Cambia el más fino brillante
de mano en mano su brillo,
cambia el nido el pajarillo,
cambia el sentir un amante,
de mano en mano su brillo,
cambia el nido el pajarillo,
cambia el sentir un amante,
cambia el rumbo el caminante
aun cuando esto le cause daño;
y así, como todo cambia,
que yo cambie no es extraño.
aun cuando esto le cause daño;
y así, como todo cambia,
que yo cambie no es extraño.
Cambia, todo cambia y cambia, todo cambia;
cambia todo, cambia y cambia, todo cambia...
cambia todo, cambia y cambia, todo cambia...
Cambia el sol en su carrera,
cuando la noche subsiste,
cambia la planta y se viste
de verde en la primavera,
cuando la noche subsiste,
cambia la planta y se viste
de verde en la primavera,
cambia el pelaje la fiera,
cambia el cabello un anciano;
y así, como todo cambia,
que yo cambie no es extraño.
cambia el cabello un anciano;
y así, como todo cambia,
que yo cambie no es extraño.
Pero no cambia mi amor
por más lejos que me encuentre,
ni el recuerdo ni el dolor
de mi pueblo y mis gentes;
por más lejos que me encuentre,
ni el recuerdo ni el dolor
de mi pueblo y mis gentes;
lo que cambió ayer
tendrá que cambiar mañana,
así como cambio yo,
en esta tierra lejana.
tendrá que cambiar mañana,
así como cambio yo,
en esta tierra lejana.
Cambia, todo cambia y cambia, todo cambia;
cambia todo, cambia y cambia, todo cambia...
cambia todo, cambia y cambia, todo cambia...
Pero no cambia mi amor...
(...Mercedes y más...)
No hay
en el mundo lugar donde la muerte no pueda encontrarnos, por mucho que volvamos
constantemente nuestra cabeza en todas direcciones como si nos halláramos en
una tierra extraña y sospechosa [...] Si hubiese algún modo con el que resguardarnos ante los golpes de la
muerte, para nada soy aquél que no lo usaría [...] Pero es una locura pensar que se pueda conseguir
eso [...]
Las gentes
vienen y van, trotan o danzan… Mas, de la muerte, ni una palabra… Todo
muy bien. Sin embargo, cuando les llega la muerte a ellos, sus cónyuges, hijos
o amigos, y los sorprende desprevenidos, ¡qué tormentas de pasiones no los
abruman, entonces; qué llantos, qué furores y qué desesperación! [...]
Para
empezar a privar a la muerte de su mayor ventaja sobre nosotros, adoptemos unas
actitudes opuestas del todo a lo común; privemos a la muerte de su extrañeza,
frecuentémosla, acostumbrémonos a ella; no tengamos en nuestro pensamiento ningunas
cosas más presentes que la muerte [...] No sabemos dónde nos pueda esperar: así pues, esperémosla en todas partes.
Practicar la muerte es practicar nuestra libertad. Quienes aprendieron a morir,
han logrado desaprender a sentirse, nunca
jamás, esclavos...
Son, entre nosotros: ruiseñor, gorrión, carbonerillo y jilguero...
Para decidir si sigo poniendo esta sangre en tierra,
este corazón que bate su parche, Sol y tinieblas;
para continuar caminando al Sol por estos desiertos;
para recalcar cómo estar vivos, en medio de tantos muertos;
para decidir, para continuar, para recalcar y considerar...
Sólo me hace falta que estés aquí, con tus ojos claros.
Ay, fogata de amor... y guía, razón de vivir ... mi vida.
Ay, fogata de amor... y guía. Razón de vivir... mi vida...
Para aligerar este duro peso de nuestros días,
esta soledad que llevamos todos, islas perdidas;
para descartar esta sensación de perderlo todo;
para analizar, por donde seguir, y elegir el modo;
para aligerar o para descartar, para analizar y considerar...
Sólo me hace falta que estés aquí, con tus ojos claros.
Ay, fogata de amor... y guía, razón de vivir... mi vida.
Ay, fogata de amor... y guía. Razón de vivir... mi vida...
Para combinar lo bello y la luz, sin perder distancia;
para estar con vos, sin perder el ángel de la nostalgia;
para descubrir que la vida va sin pedirnos nada,
o considerar que todo es hermoso y no cuesta nada;
para combinar, para estar con vos, para descubrir y considerar...
Sólo me hace falta que estés aquí, con tus ojos claros.
Ay, fogata de amor... y guía, razón de vivir... mi vida.
Ay, fogata de amor... y guía. Razón de vivir... mi vida...
Son, entre nosotros: mito, golondrina, lavandera y
abejarucos...
Si se tiene la mente vacía, sí logrará escuchar, para cualquier cosa dispuesta siempre; a todo, abierta, estará: las
de los principiantes guardan muchas posibilidades; en la del experto, hay pocas…
( Suzuki-roshi )