miércoles, 23 de diciembre de 2015

El imperio de Corrupción dura en tanto nuestro votar, o/y abstenerse por su Programa, escójalo

  

¡Hasta 558 Representantes, recién elect@s para nuestras Cortes, largando -¿muy nueva mente?- lenguaraces planes ante las "Reformas Constitucionales" que tampoco en esta Legislatura llegaremos a ver!
   
Pero tanto lo viejo, del PPSOERCCIUP...Y Demás, como los Ciudadanos &  Podemos (ahora emergentes) rechazan a su vez plantearse otras Medidas clave que podían aprobar ya sin haber consensuado antes ningún difícil cambio respecto de tal Ley Suprema en vigor:
  
> Reintegrarse, por los Bancos privados, todo el 'Rescate' público que reciben gratis mientras precisan saneamientos;
> Rebajar estatus jurídico-económico para Políticos (retiro, aforamiento y cobros) a lo de restantes ocupados laborales;
> Recuperar, sobre nuestras Pensiones, actualización legal anterior automáticamente fijada en base al IPC;
> Elegirse tanto CGPJ como TC independientes de Poderes Legislativos y Gubernamentales;
> Reformar las leyes asegurando Devolución por corruptos de lo defraudado, ante su reinserción social;
> Recortar pago a cada Partido por votos en % de castigo total con los nulos, abstenciones y en blanco;
> Subir tipo real impositivo sobre Grandes Empresas hacia los de las demás; 
> Acabar con gran desigualdad en Voto preciso para lograr distintos escaños parlamentarios;
> Elevar nuestro SMI, homologándolo s/ promedio UE para % del PIB per cápita;
> Minorar [conforme Artº 68 de LCE] a Congresistas, el número total, reduciéndoselo ya desde 350 hasta sólo 300;
> Igualar persecución del Delito Fiscal con medias UE (s/. importes, plazos, pena, etc.);
> Modificar régimen financiero para Sindicatos (patronales y trabajadores) a expensas de sus asociados;
> Equiparar -en todas las CC.AA.- similares obligaciones y derechos ciudadanos;
> Establecer con carácter general la Lista electoral abierta y desbloqueada;
> Reponer coberturas respecto subsidio del Paro eliminadas durante última Crisis;
> Suprimir injerencias en poderes rectores de la Enseñanza por 'Agentes del Diálogo Social' o/y Partidos políticos;
> Etcétera, etc. 

"Tras multitud de escándalos, revelaciones de repugnantes enriquecimientos ilícitos, todos los partidos han incluido en su programa electoral diversas medidas anticorrupción. ¿Qué mejor forma de atraer al votante que prometer separar el grano de la paja, los culpables de los honrados, perseguir a los granujas, depurar la política para que retome un carácter limpio y puro? Desgraciadamente, por ignorancia o maldad, muchos confunden las causas, la naturaleza de la corrupción en España. Y las medidas propuestas resultan tan ineficaces como un matamoscas para cazar un tigre. No funcionan en un marco donde la corrupción no es individual, sino estructural, donde la línea de demarcación entre justos y pecadores no es nítida sino borrosa, donde latrocinio es consecuencia en un sistema de prebenda y privilegio, donde la posición de cada uno no depende del mérito y el esfuerzo sino del favor del poder. Y los favores se devuelven.
  
    
Aunque la corrupción siempre fue endémica en España, el régimen del 78 introdujo una nueva dimensión. De una corruptela individual y artesanal, en la que el mismo cargo público prevaricaba, cobraba y disfrutaba de los ingresos ilícitos, se pasó a una corrupción organizada por los partidos, un sistema que separaba en el espacio, incluso en el tiempo, la prevaricación del cohecho: el favor otorgado y el cobro se realizaría por personas distintas, sin conexión aparente entre ellas. Las diferencias ideológicas no fueron obstáculo para que todos los partidos acordasen tácitamente repartirse la tarta de las comisiones, mientras desactivaban controles, desmontaban contrapesos, domesticaban a la prensa, pavimentaban un atajo que condujese a un sistema clientelar, de intercambio de favores.
   
El novedoso sistema era capaz de enmascarar la conciencia de actuar incorrectamente, empujando hacia la podredumbre a muchos militantes que quizá nunca habrían participado en episodios de corrupción individual. Como no se beneficiaban personalmente, llegaron a pensar que la práctica no era tan reprobable, tan sólo una controvertida vía para financiar los gastos electorales de su partido. Incluso perdieron la perspectiva al observar que el cobro de comisiones era omnipresente: no podía ser tan malvado un juego en el que participaba todo el mundo, del rey al concejal. Pero la financiación del partido no era el único objetivo del esfuerzo corruptor, ni siquiera el principal: gran parte del formidable caudal fluía puntualmente a las cuentas privadas de los dirigentes. Desgraciadamente, sólo conocemos la punta del iceberg del colosal latrocinio; muchos Bribón... parecen haberse ido de rositas, por ahora.  
   
Las consecuencias de la corrupción generalizada han sido devastadoras; las pérdidas para la sociedad son muy superiores a los fondos que se embolsan los corruptos. La corrupción impide la competencia, entorpece la eficiencia y desanima la cooperación. La infinidad de trabas burocráticas que lastran nuestra economía, dificultan la creación de empresas y empleo, no son casuales: son barreras establecidas deliberadamente por los gobernantes para generar oportunidades de enriquecimiento ilícito. Se trata de restringir la competencia, garantizando elevados precios y suculentos beneficios a los amigos, empresarios que pagan por el favor. Como consecuencia, no prosperan las empresas más eficientes, sino aquellas más inclinadas a los sobornos. Los corruptos multiplican las leyes, generan normas y regulaciones, especialmente complejas y retorcidas, creando en el sistema económico cuellos de botella donde colocar sus particulares peajes. Lo advirtió Cornelio Tácito: “Corruptissima re-publica, plurimae leges" (los estados más corruptos son los que más leyes tienen). ¿Qué diría el historiador romano si supiese que en España se han promulgado en pocas décadas más de 100.000 leyes, mayoritariamente autonómicas?
   
Los corruptos desvían el gasto público hacia partidas que proporcionan más flujo de comisiones, impulsando proyectos faraónicos, poco rentables para la sociedad. Y socavan la confianza que los ciudadanos tienen en los demás, ese delicado capital social con el que se teje la cooperación. En ambientes de generalizada corrupción política, los individuos tienden a desconfiar de las personas ajenas a su entorno porque el concepto que cada sujeto se forma de los desconocidos, de la gente en general, está muy influido por la imagen que percibe en sus dirigentes. Y este recelo fomenta conductas poco cooperativas, una tendencia a organizarse en grupos cerrados, en facciones donde predominan las fidelidades de tipo personal.
   
Las medidas anticorrupción convencionales sólo pueden atajar una corruptela individual y excepcional. Surten efecto cuando el sistema es, en su mayor parte, limpio y honrado, cuando existen organismos capaces de controlar, detectar, denunciar y procesar a una minoría de pícaros y tunantes. Pero no en un universo donde la deshonestidad constituye la costumbre asentada, en un sistema donde el supuesto vigilante también es corrupto. La independencia del poder judicial es necesaria, sí, pero no suficiente para resolverlo. La judicatura no es ningún colectivo puro e inmaculado, investido con un halo de santidad. Ni está exento en cuanto a conflictos de intereses. La corrupción no es privativa del ejecutivo y el legislativo: también se contagió al judicial.
  

   
La corrupción estructural no se encuentra tanto en los individuos, ni en la idiosincrasia de los pueblos, como en el sistema, en la nefasta organización institucional. Aun existiendo granujas natos y personas de honradez a toda prueba, la actitud de la mayoría depende del ambiente, de lo que observa en el resto. Muchos tienden a sucumbir a la tentación cuando esperan que los demás también se tuerzan. Por eso, la corrupción sistémica es una perniciosa institución informal, conjunto de reglas que suplanta las leyes, un equilibrio muy robusto que se fundamenta en las expectativas de los implicados: es muy difícil que un participante cambie su estrategia si espera que el resto siga actuando así. Hay pocos incentivos para que un gran empresario deje de pagar comisiones si piensa que las demás empresas continuarían sobornando y que su corporación quedaría fuera del negocio.   
  
Una vez establecida, no hay medidas, leyes, palancas, botones o parches puntuales capaces de contener la corrupción institucionalizada. De nada sirve aumentar las penas pues, en la práctica, nadie puede vigilar al vigilante. Ni crear nuevos órganos de supervisión porque, tarde o temprano acaban arrastrados por la perversa corriente. Ni cambiar a los gobernantes podridos por otros supuestamente honrados pues los incentivos perversos permanecen y la naturaleza humana resiste mal las tentaciones. ¿De verdad creen que todos los que se afiliaron apresuradamente a los nuevos Partidos poseen una intención generosa y altruista, un anhelo del esforzarse por el bien de los demás?
  
  
La corrupción generalizada es especialmente escurridiza, muy resistente a los antibióticos, porque no es realmente la enfermedad sino un síntoma de otros males mucho más profundos. Es el reflejo desde un sistema para los accesos restringidos, o marco basado en privilegios, relaciones personales e intercambio de favores. Por eso, para abandonar el régimen de latrocinio son inútiles los cambios parciales o timoratos. Las reformas deben ser profundas intensas, radicales, continuadas. Deben transformar las expectativas de la gente, su percepción del comportamiento de los demás, ser capaces de superar la enorme inercia, catapultar el sistema a una órbita distinta: a un sistema de libre acceso con instituciones objetivas, relaciones impersonales, mecanismos de selección basados en el mérito, el esfuerzo, la buena gestión y la capacidad de innovación. Si no actuamos en consecuencia, tropezaremos una y otra vez en la misma piedra hasta perdernos definitivamente en el laberinto de la frustración."   
(Juan M. Blanco: 'El imperio de los corrompidos', 19.12.15, Vózpópuli)
   
Pero actuar ya, repitámoslo, no es imposible. O ni siquiera cabe argüirnos porque todas aquellas Medidas antedichas resultaren insoportables para los 'hombres de negro' que mandan esas "falanges Merkel&Junker" vistas desplegarse contra Syriza...

Ah, y lo que tampoco servirá para nada es recoger algo -como coartada, vaga mente, solo...- parecido desde un 'Programa electoral' (en millones de caracteres, con letra pequeña e inaccesible casi) cuando luego no se airea nunca entre sus Prioritarios Compromisos centrales repetidos durante las arengas televisivas multitudinarias... ¡A otro perro con estos huesos!
  

1 comentario:

  1. Barcelona es bona si la bolsa sona... Y en Madrid, tan bien, lo tienen claro:

    Tamayazos por aquí,
    Tamayazos por allá,
    Tamayazos a gogó!

    Como cuando la Espe... le birló a Simancas gobernar Madrid con 2 "tránsfugas", el 'decente' P.S(chez)OE(!?) ahora transfuga senadores (2 a ERC + 2 a CDC) por que completen Grupos los JxS...

    Y en cuanto a éstos, ídem:

    "Aquello que las urnas no dio directamente se ha corregido a través de la negociación". Es la frase literal que dijo Artur Mas, al anunciar que cedía su candidatura a Carles Puigdemont, para ser el mandatario de Cataluña en la nueva legislatura (...)
    Se refirió al pacto de Junts Pel Sí con la CUP, por el que tal partido (de anti-sistemas) prestará los apoyos para su investidura traspasandoles 2 escaños que les faltaban y se compromete además a votar con otros 8 restantes apoyando toda gestión del bloque independentista en plena "estabilidad"...

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