jueves, 15 de noviembre de 2012

¿Cómo no seguirá la Crisis donde falta mínimo rigor? ¡Son las matemáticas, estúpida... mente!


Finalizada la 'huelga general' del 14-N las cifras del seguimiento ayer dependen, como es por aquí aún costumbre tercermundista e insolvente, de quién baila con ellas: mientras los Sindicatos -¡así de precisos!- cuentan al 76,7%, las Patronales dicen no haberse logrado ni 12%... y según el Gobierno cayeron sólo un 15% (cuando durante la previa ocasión anterior del 29-M habían bajado otro 20%) los consumos totales eléctricos en horas punta de jornada laboral. ¡Mas con estos 3 [tan inexactos como desvergonzados...] "Interlocutores Sociales" es con los que habríamos de gestionar nuestro Rescate! 

Aun hoy aquí, esta imagen del siglo pasado en otro día similar vale, aproximadamente

¿Cómo van las CUENTAS a salirnos en un País que, como éste, permanece inmutable sin la mínima fiabilidad a la hora de airear cualquier número sobre aquellos asuntos de una mayor Alarma social?

¿O donde quienes dicen ser democráticos Representantes del Pueblo no tienen claras, ni siquiera, diferencias entre la Huelga laboral, el Cierre patronal y los Absentismos parlamentarios; e incluso, ellos mismos, en vez de corregir ya la Ley mantenida vigente -desde hace más de un siglo...- que trae graves causas de los trágicos desahucios por hipotecas, entretienen una sesión de las Cortes generales que debía discutir enmiendas al Presupuesto público de nuestra común Hacienda en manifestaciones de pancartitas ante cámaras televisivas con sendas "reivindicaciones de solución..." y "denuncias contra... unos culpables", en ambos suspuestos casos cuidadosísimamente inidentificadas...?

Como hace tiempo sabemos, "De 10 cabezas, en España, 9 embisten mientras 1 piensa"; y así, con esa carencia de razón, adolecemos por lo que tantísimo ahora se ve que nos falta... "Son las matemáticas, estúpido (clamaba sin eco el otro día -en este apasionante páramo intelectual que sustentan todos los polemistas anuméricos, respecto a las "realidades nacionales"...- un profesor de la London School of Economics):

Las elecciones americanas han tenido un ganador inesperado: los modelos estadísticos. Ya en las elecciones de 2008, un bloguero llamado Nate Silver consiguió una leal audiencia desde su blog a base de predicar el evangelio del rigor, la calma y el análisis de los pronósticos electorales por encima de las opiniones basadas en la “intuición” y el “instinto”. Llegado el momento de la elección, su modelo estadístico, que combinaba todos los datos de encuestas existentes para producir un resultado electoral Estado a Estado, consiguió un éxito enorme al predecir los resultados en todos los Estados menos uno. Tras este éxito, el New York Times le compró el blog y lo instaló en su primera página en Internet durante esta campaña de 2012.

El análisis que ha llevado a cabo Nate Silver en este ciclo ha sido espectacular por lo razonable, valiente, y al final, correcto. Desde hace muchos meses predecía su modelo estadístico una clara, aunque ajustada, victoria de Obama en el Colegio Electoral. Su argumento básico era que lo importante no era la intención de voto nacional (empatada prácticamente), sino la de los Estados, ya que son estos los que participaban en el Colegio Electoral; que había muchas encuestas estatales en los Estados clave (Ohio, sobre todo); y que todas casi sin excepción predecían victorias ajustadas de Obama. Cada encuesta daba una victoria dentro del margen de error, pero cuando se combinaban todas correctamente y se computaba su impacto en el colegio electoral, se llegaba a una predicción con un alto grado de confianza.

Enfurecida, y convencida de que estas elecciones las tenía ganadas, el ala más dura del partido republicano emprendió un durísimo ataque contra Silver, acusándole de ser un manipulador, ocultar los datos, no entender las encuestas, tener una fórmula compleja, tener una fórmula trivialmente sencilla, etcétera. Apoyando estos ataques se encontraban muchos “opinadores profesionales” de izquierda y derecha, acostumbrados a interpretar tendencias desde su sillón, y que veían en peligro su posición ante los avances de este 'amateur' (y muchos otros que seguían tras sus pasos).

Nate Silver respondió siempre a estos ataques con calma, explicando las matemáticas en los términos más sencillos, aclarando lo que sus datos querían o no querían decir e insistiendo en que no era la carrera justita y ajustada hasta el final que los vendedores de periódicos y los republicanos “duros” querían ver, sino que caminábamos hacia una victoria clara de Obama. Sus discusiones entraban en detalle en asuntos como la correlación entre los movimientos de los distintos Estados, la predictibilidad de la participación, la fiabilidad de diferentes tipos de encuesta. Sus enemigos demostraban continuamente su completa ignorancia de los conceptos estadísticos más básicos, en particular la diferencia entre el tamaño del margen de victoria (un par de puntos) y el que este margen sea o no estadísticamente significativo.

El resultado electoral supuso una victoria para Silver aún mayor que la de 2008. No solo acertó el ganador y su margen, sino también el resultado en TODOS y cada uno de los Estados, al 100%. Y siempre, eso sí, insistiendo con humildad en que no tenía ningún mérito, que lo único que hacía era fiarse de los datos y no de su instinto.

La victoria de Silver es una anécdota, sí. Pero como en el caso de la evaluación cuantitativa de los jugadores de baseball que describe el periodista Michael Lewis en 'Moneyball' (y que es ahora una película de éxito), refleja la victoria de un mundo nuevo, en el que los que son capaces de entender, interpretar y analizar la información derrotan a los especuladores de salón que no saben leer los datos, pero que saben enrollarse como las persianas sobre todo lo que está bajo el sol. Un mundo en el que gana el mejor argumentar no el que más cobra, el más prestigioso, o el jefe, sino cualquiera (incluido el más bajo en la jerarquía o el más joven) que sea capaz de hacer el mejor argumento basado en la evidencia empírica.

La revolución que ya ha tenido lugar en la toma de decisiones en finanzas, en baseball, en marketing (con el análisis masivo de bases de datos de compra) y en la política presidencial americana llegará poco a poco a todas las áreas del conocimiento. Y para beneficiarse de ella, habrá que tener un buen conocimiento de estadística y de matemáticas. Y es que las matemáticas no son solo, como dijo Galileo, el lenguaje en el que Dios escribió el universo, sino que son el lenguaje de los datos y la información en la que estamos inundados. Sin entender modelos matemáticos sencillos, lo que estos pueden predecir y lo que no, los supuestos que requieren, la confianza que merecen, es prácticamente imposible participar activamente en campos aparentemente tan poco matemáticos como la biología, la economía, las finanzas, la contabilidad, la sociología, la ciencia climática, la ciencia política, la medicina (¿cuál es la probabilidad de curación en este caso con quimio, con radio o con cirugía?, ¿de qué depende esta probabilidad?), o el marketing.

Nuestros hijos vivirán en este mundo rico en datos, en el que los trabajos manuales bien pagados habrán desaparecido prácticamente, sustituidos por los robots, y en el que la habilidad principal necesaria para ganarse bien la vida será saber manejar símbolos, información, datos e ideas. Las máquinas no se manipularán con las manos, sino con un teclado, y los maquinistas tendrán que saber programar. El valor añadido en los procesos productivos estará antes de la fabricación (I+D) y después de esta (servicios), no en la fabricación misma. Las decisiones no se tomarán a partir de intuiciones e instintos, sino a partir de una lectura correcta de las evidencias.

Es sorprendente en este sentido que los españoles acepten sin rechistar la estafa que supone la enseñanza secundaria y universitaria que se imparte en demasiados lugares en España, plagada de profesores que imaginan que enseñar consiste en sentarse en una silla a dictar apuntes (¿no conocerán quizás la moderna invención de la fotocopiadora, la impresora, y el correo electrónico?). El debate sobre enseñanza se centra siempre, en cada uno de los interminables procesos de “reforma” en si clase de religión sí o clase no; y si formación del espíritu nacional español, o mejor espíritu nacional catalán o cántabro. Y podemos estar seguros de que los padres protestarán contra cualquier incidente con la comida, que se echarán a la calle ante cualquier subida de tasas, o fallo en la limpieza de las clases.

Pero estamos por escuchar la primera protesta porque a los niños no se les exige suficiente, porque las clases son demasiado blandas, rutinarias, y memorísticas. Estamos por escuchar la primera protesta porque los chicos salen del colegio, con 16 o con 18 años, sin haber adquirido los tres fundamentos claves necesarios para salir adelante en la economía de conocimiento: un nivel avanzado de confianza en el uso de las matemáticas y la estadística; una capacidad elevada para escribir un argumento, no solo correcto gramaticalmente, sino razonado con claridad y convicción; y un nivel avanzado del idioma inglés. No nos engañemos, sin haber adquirido estos fundamentos básicos para participar en la economía del conocimiento, es como si los niños no hubieran pisado la escuela desde los 14 años. Y conseguir esta prioridad requiere no solo que los padres se involucren mucho más y que los colegios exijan mucho más, sino también que el modelo educativo cambie, y que exijamos a los Gobiernos, del signo que sea, que sacrifiquen primero el gasto en cualquiera de los otros dos pilares del Estado de bienestar, sanidad y pensiones, si es estrictamente necesario, pero que mantengan por encima de todo la inversión en capital humano, en educación, absolutamente necesaria para asegurar el futuro del país."

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3 comentarios:

  1. Otras 3 pinceladitas más:

    La Delegación del GOBIERNO cifraba con 35.000 personas toda la participación para la "mani" de Madrid ayer durante la Huelga General.

    Los sindicatos convocantes, UGT y CCOO, dicen que fueron 1.000.000 quienes asistieron.

    El diario progresista EL PAÍS publica un cálculo gráfico detallado del que resultan 175.000 manifestantes.

    Y sigue, todo tan tranquilo, "informándosele" así a la ciudadanía de tal modo puntualmente...

    Salud,
    J.

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  2. Joé! No parece nada lógica ni coherente con vuestra declarada "insumisión" todas esas equidistancias que aparentais, sobre todo: ¿lo mismo os dan la patronal que los sindicatos y este gobierno de Rajoy que quien se le opone?

    Elena

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  3. El problema quizá precisamente resida en que no hay nadie aquí ya de quien pueda decirse que SE OPONE (¿?)... Y es imperceptible dónde podría objetársele su conclusión a Pablo Sebastián:

    "En España la IZQUIERDA está destrozada.

    Su CRISIS es tan grande y del tal calado que ni siquiera el “campanudo” y cínico argumento de que “en España hace falta un gran partido progresista”, como solía decirse desde los salones políticos y financieros de la derecha ya no suena ni se repite porque nadie cree que este PSOE pueda abandonar su actual postración (la que aumentará tras las elecciones catalanas hasta límites insospechados, mientras se hunde su liderazgo y su estructura federal y carecen de programa y alternativa nacional).

    El medio fracaso de la huelga del 14-N, que no ha funcionado como se esperaba, ha aumentado esta crisis a pesar que dicha cita y convocatoria no ha sido un gran fracaso como dice la prensa de la derecha, ni algo positivo como pregonan los sindicatos porque su seguimiento fue muy mediano y porque sus consecuencias son igual a cero: ni el Gobierno va a cambiar de política económica y social, ni habrá un referéndum sobre las políticas del Ejecutivo; lo que los sindicatos sabían de antemano y se ha convertido en la prueba de su frustración.

    La pregunta es ¿para qué han hecho la huelga, además de para homologarnos con Grecia y Portugal? Y la sub pregunta es ¿para qué se ha metido el PSOE de bruces en este berenjenal que no conduce a ninguna parte?

    No estamos diciendo que la izquierda política y sindical no tengan razones objetivas (y subjetivas desde su óptica progresista) para pedir un cambio de políticas económica y social en España y en la UE (la “zona euro” acaba de entrar toda ella en recesión). Pero lo que el PSOE, sindicatos y la izquierda en general hoy no tienen en España es una alternativa a esas políticas, empezando por unos Presupuestos para 2013 y siguiendo por nuevas soluciones para los desamparados de la crisis.

    Solo tienen palabras y banderas de color rojo, y por supuesto carecen de un discurso democrático. El que no interesa al PSOE ni a los sindicatos, porque ambos viven de subvenciones del Estado en el vigente RÉGIMEN PARTITOCRÁTICO- y de las ayudas de la banca, grandes empresas e instituciones de toda índole, aquí incluidas las que emanan de las hoy arruinadas autonomías(...)

    Y porque la crisis de su “cocina” ideológica el diario El País -que ha liquidado al núcleo fundador de la Redacción y se ha pasado a la banca (sus nuevos propietarios) y al Gobierno del PP en sus editoriales y política económica, es letal para la izquierda por más que dejen libres, o bajo vigilancia, ciertas secciones como la cultural para desahogo de su público habitual.

    Cayo Lara y su Izquierda Unida (desarbolada en las autonomías nacionalistas) recogen parte del naufragio del PSOE pero no son alternativa de poder (...) podría levantar otras banderas como la reforma de la vida democrática e incluso de la Constitución, pero quienes han estado durante tantos años en el gobierno -con González y con Zapatero-, disfrutando de todas las ventajas de la partitocracia a la española, carecen de credibilidad en liderar o diseñar el VUELCO DEMOCRÁTICO y constitucional.

    La izquierda española, empezando por el PSOE -y siguiendo por los sindicatos- necesita sobre todo una refundación." (Pues eso de que, por ejemplo, el mismo Rubalcaba incapaz desde sus Gobiernos durante 8 años para SALVAR A LOS HIPOTECADOS... pretenda denunciar cortedad en la cataplasma hoy puesta por Rajoy -como, también, insiste alegando su progresismo al tiempo que critica SUBIDA DE IMPUESTOS que hubimos de aguardar hasta que solo se acordó por el PP que les ganó en las urnas tras sus 4 años de renegada Crisis...- ya no colará igual más).

    O sea, seguimos con las mismas asignaturas básicas pendientes, y esperando lo imposible: como pedía insistente hace ya tiempo el bueno de José Manuel Naredo, "Por una Oposición que se oponga".

    Ea, con Salú...!
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