“Los
partidos políticos (contribuyen junto a otras organizaciones cívicas o sociales)
expresan(do) el pluralismo (de la ciudadanía), concurr(i)en(do) a formación y
manifestación de la voluntad popular y(, así,) son instrumentos fundamentales
para la participación política (o socioeconómica). Su creación y el ejercicio
de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley (Se
harán acreedores al reconocérseles Interés general por cuanto sirvan a mayor ordenación del debate público, para mejoras de bienestar colectivo, y con la debida consideración a los no partidarios también). Su estructura
interna y funcionamiento deberán ser democráticos.”
Así [debiera leerse que] reza el artº 6 de nuestra Constitución, del año 1978, aun en vigor; mas hoy sin embargo esa [completa] redacción que retomamos -prestada del, aun bastante posibilista, 'Manifiesto por una Reforma en serio de la Constitución' tan infructuosamente dado al debate público entre nuestras partitocracias desde hace ya una década- no tiene vigencia real, quedando todavía pendientes de aprobarse las precisiones del texto anterior añadidas (pero, solo, por voluntades reformadoras) entre paréntesis...
Así quedó visto algún penúltimo 'Debate del Estado de la Nación', parlamentario...
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Y además, aunque otro artº 67.2 de la misma Constitución Española siga ordenando el que “los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo”, es público y notorio cómo nuestros conspicuos Representantes electos actúan ante cada una de las votaciones en sede parlamentaria: como 'peleles o marionetas' obedientes ante todo a 'la voz de su amo', niegan y asienten o se abstienen conforme al número de los dedos (¡1, 2, 3...!) que señalen manijeros de sus partidistas Grupos, mostrando en cambio una sistemática indiferencia a cuanto en particular sus representados pudiesen haberles demandado.
Una razón última de tan inadmisible proceder generalizado es, por supuesto, el que los escaños han de ganarse conservando confianzas de quien pueda imponer la composición en 'cerradas y bloqueadas' listas electorales partidistas... en vez de no defraudando aquellas promesas hechas -'para luego no cumplirse'- ante votantes que cada vez sólo volverán a poder elegir entre la misma y permanente 'sopa de siglas' (que cobijaría los intachables nombres de quienes, 'para salir en la foto, nunca se mueven'... sino jaleándole a su propio señorit@ sin cuento ni concierto alguno e incluso 'escrachandoles' al conjunto de posibles competencias...
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Este resultaría el 'nudo gordiano' entre causas y efectos, imprescindible de
suprimir, en la presente degeneración partitocrática que se denuncia: parece
mentira que tanta mente privilegiada -por formación ilustrada, para las diagnosis
hoy- aquí, al manifestar sus propuestas de solución, luego apenas sepan ir
más allá que a lo de 'la Primaria' o del 'mandato de los tesoreros' y tal...
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¡No mediante intervencionismo dentro de votaciones o nombramientos partidistas podrían
cambiarse círculos viciosos actuales, precisamente, sino por regular mejor las normas y los controles respecto de la competencia electoral que tienen como su principal finalidad!
Escojamos a nuestra(s) candidatura(s), ante todas las elecciones, encauzadas por Partidos; no solo a éstos... Y vigilemos para que se ganen su retribución después, honradamente, al trabajar bien por Intereses generales de una(s) voluntad(es) popular(es) cuyo 'manifestar o formarse...' constituirán la razón única de ser en todas aquellas posibles representaciones... otorgadas desde urna:
Escojamos a nuestra(s) candidatura(s), ante todas las elecciones, encauzadas por Partidos; no solo a éstos... Y vigilemos para que se ganen su retribución después, honradamente, al trabajar bien por Intereses generales de una(s) voluntad(es) popular(es) cuyo 'manifestar o formarse...' constituirán la razón única de ser en todas aquellas posibles representaciones... otorgadas desde urna:
- Cada votante solo debería votar a reducidos números de Representantes para
la propia circunscripción, próximos y accesibles luego durante todo
su mandato, personalmente.
- Que se abran las papeletas electorales a posibilidades de optar por nombres en
distintas listas.
- Hay que desbloquear la lista de cada Partido para que sus componentes puedan
elegirse según votos nominales tenidos y no por ningún orden previo asignado
de salida.
- Rebajemos los topes para varios mandatos elegibles consecutivos, hasta dos, de
máximo.
Portavoz pastoreando grey parlamentaria sin personalidades individuales: clónica mente...
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- Como con cualquier otro bien sujeto a las ofertas y demandas variables, para cada elección,
votos en blanco y abstenciones deberán costar... por escaños desocupados.
- Suprimamos todas las barreras del acceso a posible concurrencia de más nuevos
Partidos.
- Deben 'recortarse' también, paralelamente a como se ha venido haciendo con lo
demás ya, los tamaños y presupuestos totales de las Cámaras parlamentarias hoy elegidas.
- Elimínense cualesquier prebendas o privilegio respecto de lo normal en otros
empleos.
- La única financiación pública para un Partido habrá de ser por los votos
recibidos; y sin auditoría de cuentas independiente, previa, no cabría
darse ningún dinero público.
- No podrán ser ya representantes populares quienes hayan tenido imputación por
la Justicia.
- Etcétera y etcéteras, etc.
¿No se les podría ocurrir algo de todo esto a las ínclitas lumbreras de Abella, Álvarez Junco, Ariño, Arteta, Azúa, Bardají, Blanco Valdés, Camuñas, Cañas, Casajuana, Conthe, Cortina, Cruz, Dolado, Esteban, Fidalgo, García de Cortázar, Garicano, Gomá, Guindal, Innerarity, Juliá, Juliana, Lizcano, Molinas, Muñoz Molina, Navarro, de la Nuez, Ovejero, Pérez Díaz, Quintanilla, Rodríguez Tarduchy, Savater, Tena, Vallespín, Vargas Machuca y demás Etc.?
¿Ni tampoco a las voces, para otras cosas llegadas con tantísima locuacidad, desde Aguirre, Aznar, Chacón, de Cospedal, Díez, Fdez. Toxo, Lara, Llamazares, Mas, Méndez, Otegui, Pérez Rubalcaba, Urkullu o Etcétera?
¿No se les podría ocurrir algo de todo esto a las ínclitas lumbreras de Abella, Álvarez Junco, Ariño, Arteta, Azúa, Bardají, Blanco Valdés, Camuñas, Cañas, Casajuana, Conthe, Cortina, Cruz, Dolado, Esteban, Fidalgo, García de Cortázar, Garicano, Gomá, Guindal, Innerarity, Juliá, Juliana, Lizcano, Molinas, Muñoz Molina, Navarro, de la Nuez, Ovejero, Pérez Díaz, Quintanilla, Rodríguez Tarduchy, Savater, Tena, Vallespín, Vargas Machuca y demás Etc.?
¿Ni tampoco a las voces, para otras cosas llegadas con tantísima locuacidad, desde Aguirre, Aznar, Chacón, de Cospedal, Díez, Fdez. Toxo, Lara, Llamazares, Mas, Méndez, Otegui, Pérez Rubalcaba, Urkullu o Etcétera?