miércoles, 15 de julio de 2015

Lo peor: con sus vaivenes, 'nuestra' UE tras del referéndum en Grecia ya perdió toda fiabilidad


Esta pomposísima Unión Europea que lleva tutelando con su Troika desde hace 5 años cuentit@s del Estado miembro de Grecia no ha impedido su 'corralito' ruin, ahora, como antes tampoco evitó el impuesto a otro 'Estado miembro' cual es la medioisla [greco]chipriota; si bien prosiguen los [comunitarios] 'teatritos'... Al sujeto pasivo [heleno] se le promete una "Recuperación" igual a la muy "ejemplar", de otros [hispanos] más pasivos, hoy...
  
 
Y a los alemanes, frustrados tras no lograr una estampida de Syriza por el Referéndum, les venderían que Tsipras ya 'claudicó al firmar algo como lo rechazado en aquél'... Pero no se aclara cómo el precio antes puesto al recibo de 'los 7.000 millones para ultimísima semana del 2º rescate' avaló en fin unos -muy, progresiva mente, superiores...- '86.000 millones a cobrar durante varios años más por otro 3º'... 
   
  
   
La muy temida Reestructuración -vulgo "quita", sobre las Deudas griegas, como un 'malísimo' Yanis Varufakis dixit...- hoy ha terminado juzgándose imprescindible hasta en el FMI, por mucho que aun se cite con formas crípticas tan sólo ["entre corchetes, o Borradores para Documentos de trabajo, del Acuerdo..."], pese al jaleo demagógico desde dizque 'líderes europeístas' contrari(ad)os. ¡Aunque ya no hay quien les pueda creer, a estas 'harturas' del culebrón, tras oírlos en su permanente desinformarnos!
 
Ante su ostensible primer reto global por persistente ruina en ese -apenas- 2% que a la UE hoy le habría presupuesto Grecia, el único pasito factible ha sido dar otros puntapiés más hacia delante, procrastinando de nuevo cualquier real solución -económica- del 'negro agujero' ampliado tras cada sucesivo aplazamiento
    
Parece mentira que se haya podido llegar hasta el actual punto y, todavía peor, cómo no existe ninguna capacidad para cambiar de tácticas pese a tanto fracaso acumulado con ellas... Mas no obstante, como veíamos hace poco en sabrosos debates [con los amigos Fernández, Juan Manuel y José Luis] claves al respecto para Otras mejores Medidas también Posibles ya están expuestas a nuestro alcance.
 
Un artículo del ‘The Guardian’ el viernes último por cierto "protagonista" -obviamente más que bien informado, desde premisas ya compartidas incluso hasta en FMI- aclara con bastante lógica las dinámicas para el fondo del Impasse o/y 'Cómo cupo llegar, a tantísimo, sin antes remediarse' (caso sugeridor de posible traslación hacia paralelismos en lo muy próximo, ¡ay!, aquí hoy):
   
“En 2010 la República helena llegó a su insolvencia. Y a la Eurozona se le presentaron 2 opciones que permitían una permanencia griega en ella: la razonable, que recomendaría cualquier banquero decente, consistente sobre todo en Reestructurar deudas y reformar la economía, o la opción tóxica, que requería entregar más Préstamos a una entidad en bancarrota y actuar como si aún permaneciera solvente.
     
La Europa oficial escogió esta 2ª opción, anteponiendo el Rescate de los bancos franceses y alemanes expuestos ante las deudas públicas griegas a la viabilidad socioeconómica del propio País: una Reestructuración hubiera supuesto pérdidas para los banqueros poseedores de la Deuda; para evitar confesar en sus Parlamentos que los contribuyentes deberían pagar una vez más a sus Bancos mediante nuevos créditos de imposible devolución, los responsables de la UE presentaron la insolvencia del Estado griego como un problema de liquidez y justificaron el “rescate” como ejemplo sobre “solidaridad” con los griegos.
   
A fin de situar este cínico e irrecuperable transferirse -a espaldas de contribuyentes- pérdida privada como ejercicio por “amor y firmeza” se impuso un grado de Austeridad sin precedentes sobre Grecia, que disminuyó el ingreso nacional, con el que debían devolverse las deudas nuevas y viejas, en más de una cuarta parte.
  
   
Cualquier niño de 8 años con conocimientos normales podría suponerse que tal proceso acabaría mal. Una vez que se completó la sórdida operación, Europa disponía de otra razón adicional para negarse a discutir la Reestructuración de deuda: ¡Recaería en los bolsillos de los ciudadanos europeos!. Y, de dicha forma, siguieron incrementándose las dosis de Austeridad, mientras aumentaba la Deuda, obligando a los acreedores a extender nuevos préstamos a cambio de nuevas medidas de mayores austeridades.
   
Nuestro Gobierno fue investido con el mandato de romper esa desastrosa espiral; para exigir una Reestructuración de la deuda y terminar con tamañas Austeridades paralizadoras. Las negociaciones han alcanzado el ‘punto muerto’ bien conocido por una simple razón: los acreedores descartan cualquier Reestructuración significativa de nuestra impagable Deuda, a la vez que insisten en que debe devolverse “paramétricamente” por los griegos más débiles, sus hijos y sus nietos.
   
En mi primera semana como Ministro de Finanzas recibí la visita de Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo (los Ministros de Finanzas de la Eurozona), que me planteó una severa disyuntiva: aceptar la “lógica” de los Rescates y abandonar cualquier petición sobre Reestructurar deudas o perder toda capacidad para extensión de préstamos, con la implícita repercusión del cierre de los bancos griegos. Siguieron 5 meses de negociaciones en condiciones de asfixia monetaria y pánico bancario inducido, supervisado y administrado por el Banco Central Europeo. El significado quedaba claro: a menos que capitulásemos, pronto nos enfrentaríamos a controles monetarios, cajeros automáticos semi-vacíos, vacaciones bancarias prolongadas y, finalmente, Grexit.
   
La amenaza de Grexit ha sido una montaña rusa. En 2010 inspiró el temor de Dios en los corazones y mentes de los grandes financieros cuando sus bancos estaban repletos de la Deuda griega. Incluso en 2012, cuando el Ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble decidió que los costes de Grexit eran una “inversión” conveniente como medio de disciplinar a Francia u otros, la perspectiva continuó espantando a casi todos los demás. En el momento en que Syriza llegó al Gobierno el pasado Enero, una gran mayoría del Eurogrupo , bajo la dirección de Schäuble, había adoptado Grexit como su solución favorita o como arma preferente contra nuestro Gobierno. Así se confirmaba nuestro análisis de que los “rescates” no trataban en absoluto de rescatar a Grecia y sí de crear un “cordón sanitario” para la Europa del Norte.
   
Los griegos se estremecen, y con razón, al pensar en salir de la Unión Monetaria. Salir de una divisa común no se parece en nada a cortar una relación fija de cambio, como hizo Gran Bretaña en 1992. En efecto, Grecia no tiene una divisa cuya relación fija con otras pueda cortarse. Por el contrario, su moneda es el Euro, una extranjera completamente administrada por el acreedor enemigo de reestructurar la Deuda nacional impagable. Para salirnos, tendríamos que crear otra nueva divisa desde 0 (…) Grexit equivaldría al anuncio de una importante devaluación con 18 meses de antelación: una receta para liquidar los activos griegos de capital y trasladarlos al exterior por cualquier medio disponible.
   
Mientras Grexit reforzaba el pánico bancario inducido desde BCE, nuestros intentos de volver a colocar sobre la mesa negociadora la Reestructuración del endeudamiento cayeron en oídos sordos. Una y otra vez nos dijeron que éste era un asunto para un futuro indefinido que seguiría a la “terminación con éxito del programa”, un Catch-22 estruendoso, puesto que tal programa no podía tener éxito sin la misma Reestructuración. Este fin de semana puede llegar el momento cumbre de las negociaciones, cuando Euclid Tsakalotos, mi sucesor, de nuevo intente poner los caballos delante del carro, convenciendo a un Eurogrupo hostil sobre que una Reestructuración de la Deuda es prerrequisito del éxito para la reforma griega, no ninguna recompensa posterior al éxito. ¿Por qué sería tan difícil hacer llegar este mensaje?.
    
  
Se ven 3 razones. La primera, que tanta inercia institucional es difícil de superar. La segunda que una deuda impagable proporciona a los acreedores un inmenso poder sobre los deudores y el poder, como es sabido, corrompe incluso a los más virtuosos. Sin embargo, es la tercera razón la que creo más pertinente y, de hecho, la más interesante. El actual Euro es un híbrido de sistema de cambios fijos, como la Serpiente Monetaria Europea de los años 80 o el patrón oro de los años 30, y de una divisa de un Estado. El primer sistema mantiene su disciplina por el miedo a la expulsión, mientras que una divisa estatal incluye mecanismos para reciclar los superávits entre los estados miembros (por ejemplo, un Presupuesto federal, bonos comunes).

La Eurozona se debate entre las dos concepciones, es más que un mecanismo de cambios fijos y menos que una divisa. Y ahí está el quid. Ante su crisis de 2008/09, Europa no supo cómo responder. ¿Habría debido preparar el terreno para, al menos, una expulsión (Grexit) con el fin de reforzar la disciplina? ¿Transformarse tal vez en un Estado federado?. Hasta ahora, no ha hecho ninguna de las dos cosas, a la vez que aumenta su angustia existencial. Schäuble está convencido de que, tal como están las cosas, se necesita un Grexit para poder aclarar las ideas, de una u otra forma.
   
Súbitamente, una Deuda pública griega impagable, sin la cual el riesgo del Grexit se desvanecería, adquirió nueva utilidad para Schäuble.
    
¿Qué quiero decir con esto? A partir de tantos meses entre negociaciones en las que participé, tengo la convicción de que ahora ya el Ministro de Finanzas en Alemania procura expulsar a Grecia desde la divisa común como medio para inspirar el temor de Dios a los franceses y que acepten ese modelo sobre una nueva Eurozona disciplinada.”
 
    
Por la cuenta que nos traerá, aquí hoy, más vale comenzar poniendo en duda metódica -y si es caso, cuando se precisa, terminar desechándolo...- todo ese argumentario tan fullero aún dominante para nuestro dócil aletargamiento. Contra lo repetido sin rigor autocrítico (¡S€mos EUropeos!), por 'quien ve ajenas pajas mas no viga propia', está ya bien probado:
 
Hoy mismo en la República Griega...
  - trabajan más Horas ya, de media,
  - cobran -per cápita- menos Pensión
  - y mayor Impuesto (% del PIB) pagan...
 que acá, sobre nuestro Reino de ESPAÑA.
 
Pero, con todo ello, ¿cree alguien que -ahora sí, en fin- alguna Recuperación se notará?

   

3 comentarios:

  1. Hoy nos consta testimonio de Varufakis ya, por nadie desmentido, sobre cómo funcionaría el EUROGRUPO: www.newstatesman.com/world-affairs/2015/07/yanis-varoufakis-full-transcript-our-battle-save-greece =

    “(…) Se negaban por completo a debatir argumentos económicos. Era plantear uno que te habías preparado mucho, por asegurar su coherencia lógica, pero encontrarte con miradas en blanco. Como si no hubieras hablado. Y eso resulta llamativo para los acostumbrados al debate académico, en el que la otra parte no deja de responder (…)

    Schäuble siempre mantuvo la misma actitud: ‘El programa no se discute, pues el anterior lo aceptó y no vamos a cambiar por unas Elecciones; con 19 países, siempre hay alguna Votación pendiente y, si cada vez cambiáramos las cosas, los contratos entre nosotros no tendrían ningún valor’. Entonces tuve que responder que quizá no deberían celebrar Elecciones en los países endeudados, y nadie me respondió; un silencio que solo puedo interpretar como que les parecía buena idea pero difícil de llevar a la práctica. Así que el que no firmara se quedaría fuera (…)

    La negociación fue interminable porque la otra parte se negó a hacer concesiones: insistía en un acuerdo global, es decir, en hablar de todo; lo cual, en mi opinión, equivalió al no querer hacerlo sobre nada. No hacían ninguna propuesta. Por ejemplo, con el IVA. Después de pedirnos que les diéramos todo dato de las empresas estatales, que rellenáramos infinitos cuestionarios y presentásemos nuestras ideas, antes de poder negociar un acuerdo, cambiaban el tema y empezaban hablando, por ejemplo, de privatización. Les presentábamos nuestra propuesta, la rechazaban y pasaban a las pensiones, o el mercado de trabajo, y así sucesivamente (…)

    Como era urgente y hubo muchas presiones, le decía todo el tiempo a la Troika que nos pusiéramos de acuerdo en 3 ó 4 reformas importantes e inmediatas para que relajara el BCE la restricción del dinero. Entonces aprobaríamos las reformas en el Parlamento y seguiríamos negociando. Pero ellos lo querían todo desde un primer momento. Dijeron que, si aprobábamos cualquier Ley, lo considerarían una acción hostil y filtrarían a la prensa que estábamos haciéndoles perder tiempo. Era una auténtica trampa. Hasta que, cuando estábamos ya casi sin dinero, el FMI nos presentó unas reformas imposibles de aceptar (…)

    Otros países endeudados dejaron muy claro desde el principio que eran nuestros peores enemigos, sobre todo si lográsemos un acuerdo más favorable para Grecia que les dejaría en mal lugar ante sus propios ciudadanos (…) El Eurogrupo es una reunión sin existencia legalmente reconocida, sin un tratado que lo sustente, pero con el máximo poder para decidir sobre las vidas de los europeos. No responde ante nadie, no hay actas de las sesiones, y es confidencial. De modo que ningún ciudadano se puede nunca enterar de lo que se discute. A pesar de que son decisiones casi a vida o muerte (…)

    Es una orquesta muy afinada, dirigida por el ministro de Finanzas de Alemania. A veces, desafina, pero él se ocupará de que vuelvan al redil. El francés es el único que se apartó de la línea alemana, pero de forma muy sutil, con lenguaje juicioso, sin oponerse del todo. Y al fin, cuando Schäuble reaccionó marcando la postura oficial, él siempre acababa por aceptarla (…)

    Pero no voy a cambiar mi opinión, la misma desde 2010, del que Grecia debe dejar de APLAZAR Y FINGIR: debemos dejar de pedir nuevos préstamos fingiendo que habríamos resuelto ya el problema, cuando no es verdad; cuando nuestra deuda es todavía menos sostenible con nuevas medidas de austeridad que hunden aún más la economía, y el peso recae cada vez más sobre los que no tienen nada, con la inevitable crisis humanitaria…”
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  2. Señala hoy Vicenç Navarro, en 'Público', cómo "...el gobierno griego tenía muy poco espacio para poder responder a tanta belicosa hostilidad. Y a pesar de todo ello, es notable lo que también CONSIGUE, cosa que -natural y predeciblemente- no salió nunca en los medios:

    El hecho de que el rechazo a las Medidas impuestas por la Troika alcanzara niveles tan elevados (del 62%) le permitió conseguir un grado de unidad en su país impensable antes del REFERÉNDUM, de manera que las propuestas hechas después ya eran firmadas por una gran mayoría de partidos, además de Syriza. Esto fue lo que originó los cambios, incluido el que -en lugar de continuarse discutiendo aquel 2º Rescate aprobado por un Gobierno anterior- ahora se discutía otro nuevo 3º rescate por una cantidad mucho mayor (que podría llegar a 80.000 millones) con una promesa de iniciarse algún proceso de reestructuración en la deuda griega, aun cuando no se hayan especificado sus condiciones.

    Otras medidas mejores también importantes que se consiguieron fueron cierta disminución de las exigencias a Grecia del tener un superávit primario en sus cuentas del Estado (es decir, tener un balance positivo entre ingresos y gastos, sin incluir aquellos para pagar los intereses de la deuda) que fuera equivalente a 4% de su PIB, utilizando este superávit para pagar la deuda, lo cual hubiera causado el colapso sobre la economía griega. Syriza consiguió que ahora el superávit fuera equivalente a un 1% del PIB el 1º año, otro 2% el 2º y un 3% en el 3º..."
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  3. Lo incierto ya no asustaría, y se hace real aquel chiste de "nosotros o el caos"; a lo que la gente contestaba "el caos, el caos". Los ciudadanos terminarán añadiendo la coletilla de Brecht: "El CAOS, nunca fuimos tan felices". Es muy difícil asustar al que apenas le queda nada que perder, como les ha ocurrido a millones de españoles machacados por la crisis.

    Convertida la tecnocracia en ideología, con Bruselas en el papel de metrópolis y protectorado de los países entrampados, los nuevos europeos temen tanto ESTE SISTEMA como a la anarquía. Mariano Rajoy, cabeza de cartel en las próximas elecciones, basa su discurso en la inestabilidad, el corralito y la destrucción del orden establecido que llegaría a España si ganaran los jóvenes airados.

    Quizá se mearían en las calles y los guayabos harían striptease en las procesiones, pero los que ya han sufrido el desorden y el castigo de la recesión temen tanto a la tranquilidad como revueltas. Quien pregona el discurso de la sensatez y el sentido común, ha logrado que España crezca al 3%, mas no tiene seguridad de ganar las elecciones. Con tecnocracia y entropía -INCERTIDUMBRE, desorden del sistema- no se camela ninguna nación encabronada.

    El último chisme -gallofa verdadera o falsa- de la Corte es que en el caso de que el PP ganara, como no se trata de superar, sino de mandar, podría necesitar a Ciudadanos y, entonces, podría darse que Albert exigiera no ser Mariano quien se sometiere a la investidura. ¿Y por qué?, se preguntan los áulicos de la derecha. Adversarios interiores de Rajoy piensan que los Ciudadanos podrían rechazar al presidente por su postura descabellada e inverosímil ante la CORRUPCIÓN en su partido (...)

    Otros políticos sondeados piensan que Pablo ha sufrido una súper-exposición en los medios y en diciembre también estará calcinado. Un líder, más que político transmitiendo mensajes, es el mismo mensaje VENDIDO. Un producto: si no gusta, ni se compra ni se vota...

    Raúl del Pozo (en 'El ruido de la calle', 17/7/2015)
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