sábado, 11 de septiembre de 2010

'El idioma imposible' por Francisco Casavella y Raquel Colera, Rodrigo Rodero... en Madrid ya

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Tras pasar recientemente por los Festivales cinematográficos internacionales de Málaga, Tarragona, Lorca, Masnou, Durrësi (Albania), Varna (Bulgaria) y en vísperas de seguir hasta el de Bogotá (Colombia) tuvo ayer su estreno en Madrid esta Ópera prima para el XIX FCM/PNR que desde Barcelona [2010] le ha producido Raquel Colera -con fotografía de Luis Bellido- al director Rodrigo Rodero, sobre guión por él mismo y Michel Gaztambide tan bien firmado, a partir del texto literario homónimo debido a un muy -temprana mente...- añorado Francisco Casavella; entre sus intérpretes Andrés Gertrudix, Irene Escolar, Helena Miquel, Karra Elejalde, Toni Zenet, Isabel Ampudia, Roger Pera, Natalia Mateo, Juanlu Escudero y Pau Cólera.


Nos había dado el aviso nada menos que nuestro mítico -como pionero avizorador de 'Nuevas Olas' fílmicas, en vanguardia, desde hace medio siglo- Cahiers du Cinema, ya cuando aparecía inicialmente para concursar por la más reciente 'Biznaga' malagueña: "...es 'El idioma imposible', de Rodrigo Rodero, una arriesgada incursión en el universo del escritor Francisco Casavella, filmada con insobornable voluntad estética; pero el palmarés ya tenía cubierta su cuota de riesgo y esta valiente ópera prima se quedó fuera..."


Ahora la impresión personal pudo confirmar estos buenos augurios y añadir nuestra sorpresa con su discreta pero exigente contención, intensamente fiel, al evocarnos tan bien otro verdadero 'paseo por el amor y la muerte...' del celuloide que nos retrotrae hasta tres dećadas atrás, allá donde perdimos algunas de las jóvenes promesas más esperanzadoras con sus talentos de sensibilidad, valores, inteligencia, brillantez e indómita rebeldía pronto malogrados.

.No podríamos menos que coincidir con lo ya tan bien comentado en la primera crítica publicada del 'Filmaffinity' hace unos cinco meses [Película trazada con un gusto musical exquisito: la música es narradora y al mismo tiempo protagonista de una historia que confía en el poder de los sonidos y en la fuerza explicativa de sus canciones [se puede hallar B.S.O. en Internet] para contar lo que acontece más allá de las palabras, de los gestos y las miradas.

El principio de los años ochenta representado con poderosa precisión, embellecido por la hermosa labor de fotografía de Luis Bellido, que sabe captar la poesía caótica y nocturna de los bajos fondos, en constante penumbra. Maravilloso encuentro. La película hace justicia así con la historia de su país, y hace también las paces de algún modo con su cine, o al menos reivindica cómo éste ignoró la situación social del momento. El cine hace las paces con su historia, al conseguir mirarla por fin de frente. Maravilloso descubrimiento Rodrigo Rodero, también.

Más cerca de Philippe Garrel que de ningún otro cineasta, el primer y auténtico heredero en nuestro cine de la tradición francesa de las 'Nouvelle Vague', la madurez formal de su primera película resulta ya impecable, su dominio del tempo cinematográfico, la fuerza expresiva de sus primeros planos, la intensidad dramática de sus momentos de silencio, la valentía de una estructura y una puesta en escena fuera de lo común. La inexperiencia acusa sin embargo en una plúmbea pedantería de los diálogos, en las búsquedas continuas de poesía, profundidad y trascendencia.

No hay nunca ligereza, nunca momento para la espontaneidad ni sutil sonrisa, sólo hay momento para su afectación, drama contenido y purezas únicas en la ingenuidad propia de una ópera prima. Los bajos fondos, la drogadicción, el Barrio Chino barcelonés retratado en un plano geográfico que podría recordar a cualquier otro suburbio universal. Un mundo excelentemente esbozado en unas pocas pinceladas, gestos y frases. La película alcanza su expresión maestra en el plano fijo, de duración interminable, de fogosa intensidad, en que Fernando ve perderse a Elsa entre las frágiles cortinas del otro mundo, del umbral, el paso al universo de la drogadicción y la pérdida total de identidad propia.

Maravilloso reencuentro con la capacidad del cine de sostener el plano tanto como sostener la mirada. Sostener la manera de rodar, soportar la pérdida del ser querido ante nuestros propios ojos, y la eterna búsqueda de ella a través de los demás...] por Sibelius.


Habíamos aprendido en la infancia, con aquellos 'Cantos iberos' de Gabriel Celaya, que ...cuando se miran de frente los vertiginosos ojos claros de la muerte, se dicen las verdades: las bárbaras, terribles, amorosas crueldades...


O como dijo nuestro -por su reciente 'biopic', tan actual...- Lope de Vega, en definitivo Soneto: Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso. No hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso. Huír el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor suave, olvidar el provecho, amar el daño; creer que un cielo en un infierno cabe, dar vida y el alma a un desengaño, esto es amor: ¡quién lo probó, lo sabe!

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1 comentario:

  1. Me ha dejado colgada la B.S.O de ese link que poneis al "Soñar contigo", del Toni Zenet con cuya foto abre vuestro post. Buscaré la peli, para ver más, y voy a ponerme a oir ya otras canciones como "Romance de Curro el palmo" -Serrat: www.youtube.com/watch?v=fuAKenLRV3E - y "Lola la loca" u otras del Veintegenarios, por un alucinante colega i geni Albert Plá: www.youtube.com/watch?v=FMXSpPFwRrA

    Salut! Ari

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