martes, 24 de mayo de 2011

'O mandamos unos banqueros a la cárcel, o la economía no se recuperará' (Nobel Economía)


Bien dijo Irene Lozano: "Situados ante disyuntivas del ratificar las políticas antisociales de PSOE[&IU...] o lo que hará el PP[&CIU...], los ciudadanos han contestado que ¡un recorte es un recorte, es un recorte...! Algunos han tratado de encontrar entre los miles de carteles [estos últimos días, por las gentes del 15M, desplegados] en Sol un programa, cuando lo que sale de allí es un aullido. Es el grito de quienes ven 'encanijarse' su condición de ciudadanos en una democracia autosatisfecha... Se ha etiquetado rápidamente con la épica revolucionaria, pero reclamaban eso tan reformista que la izquierda oficial ha soltado como si fuera un pesado lastre: el ideario socialdemócrata, según el cual el problema no es individual, sino colectivo; la política debe definir el marco jurídico, social y económico en que se desenvuelve la actividad del mercado y no a la inversa; y la función del Estado no es proporcionar a los banqueros los medios para hacerse más ricos, parafraseando a Keynes, sino impartir algo de justicia en las relaciones económicas.

Mientras los partidos de izquierda se muestren temerosos de defender ese discurso, lo hará la calle... Con asombro, hemos visto al ministro José Blanco de gira para vender el 'stock' inmobiliario español, en lugar de trabajar por el derecho de los españoles a una vivienda consagrado en la Constitución. Por no hablar de ese atribulado Papandreu al que solo le falta poner en venta a Zeus y todos los dioses del Olimpo. Mientras toda la ambición política de la izquierda oficial consista en hacer méritos con el déficit para parecerse a la derecha, sus votantes contestarán como lo han hecho en estas elecciones: NO CON MI VOTO...

Se cuestionará la propia democracia, como hemos visto, porque si no hay alternativas económicas, la elección que se ofrece a los ciudadanos es, en efecto, ficticia..."




Aquí donde tanto abundan cabecillas del ratonerío tan solo preocupándosenos con respecto de "las estructuras" por un que nada cambien, salvo lo del partidista apartatetú ya para que póngameyo... y salir en la foto con los nombres al frente de más procesiones ante su parroquia, no cesa el mentir procrastinador de cualquier solución hasta que nos gobiernen RAJOY-ZETAPE-IU-...s o incluso hasta que los dichos mismísimos mandamases (u otros entre quienes dícense republicanos, con mandos actuales en plazas bastantes para retor[¡ti]cer[ar!] la Constitución cuanto precisan sus ambiciones, Autonomías e intereses estatu[t]arios en aquello solo que realmente les inquieta...) logren encumbrarse sustituyendo a quien ahora una suprema Jefatura del Estado disfruta. ¡Como si por tales personalismos, y formalidad, fuera desde donde inexorable se determina el que aun solo tengamos listas electorales 'cerradas y bloqueadas'; o ese 'Salario Mínimo I...' legal por cerca de mitad que otros vigentes en la República Francesa, los Reinos Unido de Inglaterra e Irlanda del Norte, Países Bajos, Bélgica, etcétera, etc.!

Nuevo microcosmos nos lo avisó ya, certera mente, antes que nadie; así que será preciso recordarlo aun: "Como no se han cansado de repetir el economista James K. Galbraith y el economista y penalista William Black, no podemos resolver la crisis económica a menos que metamos en cárceles a esos delincuentes que han cometido fraudulentos actos... Y el ganador del premio Nobel de economía George Akerlof ha demostrado que la negligencia en punto a castigar a los delincuentes de guantes blancos, y a fortiori el 'rescatarlos', crea incentivos para que se cometan más delitos económicos y se proceda a una ulterior destrucción de la economía en el futuro. El Premio Nobel de Economía 2001, ex vicepresidente del Banco Mundial y ex economista jefe del FMI, Joseph Stiglitz, acaba de expresar la misma idea. El pasado 20 de octubre pasado declaró lo que sigue al 'AOL's Daily Finance':

Es un asunto realmente importante y nuestra sociedad debe comprender cabalmente. Se supone que el sistema jurídico es la codificación de nuestras normas y de nuestras creencias, de lo que tenemos que hacer para que nuestro sistema funcione. Si se percibe un carácter explotador en nuestro sistema jurídico, entonces la confianza en todo nuestro sistema comienza a erosionarse. Y ese es realmente el problema que tenemos ahora. Una muchedumbre de prácticas predatorias están en vías de continuar como si nada en los créditos para la compra de automóviles. ¿Por qué están bien los malos préstamos en el sector automovilístico y no en el mercado hipotecario? ¿Hay alguna razón de principio? Todos sabemos la respuesta: no. No hay razones de principio, las hay de dinero. Son las contribuciones a las campañas electorales, el 'lobby', las 'puertas giratorias' entre la política y los negocios, todas esas cosas.

El sistema está ahora mismo diseñado para estimular ese tipo de prácticas, aun a pesar de las multas [en referencia al antiguo ejecutivo de 'Countrywide', Angelo Mozillo, que acaba de pagar 10 millones de $ en multas, una ínfima parte de lo que ganó fraudulentamente, porque ganó centenares de millones de $]. Conozco mucha gente que dice: es un escándalo que tuviéramos más supervisión, control y rendición de cuentas en los 80, cuando se dio la crisis de las cajas de crédito y ahorro, que ahora. Sí, les multamos, ¿y cuál es la gran lección que se saca de eso? Compórtate mal, pues el Gobierno quita un 5% ó 10% del beneficio mal habido solo; que estarás muy tranquilo en casita con varios centenares de millones de dólares que aún te quedarán luego de pagar unas multas que parecen enormes, pero que son en realidad muy pequeñas en relación con la cantidad de dinero que has conseguido embolsarte.

Ahora todo está configurado de tal modo, que aun si te pillan, el castigo es sólo una ínfima parte de lo que te llevas a casita. La multa es sólo un coste más de negocios, como alguna del estacionamiento. A veces decides estacionar mal sabiendo que te caerá una multa, porque empezar a dar vueltas en busca de estacionamiento lleva mucho tiempo. Yo creo que deberíamos hacer lo que hicimos en los 80 con aquella crisis de las cajas de crédito y ahorro, y meter en la cárcel a buen número de estos tipos [¡¡pero no, solo, por 'escándalos' del sexo!!]. Lo creo absolutamente. Porque no son sólo delitos del guante blanco, ni tampoco pequeños incidentes. Hay víctimas reales. Ese es el asunto, ya que hubo víctimas en el mundo entero. ¿O es que confiamos en que quienes nos metieron dentro del lío actual han cambiado realmente de actitud? Todo lo contrario. He oído alguno discursos que decían: "En realidad, no se hizo nada realmente mal. No hicimos las cosas demasiado bien. Pero nuestra comprensión de estos asuntos es bastante razonable". Si de verdad piensan eso, estamos en un lío verdaderamente tremendo.

En la disuasión del delito hay distintos aspectos. Los economistas se centran por entero en la idea de los incentivos. A veces, la gente tiene incentivos para comportarse mal, porque pueden ganar más dinero si estafan o se meten en actividades fraudulentas. Si queremos que nuestro sistema económico funcione, tenemos que asegurarnos de que lo ganan cuando defraudan quede anulado por el sistema de castigos y multas. Por eso, pongamos por caso, en nuestra legislación anti-oligopólica a menudo no detenemos a la gente cuando se comporta mal, sino cuando lo hace y podemos decir que hay daños constatables. Entonces pagan tres veces el daño que han causado. Es una forma muy radical de disuasión. Desgraciadamente, lo que estamos haciendo ahora en el caso de esos delitos financieros recientes solo multa por fracciones —¡pequeñas fracciones!— del daño directo causado, y una fracción aún ínfima del daño social. Es decir, el sector financiero llevó realmente al desplome de la economía global; y, si se incluyen todos los daños colaterales, estamos hablando ya realmente de billones de dólares.

Pero se puede hablar en un sentido aún más amplio de daño colateral y al que no se le ha prestado atención. Y es la confianza en nuestro sistema jurídico, en el imperio de la ley y el Estado de Derecho, en nuestro sistema de justicia. Cuando se hace el Juramento de Lealtad [constitucional en EEUU], se dice 'Justicia para todos'. Pues bien; la gente no está segura de que tengamos justicia para todos. Algunos son detenidos por algún delito menor de drogas, y dan con sus huesos en la cárcel por mucho tiempo; pero cuando se trata de esos llamados delitos del guante blanco, que no dejan de tener víctimas, casi ninguno de esos gachós que los perpetran acaba entre rejas..."

2 comentarios:

  1. Lo que hace falta es romper el silencio aborregado que se ha extendido entre nosotros, pase lo que nos pase, como tan bien invitó el otro día Muti a que hiciésemos. ¡Vedlo! = http://www.youtube.com/watch?v=7vQ_uQsITko

    Saludos,
    M.M

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  2. Sí, no callemos la sana rebeldía contra cuanto duele, y a ser posible para decir algo útil ya como lo que ayer y hoy -otra vez más- insistió aclarando Vicens Navarro...

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